viernes, 25 de octubre de 2019

Castillo de Serranos de la Torre


El castillo de Serranos de la Torre se encuentra en el término de Zapardiel de la Cañada, en Ávila. Para llegar hasta él hay que tomar la carretera AV-105 que une las poblaciones de Piedrahita y Alba de Tormes, esta última en Salamanca. Hay que cruzar el pueblo y de allí parte un camino bien acondicionado que nos lleva hasta el embalse de Zapardiel. Su situación me recordó mucho al castillo de Zurraquín, en Cabezas de Villar unos kilómetros más al norte; ambos se encuentran alejados del pueblo que hay que cruzar, ambos se integran en una explotación agraria y fueron aportillados, como comenta más adelante Gómez Moreno, y tienen los dos, a escasos metros, una iglesia.


En una pequeña guía editada por la Diputación de Ávila se hace una breve reseña del castillo: "En el siglo XV el obispo de Ávila, Lope de Barrientos, funda para su sobrino don Pedro un mayorazgo formado, entre otros bienes, por el lugar de Serranos del Castillo, con su fortaleza, su jurisdicción, sus montes, pardos pastos y molinos. De la fortaleza no quedan más que unos restos integrados en un caserío situado en una vaguada del término de Zapardiel de la Cañada". Destaca el folleto, de los restos del castillo, la torre del homenaje coronada el matacán con ménsulas de tres modillones cada una y un cubo angular norte.


Una descripción más pormenorizada nos la ofrece el libro editado por el Museo de Ávila sobre los castillos de la provincia. Comienza, sin embargo, comentando que "No se conoce ningún dato sobre su origen, uso ni abandono, ya que ni siquiera el catastro de Ensenada (1751) tan exhaustivo, se recoge este castillo, sino que se documenta sólo que: ... Sellama este despoblado la villa de Serranos de la Thorre.../... Que es señorío propio de la casa y mayorazgo del conde de las Amayuelas.../... No hay más vezino que el montaraz.../... Hay dos casas habitables y una arruinada completamente." Por tanto ya en aquella época la fortaleza estaba abandonada y que por su nombre "puede indicar un fin repoblador por hombres de sierra y reflejar, a la vez, que estaba dotado de una fortaleza para su defensa".



El castillo, -añade- "está construido en mampostería con sillares de granito en las esquinas, es de planta centralizada, con la torre del homenaje cuadrada, rodeada de un muro perimetral bajo, con dos enormes cubos angulares. Gómez Moreno dibujó un croquis con cuatro cubos, pero en la actualidad sólo se conservan los dos traseros, aunque por delante se aprecian restos de un muro en el centro y gran acumulación de tierras en las teóricas esquinas." En el dibujo de Gómez Moreno, en efecto, hay cuatro torres y a parte un bosquejo de la torre que es similar al actual estado, y un apunte indicando que sobre la puerta del acceso hay un escudo obispal liso. Siguiendo con la descripción que hace el Museo "El lienzo oeste de la torre del homenaje, el mejor conservado tiene una saetera una altura media y está rematado por un matacán de sillería de diez ménsulas de tres modillones cada una, que soportan arquillos apuntados sobre los que se levanta el antepecho coronado por merlones triangulares".


Escudo episcopal sobre la puerta de acceso
Sobre el escudo que antes mencionaba: "En el cuerpo principal, se abre el acceso con jambas y dintel en tres piezas sobre el que hay un escudo episcopal con el campo vacío, quizá inacabado, que se puede poner en relación con otros dos conservados en la vecina ermita, de los que se desconoce si se han reutilizado". Esto me fue imposible comprobarlo toda vez que el conjunto, tanto la ermita como el castillo, se encuentran cercados, por lo que a continuación referiré sin comentarios el resto de la descripción que se hace:


"El interior muestra unos potentes muros de un metro de grosor aproximadamente, que decrecen el altura, con algunos mechinales, restos de enfoscado y cambios estructurales que hablan de reformas en la parte posterior. En la pared oeste está empotrada una chimenea de sillería; conserva el tiro en toda su altura, y se le supone, en el primer piso, otra con paredes de ladrillo.
Todos los muros se encuentras perforados con vanos cuadrados o rectangulares, en algunos casos de sillería, que presentan gran derrame, para abrirse al exterior a modo de pequeñas saeteras.
Los dos cubos conservados se usan actualmente como dependencias agrícolas, con las cubiertas de teja y macizadas las almenas. En la parte inferior, se abren unas bocas circulares monolíticas que, por la altura que se encuentran, servían para la defensa con artillería emplazada en el interior."


Manuel Gómez Moreno describe el lugar como un caserío casi despoblado entre un robledal cerca de del pueblo, "Conserva su castillo, aportillado intencionalmente, con una gran torre, guarnecida de ladrones y hecha de mampuesto de granito; sobre su puerta, escudo liso, con capelo episcopal; en torno, barbacana con cubos pequeños a los ángulos; su conjunto es pintoresco y armonioso"


Puerta de la iglesia
En lo que respecta a la iglesia, Gómez Moreno dibuja su planta junto a la del castillo y hace una breve descripción: "Junto á él mantiénense las ruinas de la iglesia, también del siglo XV y no grande; con su capilla abovedada y puerta del tipo de la de Cebreros, ó sea, de arcos redondos concéntricos y filas de bolas entre ellos; a los pies espadaña."


De la iglesia se conserva en el Museo de Ávila la escultura yacente de Bernardino de Barrientos, sobrino de Pedro de Barrientos, el constructor del castillo. Según nos indica la cartela informativa: "La escultura, obra de Vasco de Zarza, realizada en alabastro, es la figura yacente del difunto, Bernardino de Barrientos, El Fundador, como aún hoy se le sigue llamando. El sepulcro se encontraba en origen bajo este arcosolio decorado con relieves, cuyas dos placas inferiores se exponen aquí." La tumba, según destaca del propio Museo, no se llegó a ocupar.


Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

La Ruta de los Castillos de Ávila, Diputación de Ávila, Ávila s/f.
Castillos de ÁvilaMuseo de ÁvilaJunta de Castilla y León, Ávila, 1989
Catálogo monumental de España. Provincia de ÁvilaGómez Moreno, Manuel.
Bernardino de Barrientos, en ceres.mcu.es

lunes, 21 de octubre de 2019

Castillo de Terrinches o de Aben Yucef

Puerta de acceso a la torre y muro Este
Llegamos a Terrinches desde la cercana Puebla del Príncipe, ambas en la zona sureste de la provincia de Ciudad Real en el Campo de Montiel. La torre está señalizada como castillo de Aben Yucef. En 1993 Amador Ruibal la describe como una gran torre de 17 m de lado que estuvo rodeada de una murada con torreones circulares en los ángulos. Torre robusta construida en mampostería, sus muros tienen un gran grosor de 4 metros, las esquinas reforzadas de piedra arenisca, algunas de ellas se aprecian marcas de cantero. Su conservación -señala Ruibal- era bastante buena; la planta baja se usaba como almacén; la planta superior, la principal, cuenta con tres grandes balcones, ambas con magnífica "bóveda de doble cañón apuntado que descansa sobre dos grandes pilares de sillería". El muro Oeste de la planta baja tiene una escalera empotrada que da acceso a la primera planta, donde hay otra escalera, ésta en el muro Este, que lleva "hasta la terraza defensiva que tenía matacanes en sus frentes" -aunque solo son visibles sobre la puerta de acceso y el muro oeste-. Concluye que de las defensas exteriores sólo conservaba los muros de un lado con dos torres.

Puerta de acceso y balcón sobre los que se aprecian matacanes
Sobre el recinto, E. Cooper lo define como una simple barrera de planta rectangular, con cubos en los ángulos probablemente añadidos en el siglo XV. Señala que en la Edad Media "Terrinches carecía de recursos importantes o ventajas estratégica. Es decir, el castillo no defendía realmente nada". Por lo que el clima de inseguridad en la época estaba más relacionado entre las tensiones de la Orden de Santiago y la mitra de ToledoAlcaraz sobre los términos que reclamaban en común.

Muro Oeste con balcón y matacanes.
La torre, añade Ruibal,  perteneció a la Orden de Santiago y fecha su construcción, al parecer, sobre "el siglo XIII avanzado, tal vez en tiempos de Alfonso X el Sabio". En 1282 fue atacada por Aben Yucef, sultán de Marruecos, quien llegó a prender fuego al edificio para rendir a sus ocupantes y que gracias al grosor de sus muros no lograría su propósito.

En la actualidad se puede contemplar al completo la cerca y las cuatro torres de sus esquinas, destacar que bajo la puerta de acceso existe un aljibe donde se recogían las aguas de manantiales subterráneos o bien pudiera ser también un pozo que buscaba el nivel freático.

Muro Norte con las dos torres y restos del lienzo
En el cartel informativo que hay a la entrada del recinto que rodea el edificio algo más de información nos ofrece, situándonos en el entorno histórico. Tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212) el Campo de Montiel será repoblado por la Orden de Santiago, a la vez que construirá una red de defensas, algunas a partir de torres islámicas ya existentes estructurándose en torno a Montiel; al sur de esta última, e integrada en esta red defensiva, se sitúa el castillo de Terrinches probablemente sobre uno islámico anterior. También da cuenta del ataque de Aben Yucef  de 1282 y la resistencia de sus vecinos refugiados en el castillo al mando del alcaide, de nombre Presonero, y de la mujer de éste quien sostuvo la resistencia una vez decayeron los ánimos del esposo. Tras desistir las tropas del sultán de tomar Terrinches continuaron su ofensiva dirección la cercana población de Almedina. Ya en el siglo XV, avanzada la reconquista hacia el sur la fortaleza pierde su utilidad y un siglo después, en el XVI se destina a uso agropecuario. Retoma su valor militar durante las Guerras Carlistas del XIX para volver de nuevo a tomar valor agrario como almacén de aperos y bodega a finales de siglo hasta principios del presente que es comprado por el Ayuntamiento en 2005.

Restos de dependencias adosados al muro Este.
Para concluir indicar que el castillo es visitable y que hay un teléfono para pedir cita, por lo que es conveniente llamar antes al ayuntamiento para concertarla.

Para esta entrada he consultado de la cartela informativa a pie del castillo, la siguiente documentación:

Castillos de Ciudad RealRuibal, Amador, Ediciones Lancia, León, 1993
La fortificación de España en los siglos XIII y XIV, Cooper, Edward, Ministerio de Defensa y Marcial Pons Historia, Madrid, 2014.

Marcas de cantero en la esquina izquierda junto a la puerta de acceso

domingo, 13 de octubre de 2019

Iglesia de Santo Domingo en Ávila

Fachada de la iglesia del Inmaculado Corazón de María
La iglesia del Inmaculado Corazón de María tiene a simple vista un extraño mezcla de estilos, el de una iglesia moderna con una portada con elementos románicos y góticos. Al observar esta portada, que da a la calle de los Hornos Caleros, de Ávila, descubrimos arquivoltas, impostas y columnas que descansan a modo de plinto sobre las piedras un altar con inscripciones -ESTE ALTAR CON ESTAS ...- La fachada está adosada a un edificio del que sobresale un campanario de mediados del siglo pasado. Un tiempo antes supe de la existencia de la iglesia de Santo Domingo, una iglesia románica de la ciudad, aunque nadie supo decirme dónde se encontraba. Debía estar, creí, frente a un caso similar al de San Isidoro, mal vendida, transportada a Madrid, expoliada y reconstruida con sus escasos restos en el parque del Retiro. Pero, como vamos a ver, ésta corrió peor suerte. Comencé a documentarme siguiendo el magnífico libro Ávila Románica de Mª Margarita Vila Da Vila.

Portada de Santo Domingo en la actual ubicación.
El primer documento consultado es el de Bartolomé Fernández Valencia, en su Historia de San Vicente y las Grandezas de Ávila (1676). En esta obra podemos leer sobre la fundación de Santo Domingo:

Es muy antigua esta parroquia y de las que tienen en su pórtico la sagrada cifra del nombre de Cristo que llaman lábaro, y de las que votaron en la concordia del obispo don Benito, año de 1254.
Consagró esta iglesia en el de 1202 don Pedro, obispo de Ávila, a honor de santo Domingo de Silos, confesor, como parece de la piedra de la consagración que está junto al altar de Nuestra Señora, cuya inscripción dice:

   Hanc ecclesiam consecravit dominus Petrus abulensis episcopus in honorem sancti Dominici confessoris, in qua requiescunt reliquiae sanctorum martyrum Iusti et Pastoris, sancti Sebastiani et Sancti Xysti papae et martyris. Era millessima CC XL, VI idus aprilis.

La capilla mayor de esta iglesia es entierro y patronazgo de los caballeros Vela cuyas armas se ven en la puerta principal. En ella yace Blasco Núñez Vela, caballero del hábito de Santiago, virrey del Pirú que murió en servicio de la majestad cesárea del emperador Carlos V en la batalla de Quito contra Pizarro, en 10 de Septiembre, año de 1552. Y otros muchos señores de esta casa que hoy posee don Diego de Acuña Vela, conde de Requena.


Inscripción fundacional de la antigua iglesia
 de Santo Domingo. Ávila. Museo Provincial de Ávila

Manuel Gómez Moreno, a quien también cita Vila da Vila, en su Catálogo monumental de Ávila (1901) trae la traducción de la inscripción de la lápida de consagración que se encontraba perdida entonces. En la traducción que manejaba más abajo, algunas fechas no concordaban con las que indicaba Fernández Valencia, motivo por el que se pone en duda la veracidad de la inscripción. Escribe Gómez Moreno en su Catálogo monumental de Ávila:

"Tampoco se conserva la piedra de su consagración, que, traducida y quizá interpolada (como la traen Yepes y González Dávila, f. 58), dice: "Presidiendo en la silla episcopal de la santa iglesia de Ávila don Pedro, consagró esta iglesia por reverencia del glorioso confesor  santo Domingo, en la cual están las reliquias de los santos mártires san Justo y Pastor, san Sebastián y san Sixto papa y mártir, en la era de mil y doscientos cuarenta y ocho". Año 1210.

A continuación hace una interesante descripción del templo; luego veremos cómo algunos elementos son trasladados a otras parroquias y se pierden tras la venta y demolición del edificio.

Todo lo que subsiste de su obra románica se reduce a dos arquivoltas de su portada con ajedreces, el crismón esculpido en mármol blanco, imposta de hojas de yedra, como en san Nicolás, pero muy bien talladas, y un solo capitel con cuadrúpedos. La pared meridional, donde abre, está desplomada, conserva dos saeteras y remata en tejaroz con modillones de nacela; dentro hacia los pies, hay dos capiteles con hojas, como los de San Vicente, que correspondieron a las arquerías de sus tres naves.

Detalle de las arquivoltas e imposta en la portada actual
Estas arquerías se sustituyeron a finales del siglo XV por dos enormes arcos escarzanos, que sostienen armaduras lisas, y entonces se adobaron también las portadas. La cabecera se rehízo un siglo después, en forma rectangular, con dos bóvedas, sobre pilastras toscanas, sin entablamento; aquellas son de piedra jaspeada, en forma vaída la una, y de cañón con algo de lunetos la otra. En las paredes arcos sepulcrales con decoraciones dóricas.".



En el libro de Gómez Moreno podemos ver la fotografía que hace de la fachada meridional de la iglesia. Santo Domingo estaba situada a espaldas del Palacio de Polentinos, ya entonces Academia de Intendencia del Ejército como podemos ver en un plano de la ciudad de 1900.

Mª Margarita Vila da Vila en su obra destaca que sea ésta la única iglesia que paradójicamente "conserva un testimonio epigráfico" -refiriéndose a la lápida con la inscripción fundacional que se creía perdida y por la que Gómez Moreno puso en duda de la veracidad de la crónica de Fernández Valencia- y nos explica que la razón para dudar de su autenticidad ésta: "la no coincidencia entre la fecha dada por Ariz y González Dávila y el episcopado de don Pedro, autor de la consagración de la iglesia". Más adelante relata el devenir del templo que "en 1431 de anexionó a la de San Silvestre", iglesia ésta fundada en 1378; posteriormente se hicieron reformas entre los siglos XV y XVI en el que "sufrieron cambios las portadas del edificio. La occidental se perdió; a la meridional se le añadieron arquivoltas góticas de granito, conservándose, penosamente 'restauradas', en la nueva iglesia"; para concluir las reformas en 1794 cuando "se reedificó la iglesia".

Santo Domingo continuó siendo parroquia hasta 1911, año en que se convierte en ermita pasando a repartirse su mobiliario y adornos entre la iglesia de San Juan -"la parroquia más importante dentro del recinto urbano"- y la de San Esteban "que había dejado de ser parroquia antes que ella". Pese a su abandono, -añade-, es declarada en 1923 monumento arquitectónico-artístico; en 1931 se la incluye en el Tesoro artístico hecho "que no impidió que durante la guerra civil se utilizara como Depósito de Intendencia". Deterioradas las cubiertas del edificio, en 1945 se piensa derruirlo para ampliar la Academia de Intendencia estaba a sus espaldas: "En 1946, aun no ofreciendo peligro de ruina según el arquitecto que la tasa, fue vendida". El Estado se compromete únicamente a 'trasladar los restos humanos enterrados en la iglesia a la fosa común, y la portada, cornisa y sepulcros artísticos a un nuevo templo, el actual del Inmaculado Corazón de María', según indica Gutiérrez Robledo".

En líneas generales -continúa- se cumplió dicho acuerdo, "los años transcurridos entre el derribo del templo en 1947 y la reinstalación de la portada meridional en el edificio actual, fueron causa del deterioro de la decoración escultórica y de la pérdida del crismón, la imposta de hiedra y el capitel zoomórfico que aún había visto Gómez Moreno". Concluye que los restos románicos fueron restaurados de tal manera que "cuesta trabajo reconstruir su diseño original. Los dos capiteles de las naves, guardados en la sacristía del Inmaculado Corazón, fueron trasladados en 1981 a la iglesia de las Gordillas. Pero, junto a la dispersión de los restos románicos, hay que lamentar la pérdida de 'todo resto gráfico de la iglesia y de todos los documentos que pudieran facilitar su reconstrucción visual' como afirma Gutiérrez Robledo".





Bibliografía consultada:

Ávila Románica: Talleres Escultóricos de Filiación Hispano-LanguedocianaVila Da Vila, Mª MargaritaInstitución Gran Duque de Alba, Ávila, 1999.
Catálogo monumental de España. Provincia de Ávila, Gómez Moreno, Manuel.
Historia de San Vicente y Grandezas de ÁvilaBartolomé Fernández ValenciaInstitución Gran Duque de Alba, Ávila 1992.