Hacía un tiempo que organizamos unos amigos un viaje por tierras de
Guadalajara. Mi deseo era hacer de la visita una pequeña ruta de castillos por esta parte de la provincia. En principio era una visita a
Sigüenza y aprovechamos el trayecto para desviarnos a otros pueblos por el camino, de los muchos que hay en la provincia, que tienen interés. Como son tantas las fortalezas y tan rica su historia, llevé conmigo como guía el libro
Castillos de Guadalajara, de
Jorge Jiménez Esteban, de un valor innegable y de gran ayuda cuya información pude complementar con las guías de las
Oficinas de Turismo, la conversación con paisanos y los carteles que ilustran al pie de cada monumento su historia. Como hice en el
Paseo por los castillos de Valladolid, iré desgranando, dentro de mis posibilidades, en entradas individuales la historia de cada uno de estos lugares.
El viaje lo iniciamos saliendo de
Madrid por la carretera de
Barcelona, la autovía
A-2, el viernes 15, día de
San Isidro, patrón de
Madrid, que era fiesta local. La predicción del tiempo era excelente, caían la temperatura en torno a los 22 grados, aunque se preveía viento. La ruta programada comenzó con una breve parada en
La Torresaviñán, en la
Salida 118 antes de tomar la carretera local
GU-118 dirección a
Sigüenza.
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Castillo de La Torresaviñán |
La parada de
La Torresaviñán fue breve, junto a la fuente desde donde sale el camino que lleva hasta el castillo. La fortaleza, de origen árabe, fue destruida en parte por las tropas del general
Starhemberg en 1710 durante la
Guerra de Sucesión. Tras esta breve parada tomamos la carretera
GU-118, dirección
Sigüenza, una vía estrecha y sinuosa que atraviesa el
Parque Natural del Barranco del río Dulce. A unos 7 km. a la izquierda está el desvío a la siguiente parada,
Pelegrina.
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Castillo de Pelegrina |
Pelegrina es una pequeña población muy cuidada entre las hoces del río
Dulce y la campiña. Tiene los restos de un castillo esbelto y visible desde mucho antes de llegar al pueblo. La primera visita fue a las hoces del río
Dulce. un paseo muy agradable con dos rutas posibles para hacer a pie. Hicimos la más corta, de unos 3,5 kilómetros, llegando hasta el lugar donde el doctor
Félix Rodríguez de la Fuente rodó parte de sus documentales.
De vuelta al pueblo, la ascensión al castillo que domina el pueblo no tiene apenas dificultad. El castillo se encuentra bastante deteriorado aunque mantiene en pie la puerta de ingreso entre dos formidables cubos orientados hacia río, y a mitad del cerro otros tres cubos orientados al pueblo. Entre ambos restos se han perdido los lienzos. El castillo, frontera entre los reinos de
Castilla y
Aragón vivió diversas etapas de guerras: entre
Pedro I y
Enrique II en el siglo XIV; el asediado de las tropas navarras de los
Infantes de Aragón en el XV; incendiado por las tropas austriacas del general
Starhemberg, al igual que en
La Torresaviñán, en el XVIII y posteriormente por las tropas francesas en la guerra de la
Independencia en el XIX.
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Catedral de Sigüenza |
Desde Pelegrina seguimos por la misma carretera rumbo a Sigüenza, a 11 km. Entrando por esta carretera se tiene una impresionante vista del castillo que más tarde visitaremos. Primero fue la comida, y después la primera visita: a la Catedral. Un edificio es de origen románico cisterciense y cuenta con características de fortaleza. Construido a partir de 1124 por orden Bernardo de Agén, obispo aquitano que en esa fecha conquistó plaza a los árabes, terminó construyéndose en gótico tardío habiendo sufrido posteriores modificaciones en época del renacimiento, plateresco barroco y neoclásico. Destaca la capilla del Doncel representado en la inusual postura del caballero leyendo un libro; y la Sacristía de las Cabezas obra de Alonso de Covarrubias del siglo XVI, Cuenta también con un lienzo de El Greco demás de una formidable colección de tapices flamencos del siglo XVII.
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Castillo de Sigüenza |
El otro gran edificio es el castillo, originariamente fue castro romano, fortaleza visigoda y alcazaba musulmana. Desde su conquista por
Bernardo de Agén en 1124, fue residencia episcopal hasta finales del siglo XIX cuando pasó a ser casa asilo y casa cuartel y en ruinas desde la Guerra Civil en el XX, para convierte en
Parador Nacional de Turismo tras una profunda reforma en 1972. Se puede visitar del interior sólo el patio de armas y la barbacana, que se ha transformado en aparcamiento. Es un edificio impresionante que se puede circundar por el exterior sin mucha dificultad.
Sigüenza cuenta con un casco histórico muy cuidado y de esta época mantiene restos de la antigua muralla, de la que se conservan cuatro puertas. También tiene dos iglesias románicas del siglo XII,
San Vicente y
Santiago, esta última en restauración.
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Puerta de acceso en la muralla de Palazuelos |
A la mañana siguiente, después de muchas dificultades para encontrar un lugar donde desayunar, salimos dirección a Atienza por la CM-110. Al despedirnos de la ciudad, existe un momento en que la panorámica es excelente, pero como ya ocurriese en la entrada y posteriormente nos pasará en Jadraque, es imposible parar el coche para contemplarla. A 6 km. tomamos el primer desvío a la izquierda por una carretera local para hacer la primera parada del día en Palazuelos.
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Castillo de Palazuelos |
Palazuelos conserva prácticamente completa una muralla del siglo XV. mantiene así mismo los cubos semicirculares y cuatro puertas. Al noreste, integrado en la muralla, se levanta el castillo. Toda la obra -murallas y castillo-, los comenzó a construir el
marqués de Santillana, don
Íñigo López de Mendoza, a mediados del XV. El castillo tiene planta cuadrada y torre del homenaje, aunque carece de saeteras y ventanas, y a principios del siglo XIX fue saqueado por los franceses. En la actualidad es de propiedad particular y se está restaurando como vivienda. Posee también
Palazuelos un rollo jurisdiccional y picota.
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Iglesia del Salvador en Carabias |
Por la misma carretera, a 4 km., está
Carabias, nuestra siguiente parada. Es una pequeña población que cuenta con la iglesia románica del
Salvador, joya del siglo XIII, y que posee una espectacular y hermosa galería porticada. Aquí la parada fue breve pues no encontramos quién nos abriese la iglesia por lo que hicimos el camino a la inversa para tomar la carretera
CM-110 dirección a
Atienza.
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Salinas de Imón |
A partir del cruce, a unos 9 km. a la derecha se puede ver a unos 4 km. de distancia el castillo de
Riba de Santiuste justo antes de llegar a nuestra próxima parada,
Imón. En este pueblo hay unas salinas que datan de época romana. La explotación, a partir del siglo XII, se hace al aire libre por sistema de evaporación. El colorido de las aguas estancadas del río
Salado -rojizo, amarillo y blanco- hacen de las salinas un lugar singular en un entorno considerado microrreserva natural.
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Castillo de Atienza |
A media mañana llegamos a
Atienza, población que se levanta al pie del cerro que domina un impresionante castillo roquero, punto estratégico entre ambas
Castillas. Su historia que se remonta a la época prerromana. En la Edad Media los árabes hacen de
Atienza un enclave principal y levantan una fortaleza sobre la roca; en la actualidad el acceso a pie es fácil y está bien acondicionado, aunque el fuerte viento ofrecía cierta dificultad para alcanzar la puerta de ingreso. La fortaleza pasó alternativamente de manos árabes a cristiana; frente a sus muralla "
a siniestro deixan Ati(enca), una peña muy fuert", pasó
Don Rodrigo Díaz, del
Cid camino del destierro. Es de destacar también los restos de la muralla que rodeaba la villa y varias iglesias románicas:
Santa María del Rey y
San Bartolomé, también es de gran belleza la plaza porticada del
Trigo o del
Mercado y la plaza de
España donde está el museo etnográfico, muy completo, en la llamada
Posada del Cordón.
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Castillo de Jadraque |
Después de la comida tomamos de nuevo la carretera
CM-110 dirección a
Sigüenza; a unos 5 km. tomamos la
CM-101 dirección a
Jadraque, que sería una parada improvisada, a unos 30 km. Una vez en el pueblo tomamos la
CM-1000 dirección
Miralrío. El castillo de
Jadraque, conocido también como
del Cid, aunque sin relación con
El Campeador, se encuentra en las afueras del pueblo, sobre una colina de la que ocupa todo su trazado. Nos costó llegar a él porque está en obras y se ha retirado el cartel, si es que lo había, que indica el acceso, y si se pasa ese punto se han de recorrer unos pocos kilómetros para poder dar la vuelta, porque no hay un lugar apropiado donde parar, ni siquiera para fotografiarlo. Una vez en el castillo, al que se accede por una cuesta muy empinada, coincidí con un paisano que me contó que las obras de pavimentación del terreno que rodea el castillo antes no existía, sino que los lienzos y las torres se asentaban directamente sobre la ladera del monte. Esta actuación, a modo de camino de ronda exterior, facilita dar la vuelta casi completa a toda la fortaleza. No puede entrar, aunque al parecer el
Ayuntamiento facilita el acceso previa cita, sin embargo sí se puede ver el interior desde diversas aberturas en el lienzo oeste; no obstante, según
Jiménez Esteban, "
Interiormente, el castillo está vacío", éste nos recuerda la existencia de dos aljibes. El castillo perteneció a la familia
Mendoza y a los
duques del Infantado, en la actualidad es de propiedad municipal.
Y contemplando
Jadraque a nuestros pies, el vasto valle del
Henares hasta donde se alcanza a ver, como nos asegura
Jiménez Esteban:
Castilblanco,
Carrascosa,
Bujalaro,
Cendejas de la Torre y
Cogolludo, además de las atalayas de
Congosto y
La Toba, salimos camino de
Madrid con el sol aún alto para terminar nuestra ruta después de 334 km.
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Valle del Henares desde el castillo de Jadraque |