miércoles, 5 de enero de 2022

Castillo de Vilafamés


La visita a Vilafamés era la última parada por la provincia de Castellón antes de despedirnos del Maestrazgo. Llegamos desde Sant Mateu por la CV-10 hasta la confluencia con la CV-15. Llama la atención el color rojizo de la piedra con la que está construida, una arenisca triásica que le otorga una singularidad muy atractiva. En Vilafamés, según la guía turística, encontramos dos concepciones en su desarrollo urbano: la andalusí, que corresponde a la parte superior de la población que se caracteriza por calles estrechas, serpenteantes y empinadas en torno al castillo, y la cristiana con trazado lineal. La población se sitúa en las estibaciones septentrionales de la Sierra de les Conteses en el corredor prelitoral de Sant Mateu-Vilafamés. En su punto más elevado se encuentra el castillo a 394 metros de altitud. Amador Ruibal destaca su situación como un importante enclave que controlaba el paso entre Castellón y Cataluña

El castillo y la muralla del primer recinto desde la plaza

EL CASTILLO

El castillo es de origen musulmán, aunque los restos que vemos en la actualidad son de época cristiana,  posteriores a la conquista de Vilafamés por Jaime I en 1233 siendo los más antiguos del siglo XIV. La fortaleza debió tener un tránsito apacible hasta el siglo XIX cuando sufrió varios ataques durante las guerras carlistas, época en la que se construye la torre central. En su descripción vamos a seguir a Ruibal que destaca que de su estado original musulmán prácticamente ya no queda nada a excepción del aljibe. La población conserva parte de su murallas en los lados norte y sur: cortinas y torres rectangulares asentadas sobre la roca, a gran altura, a modo de primer recinto, bastante deteriorado y donde se ubicaba la entrada.

Vista del recinto superior del lienzo sur 

Sobre este primer recinto encontramos otro superior que mantiene su muralla casi completa; en él se alojan varias dependencias de carácter señorial y palaciego situadas al oeste de la torre circular que hace de torre del homenaje. Ésta se levanta en el punto más elevado, sobre una gran roca que sobresale en el centro de este recinto. Es una construcción cilíndrica, con balcones que estuvieron amatacanados: La torre ha sido muy transformada en el siglo XIX durante la contienda carlista al llenarla de aspilleras que, según el ayuntamiento, constituye "uno de los pocos ejemplos de arquitectura carlista de la Comunidad Valenciana". Frente a la torre se abre un pequeño recinto rectangular con una gran cisterna excavada en la roca, que, concluye Ruibal, "puede ser el único vestigio de la época islámica".

Recinto con acceso a la torre del homenaje y valla que protege el aljibe

CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Tras la conquista por Jaime I de Aragón en 1233 -según la web del ayuntamiento ese año se toma primero Burriana y a continuación se pone asedio y se conquista Vilafamés-, la fortaleza y la villa fue entregada a la Orden de Hospital de Jerusalén en compensación a la colaboración que había tenido la orden en las conquistas del reino valenciano. Permanece en poder de los hospitalarios hasta 1317. Ese año pasa a poder de la recién creada Orden de Montesa que la convertirá en encomienda y acometerá profundas reformas de la fortaleza islámica. Tras varios cambios jurisdiccionales, en el siglo XIX, Vilafamés estará de nuevo en primera línea del frente como plaza inexpugnable durante las guerras carlistas; en esta época se convierte en una importante guarnición que va a resistir dos asedios de las tropas carlistas al mando de El Serrador y Cabrera.

Interior de la torre del homenaje

El Serrador intentó el asalto a la población el 29 de octubre de 1838 aunque, si bien logró abrir una brecha en la muralla y penetrar en el recinto, no consiguió su propósito. El Correo Nacional de 7 de noviembre de ese año, en crónica del día 1, narra brevemente la escaramuza: "El enemigo trató de apoderarse de Villafamés emboscando en sus arrabales dos compañías, y consiguiendo que tres facciosos entrasen y se escondiesen en lo interior del pueblo, con la comisión de asesinar en la hora señalada al centinela de una puerta; pero se descubrió la trama, y los tres facciosos pagaron su osadía con la cabeza". 

Zona de dependencia en el lado oeste del castillo

El asedio de Cabrera se produjo dos meses después, el 3 de enero de 1839 y tuvo mayor repercusión, quizá por la personalidad del atacante. El corresponsal narra la siguiente crónica el 14 de enero de 1839: "Cabrera con fuerzas de consideración se presentó el 4 sobre el pueblo de Villafamés, otro de los pocos que restan fortificados en esta provincia, y á cuatro horas de distancia de su capital. 
El 5 llegaron dos piezas, de á 12 la una y la otra de 8, además de algunos morteretes de montaña: llegaron a disparar algunos tiros, pero causaron poca impresión en los sitiados. 
En este mismo día entró aquí el brigadier Aspiroz con su división, y no continuó su marcha sin descanso sobre el punto amenazado, porque parecía prudente llegar allí durante la claridad del día. La dirección del general Aspiroz no ha salido hasta esta mañana, porque habiéndose dicho ayer que el enemigo se retiraba parecía conveniente suspender el movimiento para ver el nuevo rumbo que tomaría.
Hoy se asegura que algunos batallones enemigos están en Alcora, y nuestras tropas han salido para Villafamés, y esta dirección no las separa mucho del punto que los facciosos ocupan.
Se ha aprovechado esta ocasión para proveer de víveres el punto de Villafamés". 

En la segunda página del periódico se añade la siguiente crónica: "El comandante general de Valencia, con fecha 8 del corriente, anuncia que el movimiento ejecutado por la división Aspiroz en auxilio del fuerte de Villafamés, que se halla bloqueado por el cabecilla Cabrera, ha producido un feliz resultado; pues aunque los rebeldes habían concentrado fuerzas numerosas y tres piezas de grueso calibre, apelaron á la fuga tan luego como supieron la llegada de la citada división á la villa de Castellon conduciendo su artillería en dirección á Alcora.
El brigadier Aspiroz dice que la guarnición del fuerte de Villafamés y su Milicia nacional se han conducido con decisión y bravura" (Gaceta)

A continuación reproduce la crónica del Diario Mercantil de Valencia donde "se lee lo siguiente. El telégrafo de Murviedro dice que la primera división se halla en Castellón. Cabrera levantó antes de anoche el sitio de Villafamés y se dirige con toda su fuerza á la Alcora".

Litografía con el retrato del líder carlista Ramón Cabrera
Luis López Piquer (D) Antoine Maurin (L) ca. 1850
Museo del Romanticismo de Madrid

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación: 

Ayuntamiento de Vilafamés, página web y folleto turístico
El Correo Nacional, 07-11-1838 pág. 1; y 14-01-1839 págs. 1-2
RuibalAmadorCastillos de Castellón, Ed. Lancia, 1998


El aljibe quizás sea, según Ruibal, el único resto original musulmán

Vista del lienzo en la que se aprecian muros de diversas fases constructivas

Vista del aljibe desde la puerta de acceso a la torre del homenaje

Vista de Vilafamés desde el lienzo sur y en el plano intermedio restos
del primer recinto donde se distingue el muro y un cubo

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