viernes, 8 de diciembre de 2023

Vállaga


Tras nuestra visita al refugio del aeródromo de Illana, tomamos la CM-250 dirección al pueblo hasta el cruce con la GU-249; allí tomamos la carretera dirección Almoguera. A unos 9 km. del cruce, prácticamente donde la carretera se encuentra con el Tajo, vemos a nuestra derecha los restos, según el mapa que nos guía, del castillo de Vállaga, un paredón con las esquinas flaqueadas por dos cubos macizos que semejan borjes esquineros, con la parte central del lienzo derruida. Nuestra duda era si estábamos frente a un castillo o un cenobio, o como afirma Herrera Casado, un edificio medieval transformado en bodega.

Los restos del lienzo Sur derruidos en el centro del castillo vistos desde el río

Herrera
lo describe sobre un cerro puntiagudo en el que resaltan "las ruinas oscuras de una edificación medieval sobre la que luego recayó la función de bodega"; reforma del edificio que ha provocado tal alteración en él que dificulta el análisis de su origen militar; situado en la orilla izquierda del Tajo, estas ruinas "hasta ahora no habían sido estudiadas (...) considerándolas como los restos del que fuera castillo calatravo de la encomienda de Vállaga, aguas abajo del gran castillo de Zorita". 

Muro Este por donde se accede al edificio

Las ruinas, también son conocidas "como las cuevas del marqués", -el nombre hace referencia a marqués de Belzunce , hijo de Juan de Goyeneche que poseía un palacio en Illana- estas ruinas, continúa Herrera, proporcionan "un lugar interesante como pocos, un lugar al que conviene ir si realmente a uno le interesa la historia medieval, los edificios defensivos antiguos, la magia de lo ignoto y sorprendente". Hasta allí subimos por una pequeña vaguada que nos dejó junto a un sembrado y recorriendo una vereda alcanzamos el muro Este que permite el acceso sin dificultad.

Muro Oeste con bóveda de ladrillo y dos salas laterales abovedadas

Herrera nos facilita las siguiente medidas, un edificio de una sola nave "de unos diez metros de ancho, de muro a muro, por unos cuarenta de largo". Al él accedimos por el muro Este donde se acumulan restos de derribo de la cubierta, siendo esta zona más alta que en el muro Oeste que aún mantiene la bóveda de la nave. En el interior de los muros Norte y Sur se aprecian los arranques de paredes perpendiculares que dividían el espacio en ocho salas donde se ubicarían las tinajas. Estas paredes se encuentran trabadas con los muros por lo que es de imaginar que son originales. El muro Oeste, que conserva la bóveda, "en las paredes laterales se abren a su vez dos espacios abovedados, con arcos semicirculares de ladrillo, con aspecto de potencia y grandiosidad poco usuales, pero que sin duda tuvieron por misión guardar enormes tinajas", espacio éste que sí debe ser producto de una reforma.

Vista del interior del edificio desde la pared Oeste


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Siguiendo a Herrera el lugar correspondía a "la encomienda de Vállaga de la que posiblemente antes fue sede fortificada de sus comendadores y caballeros calatravos". A este respecto seguiremos a Fernández Izquierdo que nos ofrece una breve cronología de posesiones de Vállaga. La primera mención del lugar la encontramos en 1152 cuando el emperador Alfonso VII dona Vállaga, Ova y una aceña junto al puente de Zorita a don Galindo, maestre de la orden de Santiago.

Muro Oeste donde vemos el cubo macizo de sillería y mampostería en la base

En 1174 se produce la donación de las aldeas de Vállaga, Almonacid y Hueva a la orden de Calatrava por doña Sancha Martínez, mujer de Pedro Martínez de Magán, quien las había comprado al conde Ponce de Cabrera. El conde Ponce de Cabrera, provenía del ámbito catalán y se había establecido en el reino acompañando a doña Berenguela de Barcelona que iba a contraer matrimonio con Alfonso VII, fue nombrado conde por el rey en 1143 y su mayordomo en 1145. Alfonso VIII confirma esta donación en 1176.
Vista de la bóveda del muro Oeste y a la derecha restos de una bóveda menor
desde la zona media del muro Sur

El papa Gregorio VIII, en la segunda bula de confirmación de la orden en 1187, incluye las posesiones de Calatrava entre las que se encuentra Vállaga. Más adelante al enumerar la riqueza de las distintas encomiendas calatravas, cita a Vállaga que tenía en posesión una dehesa, Algarga, con una extensión de un millar de hectáreas que, junto con otras fincas, constituía el origen de sus rentas. Algarga se encuentra a unos 9 km. al suroeste siguiendo el cauce del Tajo.

Muro Sur y arranques de las paredes que presentan trabazón con el muro

No obstante estos datos Fernández Izquierdo no menciona la existencia de fortificación alguna y vista la ubicación del edificio, en el talud que da al río, la carencia de foso que lo defienda por la cara Sur, es difícil suponer que fuese una construcción militar. Al respecto Martín y Sánchez en su trabajo comentan que "pocos son los casos en los que los calatravos construirán un castillo, sin embargo sí fue frecuente recibir villa y castillo, tal es el caso de Almoguera o Cogolludo, en los que observamos la presencia de villa y castillo", aunque, añaden, que lo habitual era "la recepción de un castillo".

Vista del Tajo desde el derrumbe del lienzo Norte y grosor del muro

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación: 

Fernández Izquierdo, F., Ordenes militares y régimen señorial: Los dominios de Calatrava en tierras de la provincia de Guadalajara (siglos XI-XIV), en CSIC Digital, digital.csic.es
Herrera Casado, Antonio, Castillos de Guadalajara, Aache ed., Guadalajara, 2007
Martín Blas, E. y Sánchez Martínez, N., La orden de Calatrava: Arquitectura militar en la Alcarria, en Castillos de España, revista de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, N.º 150-151, 2008.

Escudo de armas del marqués de Belzunce y señores de Illana
en el palacio de los Goyeneche de Illana



lunes, 27 de noviembre de 2023

La Mejorada


Llegamos a La Mejorada tras concluir nuestra visita a Olmedo. Salimos por la Puerta de la Villa, al oeste del núcleo urbano, siguiendo los últimos tramos derruidos de la muralla para tomar la carretera VA-405 que nos llevaría a nuestra última visita, la capilla de La Mejorada. Siguiendo la carretera, paralela a la vía del tren, a unos 5 km. hay un camino a la izquierda que, tras cruzar la vía por un puente, nos deja frente a la entrada de la finca.

Para nuestra visita vamos a seguir el Catálogo Monumental de la provincia de Valladolid de Antón y Casaseca quien nos introduce en este espacio singular: "A pocos kilómetros de Olmedo están los restos del famoso convento de frailes jerónimos, llamado "La Mejorada" porque la fundadora, Mari Pérez, consagró a la fundación la mejora que sus padres le hicieron al morir. Ello fué en el siglo XV, y, de lo viejo del gran monasterio, queda tan solo una capilla primorosa". 

Detalle de las pinturas que decoran la pared Este de la capilla

"Al exterior no muestra interés alguno, es una construcción cuadrada,  pintada de amarillo"; -en este aspecto ha cambiado poco el edificio, en la actualidad un nogal frondoso nos impide ver la puerta de entrada-, y reitera Antón, "cuadrada es su planta. Los muros, interiormente, se hallan vaciados por arquerías muy profundas y altas, de medio punto, y en algunas de ellas se alojan sepulturas. La capilla debió ser enterramiento familiar". 

Medallones que decoran uno de los nichos

La razón de insistir en la forma cuadrada de la planta viene a colación del proceso para adaptar la planta a la cúpula redonda. Antón nos describe de manera pormenoriza este proceso: "de la planta cuadrada se pasa a una circular por una serie de trompas, cuatro grandes y ocho pequeñas, que forman en la imposta un polígono de 16 lados y sobre ellos se asienta la cúpula..." Ésta tiene "nervadura de lazo formada por una gran estrella de 16 radios pareados que se entrecruzan y se combinan con otras bandas que cortan al casquete en el arranque, hacia el centro y en torno a la clave, resultando en los cruces estrellas de ocho puntas y entre lazos. Toda la cúpula está pintada de azul".

Sección de la cúpula de la capilla que conserva el color azul original

Describe con detalle los sepulcros alojados en las arquerías que califica de magníficas obras de yesería, "los hay góticos muy decadentes y los hay francamente renacentistas", ambos muy parecidos a los que se encuentran el San Juan de Olmedo, por lo que cree que son del mismo autor, de mediados del siglo XV y los ojivales, renacentistas de principios del XVI, "y todos bajo la marcadísima influencia mudéjar de tan poderosa eficacia en Olmedo y su tierra", ensalzando "esta escuela de yeseros que hizo acaso de Olmedo un verdadero foco de ese arte durante más de un siglo", similares a los de Tordesillas y Curiel, a los de las tierras de Ávila, Cuéllar, Peñafiel, Íscar, Medina llegando incluso a Peñaranda de Duero y otros rincones, decorando iglesias y palacios, y " por la gracia, por el primor, por la riqueza, por la finura de la ejecución, por la elegancia de las composiciones, por la pureza y la seguridad de la traza, por el alto sentido decorativo de tales obras, son estos sepulcros, en general, verdaderos e importantes temas de estudio". "Pero la capilla de la Mejorada -continúa-, supera, sin duda, en interés a las obras que guarda, con ser insignes. Es dentro de lo mudéjar castellano, de un poderoso acento moro. Las trompas, musulmanas de la más clara estirpe oriental, y la lacería de la cúpula, de una gran elegancia decorativa". 

Pared Este en la que se aprecia la evolución de la planta cuadrada a la cúpula
 redonda mediante dos series de trompas "de la más clara estirpe oriental"


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Sobre la fundación del convento Antón, escribe hacia 1916-1927 que "el 6 de octubre de año 1404 firmaba el infante don Fernando un privilegio en Medina otorgando al prior y monjes del monasterio de Santa María de la Mejorada sus tercias de Pozal de Gallinas"; es de suponer, cree, que la donación debió hacerse porque el monasterio estaba en construcción y la fundación debió ser anterior a 1404, y se debió a la mencionada Mari Pérez y a la mejora que le da nombre toda vez que el infante Fernando ya la menciona con este nombre.

Yeserías que decoran los sepulcros

En el libro Becerro del Monasterio encontramos el origen del nombre de La Mejorada: "Por los años de 1330 = poco más o menos, ubo en la Villa de Olmedo (Patria de los principales Vien hechores de este Monst.) una Doncella llamada María Pérez, hija de Padres honrrados, y algunos vienes de fortuna, y estos por su misma voluntad, Mejorarron de esta primera fundadora (que vien mereciese este nombre, en la tercera parte de sus vienes (...) de aquí tomó el vulgo la ocasión, para llamarla, no como antes María Perez, sino es La Mejorada (...)"; En el Portal de Archivos Españoles PARES se resume de esta forma: "En el primer tercio del siglo XIV esta María Pérez por herencia "mejorada" de sus padres levanta una pequeña ermita. Cerca se encontrará un humilde eremitorio, fechado aproximadamente en 1380, apartados ambos de los núcleos de población". La pequeña comunidad a que hace referencia pasa a integrarse en 1396 en la regla de "San Jerónimo prometiéndose levantar un nuevo templo."

Yesería y arco de la pared Norte

El monasterio lo manda levantar el infante don Fernando de Antequera, futuro Fernando I de Aragón, que deja a cargo de las obras a Velasco Fernández Becerra, su contador mayor y comendador de Calatrava, que era vecino de Olmedo, y que en 1414 "manda construir allí su panteón familiar, de modo que nos encontramos las sepulturas de su hijo Hernando Becerra, que donó toda su parte legítima de la herencia de sus padres al monasterio"; según Omaña la capilla se conocía también como de los Zuazo, de los Becerra o del Crucifijo, y en ella se "empleó un modelo de arquitectura mudéjar "cortesana" para equipararse a su señor a través de un estilo que en ese momento estaba de moda en los palacios más suntuosos de la zona". En la capilla también se encontraba la sepultura de "Urraca Rodríguez Becerra hija del contador; Hernando Becerra, nieto de don Fernando, el hijo de este del mismo nombre, el bisnieto del fundador, Francisco de Mercado, regidor de Olmedo e Isabel de Alderete, su mujer. Su contador mayor y comendador de Calatrava, don Velasco Fernández, también yace allí enterrado junto a sus familiares en la única capilla que se conserva inalterada (terminada por su esposa doña Catalina Rodríguez)".

Nicho de la pared Oeste

En el monasterio residieron en varias ocasiones los Reyes Católicos. y en él redactó Cristóbal Colón en 1497, El Memorial de la Mejorada en el que daba recomendaciones a los Reyes Católicos para la reunión que tendrían con el rey de Portugal sobre el Tratado de Tordesillas. El monasterio tuvo importante donantes, entre ellos Alonso de Fonseca, señor de Coca que mandó construir una capilla adjunta como veremos más adelante. En el siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia, en 1809 fue saqueada por las tropas francesas. En 1820, se levantaban en el interior de la cerca el monasterio, la iglesia y varias dependencias, entre ellas dos hospederías; y tras la desamortización de Mendizábal y el desalojo de los frailes, en 1835 comenzó su declive y progresiva degradación. Según detalla Antón, a principios del XX estaba en pie parte la cerca de la finca con garitones en los ángulos, alguna dependencia con arcos convertida en cuadra o establo - todo ello lo podemos ver en la actualidad-, y concluye que "no queda más de la Mejorada, salvo un trozo de ruinas de una capilla semigótica, de principios del XVI: parte de un arco ojivo, de piedra y parte de un friso donde se lee: ... caballero Alonso de Fonseca, acabose año MDXIII esta capilla..." .

Friso de la capilla semigótica con la inscripción de Alonso de Fonseca

En la actualidad La Mejorada es de propiedad privada que explota los viñedos y pertenece a la sociedad familiar del arquitecto Rafael Moneo; en ella se está llevando a cabo un excelente trabajo de restauración de las dependencias auxiliares de la finca como una de las hospederías, y tuvieron la amabilidad de guiarnos en la visita a la capilla.

Hospedería, albergue de peregrinos actualmente restaurada

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Antón y Casaseca, F., Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid, (1916-1927), en aleph.csic.es
Omaña Usunáriz, S., El Patrimonio disperso del Monasterio de Nuestra Señora de la Mejorada, Universidad de Valladolid, 2018-2019
Monasterio de Santa María de la Mejorada de Olmedo, en Web Portal de Archivos Españoles PARES

Dependencia que da acceso a la finca La Mejorada desde el interior

La Mejorada. Bóveda de la capilla. Cliché Antón (1916-1927)
Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Lám. XCVI

Olmedo. La Mejorada. Interior de la capilla. Cliché Antón. (1916-1927)
Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Lám. XCV

domingo, 19 de noviembre de 2023

Torre de Covarrubias

Habíamos iniciado nuestro viaje desde Vitoria donde tomando la N-I dirección Burgos. Teníamos previsto hacer una parada al sur de la ciudad en el monasterio de San Pedro de Cardeña -donde descansaron por un tiempo los restos de Mío Cid-.Allí nos recibió un fraile algo mayor y mal humorado que hizo de guía por las dependencias del cenobio benedictino. Tras la visita, que no nos dejó fotografiar, continuamos nuestro camino por carreteras locales hasta la N-234 y la BU-901 que nos dejaría en Covarrubias.


La visita a Covarrubias la hicimos siguiendo la guía de castillos de Bernard Remón de la provincia de Burgos. En ella nos introduce en la historia del torreón de Fernán González y el origen de su nombre como torre de Doña Urraca, hija de Garci Fernández, segundo conde de Castilla. Su origen lo tenemos en el último tercio del siglo X, cuando el segundo conde castellano convierte la villa en capital de un infantazgo a favor de su hija "de donde la tradición popular ha bautizado al torreón que subsiste con dicho nombre". No obstante otros autores, entre ellos Cobos Guerra atribuyen el nombre de la torre a doña Urraca, hija del conde Fernán González, por tanto hermana de Garci Fernández.

LA TORRE

La torre es una mole impresionante  con forma troncopiramidal construida en mampostería, sillarejo y sillares. Bernard nos da las siguientes medidas: 14 por 10 metros en la base; los muros tienen un espesor de 3 metros y una altura de 22. Está defendida por un conjunto de 10 matacanes que se distribuyen en las esquinas y las cuatro caras de la torre "que con más acierto son del siglo XIV". Los vanos, huecos y ventanas, son de diferentes épocas, y posee un tejado superior "ya conocido en el siglo XIX, que sustituyó al primitivo almenado". Es de destacar que tanto la torre como la muralla, el otro elemento defensivo de la villa, han sufrido varias reformas a lo largo del tiempo.

Detalla Bernard que la torre, recientemente restaurada (1992); posee una escalera de piedra, que no es original, y que lleva hasta el nivel del 2º piso, con restos de arco de herradura de sabor mozárabe. En su interior se distribuyen cuatro pisos, tres de madera y uno de recia bóveda de cañón en sillería. Según Cobos Guerra, los tres primeros niveles y quizá el cuarto son construcciones del siglo X, todos con bóveda de cañón, al igual que acceso "elevado con su arco de herradura". Coincide con Bernard en que los balcones amatacanados del quinto nivel son de una reforma parcialmente documentada del siglo XIV, aunque por la "rudeza de pretiles y canes" de piedra, que normalmente se ejecutaban en madera, puede indicar que sean anteriores, mientras que las ladroneras son típicas de finales del siglo XIII y principios del XIV.

Vista de la plaza de Doña Sancha y al fondo Torre de Doña Urraca


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Según Cobos Guerra el topónimo de Covarrubias deriva de "Coba, al-coba que proviene del árabe y se aplica a cierto tipo de torre", aunque, añade, que su presencia no implica necesariamente que tenga origen musulmán sino que puede ser obra mozárabe de frontera. Como hemos comentado, debió construirse en la primera mitad del siglo X y era conocida como torre de Doña Urraca, debiendo su nombre a la hija del conde castellano Fernán González. Ésta, Doña Urraca Fernández de Castilla, fue moneda de cambio en los vaivenes y pactos políticos de su padre. Estuvo casada en tres ocasiones. En primeras nupcias, hacia 945-946, lo hizo con el que sería Ordoño III de León; éste muerte en 956, y hacia 958, contrae matrimonio con el hijo de Alfonso IV el futuro Ordoño IV; éste fue desposeído del trono por Sancho I.  Depuesto del trono Ordoño IV busca refugio en la corte de Al-Hakam II en Córdoba, donde desaparece y tan solo se sabe que fallece en 962 año en que Urraca Fernández contrae terceras nupcias con Sancho Garcés el futuro Sancho II Garcés "Abarca" de Pamplona.

Muralla de Covarrubias de inicios del siglo XIV. Al fondo la torre de la
colegiata de San Cosme y San Damián

Siguiendo a Cobos, en 972 el conde Garci Fernández, el hijo de Fernán González, compra el lugar de Covarrubias y se lo dona a su hermana doña Urraca en 978, es posible que aquí haya un error y se trate de Urraca García hija de Garci Fernández, abadesa de Covarrubias y titular del Infantado que instaura su padre tal como comenta Bernard. También mencionan las crónicas a Urraca Gómez, mujer del tercer conde castellano Sancho García, nacida en Covarrubias quedó viuda a la muerte del conde en 1017 y, al parecer, murió asesinada en la misma villa en 1039. 

Detalla Cobos Guerra que a partir de 1311, durante la minoría de edad de Alfonso XI, se construyó la muralla que cerca la villa, aunque la torre no fue reformada. A finales del siglo XIV, sin embargo, se gastaron más de 1000 florines en restaurar el palacio y la torre que pertenecían, seguramente desde la muerte de Doña Urraca, a la abadía de Covarrubias.

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Castillos de BurgosBernard Remón, Javier, Ed. Lancia, León, 1992
Castilla y León. Castillos y fortalezasCobos Guerra, F. y Castro Fernández, J.J. de, Ed. Edilesa, León, 1998.
Ordoño IVTorres Sevilla-Quiñones, Margarita, en dbe.rah.es/biografías.
Urraca Fernández de Castilla, Torres Sevilla, Margarita, en dbe.rah.es/biografías.
Urraca Gómez, Salazar y Acha, Jaime de, en dbe.rah.es/biografías

sábado, 11 de noviembre de 2023

Torre Tolanca


Llegamos a la Torre Tolanca después de nuestra visita a Mazarambroz siguiendo un camino rural. Desde el camino se puede ver la torre que se asienta sobre un cerro donde aflora un crestón de cuarzo. Desde el cerro se domina una amplia panorámica y desde él se pueden ver algunas de las fortalezas sobre cerros similares, como las de Mora o Almonacid, aunque en este caso la pendiente que lleva hasta la torre es suave y tiene fácil acceso; nosotros atravesamos a pie un olivar. No teníamos más información de la torre, y sin certeza, que es de origen musulmán, y es que apenas encontramos información sobre ella. Para esta visita nos vamos a guiar por el excelente trabajo de J.M. Rojas publicado en Montes de Toledo. Estudios Monteños (1986) que será nuestra única guía.

Torre Tolanca. Vista de las fachadas Norte y Este

Respecto a la historia y estudio de la Torre Tolanca transcribo el comentario introductorio bastante significativo que hace Rojas en su trabajo: "No deja de ser chocante que un baluarte de este tipo, que se yergue, bien definido, sobre un alto cerro existente en el término municipal de Sonseca y que es visible desde puntos tan lejanos como Mora, Almonacid, Layos, Noez, Ventas con Peña Aguilera, etc., haya sido ignorado en casi todas las publicaciones existentes, hasta el momento, sobre castillos y torres de Toledo y de Castilla-La Mancha".

LA TORRE

Una de las característica de esta fortaleza es que carece de vanos, aunque, como comenta Rojas, quedan restos de los quicios de las puertas, tanto en la torre como en el edificio anejo adosado a la cara Este a modo de barbacana, por lo que a simple vista se aprecian dos fases constructivas, la torre propiamente dicha y la barbacana. Al interior de la torre accedimos por un hueco practicado recientemente por el centro de la cara sur.

Cara Sur de la torre donde se ha practicado una entrada reciente

La torre tiene forma rectangular, Rojas aporta unas medidas de 23 x 9,30 m. Según se aprecia en el interior debió tener al menos tres plantas; la planta baja que descansa sobre la roca madre. que está dividida en dos dependencias; la primera planta que debió tener una sola estancia, y la tercera "que desconocemos el tipo de habitáculo que sería al hallarse caída la bóveda que su sustentaba". Los muros tienen un grosor de 2,8 m. y el interior que divide la planta baja 1,7 m.

Interior de la torre. A la izquierda el hueco de acceso, en frente la pared que
divide la estancia con hueco también reciente: en los muros de aprecian los
mechinales de apoyo de las cimbras para la construcción de la bóveda.

Como hemos dicho, se abren dos huecos recientemente, el de acceso a la torre por su cara sur y el que se ha practicado en la pared que divide la planta baja. En origen se debía acceder desde el hueco practicado en el techo a una altura de 6,1 m. en la pared Este. La bóveda tiene un espesor de 0,8 m. y una altura media de 4 m. La estancia mayor disponía de tres aberturas y debió destinarse a aljibe; mientras que la menor sólo una abertura lo que hace suponer que estaba destinada a granero o despensa.

Fotografía desde el interior de la estancia menor que no tiene iluminación,
vemos el vértice sureste que está iluminado por el acceso de la primera planta.

La primera planta debió tener una sola estancia y dedicarse a habitación para alojar al personal de defensa. Tampoco debió tener vanos salvo el de la puerta  de acceso del que sólo se conserva el quicio. De la tercera planta hay poco indicios, señala Rojas, por lo que sólo queda como hipótesis que debía ser como la primera planta, debería tener alguna abertura para acceder a la primera y a la planta baja. En la actualidad tiene una altura de 10,2 m. en su lado Sur, pero es imposible saber la altura total original del edificio.

Vista cenital de la torre con la barbacana a la derecha. Foto Rafa Moreno 


LA BARBACANA

La barbacana, igual que la torre, es rectangular y aprovecha los afloramientos rocosos del cerro para asentarse. Está adosada a la cara Este de la torre y su lado opuesto, el extremo oriental tiene forma semicircular. En su lado sur se encuentra la que sería la entrada compuesta por dos muros paralelos dispuestos dirección Este-Oeste que da lugar a un callejón rematado por una puerta de la que sólo se conserva el quicio, similar a la de la torre. El espesor de los muros es de 1,5 m. lo que ha propiciado que su conservación haya sido peor aunque los materiales de construcción son muy parecidos a los de la torre: mampuesto unido con argamasa de buena calidad.

Lado Este de la torre a la izquierda el muro que forma el callejón de entrada
y primer plano, sobre la roca, el remate semicircular de la barbacana


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Una vez descrita la torre, Rojas pasa a preguntarse por la finalidad de la misma; tanto el grosor de los muros como la calidad y dureza de los materiales utilizados en su construcción que le otorga calidad de fortaleza; la ubicación, en un cerro isla que permite a los ocupantes controlar un gran espacio visual y su posición a escasos kilómetros de la cara Norte de la zona central de los Montes de Toledo . La carencia de vanos y que el único conocido es la puerta de acceso a 6 metros de altura, la presencia de granero y aljibe, concluye que debía tener función de torre de observación militar y a defensa pasiva toda vez que por lo reducido de su espacio debía contar con escasa dotación.

Los Montes de Toledo desde la barbacana. En el centro el puerto de Albarda

Desde la torre se puede controlar, hacia el Sur los pasos de los puertos de Marjaliza, distante unos 9 km. y Albarda a 8 km. Posiblemente la torre alcanzaría los 15 m de altura, su construcción sería islámica sin certeza de época, o bien emiral o califal. Que su origen sea islámico se justifica con la similitud de estructuras similares en la Meseta Norte con la torre de Noviercas o la de Doña Urraca en Covarrubias. La cercanía de Toledo, ciudad que vivió  épocas convulsas  y revueltas contra el califato de Córdoba pudo propiciar que la ciudad de Toledo tomara medidas de protección y defensa, entre ellas organizar en torno a la ella un cinturón de baluartes-observatorios en la ladera norte de la parte central de los Montes de Toledo con el fin de controlar los pasos naturales. 

Vista al Este de la barbacana, en el centro del horizonte el castillo de Mora

Este cinturón estaría formado, de Oeste a Este por la Torre de los Moros en Ventas con Peña Aguilera, por el castillo de Mora, la torre Tolanca, el castillo de Almonacid y otra torre hoy desaparecida en la plaza de Orgaz, esta última con las mismas medidas, disposición y sin vanos, como la Tolanca. Este sistema, nos recuerda, sería similar al dispuesto en el reino nazarí en torno a Granada. Por último le asigna una cronología aproximada de los siglos IX y X.

Cara Oeste de la torre y afloramientos de cuarzo

La barbacana es de una fase constructivas posterior; el remate semicircular de la zona más oriental es impropia de los hispanomusulmanes de los siglos IX, X y XI; además, de estar construida con un muro de menor grosor tratándose de muros adosados a la torre. Le adjudica una cronología de los siglos XII y XIII por fragmentos de cerámica mudéjar encontrados en los alrededores; asimismo, añade, se trata de una nueva tendencia constructiva como la aportada por los cristianos tras la toma de Toledo. Después de la conquista de Toledo, la torre debió tener las mismas funciones tan solo que vigilando las incursiones de almorávides y almohades.

Meseta donde se asienta la barbacana al Este de la torre.

La torre se desocupará a partir  del siglo XIV según va avanzando la repoblación de la zona que da paso a un nuevo tipo de torres con distinta finalidad, posiblemente como la que vimos en la parada de nuestro viaje en Mazarambroz.

Muro que protege la entrada a la barbacana carece de trabazón con la torre

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Rojas, J.M, Sonseca: La Torre Tolanca, Montes de Toledo, Estudios Monteños, Toledo, 1986

Interior de la torre y los mechinales de apoyo para construir la bóveda

Acceso a la planta baja desde el primer piso

Graffitis en los sillares de granito que refuerzan la esquina Noreste


miércoles, 1 de noviembre de 2023

Murallas de Olmedo


Tras nuestra visita a Alcazarén tomamos de nuevo la carretera N-601 dirección Olmedo, nuestro siguiente destino. Al llegar a Olmedo tomamos a nuestra derecha en el cruce con la CL-602 dirección Medina del Campo , giro que nos introduce en el núcleo urbano bordeando la muralla, extramuros de la villa, por un agradable paseo bajo la sombra de unos árboles que si bien no nos permiten ver por completo el conjunto del lienzo sur de la muralla medieval, ayudaba a soportar los primeros rigores del verano.

Torres de planta cuadrada y alamborada del lienzo sur la muralla

Sobre la construcción de las murallas y el desarrollo medieval de las villas de repoblación, Cobos Guerra apunta que: "a principios del siglo XI los primeros recintos serán de pequeño tamaño, de formas almendradas y torres de planta cuadrada, como la cerca de Santa María en el núcleo originario de Olmedo", o las villas altas de Medina del Campo, Cuéllar y Turégano.  A finales de ese siglo, tras la toma de Toledo en 1085 por Alfonso VI de Castilla, se forman grandes Comunidades con fines de repoblación como SegoviaÁvila (1088) que se dotan de importantes defensas. Estas comunidades las conoceremos como Comunidad de Villa y Tierra. Estaban formada por una Villa, normalmente fortificada, y una Tierra, su ámbito de influencia con aldeas dependientes de la Villa, sistema que se consolida en los siglos XI-XII y XIII como principal elemento estructurador de la repoblación, y del sistema defensivo de la Extremadura leonesa y castellana.

Torre de la iglesia de Santa María adosada a la primitiva cerca

A finales del XII y principios del XIII, estos recintos van a sufrir reformas importantes "coincidiendo con las disputas fronterizas entre los reinos de Castilla y León y quizá por la presión almohade con la conquista de Cáceres y cerco a Ciudad Rodrigo en 1174"; muchos de estos recintos "se levantan, amplían y refuerzan" como los de Medina del CampoBéjar, la mencionada Ciudad Rodrigo, Miranda del Castañar y Olmedo.

Puerta de San Miguel una de las torres reutilizada como campanario

Antón Casaseca en el Catálogo Monumental de Valladolid, describe la cerca de Olmedo hacia 1916: "a la armonía (de la villa), a la unidad del conjunto contribuyen las murallas y las puertas, de tipo morisco también; cerca medio destruida, pero aún característica y bella". Más adelante, como colofón a la descripción de las iglesias y palacios de la villa describe de manera más pormenorizada el estado en que se encontraba: "Quedan algunos lienzos de la cerca que debió ser buena. Es de mampostería en algunos lados y en otros de hormigón y mortero de cal, a veces encintada de ladrillo. La torres muy numerosas, son de planta cuadrada, también de hormigón, con ángulos de ladrillo; almenas picudas. Algunas torres, sobre todo las que flanquean puertas, son de planta circular. Hay todavía, alguna puerta interesante. Tiene dos arcos, uno de herradura, entre cubos que la encierran y la defienden. Resulta el conjunto de la puerta de tipo muy musulmán, como toda la muralla almenada", pensamos que se refiere a la Puerta de La Villa.

Puerta de la Villa defendida por un cubo de base redonda y otro de base cuadrada

Las cartelas informativas que hay junto a cada una de las puertas detallan el peculiar sistema de repoblación de Comunidad de Villa y Tierra que trajo consigo el amurallamiento de las cabeceras de estas comunidades como "era el caso de Olmedo, con siete u ocho puertas de las que conserva las dos tan señaladas como el Arco de San Miguel y la Puerta de la Villa".  Esta última toma su nombre "por situarse en lugar principal, se dispone en doble arco de medio punto de ladrillo con motivos de dientes de sierra en el interior, flanqueada de gruesos cubos semicirculares y muros de mampostería y hormigón, de estilo típicamente mudéjar". Esta puerta está situada  en el lienzo oeste frente a la carretera de Medina del Campo.

Detalle de la Puerta de la Villa. Sobre el arco esquinillas formando "dientes de sierra"

El Arco de San Miguel, la otra puerta, toma su nombre por estar junto a la iglesia que aprovecha parte de una torre y de la propia muralla para su construcción, se sitúa frente a la carretera de Ataquines; la cartela detalla que "se abre en doble arco de ladrillo con motivos decorativos de dientes de sierra, y se flanquea por gruesa muralla de mampostería y hormigón, de estilo típicamente mudéjar con cubos rectos sobresaliendo del recinto amurallado". El cubo de la muralla más cercano al templo se aprovecha para levantar el campanario de la iglesia.

Puerta de San Miguel con doble arco y decoración con esquinillas


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Siguiendo la guía de la Fundación, Olmedo es citada por la crónica de al-Razi al ser atacada por las tropas Abderramán III en la incursión que hace camino de Simancas, aunque como ya vimos en la entrada de Almenara de Adaja cabe la posibilidad de que las tropas califales no pasarán por Olmedo, sino que M.dma, al que se refiere la crónica, no sea Olmedo sino Coca. Fue repoblada por Alfonso VI entre 1072 y 1085 "al albur de la conquista de Toledo" y es adjudicada al Obispado de Palencia cuyos límites serán confirmados por Alfonso VII. En 1093 se le dota con el Fuero de Roa llegando a albergar en la Comunidad de Villa y Tierra 41 núcleos de población de los que en la actualidad sólo perviven 18.

Puerta de la Villa y muralla dirección noroeste

Destaca sobre su fundación la iglesia de Santa María que se levantó en el solar que ocupaba el castillo, fortaleza hoy desaparecida, y se encuentra adosada a uno de los cinturones de mortero que cercaban la villa. Aun estando bien definidos sus límites, Olmedo mantuvo numerosos conflictos con los obispados de Ávila y Segovia. En 1181 Sancho, obispo de Ávila, dona la iglesia de Santa María de la Vega, extramuros de la villa en el actual cementerio, a la Orden de San Juan, donación con todos sus derechos y un tercio de los diezmos. En 1205 mantuvo un conflicto con Alcazarén, población que pertenecía a la diócesis de Segovia, al reclamarles diezmos correspondientes al arciprestazgo de Cuéllar. La villa contó además con una importante judería. A inicios del siglo XIII, nos recuerda que algunos de sus caballeros participaron en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). 

Restos de muralla y de una de las torres en la zona más occidental de la cerca

Durante el siglo XV, en las revueltas provocadas  por la nobleza levantisca, el vecindario apoyó la causa real en las llamadas "batallas de Olmedo". La primera de 1445 en la que Juan II y el condestable don Álvaro de Luna derrotaron a los Infantes de Aragón, lo que supuso la definitiva expulsión de los infantes del reino; y la segunda de 1467 en la que Enrique IV derrota a nobleza que apoyaba a su medio hermano Alfonso, a quien la nobleza coronó en la "farsa de Ávila" como Alfonso XII. Fue señorío de doña Constanza de Lancaster y de Fernando de Antequera, en ese momento Olmedo era junto con Medina, Cuéllar y Villalón los "puntos neurálgicos de la vida económica de Castilla", según cita Caunedo. Más tarde fue regalo de Fernando el Católico a su segunda esposa Germana de Foix, en realidad fue Carlos I quien compensó entregando las villas de Olmedo y Madrigal de las Altas Torres a cambio de unas rentas otorgadas por el rey Católico en el reino Nápoles.

Decoración con soldado con escudo y espada del interior de la iglesia de San Miguel

Concluida nuestra visita recorriendo la muralla, salimos por la Puerta de la Villa, al oeste del núcleo urbano, por la carretera VA-405 que nos llevaría a nuestra última visita, la finca La Mejorada, unos 8 km de Olmedo.

Muralla en el lugar donde se corta en la iglesia de San Miguel

Para esta entrada he consultado, además del plano-guía de la Oficina de Turismo de Olmedo la siguiente documentación:

Antón y Casaseca, F., Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid, (1916-1927), en aleph.csic.es
Caunedo del Potro, B., Fernando I el de Antequera, ficha de la Real Academia de Historia, en dbe.rah.es/biografias.
Cobos Guerra, F. y De Castro Fernández, J.J.Castilla y León. Castillos y fortalezas, Edilesa, 1998
Cooper, E.La fortificación de España en los siglos XIII y XIV, Ministerio de Defensa y Marcial Pons Historia, Madrid, 2014.
Hernando Garrido, J.L.Todo el románico de Valladolid, Fundación Santa María la Real, Aguilar de Campoo, 2014.
Vara Thorbeck, C., La batalla de Simancas, del Al jandaq , o Batalla del Foso, Universidad de Burgos, 2018 en http://hdl.handle.net/10259/6519

Puerta de San Miguel, muralla y torre reformada en campanario intramuros

Puerta de la Villa vista intramuros