viernes, 26 de noviembre de 2021

Lucio Vero

Lucio Vero. Museo Arqueológico Nacional de Madrid

El retrato romano -siguiendo la ficha del Museo Arqueológico Nacional de Madrid-, es una de las grandes aportaciones de Roma al arte. Fue la imagen del poder de aquellos que rigieron los destinos del Imperio, pero también mostró la componente humana de sus ciudadanos que utilizaron esta expresión artística en numerosas ocasiones. En la sala del Arqueológico de Madrid existen varios bustos de emperadores y algunas de sus mujeres. Lo más normal en las visitas a cualquier museo o exposiciones sobre la época romana es encontrar bustos y esculturas de Augusto, Tiberio, Trajano y Marco Aurelio. Quizá sea Marco Aurelio, su hermano adoptivo, el personaje que ha eclipsado a Lucio Vero o quizá fuese la misma personalidad de éste que, según las fuentes era un personaje hedonista, orgulloso de su físico, alto, apuesto e ingenioso, lucía una hermosa melena rubia y se dejó crecer la barba "al estilo bárbaro". Esta entrada gira en torno a dos bustos de mármol de Lucio Vero, que he visto en los museos  nacionales de arqueología de Madrid y Tarragona. En ambos bustos destaca su melena y unas bellas facciones -de nuevo la ficha del Arqueológico de Madrid-, que traza una nariz curva que le imprime carácter, los pómulos marcados y los ojos rasgados, hundidos bajo unas amplias cejas. Tanto la barba como su melena se convirtieron en rasgo esencial de su aspecto.

Lucio Vero fue corregente del imperio junto a Marco Aurelio, ambos tenían caracteres contrapuestos, el arrogante y licencioso Lucio frente el carácter reflexivo del filósofo Marco, a quien Lucio siempre obedeció. Su llegada al poder fue en 161 tras la muerte de Antonino Pío cuando se inicia la corregencia junto a Marco. En 162 fue enviado a Siria en una campaña contra los Partos, aunque la campaña la llevó Avidio Cassio. En 168 regresó a Roma y ese mismo año cruza los Alpes para inspeccionar la frontera del Danubio. En el camino de regreso a Roma en 169 Lucio enfermó repentinamente de apoplejía, cerca de la ciudad de Altinum, y después de tres días sin habla murió. Hubo rumores incluso de que su muerte fue por envenenamiento. 

Lucio Vero. Museo Arqueológico Nacional de Tarragona

Siguiendo de nuevo la ficha del Arqueológico de Madrid, se observa que las facciones del busto de Lucio están realizadas con cuidado exquisito, sin embargo, tanto el pelo como las pupilas no tienen huella de trépano, faltando por tanto, ese característico claroscuro de la época, lo que achaca a que posiblemente fue ejecutado en un taller provincial. La cabeza de Madrid procede de Capua (Caserta) Italia, y estuvo expuesta sobre una estatua de togado de gran tamaño por lo que no correspondía en proporción al ser la cabeza bastante más pequeña. El togado fue encontrado en Cales (Italia) en 1865; mientras que el busto de Tarragona, comenta Blázquez sobre las esculturas romanas en Hispania, que en general y la de Lucio Vero en particular, el material de algunas de éstas "procede de fuera de Hispania, o bien porque llegara en bruto, bien ya trabajado, como las cabezas de Marco Aurelio y L. Vero halladas en Tarragona, es de mármol itálico"; destacando en este sentido que "Roma era un gran centro distribuidor de obras de arte".

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Retrato de Lucio Vero, ficha del Museo Arqueológico Nacional
Hispania desde 138 a 235, Blázquez, José María, Real Academia de la Historia
Lucio Vero, González-Conde, María Pilar, Biografías, ficha de Real Academia de la Historia, en DBE.RAH.ES

domingo, 21 de noviembre de 2021

Castillo de Puente del Congosto


La primera vez que llegué a Puente del Congosto fue el verano de 2007 con tres objetivos: el castillo, el puente y un maltrecho verraco reparado toscamente con cemento. En aquella ocasión el castillo estaba en obras, aún hoy en 2021 continúan algunas obras que se extienden al puente. En nuestra visita de 2021, el castillo estaba habitado y, como en nuestro primer viaje, no pudimos entrar. Con esta visita hacemos nuestra segunda parada en la ruta por la ribera del Tormes.


EL PUENTE

El de Puente del Congosto es el segundo vado natural que cruza el río Tormes; aquí, comenta Gómez Moreno es por donde entra el río en "la provincia de Salamanca, formando paso natural entre ella y las serranía del Barco y Piedrahita hasta dar en Ávila", a cuya demarcación, nos recuerda Pinilla, perteneció con anterioridad. El puente, continúa Gómez Moreno, se construye por mandato de los Reyes Católicos en 1500, y posiblemente sea "el que se conserva" en la actualidad, cimentado sobre la roca de granito "con hondos y caprichosos socavones que forma el lecho del río, y compuesto de trece arcos a medio punto con tajamares contracorriente. Quedan vestigio de torre defensiva sobre la primera fila de la margen izquierda, así como también de una puerta lateral, y de otra torre en su extremidad del mismo lado" y en su parapeto, añade Cooper se "conserva todavía varias troneras del tipo bola y cruz". El puente era la vía principal que unía las zonas de ÁvilaSalamanca y Ciudad Rodrigo para el tránsito de ganado trashumante "cuyo portazgo sería una importante fuente de ingresos para los poseedores del castillo". 

Puente desde el lecho del río (2007)

EL CASTILLO

Continuamos con Gómez Moreno y su descripción del castillo: que es poco más o menos coetáneo del puente y se encuentra "al poco trecho" de él. El castillo perteneció "a los Dávilas de Cespedosa, descendientes de Gil González Dávila, que recibió estos señoríos del Rey -cesión de Enrique IIIen 1393. Sobre su trapecial y almenado recinto, que sólo un cubo defiende por su testero más ancho, descuella gran torre, con alguna ventana de doble arco agudo, partido por columna, garitas con matacanes en lo alto, y a su lado se le arrima, pujando tanto como ella, un cubo semicilíndrico. La puerta es de arco agudo, con enorme dovelaje y garita encima, y por fuera subsisten arranques de antemuro con otro arco semejante". Como veremos la historia del castillo de Puente del Congosto y la torre de Cespedosa están estrechamente ligadas y fueron motivo de conflicto entre los hijos de González Dávila

Fachada norte. El primer recinto es el cercado del cementerio, tras éste el lienzo norte
con almenas y matacán sobre la puerta principal estaba protegida por barbacana

Según Pinilla el estado de conservación de la fortaleza es bueno -su comentario es de 1995- y está compuesto "de un recinto exterior y un cuerpo central formado por una gran torre rectangular a la que se adosa un gran cubo". El recinto exterior forma un hexágono irregular construido en mampostería con refuerzo de sillares de granito en las esquinas; el lienzo oeste, la zona más accesible, está protegida por un cubo en su parte central; estando la puerta de acceso, hoy cegada, en la zona la norte "bajo un arco apuntado de grandes dovelas, y protegida por un antemuro"; y hacia el este, en el lado del río, se abre una poterna elevada, hoy también cegada y tapada por una enredadera.

Lienzo norte al que se adosa el cementerio. Bajo el matacán del lienzo estaba
la puerta de acceso de grandes dovelas se distinguen entre las cruces

Al interior no pude acceder por lo que me remito a Pinilla que describe la torre cuadrangular compuesta de "dos grandes estancias con bóvedas de ladrillo sustentadas por arcos formeros de sillería". En la inferior, a una altura de casi tres metros se abre, en el ángulo oeste, el acceso a la escalera de caracol que nos lleva a las plantas superiores. En la fachada este, la que da al río, "se abre una ventana de doble arco apuntado; la azotea se remata con parapetos rebajados, aunque probablemente fueran almenados y matacanes en los cuatro frentes".

Vista de la fachada este desde el puente y la gran torre cuadrangular.
La enredadera que crece en el muro tapa el portillo hoy cegado que daba al río

La descripción del cubo, la torre en forma de D, es más compleja pues tiene "una curiosa disposición pues si bien a la planta inferior, abovedada de ladrillo, se puede acceder desde el interior del recinto, a las restantes sólo se llega desde la torre, mediante una escalera interior, que podía ser aislada de aquella, convirtiendo así el cubo en último reducto defensivo". Califica Pinilla el conjunto como excelente ejemplo de arquitectura militar, que basa en la división de zonas la defensa escalonada por reductos sucesivos. A este respecto Cooper hace un análisis más preciso; señala que el cuerpo principal del castillo es la torre rectangular que a su vez está cortada otra en forma de D. Estos dos elementos tienen divergencia de ejes que nos indica que son de épocas diferentes, además de la independencia de cada una de las dependencias de cada torre, "y por los sillarejos de la parte del torreón que da al río, siendo el resto de estructuras del mismo aparejo que la torre de Cespedosa". La planta más importante de la torre rectangular es la tercera, desde la que se tiene acceso a la torre en forma de D, posee "una escalera de caracol permite subir a la azotea y bajar al entresuelo de la cámara inferior, de donde una salida cruza el camino de ronda de la barbacana junto al río, con una escalera para bajar a la planta baja de la torre en forma de D y a la poterna". La torre en forma de D, añade, "contiene cuatro cámaras redondas con cúpulas de ladrillo, dispuestas en el entresuelo, en relación con el cuerpo rectangular. Hay cuatro chimeneas de las que algunas servían seguramente de cocina", y una quinta planta de forma irregular abierta en parte al cielo. Sobre esta distribución ironiza que en la Edad Media "la gente no se preocupara demasiado en que la comida llegara caliente a la mesa", por la dificultad que presenta para moverse de una dependencia a otra, y que "cabe sospechar que la defensa secreta del edificio era la facilidad para un extraño de perderse en su interior".

Cubo almenado que defiende el lienzo oeste, tras él la torre en forma de D

El recinto primitivo coetáneo con parte de este conjunto, concluye Cooper, "incluía el adarve que corta el espacio interior del castillo por la mitad, reuniéndose con la torre en forma de D" que continuaba volado sobre canecillos por la curva de la torre. La barbacana que se extiende por el lado del río, seguía hacia el oeste y sería derribada para ampliar el recinto hacia ese lado "que tiene otra torre en forma de D", construida en medio del lienzo oeste para defender este flanco y provista de buzones "que tienen practicadas en su interior troneras como brocales".

Lienzo sur


CIRCUNSTANCIAS HISTORICAS

Destaca Pinilla que de su historia conocemos poco. Hay que recordar que en la zona del alto Tormes en poblaciones tan importantes como El Barco de Ávila, casi no existe documentación de época medieval, no obstante, añade que "existe una mención de las Torres del Congosto en 1212 pero su imprecisión no nos permite saber si se refiere al castillo o a las torres que se alzaban sobre el puente, cuyos restos aún se pueden ver"; de ser cierta esta fecha se descartaría, por tanto, que el puente sea de principios del XVI como apunta Gómez Moreno. Otra mención la encontramos en Barrios García que recuerda las andanzas del adalid abulenses Muño Rabía cuando éste "se levantó, desoyendo las órdenes del concejo abulense, con la fortalezas de Peñaflor y de Puente del Congosto, en las fronteras con el reino leonés". La cita anterior puede ser la que se menciona en la Crónica Inédita de Ávila: "Acaeció una vez que Muño Rabia andaba airado del Rey é alzose en Peñaflor é despues cogió por compañero á Martin Malo, que fue freile de Calatrava é andaba desobediente. É ovo de ser que salió Muño Rabia un ia a caza é á la tornada no le quiso Martin Malo recibir en la Peña, é des que se vido desamparado fuese para la Puente del Congosto é furtó las Torres é envió mandado al Concejo de Bejar é de Plasencia que viniesen é darle las torres en que le diesen algo por esto que facíe él con derecho, por que el Concejo de Avila le andaban buscando para prenderle." Aunque no cita la fecha es de suponer que fue anterior a 1162 cuando los abulenses se unieron a los salmantinos sublevados contra Fernando II de León en coalición que al mando del dicho Nuño Rabia fue derrotada por los leoneses y este último hecho preso y degollado.

Restos de la torre adosada al tajamar del arco más próximo al castillo

Habíamos comentado que en 1393 Enrique III dona Puente del Congosto, junto con Cespedosa de Tormes, a Gil González Dávila. Éste fundará mayorazgo a favor de su primogénito Juan Dávila aunque a su muerte tras un enfrentamiento con su madre Aldonza de Guzmán y su hermano Luis de Guzmán, heredará Cespedosa"Luys de Guzmán hijo segundo de Gil Gonçalez Davila, (que) fue Comendador de Azeca (Áteca), y por no dexar sucession, vino a heredar la orden de Calatrava, la Puente del Congosto". El enfrentamiento armado entre ambos hermanos no llegó a producirse por la mediación de los Reyes Católicos que obligó a ambos a permanecer en la corte mientras se dilucidaba el reparto de la herencia. Ésta concluiría que Luis de Guzmán sería señor de Puente del Congosto. Sobre la genealogía de los Dávila y Guzmán implicados en este conflicto, la trato en la entrada dedicada a la Torre de Cespedosa.

Unión del cubo rectangular, sobre la ventana se ve el escudo de los Dávila
a la izquierda del observador pared de la torre en forma de D

Cooper comenta sobre Aldonza de Guzmánque aún vivía en 1456: "Su hijo Luis de Guzmán comendador de Ateca heredó de ellos, en un principio, el Puente del Congosto", y añade en nota que la comunidad de Ávila también disputó las posesión de ambas plazas en 1491 a cuya tierra pertenecían antes de la cesión hecha a Gil GonzálezSegún Pinilla ese año de "1456 la casa de Alba recibe el Puente del Congosto, a cambio de otras propiedades, de doña Aldonza de Guzmán, viuda de Gil González Dávila", algo que al parecer no llegó a realizarse, por tanto serían los Dávila quienes construyen el primer recinto con el fin de asegurarse el control del puente, mientras que el cuerpo central, que Gómez Moreno fecha hacia 1500 lo construye la casa de Alba una vez paso a su poder, "aunque -asegura- a nuestro entender sería anterior". No obstante en toda esta historia existen disparidad de fechas según los autores consultados.

A la derecha del observador muro del cementerio que parte
 de los restos de la barbacana que tiene la puerta tapiada

De cómo llega el castillo a la Casa de Alba, veamos la relación más detallada que hace Cobos. Tras la muerte de Gil González, que había creado mayorazgo en 1450 a favor de su hijo Juan de Ávila, sus hermanos y su viuda retienen el castillo lo que provoca una enconada disputa por la posesión de la plaza que alcanza su punto álgido en 1456,cuando cada bando adquiere sus apoyos a los derechos de propiedad. Por un lado Álvaro de Zúñiga, conde de Plasencia apoya a Juan de Ávila, mientras que el conde de Alba, Fernando Álvarez de Toledo apoya a la madre y hermanos de aquél. En vista de un previsible conflicto armado el rey Enrique IV ordena a ambos condes que se replieguen a sus casas. Cumplida la orden real, a finales de ese año el conde Alba intenta la compra de "la casa, e fortaleza e torres de la Puente e las villas de la Puente e Cespedosa"; pero la compra no llega a efectuarse, concluyendo la disputa al año siguiente, en 1457, cuando ambos duques firman una concordia sobre el asunto. La fortaleza queda entonces en poder de Aldonza de Guzmán mientras que a Juan de Ávila le corresponde Cespedosa donde levantará el castillo o la torre que hoy vemos. En 1478 éste vuelve a reclamar el castillo a su madre, pero ésta muere y la fortaleza pasa a poder de su hermano Luis de Guzmán, a la sazón comendador de la Orden de Calatrava. Durante el conflicto la corona tuvo que intervenir en defensa de los vecinos de Puente del Congosto que sufren las acciones de Juan de Ávila que llegó a apresar alguno de ellos. En 1491 la comunidad de Ávila reclamará ambas posesiones al considerarlas propias. El asunto lo zanjarán los Reyes Católicos en 1495 al morir Luis de Guzmán. sin descendencia y revertir la fortaleza en la Orden de Calatrava de la que era comendador. Hemos de recordar que desde 1488 los Reyes Católicos eran los administradores de la orden por bula del papa Inocencio VIII, por lo que los bienes del comendador, entre ellos la fortaleza "pertenecerían por su fin e muerte a dicha orden de Calatrava, de que nos somos administradores por autoridad apostólica". En 1495 mueren los dos hermanos y Puente del Congosto pasa a poder de la corona que desoye "las demandas de la comunidad de Ávila y los intereses enfrentados de los Zúñiga y los Albas". Durante la guerra de las Comunidades, en 1521 la fortaleza será fiel al Emperador que utilizará su estratégica posición para entorpecer "los movimientos comuneros entre Ávila y Salamanca". Será en 1539, cuando el Gran Duque de Alba se hace por fin con la propiedad de la fortaleza al comprársela a Carlos I "por más de 19 millones de maravedís".


EL VERRACO CELTIBÉRICO

El verraco, de pequeño tamaño, se encuentra en el otro extremo de la villa, junto al ayuntamiento. Está muy deteriorado, le faltan las patas delanteras y traseras y la peana. Según se ve en la imagen está fracturado en dos partes que se han unido con cemento, a la vez que se ha fijando también con cemento a una piedra que hace de peana. Procede de la cercana población de Medinilla (Ávila) unos 10 km al suroeste de Puente del Congosto. López Monteagudo y Álvarez Sanchís cataloga el ejemplar como cerdo y nos da las siguientes medidas 86x65x45 cm., aunque por la imagen parece un toro. Hay que tener en cuneta que ambos autores sólo describen el ejemplar de los cuartos traseros, habiéndose añadido la cabeza y las pata delanteras posteriormente; al menos se encuentra así desde 2007 cuando mi primera visita a la villa.

Verraco frente al ayuntamiento de Puente del Congosto
procedente de Medinilla (Ávila)

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Álvarez-Sanchis, Jesús R., Los Vettones, Real Academia de la Historia, Madrid, 2003
Cobos Guerra, F. y De Castro Fernández, J.J.Castilla y León. Castillos y fortalezas, Edilesa, 1998
Cooper, Edward, Castillos Señoriales de la Corona de Castilla y LeónJunta de Castilla y León, 1991
Foronda y Aguilera, Manuel de, Crónica Inédita de Ávila, Boletín de la Real Academia de la Historia, en Cervantesvirtual.com
Fray Luis Ariz, Historia de las Grandezas de la ciudad de Ávila, 1607, facsímil editado por Caja de Ahorros de Ávila, Ávila, 1978.
Gómez-Moreno, Manuel, Catálogo monumental de España. Provincia de Salamanca, 1901-1903
Pinilla González, JaimeCastillos de Zamora y Salamanca, Lancia, León 1995

En primer término los restos de la barbacana

Obras durante la visita de 2007 se aprecia el almenaje sin reparar

El puente con el andamiaje en la reparación de 2021

Tronera tipo bola y cruz del parapeto del puente (2007)

Estiaje de verano del río Tormes. El curso del río está en el extremo
 del puente más alejado del castillo

viernes, 12 de noviembre de 2021

Castillo de Valdecorneja

El castillo de Valdecorneja en una imagen de 2004

El Barco de Ávila se encuentra en la encrucijada de caminos que comunica la Meseta por el puerto de Tornavacas con Extremadura a través del Valle del Jerte por la N-110 que une Ávila con Plasencia; hacia el este la AV-941 que recorre la vertiente norte de la Sierra de Gredos, y hacia el oeste la AV-100 nos lleva hasta Béjar.  "El enclave de El Barco de Ávila, una pequeña depresión resguardada entre montañas, resulta fundamental para la transitabilidad hacia Béjar y Extremadura. El puente, antes barca, sobre el Tormes tuvo un gran valor estratégico y económico al controlar los caminos tanto hacia el sur como hacia el oeste, condicionando el trazado de cordeles y veredas" (Troitiño) Sobre un pequeño promontorio se encuentra vigilando este cruce de camino, en la orilla derecha del Tormes, el castillo de Valdecorneja, la primera fortificación que encontramos en nuestra ruta por la ribera del río Tormes.

Puerta del Ahorcado, antigua Puerta de Ávila

LA VILLA MEDIEVAL

Comenzamos con la breve descripción que Manuel Gómez Moreno hace de la villa: "Tapias, más que muralla, rodean la villa, hechas de mampostería, de 1,70 metros de espesor con pocas torrecillas cuadradas y redondas a largos intervalos. La puerta de la Horcajada,  dicen era de galana fábrica, no existe, y la de Ávila abre entre dos cubos sus arcos redondos, con señales de rastrillo y batientes; es enteramente lisa, pequeña y sin carácter que determine la época en que se construyera; no obstante, las troneras redondas con mirilla encima que tienen las torres hacen creer que el recinto se haría hacia finales del siglo XV". La Puerta de Ávila a la que se refiere es la que hoy se llama Puerta del Ahorcado que se abre hacia el este. Hacia el oeste de abría la Puerta del Puente, que enfrentaba el puente del XIV que cruza el Tormes destruida por las tropas austriacas durante la Guerra de Sucesión y de la que tan sólo quedan cuatro dovelas y un desgastado escudo de los Álvarez de Toledo, señores de la villa.

Restos de la Puerta del Puente con el escudo de la casa de Alba

EL CASTILLO

Sobre el castillo, continúa Gómez-Moreno, situado "Al NO, dominando el Tormes, levántase el castillo palacio de los Duques de Alba, antiguos señores de Val de Corneja, hoy trocado en cementerio. Es un cuadrilátero, de 35 por 37 metros proximadamente, cercado de altas murallas, cubos a las esquinas y gran torre cabalgando sobre la cortina oriental, junto a la que se abre la puerta de arcos apuntados; garitas y matacanes guarnecen los adarves, excepto la torre, cuya parte alta se derribaría cuando los Reyes Católicos hicieron desmantelar las fortalezas". Cooper señala que la planta de castillo, rectangular, cubos en las esquinas y la poderosa torre del homenaje adosada a uno de los lienzos, recuerda al tipo del castillo de la escuela de Valladolid, aunque, "aquí el arquetipo es abulense, el castillo repite en pequeño la planta del de Arenas de San Pedro" aspecto éste que también destaca Bernad. por lo que es de suponer que sigue a Cooper.

Lienzo este, donde se abre la puerta de acceso junto a la torre del homenaje
entre dos potentes cubos esquineros

Continúa Gómez-Moreno describiendo la fortaleza: "En su hueco se conserva un aposento en bóveda de cañón, hoy hecho capilla de S. Pedro del Barco. En el área del castillo sólo quedan señales de dos pisos de habitaciones que le rodeaban, y algunas ventanas de dos arcos agudos y simplemente achaflanados"; "pero -comenta que parte de la arquería que debía estar en el patio de armas se traslada a "la plaza Mayor de la villa (donde) se ha utilizado un trozo de las arquerías que rodeaban el patio con fustes cortos de planta oval, arcos escarzanos con molduras cóncavas y pretil calado formando círculos con cuatro lóbulos inscritos". Sobre la antigüedad de estos restos cree que puede ser "del tiempo de Enrique II, como todo el castillo, que es de mampostería de granito; algunos sillares de la puerta llevan estas marcas (...) que se repiten en la torre de la iglesia." Referente a las marcas de cantero pueden verse varias en la puerta de acceso y, sobre todo, en la iglesia si la que alude es la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora del siglo XII donde son abundantes, o a la capilla que había en la torre del homenaje que menciona con antelación. Según Cooper en la torre del homenaje existen algunas marcas similares a las de la iglesia de Bonilla de la Sierra. En la última fotografía he reseñado las marcas que alude Gómez-Moreno y las que he podido encontrar.

Lienzo sur con dos cubos esquineros y garita entre ambos

La descripción más completa del castillo es la que hace la publicación del Museo de Ávila, que respecto a los comentarios de Gómez-Moreno añade que en la fortaleza "Debió haber antemuro, foso y contrafoso que circundaba el castillo" y de la existencia de "otra puerta cegada en la actualidad en la parte del río". Los muros "de mampostería están rematados por una cornisa de modillones de lóbulos de granito, a modo de matacán corrido, interrumpido a mitad de los lienzos por gatitas con base de cono invertido mensulado".

Lienzo oeste con variedad de ventanas y puerta trasera

Del interior del castillo añade el Museo algunos detalles a la descripción de Gómez-Moreno, "quedan los restos deteriorados de ventanas de diferentes tipos, que reflejan diversos momentos, y los mechinales de las vigas que distribuían las estancias en dos alturas. Confirmado por recientes excavaciones, su eje lo constituye un patio de planta cuadrada o rectangular con pequeños muros a modo de banco de mampostería y ladrillo, en donde se asentaban las columnas sobre plintos, cuyo piso superior se remataba en crestería cuadrilobulada, de la que queda una parte reutilizada en la plaza mayor del pueblo", tal como había propuesto Gómez-Moreno. Interesante es la descripción que hace del subsuelo y el sistema de recogida de agua: "en el subsuelo existe un aljibe abovedado excavado en la roca, que reparte una red de construcciones subterráneas; y, en el centro del patio, un pozo con la boca cubierta en cúpula de sillería, cuyos elementos presentan marcas de cantero y signos de colocación, forman un friso corrido que se había interpretado como decoración". Bernad también comenta el sistema de recogida de agua y de la existencia de dos aljibes y habitaciones subterráneas "cuyos vestigios pudo ver el que esto escribe", señala Bernad,  no obstante, añade, "la reforma precipitada del patio impidió su descubrimiento", y es que el interior ha sufrido diversas intervenciones, las más agresiva, comenta el Museo, es cuando en "el siglo XIX siendo ya propiedad municipal, se aprovechó su bien resguardado recinto para cementerio, con lo que se barrió completamente su estructura interna", es tal como lo conoce Gómez-Moreno, y la más reciente, la "restauración de acondicionamiento para actividades culturales" con la limpieza de los muros que los ha despojado de los sucesivos revestimientos y se ha procedido a pavimentar el patio de armas. 

Interior preparado para un acto cultural. Corresponde al lienzo oeste con
 puerta trasera que da al río, ventanas y mechinales. El suelo enlosado ha

cubierto el aljibe y el sistema de recogida de agua

La torre del homenaje tiene una escalera de acceso bastante elevada ya que, originariamente, había una estancia que la precedía. En la actualidad es el único paso para llegar al adarve. Finalmente, en esta última década, ha desaparecido un arco adintelado con una calavera esculpida en su clave, que formaba parte de la puerta de entrada a la torre. El edificio sufrió además innumerables agresiones en la Guerra de Sucesión de finales del XVII, y en la de la Independencia, con desmantelamientos sistemáticos para reutilizar sus elementos constructivos.

Torre del homenaje desde el patio de armas. En la parte superior de abre
la puerta que da acceso al adarve

CIRCUNSTANCIAS HITÓRICAS

La conquista de Plasencia propició tanto la reorganización de ésta como la de la tierra de Béjar (Barrios Gómez), y dejó las puertas abiertas a la ocupación y colonización de las riberas del río Corneja, los alrededores de Barco de Ávila, y la inclusión de ambas zonas en los circuitos de trashumancia entre las dos mesetas, - estas rutas ya eran utilizadas desde tiempos protohistóricos-; destaca Barrios Gómez que de la repoblación del curso alto del Tormes "el único núcleo estable que existía en 1250 en la cabecera del Tormes era Barco de Ávila".

Puente sobre el río Tormes

En el aspecto jurídico Barco de Ávila estuvo dentro de la política de señorización que la corona llevó a cabo en el término concejil abulense, bien favoreciendo a destacados miembros de la nobleza o a la propia familia real. Enclaves de especial riqueza agropecuaria y mercantil, sufren ese proceso en la época comprendida entre finales del XIII y principios del XV (Martínez Llorente), que alcanzaron además de Barco de Ávila a otras poblaciones como Piedrahita, ValdecornejaEl Mirón y La Horcajada. Estos nuevos enclaves les serán otorgados fueros por Alfonso VIII a principios del siglo XIII a El Barco de Ávila y Piedrahita, aunque existen ciertas dudas al respecto, pues añade Martínez Llorente que un análisis determinado del contenido normativo "presuntamente" fueron concedidos en 1211 por Alfonso VIII  a la par que a Plasencia, Béjar y Piedrahita; teniendo el de Barco de Ávila un contenido similar a esta última, siendo ambos, muy próximos a los de Plasencia, Alba, Béjar o Cuenca, no obstante, la existencia de ambos fueros soberanos cuenta con múltiples dudas de su existencia que o bien no son ciertos o son de difícil comprobación. La exención jurisdiccional se da a mediados del siglo XIII como resultado de la constitución del señorío o infantazgo de Valdecorneja. A este respecto señala Del Ser Quijano, que llama la atención que en núcleos de importancia como son Arenas de San Pedro, Arévalo y El Barco de Ávila no se conserve rastro documental de época medieval.

Edificio en la plaza Mayor de Barco de Ávila 
con restos de la arquería del castillo

Siguiendo la narración de Martín Jiménez, tras la conquista de Toledo (1085) Alfonso VI ordena a su yerno, Raimundo de Borgoña, la repoblación y fortificación del valle del río Corneja, por lo que se cree que en esa época se construye una fortaleza en la villa y, como comenta Bernad, "podía haber coincidido con el actual emplazamiento o con el de una torre cuyos restos aún se ven enfrentados en la otra orilla del río". En la segunda mitad del siglo XIV, durante el reinado de Enrique II TrastamaraGarci Álvarez de Toledo adquiere por permuta el Señorío de Valdecorneja por el "del Maestrazgo de Santiago a favor de Gonzalo de Mexía" (Bernad) y serán sus descendientes quienes impulsarán en el XV la construcción del actual castillo. Como habíamos visto antes, según Cooper, durante el reinado de los Reyes Católicos la torre del homenaje perderá, si es que lo tuvo, su almenado.

Torre de Prado del Cubo, enfrentada al castillo en la otra orilla del Tormes
Fotografía extraída del libro Castillos de Ávila del Museo de Ávila (1989)

Según Cooper, Barco de Ávila era un bien enriqueño; "en 1448 fue enajenado al marqués de Villena, sin que se sepan las circunstancia ni la duración de la entrega, o la validez de su posterior posesión por el conde y duque de Alba". Durante la Guerra de Sucesión (Bernad) a principios del siglo XVIII, las tropas austriacas provocaron graves desperfectos en la villa al ser está y el duque de Alba partidarios de Felipe V, como muestra la Puerta del Puente y el escudo de la casa de Alba que en ella se conserva gravemente deteriorado.

Castillo de Barco de Ávila. Gómez-Moreno principios del siglo XX

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Castillos de Ávila, Museo de Ávila, Junta de Castilla y León, Ávila, 1989
Castillos de Segovia y Ávila, Bernad Remón, Javier, Ed. Lancia, León, 1990
Castillos Señoriales de la Corona de Castilla y León, Cooper, Edward,  Junta de Castilla y León, 1991
Catálogo monumental de España. Provincia de Ávila, 1900-1901, Gómez-Moreno, Manuel
Historia de Ávila II, Edad Media  (Siglos VIII-XIII), artículos de Barrios García, Ángel; Del Ser Quijano, Gregorio; Martínez Llorente, Félix; Troitiño Vinuesa, M. Ángel, Institución Gran Duque de Alba, Ávila, 2000

Vista de la torre del homenaje desde el interior del castillo 

Esquina y cubo noreste desde el interior

Esquina del suroeste vista del interior y puerta trasera

Lienzo oeste desde la orilla izquierda del río

Detalle de tres vanos del lienzo oeste la ventana central ajimezada y 
enmarcada con alfiz

Marcas de cantero junto a la puerta de acceso

domingo, 7 de noviembre de 2021

El verraco de Lumbrales


Lumbrales
se encuentra en un cruce de caminos, en el vértice que une dos fortalezas que defendían la frontera con Portugal, la de San Felices de los Gallegos, unos 10 km. al sur, desde donde habíamos llegado tras visitar su castillo a escasos kilómetros de la raya que marca el Duero; y nuestra próxima visita para ver la torre de Sobradillo. Esta parada estaba programada para ver este interesante ejemplar de verraco de la cultura celtibérica de los Vettones.

Costado derecho del verraco. La pata trasera está más adelantada
que la del costado izquierdo lo que le da sensación de movimiento


La descripción más antigua del verraco de Lumbrales nos la ofrece Gómez-Moreno que describe la pieza conocida como "El "berraco de la Barrera", puesto ante una casa frente de la iglesia, es el mejor trazado de cuantos conozca, y se le representa en actitud de acometer, echado hacia atrás, la cabeza alta y las extremidades juntas de dos en dos; en su cabeza se acusa el hocico, ojos y orejas; lo demás aparece modelado con gran sobriedad, sin otros accidentes que las pezuñas y órganos genitales; además, a lo largo del espinazo, mutilando su cresta, se enfila una serie de hoyuelos como de ordinario. Su materia es granito bueno; su tamaño 1.35 de largo, por 1.07 m. de alto, con peana". Llama la atención la calidad plástica de la obra: "El mejor trazado de cuantos conozca", confiesa. Hay que tener en cuenta que en su libro Gómez-Moreno nos habla de otros seis ejemplares, los de Salamanca, Ciudad Rodrigo, Ureña y un toro de piedra, a los que añade este de Lumbrales, el de San Felices de los Gallegos, muy similar aunque mucho más desgastado; el de Monleón, y de haber tenido noticias de otros seis ejemplares en la provincia que no llegó a ver: el de Masueco que "aunque pasé por allí no lo eche en ver"; Los Lázaros, despoblado cerca de Ciudad Rodrigo donde había uno que tampoco llegó a ver; y otros tres en Tordillos, -pueblo de Alba-, Contiesa -alquería de Ledesma- y Palomares -junto a Béjar-, ninguno lo llegó a ver, e incluso le negaron la existencia de este último.

Frente del verraco en el que se aprecian las patas delanteras juntas,
 la papada, las mandíbulas y las pezuñas

López Monteagudo nos ofrece unas medidas algo más precisas, quizás porque excluye la peana de 23 cm. de altura construida en misma pieza. El verraco tiene estas dimensiones: 120 cm. de longitud, 84 cm. de alto y añade 41 cm. de ancho, construido en granito se encuentra en buen estado de conservación; se le conoce como "Burro de la Barrera", se le aprecia la mandíbula, boca y orejas aunque tiene algo desgastado el hocico; las patas insinúan movimiento y se le distinguen pezuñas y corvejones y se le aprecia el sexo. El verraco continúa en el mismo lugar que indica Gómez-Moreno y, aunque se desconoce su procedencia, concluye, está muy cerca del castro de Las Merchanas -unos 6,5 km. al noreste de Lumbrales, de donde podría proceder.

Parte trasera en el que se aprecia el espinazo, el abultamiento del sexo,
 la pata derecha más adelantada y dos cazoletas

Álvarez Sanchis censa en su libro 29 piezas que casi triplica el número que cita Gómez-Moreno y nos ofrece las mismas medidas que López Monteagudo. señalando también la misma procedencia. Una vez concluida nuestra visita tomamos fuerzas en un bar del pueblo y seguimos nuestra ruta hasta Sobradillo donde visitamos la torre, resto de su castillo.

Vista del castro de Las Merchanas. En la parte superior se aprecia la
 muralla del castro y frente a ella, casi inapreciable, un verraco más desgastado

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación;

Álvarez-Sanchis, Jesús R., Los Vettones, Real Academia de la Historia, Madrid, 2003
Gómez Moreno, Manuel, Catálogo monumental de España. Provincia de Salamanca, Madrid, 1901-1903
López MonteagudoGuadalupe,  Esculturas Zoomorfas Celtas de la Península Ibérica,  C.S.I.C., Madrid, 1989.

Panorámica de la espléndida Plaza Mayor de Lumbrales y su Ayuntamiento
Tras la casa a la izquierda del observador se encuentra el verraco

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XVI
en la Plaza de la Barrera donde se ubica el verraco

lunes, 1 de noviembre de 2021

Torre de Cespedosa de Tormes


Llegamos a Cespedosa de Tormes desde la cercana Salvatierra de Tormes donde habíamos visitado su castillo. Tomamos la DSA-136 hasta la Autovía de La Plata y a la altura de Guijuelo la SA-104. Tras cruzar el puente sobre el Tormes, la villa se encuentra en la margen derecha del río, a unos 4,5 km del puente. La torre se levanta en el extremo este del pueblo sobre un promontorio que domina el valle del río donde éste se convierte el embalse de Santa Teresa. Se ubica la torre junto a la salida de la carretera que nos lleva a Puente del Congosto villa y castillo vinculados en sus inicios a la torre de Cespedosa desde que Enrique III cediera ambas a Gil González Dávila en 1393. Para acceder a ella, según indicaciones de los lugareños, sólo hay que salvar un muro de piedra que hay junto a la carretera y campo a través se llega sin dificultad, opción que nosotros tomamos. Con esta visita hacemos la tercera parada en nuestra ruta por las fortificaciones de la ribera del Tormes.

Lado norte de la torre

LA TORRE

Atendiendo a Pinilla, éste nos describe una torre de planta rectangular, construida en mampostería con refuerzo de sillares en los ángulos; en "algunos de sus vanos, cuyo dintel monolítico adopta forma de arco rebajado, aparecen las armas de los Dávila y de los Castro. La torre se remata con un almenado en cuyos merlones se abren saeteras de cazoleta y en medio de los frentes se disponen matacanes". No obstante una descripción más detallada nos ofrece Moreno que destaca su estado ruinoso, la sillería que refuerza los muros de mampostería y una minuciosa del interior donde "se aprecia la existencia así como los vestigios de algunos elementos funcionales o decorativos como los de una enorme chimenea o asientos junto a las ventanas". La torre, continúa, "a pesar de su monumentalidad, actualmente se encuentra sumida en el más lamentable y triste de los abandonos"; añade Moreno sobre su construcción que probablemente ésta se iniciase en fechas cercanas a la cesión. Cooper señala que la parte más antigua del castillo de Puente del Congosto y la torre de Cespedosa tienen similitud en el aparejo, "de mampostería de cantos rodados con buenas mochetas de granito", lo que puede indicarnos que ambas se inician a la vez y emplearon los mismos canteros.

Perspectivas norte y oeste de la torre
CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

La toma de Toledo por Alfonso VI facilitó la repoblación del curso alto del Tormes ordenada por el rey a su yerno el conde Raimundo de Borgoña, lo que propiciará la reapertura de rutas que comunicaban desde tiempos protohistóricos las dos mesetas utilizadas por la trashumancia a través de dos vados naturales del río situados, en Barco de Ávila y en Puente del Congosto, rutas que se reforzaran tras la conquista de Plasencia por Alfonso VIII. La situación de Cespedosa, que tras la repoblación debió contar con una muralla anterior a la construcción del castillo, quedó como enclave fronterizo entre los reinos de Castilla y León, lo que provocó numerosos pleitos por límites de tierras con el vecino concejo de Salvatierra, ligios que durarían según Lista Roja de Patrimonio, hasta entrado el siglo XV.  A consecuencia de estas pugnas, comenta Cobos Guerra, se erigieron castillos "que garantizaban el disputado control de las cañadas de la Mesta en su paso a la meseta sur", en este caso los aliados de los Zúñiga, entre los que se encontraba Cespedosa de Tormes, y los aliados de los duques de Alba entre los que estaban Salvatierra y Puente del Congosto, la primera en la margen derecha del río y las dos últimas en la izquierda.
 
Ventana con los escudos de los Dávila

Siguiendo a Cooper, el 2 de noviembre de 1393 Gil González Dávila recibió de manos de Enrique III  el señorío de Puente del CongostoCespedosa y nos remite a la crónica del padre Ariz quien nos presenta a Gil González y su vinculación con Cespedosa: "Familia de Gonçalez Davila, señor de ZespedosaGil Gonçalez Davila , hijo segundo de Esteban Domingo, y de Ximena Blazquez, florecio en tiempo del Rey don Juan el II. Fue su Maestresala, Castellano de la mota de Burgos. Y el Rey don Enrique el enfermo, le hizo merced de Zespedosa, y la Puente del Congosto, y caso con dispensación con doña Aldonça de Guzman". El matrimonio tuvo una extensa descendencia por lo que nos centraremos en el primogénito y el segundón: "procrearon a Juan Davila, y a Luys de Guzman, Comendador de Azeca, orden de Calatrava,..." 

Interior de la pared este de la torre con el arranque de la chimenea

El primogénito "Juan Davila caso con doña Maria Davila (...) y de este matrimonio procedieron Francisco Gonçalez Davila, señor de Zespedosa, (...), el hijo de éste fue Juan Dávila "que heredó la casa de Zespedosa (...) y que por morir Juan Davila sin sucessores, heredó la casa de Zespedosa, y el Congosto, don Diego de Braquemonte". Este Diego de Bracamonte, según la relación que hace Ariz era sobrino de Juan Dávila y nieto de Mosen Rubi de Bracamonte. Del segundo hijo detalla Ariz: "Luys de Guzmán hijo segundo de Gil Gonçalez Davila, fue Comendador de Azeca, y por no dexar sucession, vino a heredar la orden de Calatrava, la Puente del Congosto".

Interior de la pared oeste en la que se aprecian la división de tres pisos
y los asientos  o cortejador en la ventana superior

Continuando con Moreno, éste detalla la siguiente situación: "en 1450 Gil González fundó un mayorazgo con las dos villas y otros bienes, lo que, tras su muerte, provocó enfrentamientos entre sus dos hijos Luis de Guzmán y Juan Dávila quienes llegaron a organizar partidas armadas para enfrentarse". Por el peligro que debió prever la pugna, "los Reyes Católicos mediaron para impedirlo, para ello obligaron a los hermanos a permanecer en la Corte hasta que el Consejo Real dictara sentencia en el juicio que ya se había iniciado". La sentencia resolvió finalmente que "Juan Dávila quedaría como dueño de Cespedosa y Luis de Guzmán sería señor de Puente del Congosto". Esta secuencia narrativa la podemos seguir también en la Historia que el Ayuntamiento de Cespedosa de Tormes hace en su página web. No obstante hay que señalar que tanto en esta crónica del ayuntamiento como en la genealogía de la familia de Gil González Dávila (Geneanet) las fechas son confusas. Quizá sea esta la razón por la que Cooper zanja con una lacónica conclusión, haciendo referencia a Aldonza de Guzmán, que en 1456 aún vivía según un documento de la Casa de Alba,: "Su hijo Luis de Guzmán comendador de Ateca heredó de ellos, en un principio, el Puente del Congosto", señalando en nota que la ciudad de Ávila también disputó la posesión en 1491 de Cespedosa de Tormes y Puente del Congosto a cuya tierra pertenecían antes de la cesión hecha a Gil González.

Matacán de la cara este de la torre

Concluye Moreno que tras la muerte de Juan Dávila "su mujer María Dávila obtuvo licencia en 1494 para fundar mayorazgo a favor de su primogénito Francisco González Dávila. Posteriormente la torre pasó a manos de diversas casa señoriales hasta terminar en posesión de la de Alba". Tras haber sufrido el expolio de materiales a lo largo del tiempo, en la actualidad, debido a su estado de degradación progresiva, es inhabitable y, concluye Lista Roja de Patrimonio, sólo sirve de cobijo a las aves.

Armas de los Dávila en la clave de la ventana del primer piso de la cara sur

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Castillos de Zamora y Salamanca, Pinilla González, Jaime, Lancia, León 1995
Castillos Señoriales de la Corona de Castilla, Cooper, Edward, Junta de Castilla y León, 1991
Castilla y León. Castillos y fortalezas, Cobos Guerra, F. y De Castro Fernández, J.J., Edilesa, 1998
Castillos y fortalezas de Castilla y León, Martín Jiménez, C.M., 2003
Cespedosa de Tormés (Salamanca), Moreno, Rafael, en ficha del castillo en Asociación Española de Amigos de las Castillos, Madrid.
Castillo de Cespedosa de Tormes, en web listarojapatrimonio.org
Gil González Dávila, en web geneanet.org
Historia, en web ayuntamientodecespedosa.es
Historia de las Grandezas de la ciudad de Ávila, Fray Luis Ariz, 1607, facsímil editado por Caja de Ahorros de Ávila, Ávila, 1978.

Detalle de los tres escudos de Dávila