miércoles, 29 de abril de 2020

El castillo de Montefrío


Llegamos a Montefrío desde Tocón por la carretera A-335, una carretera sinuosa que asciende por la sierra entre olivares que nos deja frente a un mirador desde el que se contempla la típica imagen de la villa a los pies de la Iglesia de la Villa en lo más alto del pueblo. Probablemente no sé si sería este el punto desde donde verían las tropas de Fernando el Católico el castillo nazarí antes de su toma que  dejaría el camino libre hacia la ciudad de Granada.

Entrada al castillo entre dos cubos artilleros

Pero la historia del castillo de Montefrío comienza unos años antes, tras victoria de Alfonso XI en la batalla del Salado (1340) y la posterior caída en 1341 de Alcalá la Real, Priego y Alcaudete. El reino nazarí de Granada reorganizará la defensa de sus fronteras en el sector noroccidental. Reformará los castillos de Íllora y Moclín entre otros, y construirá la fortaleza de Montefrío a la vez que reformará una serie de atalayas vigía y edificará otras nuevas en cerros escarpados que les permitía controlar los pasos naturales. El sistema defensivo de Montefrío estaba formado por el castillo, algunas torres de alquería -se menciona la desaparecida Torre de Nunes- y diversas atalayas, en total 8: Cortijuelo, Hachuelo, Cabreriza, Sol, Espinar, Quebrada, Guzmanes y Anillos que controlaban los valles del río Milanos, Molinos, Turca y Peral hacia la vega de Granada.

Cubo y resto de un lienzo del segundo recinto en la esquina SO

El castillo se erige en un escarpe rocoso, en una posición estratégica que controla el río Milanos, a mediados del siglo XIV durante el reinando Abu AbadallahYusuf I, (1332-1354) o Muhammad V (1354-1359/1362-1391) siendo encargado del proyecto de construcción el alarife mayor de la Alhambra. Su ubicación en lo alto del promontorio la hace casi inexpugnable, de hecho no será tomada. La fortaleza nazarí, de la que queda poco, estaba dividida en dos recintos amurallados claramente diferenciados a los que se accedía a cada uno de ellos a través de puertas en recodo. En la parte superior se asentaba el recinto militar, ocupado por la alcazaba; contaba con torre del homenaje, tres plazas de armas y dos amplios aljibes. Sus murallas tendrían hasta 7 torres circulares y cuadradas intercaladas, similar a los castillos cercanos que aún conservan su estructura. Fue residencia de Aben Ishmail III que reinaría más tarde como Jusuf V. El recinto inferior estaba ocupado por la población y se extendía por la ladera del monte hacia el perímetro de las murallas. Probablemente existía un tercer recinto amurallado a los pies del cerro que sería la zona del arrabal. Montefrío con su red de atalayas contaba con el apoyo militar de entidades mayores como Loja y Granada y serviría de refugio a la población con sus víveres y ganado en caso de peligro. Este sistema, sin embargo, sólo funcionó y fue eficaz contra las algaradas cristianas que buscaban botín, cautivos y ganado, a la vez que la destrucción de cosechas, pero se mostraría ineficaz frente al uso de la artillería cristiana que aceleró la caída de las distintas plazas a partir de la guerra emprendida por Fernando el Católico en 1482 y acabaría con la caída Loja y a rendición de Montefrío (1486) antes de concluir con la toma de Granada (1492).

Los dos aljibes y torre cuadrada de la alcazaba vistos de la torre de la iglesia

Montefrío sufrió varios ataques e intentos de asedio por las tropas castellanas en 1410, 1431, 1455 y 1457, además de los ataques a cargo de Enrique IV en 1463 y 1464, rápidos y cortos que como hemos dicho buscaban la obtención de un botín y la destrucción de cultivos sin buscar la conquista territorial. Es a partir de 1482, con Fernando el Católico y las acometidas de 1484 y 1485 que finalizan 1486 tras la caída de LojaÍllora y Moclín cuando el alcaide de la población negocia su entrega evitando la ocupación violenta.

Torre cuadrada

Desde su conquista hasta 1491 mantiene el modelo militar y conserva sus defensas. A partir de este año comienza a tener carácter más civil y se inicia la repoblación del territorio. Montefrío será entregada en usufructo a Alonso Fernández de Córdoba en pago al préstamo que hiciera a los Reyes Católicos para financiar la guerra. En esta situación estará hasta 1531 (cartela) o en 1510 (Cooper) cuando Granada recupera la potestad sobre Montefrío  -en época nazarí pertenecía a la cora de Elvira- pagando una parte del coste inicial. Según Cooper fue empeñada por 8 millones de maravedíes y se recobró la titularidad -el titular en ese momento era Pedro de Córdoba, el hijo del anterior-, pagándose la cantidad de 6 millones, la diferencia de 2 millones representaba "el valor del usufructo de Montefrío por los Córdoba en los 24 años de su ocupación"-en nota se especifica que la suma adelantada era de 7 millones-. Por otra parte, añade, fue la Corona quien pagó el coste de las nuevas fortificaciones según documentación que cita, haciendo una aportación en "dies e syete de octubre de ochenta e siete años dozientas myll maravedis que las ovo de aver para labrar una barrera en Montefrio". Estos deben ser los restos que Malpica Cuello destaca "en la zona del O antes de llegar al gran aljibe, viniendo de abajo, hay unos restos de muros de sillares, pero con un encintado de yeso, que sin duda deben adscribirse a las obras hechas por los castellanos".


Troneras de la barrera y escalera de acceso al adarve. 

En el momento de saldar la deuda el castillo se encontraba en ruina y se había solicitado su derribo para favorecer la expansión del pueblo. Tras la conquista se convirtió en fortín y en el lugar que ocupaba la mezquita se levantaría la iglesia de la Villa, obra de Diego de Siloé. Respecto a la torre de la iglesia Cooper comenta que su disposición interior es muy similar a la de una torre del homenaje, "con tres bóvedas de cañón en pila", aunque su ubicación fuera del recinto da a entender que sólo se usó como campanario. De la fortaleza se conservan algunos lienzos de la muralla perpendiculares al NO y dos torres circulares que defendía la entrada que situada entre ellas "con troneras muy desgastadas" y parte de una muralla quebrada con foso, adarve y peto almenado con orientación SO, una de las torres de planta cuadrada, tres aljibes -los dos de la alcazaba y un tercero "situado en mitad de la ladera"- y restos de las viviendas de la zona baja o villa. Para concluir llama la atención subiendo la cuesta que nos lleva a la explanada de entrada al castillo una serie de nichos excavados en la roca a la izquierda del camino que son tumbas de época cristiana.

Aljibe grande

Para concluir es importante señalar que los estudios que he consultado hacen hincapié sobre todo en las atalayas y torres y todo el sistema de dominio visual del territorio por lo que recomiendo la lectura de los trabajos de Malpica Cuello y Pedregosa Megías que cito en la documentación por ser dos excelentes trabajos de investigación y de comunicación muy asequible al lector.

Nichos de época cristiana en la ascensión al castillo

Para esta entrada he consultado, además de las cartelas informativas instaladas fuera del recinto y en el campanario de la Iglesia de la Villa, la siguiente documentación:

Montefrío en época nazarí, Pedregosa Megías, Rafael, @rqueología y Territorio, nº 8, 2011.
Poblamiento y Castillos en Granada. Malpica Cuello, Antonio, Lunwerg ed. 1995
Castillos Señoriales de la Corona de Castilla, Cooper, Edward, Junta de Castilla y León, 1991
El castillo de Montefrío, en www.rinconesdegranada.com


Iglesia de la Villa. A derecha del personaje el aljibe pequeño

                                                     Vista de Montefrío desde la torre de la Iglesia de la Villa

 Montefrío en el centro de la imagen desde la carretera de Tocón

Aljebe pequeño

Cubo de la entrada con troneras 

sábado, 25 de abril de 2020

El castillo de Rello


LLegamos a Rello desde la cercana Caltojar, por la SO-152. La villa se encuentra situada en una meseta que a modo de espolón se introduce en el valle que forma el río Escalante. El castillo se encuentra a la entrada del pueblo, es a través de él desde donde se entra a la población totalmente amurallada y que mantiene su trazado medieval. En la historia del castillo nos vamos a introducir con De los Cobos. La fortificación es un ejemplo de las reformas que se van a  acometer en algunas fortificaciones en un período marcado por la artillería,a principios del siglo XVI. En este período se desarrolla el cubo de planta circular con bóvedas de casquete esférico y se construye alguna que otra barrera con cubos de mayor envergadura como en Rello, pero "lo más habitual fue la adición de grandes cubos para artillería a edificios preexistente", como es el caso de Las Navas del Marqués (Ávila) o Cuéllar (Segovia). En su libro sólo mencionará la fortaleza, en una escueta descripción: "Murallas y castillo de los Mendoza, construido a principios del siglo XVI como una barrera artillera con cubos circulares alrededor de una torre rectangular anterior".

Liza entre la barrera y la torre del homenaje

Si en algo coinciden las fuentes consultadas es en la ausencia de documentación sobre el origen de la localidad, "no apareciendo siquiera en las crónicas árabes de la época", por lo que resulta difícil, como J.M. Gutiérrez nos explica, fechar al construcción de la muralla y la torre original, que pueden tener su origen en el siglo XII," habiendo sufrido modificaciones en el XIV, -fechando en este siglo la construcción de la muralla-, y en el XV". Estos añadidos son los torreones de varios pisos en los ángulos que darían forma  de castillo al edificio que contaba con su aljibe; hacia sur de la población, "una muralla baja hasta el río, terminando en una torre albarrana que se utilizaba para recoger agua de forma segura".

Torre cuadrangular que ejercía de torre del homenaje

La población tiene dos puertas de acceso que conservan restos de matacanes y los escudos de armas, en los que aparecen "un águila y las divisas de la Casa de Borbón y la de Lorenzo Suárez de Mendoza, conde de Coruña y vizconde de Torija", aunque sobre este último personaje veremos con Cooper que el escudo pertenece al hermano de éste Bernardino Suárez de Mendoza, segundo "conde la Coruña y señor de Rello". Destacar que el Condado de Coruña se debe a la villa burgalesa de Coruña del Conde; y no a la ciudad gallega. Más adelante para confirmar esta propiedad, Cooper trae un documento sobre la disputa por la venta de una herencia, de julio de 1534. En este documento Juan de Torres de Mendoza, señor de Retortillo y Sumer demanda que interpuso a "Bernardino Xuarez de Mendoza conde de la Coruña y a Alonso de Mendoza su hijo mayor diciendo pertenecerle la villa de Rello... por título de mayorazgo y sucesión de Juan de Mendoza su visabuelo..." Contesta Bernadino que la villa no pertenecía a Juan de Torres por mayorazgo, sino que era de Juana de Mendoza su madre, "y por que la dicha doña Juana vendio la dicha villa... por que el conde don Bernardino quando compro la dicha villa la hallo disipada y hizo la fortaleza y casa de aposentamiento..." Sin embargo, otros testigos facilitan otra versión del estado en que estaba el lugar "... que al tiempo que el conde de Coruña entro en la villa de Rello tenía muy buena fortaleza edificios y aposentos, y la villa estaba cercada..." que otros testigos aseguraban que "la fortaleza era una torre maltratada y la cerca tenya algunos portillos y la casa estaba para undirse y el conde lo hizo todo de nuevo..." y que "el conde después que compro Rello la cerco de cal y canto edifico la fortaleza y la casa y hizo algibe cabas troneras barrera valuartes y otros muchos edificios..."

Puerta de acceso a la villa

En otra fuente, Martín Jiménez también destaca lo incierto de las fechas de la villa y la construcción de la muralla, en concreto Rello no aparece mencionada en las crónicas musulmanas aun manteniendo una posición idónea "como plaza fortificada intermedia entre Medinaceli y Gormaz", además del hecho de que el general Galib en su marcha para socorrer Gormaz del asedio que en 975 mantenía una coalición cristiana entre los que se encontraba Ramiro III de León "utiliza como destacamento intermedio la plaza de la vecina Barahona". Apuntar que el prestigioso general Galib no participó en la batalla. Según la crónica musulmana Galib partió desde Barahona hacia Berlanga y de allí a Gormaz y al no poder cruzar el Duero retornó a Barahona para reorganizar su ejército. Serían los propios sitiados quienes derrotaran al ejército de Ramiro III- recordar que Barahona está situada a unos 15 km. al sur de Rello-. Concluye Martín Jiménez que su construcción debió ser anterior al XIV y que posteriormente el castillo seria reedificado por un miembro de la familia Mendoza, dotándolo de un recinto protector a modo de barrera artillera con cubos cilíndricos en cuyo interior se levanta la torre rectangular que hoy vemos desmochada. La muralla distribuye en su perímetro torres cuadradas y cubos cilíndricos, conservando parte de su almenado.

Torre albarrana en la ladera que baja al río Escalante

Cooper vincula la construcción del cubo artillero a las reformas que también se hicieron en las fortalezas de Almenara (Soria) e Íscar (Valladolid). Las tres tienen en común una innovación constructiva en Castilla -señala-: la planta circular, troneras tipo buzón en posición baja y robusta bóveda de cúpula de sillería que se observan en ambas y que, añade, en el resto de construcciones falta alguno de estos elementos. Añade que la torre del sistema defensivo, la rectangular que la hace castillo, fue derruida según tradición popular, por un rayo. A partir del siglo XVI se rodea la torre con el recinto de planta de diamante con cubos en los ángulos y con entrada en la villa a través de doble puerta en recodo. Como apéndice Cooper nos trae otro documento, éste del pleito entre Pedro de Zúñiga, conde Miranda, y Juan Zamora Alderete, de Valladolid, cantero autor de unas obras en el castillo de Íscar y concluye que éste fue autor también de las reformas de los castillos de Almenara y Rello, y presenta un cuadro genealógico en el que muestra los parentescos entre los propietarios de los tres castillos.

Puerta con escudo heráldico

Terminamos esta entrada con este curioso exvoto que se encuentra en la iglesia de San Bartolomé en Atienza (Guadalajara) en la que se representa la villa de Rello con su castillo y la cerca que la rodea, como agradecimiento a un milagro obrado por San Ramón. En la cartela podemos leer un resumen de la inscripción: "En la villa de Rello, a 16 de mayo de 1728, a la edad de 7 años, el hijo de Marcos (García) y Adoración (Barona) se cayó en el aljibe del castillo de 7 varas de profundidad (aprox. 6 metros) (8 varas ata el Agua y 8 de Agua, según el cuadro) Lo tuvieron por muerto sin atreverse a sacarlo hasta la llegada de la justicia. La madre invocó a San Ramón Nonato y se salvó."

Exvoto (1728) en la iglesia de San Bartolomé de Atienza (Guadalajara)


Para esta entrada he consultado los siguientes textos:

Castilla y León. Castillos y fortalezasCobos Guerra, F. y Castro Fernández, J.J. de, Edilesa, León, 1998.
Castillos de Castilla y LeónGutiérrezJosé Manuel , Ed. Edical, Valladolid, 2007.
Los castillos y fortalezas de Castilla y LeónMartín Jiménez, Carlos M. Ámbito, 2003
Castillos Señoriales de la Corona de CastillaCooper, Edward, Junta de Castilla y León, 1991.
Batalla de Gormaz, en www.condadodecastilla.es

Interior de la torre del homenaje

 Panorámica de la muralla de Rello

Cubo artillero



martes, 21 de abril de 2020

El castro vettón de Ulaca


Esta entrada sobre el castro de Ulaca es continuación, a modo de apéndice de la del Castillo de Villaviciosa, por lo que voy a intentar señalar lo más básico de la visita, aunque por ello no dejaré de intentar que sea interesante. Antes de llegar a Villaviciosa, donde veremos el castillo y un verraco, donde comienza la subida al castro, conviene parar en Solosancho; aquí podemos ver en la plaza de la iglesia el toro vettón procedente del castro de Ulaca. Las distancias son cortas de Solosancho a su anejo Villaviciosa hay poco más de 2 km. y del castillo a la entrada del castro 1 kilómetro, éste último todo a pie. Al salir de Villaviciosa dirección sur encontramos el centro de interpretación del castro y allí comienza una larga subida de unos 800 m. -Villaviciosa se encuentra a 1183 metros de altitud y el castro a 1400 metros, por lo que hay que ir bien equipado si se va con buen tiempo, a esa altitud la insolación es muy alta aunque no se tenga sensación de calor al estar atenuada por la brisa, además el castro es muy extenso por lo que recorrerlo requiere mucho tiempo-.

Entrada al castro

En el castro vamos a encontrar varias estructuras. La primera de ellas es la muralla, de la que sólo vemos una parte reconstruida pero que nos dará una idea del sistema de construcción defensiva, y una referencia de la estructura urbana y distribución social. Antes de continuar transcribiré la cartela informativa sobre el sistema de defensa de la muralla formado por un doble muro en la entrada a la fortificación: "En este punto de entrada al poblado la defensa fue organizada mediante la construcción de varias líneas de muros a modo de barbacanas que tenían como misión el desgaste paulatino de las tropas atacantes".

Estructura de una casa

Una vez en el recinto podemos distinguir varias estructuras de viviendas que, según Álvarez-Sanchís, a quien vamos a seguir, miden entre 50 y 250 m2, aunque la mayoría oscilan entre los 50/80 m2. Del entramado urbano distingue dos áreas, una de ellas tiene dos zonas de vivienda con residencias mayores y de élites y otra con tres áreas residenciales menores y talleres, y una cuarta extramuros al noreste. Existen dos áreas con restos de canteras, y otras dos dedicadas a cercados de ganado, todo ello estructurado en una red de caminos interiores. Aunque la zona más espectacular, sin duda, es la destinada al culto algo alejada de las zonas residenciales.

Cantera
En la zona destinada al culto podemos ver las dos estructuras más conocidas y monumentales, el altar de sacrificios y la sauna. Como hemos apuntado, se encuentra algo alejada, entre la zona residencial y el encerradero de ganado, en el área noroccidental, distribución que "evidencia una zona sacra". La primera estas estructuras es el altar de sacrificios, una estancia rectangular de 16 x 8 metros labrada en una gran peña "en la que una doble escalera conduce a una plataforma con varias cavidades comunicadas entre sí"; y otras dos estructuras hacia el oeste que podrían ser complementarias de ésta.

Altar de sacrificios

A unos 140 metros de distancia se encuentra la otra estructura, conocida como "la Fragua. Se trata de una construcción semihipogea de planta rectangular y 6.4 m. de longitud, dividida en tres habitaciones a modo de antecámara, cámara y horno". Recuerda que en principio esta estrucura se valoró como horno metalúrgico, aunque en la actualidad se propone como espacio termal "en relación con baños iniciáticos". A éstos hay que añadir un tercer elemento, "la Iglesia " o el "Torreón" "se trata de un edificio de gran aparejo y planta subrectangular (14x10 m.), delimitado por un recinto murado (70x48 m.) con doble paramento de grandes piedras", en la zona sur.

Fragua o sauna

Respecto al toro de Solosancho, López-Monteagudo proporciona unas medidas de 208 cm. de longitud; 87 cm. de alto, 57 cm. de ancho y un perímetro de 230 cm. Es un toro tallado en granito que como vemos en la imagen (2003) es de excelente porte. Procede del castro de Ulaca y lo podemos ver en la plaza de la Iglesia de Solosancho. La escultura está incompleta, le falta el morro y las extremidades están rotas a unos 20 cm. de su arranque. Tiene muy marcadas las mandíbulas y presenta sendos orificios para encajar los cuernos y una exigua papada. Presenta abundantes cazoletas en todo el cuerpo y un acentuado realismo sexual. Bajo el vientre se advierte un soporte central de sección cilíndrica, -es similar al toro de Chamartín (Ávila) del castro de la Mesa de Miranda- El toro fue hallado "en un lugar denominado "Fuente del Oso", en donde existe un manantial", lo que refuerza la idea de que pueden estar vinculados con la naturaleza encarnada en el agua y los pastos.

Toro de Solosancho

Para esta entrada he consultado y recomiendo, la siguiente documentación:

Los Vettones, Jesús R. Álvarez-Sanchis, Real Academia de la Historia, Madrid, 2003
Esculturas Zoomorfas Celtas de la Península Ibérica, Guadalupe López Monteagudo,  C.S.I.C., Madrid, 1989.


sábado, 18 de abril de 2020

El castillo de Villaviciosa (Ávila)


La visita a Villaviciosa es siempre a propósito, la carretera acaba en el pueblo por lo que no está de paso hacia otro lugar. Se llega desde Ávila por la carretera N-502 hasta Solosancho, -en esta localidad podemos ver un excelente ejemplar de verraco celtibérico-. Desde Solosancho, municipio al que pertenece Villaviciosa, tomamos la AV-P-410 hasta su final a unos 2 km. donde podemos visitar casi de forma exclusiva el castillo y el castro vettón de Ulaca. El castillo está al final del pueblo y no lo he podido visitar después de estar varias veces en el pueblo desde 2003; señalar además, que los setos que los rodean impiden ver algunos elementos desde fuera.

Torre del homenaje con balcones amatacanados

Coinciden los textos consultados, y comienzo con J.M. Gutiérrez, que el castillo que hoy vemos se debe al deseo de su propietario y constructor, Nuño González del Águila, de controlar el paso del valle de Amblés con las Parameras; aunque como veremos más adelante su construcción es anterior a su posesión, destacando otros autores tres fases constructivas, la torre del homenaje, anterior al siglo XV; la torre circular y el cerramiento para formar el patio de armas son del siglo XV, y por último la construcción de la Torre de las Damas del siglo XVI, torre que suscita cierta polémica.

Torre del homenaje, cerca y Torre de las Damas

La descripción más pormenorizada la hace Bernad Remón quien fecha la torre rectangular bastante anterior al siglo XV. Será en este siglo XV cuando se le añade el recinto rectangular, que hará de patio de armas, y los accesos y una robusta torre cilíndrica en el extremo contrario a la torre rectangular pasando ésta última a ejercer de torre del homenaje. Ésta tiene cuatro pisos; al primero se accede por una escalera exterior de piedra desde el patio de armas y como en los pisos superiores, cuenta con chimenea. Tiene como defensa troneras de cruz y orbe, terraza está remata con almenas y 8 balcones amatacanados, 4 en el centro de los muros y otros 4 en sus esquinas. El torreón circular tiene entrada independiente desde fuera del recinto y una escalera interior alojada en el grosor del muro. Cuenta con tres garitones en voladizo y está rematado con almenas. En el siglo XVI se añade por uno de los lados del recinto, junto a la torre del homenaje y a continuación de la puerta de acceso al castillo, otro torreón circular, el denominado Torre de las Damas. Profusamente decorado en su exterior, presenta garitas y ventana de estilo plateresco con venera y reja que está flanqueada con los escudos de los apellidos Dávila, Nuño González del Águila y Guzmán y el de su esposa Teresa Velasco y Guevara. Todo el conjunto se rodea o se intentó rodear de un recinto amurallado del que sólo nos queda un trozo. La Torre de la Dama tiene 3 pisos, el bajo, al que se accede por un pasadizo desde el patio de armas, fue utilizado como caballerizas, posee  9 pesebreras con doble cavidad (para agua y paja); en el segundo y tercer piso , a los que se accede por escalera exterior de piedra se pudieron utilizar como dormitorios y sala de estar.

Torre de las Damas: escudos heráldicos, ventana renacentista enrejada

E. Cooper comenta sobre el desarrollo constructivo del castillo que aunque "comparte el carácter abigarrado de su vecino, Aunqueospese, -la comparación con su vecino de Mironcillo es constante-el valor defensivo en comparación es mínimo". El núcleo del castillo es un grueso torreón con matacanes en las esquinas y en mitad de sus lienzos que está unido a un recinto almenado de pobre construcción. Añade que "casi al azar se añadieron a esta defensa dos cubos, uno con garitas de un tamaño normal (...). En el otro cubo, las garitas están tan atrofiadas que no se notan, pero los detalles renacentistas, y la forma absidal, sin propósito aparente, sirven para aumentar el caos visual", en referencia a la Torre de las Damas; califica de despropósito la construcción de garitas en los cubos, y comenta también que hay restos de una defensa exterior que posiblemente rodease el conjunto pero que no se llegó a terminar.

Torre almenada del siglo XV con garitas

Martín Jiménez no está de acuerdo con el análisis anterior y se muestra contrariado con que "algún estudioso de la arquitectura militar" haya criticado ese "desbarajuste arquitectónico" que supuso la construcción de la Torre de las Damas, sino que, al contrario, considera que en conjunto, con la ventana plateresca rodeada de blasones, le confieren una heterogeneidad de estilos agrupando en él "valores estéticos y arquitectónicos muy destacables". La construcción de la Torre de las Damas debió acarrearle problemas Nuño González del Águila pues tuvo que justificarla ante el corregidor de Ávila asegurando que eran obras de reforma debidas a la antigüedad del edificio, argumentando que sólo pretendía embellecerlo según relata el corregidor "que dicha fortaleza es muy antygua e lo que agora haze en ella es para la hermosura e no comyenza ni haze casa fuerte". Estos problemas debieron precipitar las obras y modificar el proyecto para no tener ningún impedimento para concluirlo, lo que en opinión de Cooper fue causa "responsable, en parte, del desorden arquitectónico".

Plano del castillo frente a la entrada actual

Frente a la puerta principal hay un verraco celtibérico, como ocurre en otras fortalezas, como Ciudad RodrigoPuente Congosto, San Felices de Gállegos o Villatoro. El verraco fue encontrado en unas tierras de labor por un labrador rentero, hallazgo del que da cuenta el Padre Fray Luis Ariz haciendo referencia a "La Torre de Villaviciosa, heredamiento antiguo, dado por el Conde Don Ramón, a Sancho de Estrada, no ay memoria, entre los Cavalleros que hasta oy lo han posseydo, quien fuesse el fundador". Para concluir transcribimos el comentario que se hace en la encuesta del catastro del Marqués de la Ensenada de 1751 que da una idea del estado del castillo en el siglo XVIII: "un fuerte todo de piedra con sus murallas de lo mismo que no sirve para cosa alguna".


Verraco celtibérico

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Castillos de Castilla y LeónGutiérrez, J.M., Ed. Edical
Castillos de Segovia y ÁvilaBernad Remón, Javier, Ed. Lancia, 1990.
Castillos de ÁvilaMuseo de ÁvilaJunta de Castilla y León, Ávila, 1989
Castillos Señoriales en la Corona de CastillaCooperEdward, Salamanca, 1991
Los castillos y fortalezas de Castilla y LeónMartín Jiménez, Carlos M.Ed. Ámbito.
Castilla y León. Castillos y fortalezasCobos Guerra, F. y Castro Fernández, J.J. deEd. Edilesa.
Historia de las Grandezas de la ciudad de Ávila , de Fray Luis Ariz, 1607 ed. Facsímil. Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ávila, Ávila, 1978.

Escudo de Nuño González del Águila y Guzmán
Escudo de Teresa Velasco y Guevara flanqueando la entrada
Escudo de los Dávila
Panorámica de Villaviciosa con la torre del castillo
 desde el ascenso al castro de Ulaca
Lápida de Don Diego Gabriel del Águila Señor de Villaviciosa y su
 mujer  Doña Guiomar de Urries y Acuña muertos en 1629 y 1631
Catedral de Ávila


martes, 14 de abril de 2020

Castillo de Fregenal de la Sierra


Llegamos a Fregenal de la Sierra desde Zafra por la EX-101. Llevaba la guía de Castillos de Badajoz de Terrón Reynolds a la que me referiré más adelante. Una vez en la villa el castillo lo encontramos en la plaza de la Constitución totalmente integrado en la población. Aunque la puerta de acceso está bajo una potente torre, la entrada se hace por la plaza a través de la Oficina de Turismo. Para iniciar el recorrido transcribiré el texto de la placa que hay en el castillo que nos introduce brevemente en su historia:

"Castillo templario. Las fechas de construcción del castillo y del origen de la ciudad no se conocen con exactitud aunque la más probable es que la población sea posterior a la reconquista.
Es mencionada por primera vez en 1283 cuando el rey Alfonso X concede legalmente Fregenal a la Orden del Temple, que ocupó el castillo hasta 1308. Al año siguiente Fregenal es concedido a Gonzalo Sánchez de Troncones (en agradecimiento a los servicios prestados al rey durante el asedio a Algeciras) que lo mantiene en su poder hasta su muerte, pasando a partir de entonces al Concejo de Sevilla.
En el siglo XVI el castillo sufre un proceso de abandono como consecuencia de un período  de estabilidad política. Siglos después los diferentes conflictos bélicos provocaron nuevas obras de fortificación. Por ejemplo, gran parte del almenado actual se fecha durante la Guerra de la Independencia contra las tropas francesas.
Dentro de la fortaleza se encuentra la Plaza de Toros y la Plaza de Abastos y adosada a la misma la Iglesia de Santa María y la Casa Parroquial".


La fortaleza, siguiendo a Terrón Reynolds, tiene planta poligonal semejante a un trapezoide. Está construida en mampostería y tiene reforzadas las esquinas en sillería. Tiene siete torres, seis cuadradas y una pentagonal; está coronadas por almenas y bajo éstas aspilleras. El castillo tiene adosada la iglesia de Santa María como un anejo que aprovecha una de las torres para instalar el campanario a la vez que defendía el templo; conserva, en el muro donde se ubica la iglesia, los restos de un aljibe. La puerta de acceso es de arco apuntado defendido por un matacán, entre éste y el arco hay una losa "con el uso templario, una cruz con brazos iguales sobre media luna". El castillo data del siglo XIII la mayor parte de la construcción actual.

Puerta de acceso al castillo

La descripción que del conjunto hace E. Cooper es más pormenorizada y la desarrolla según analiza la estructura con otras construcciones templarias. El castillo en su origen estaba protegido por el arroyo de San Lorenzo al este, y posiblemente el resto del recinto tuvo un foso hoy cegado. Llama la atención lo inusual de la altura de los muros que recuerdan a los de Montalbán, quizá se deba a que estaba pensada para albergar a toda la población en su interior, y lo poco desgastadas que están las ranuras del rastrillo, lo que puede indicar que éste dejó de usarse en época temprana. El torreón de entrada es de los más impresionantes, nos recuerda, en él ésta la lápida del uso templario "que parece orignal". Añadir que en los muros y bóveda en esta planta de acceso hay varias marcas de cantero. En todo el recinto sólo existe una única sala o dependencia y es ésta que ocupa por completo la primera planta de la torre. A ella se accede desde el adarve, tiene un sistema de doble puerta de entrada y una simple de salida, por lo que debía ejercer el control del tránsito del camino de ronda. La bóveda de la sala esta construida a sardinel y posee tres arcos que nacen directamente de los muro sin capiteles, arcos, asegura, construidos en fecha temprana. De la torre parte una escalera de caracol que lleva hasta la azotea. La mayoría de las características de la sala, concluye, constatan su origen templario.
Matacán sobre la puerta de acceso

Siguiendo el adarve, en el otro extremo, se encuentra la torre pentagonal, con "ajimez de estilo gótico puro (que) era evidentemente una cárcel"; construida con bóveda de cañón presenta saeteras, y su fecha su construcción, por varios elementos que se aprecian no es "anterior a principios del XIV", aunque tampoco son concluyentes para suponer que no fuese construido por los templarios. Por último, para complicar un poco su interpretación, cita una provisión de 4 de noviembre de 1293 en la que el castillo aparece en la lista de fortalezas facilitada por un cronista sevillano "quien, sin ninguna base documental añade a la lista de castillos autorizados (...) a Fregenal cuya construcción dice específicamente que fue emprendida en ese año". De la lista de castillos que relaciona el de Fregenal era el único templario y por aquellas fechas no pertenecía a alfoz de Sevilla, por lo que se entiende que el escribano supiera o se refiriera a "que se habían realizado obras importantes en el castillo".

Ranuras del rastrillo y bóveda planta inferior de la torre del homenaje.

La historia del castillo, siguiendo a Terrón Reynolds, se inicia cuando la villa es donada a Sevilla por el rey Alfonso X en 1253 y en 1283, como nos indica la placa que citamos al principio, pasa a poder de la Orden del Temple. A esta orden pertenecerá hasta 1309 con su disolución para retornar al concejo de Sevilla "hasta que en el siglo XVI fue redimida por la corona en agradecimiento a los servicios que le había prestado". Según Cooper, en el extenso capítulo que dedica a los templarios en su libro, apunta la posibilidad de que Fregenal, pudo haber entrado en posesión templaria desde 1248 tras su conquista por Alfonso IX de León , punto que se puede deducir del documento de devolución de 1283. Sin embargo Clemente Ramos y De la Montaña Conchiña ponen en duda este extremo toda vez que "la política de Alfonso IX, (era) claramente antitemplaria y proalcantarina en la Transierra extremeña". En 1309 la villa es traspasada a Gonzalo Sánchez de Troncones quien la poseerá hasta su muerte en 1312, fecha en la que el rey Fernando IV la incorpora de nuevo a Sevilla "pues Fregenal había sido ocupado ilegalmente por los templarios, habiendo sido antes dada a Sevilla por Alfonso X".

Entrada desde el adarve a la sala del primer piso de la torre del homenaje

Las cuestiones políticas, sucesorias y económicas explican las razones de las que Alfonso X confiscó las posesiones templarias. Fregenal bajo control del Temple generaba gran riqueza al estar integrada en una extensa jurisdicción que giraba en torno a los movimientos de ganado. Tras la conquista de la Andalucía Bética, señalan Clemente Ramos y De la Montaña Conchiña, la conquista del resto de Andalucía se frena, lo que provoca en líneas generales una aristocratización de las órdenes militares, equiparándose y rivalizando con la nobleza, y comienzan a participar en las luchas entre ésta y el rey, esto es, entre Alfonso X y su hijo Sancho por la sucesión al trono tras la muerte de Fernando de la Cerda, primogénito y sucesor. Aunque el gran maestre de la orden apoya a Alfonso, las encomiendas castellano-leonesas y su comendador apoyarán mayoritariamente a Sancho. Como hemos visto en marzo de 1283 el rey Sabio restituirá los bienes haciendo donación de Jerez de Badajoz y Fregenal a Juan Fernández "teniente logar del maestre mayor en las cosas que la cavlheria del Temple ha en Castilla e em Leom e em  Portugal"; como agradecimiento toda vez que “Gomes Garcia que se lhamava comendador tenente logar del maestre en las cosas que el Temple avia en Castilha e em Leon con los freires dessa Orden de los regnos sobredichos fueron em mio disservicio com Dom Sancho, alvoroçando los regnos contra mi”, esto confirma la actitud de Sancho que hará lo propio en sentido contrario concediendo "en 1284 'a don Frey Gómez Barcia, comendador del Temple, la meatad del serviçio e de la fonsadera de los sus vasallos'". Por tanto, cabe pensar, que las incautaciones que hace Alfonso X son a las encomiendas templarias castellano-leonesas, y la restauración de las mismas las hace a los templarios portugueses, -Juan Fernández era de origen portugués y el temple portugués fue fiel tanto a Alfonso X como a los Infantes de la Cerda sin reconocer legitimidad a Sancho IV.

Interior de la sala del primer piso de la torre del homenaje

A la disputa sucesoria hay que añadir, según Cooper, el componente económico ligado sobre todo a la ganadería y al plan expansionista de los templarios. Asentados en Jerez-Badajoz procederán a una fase de expansión: desde "las fortificaciones de Alconchel, Burguillos y Ventoso trataron de ampliar sus dominios procediendo a la fortificación de Fregenal", según un acuerdo al que habían llegado con la portuguesa Orden de Avis en 1259. Esto provocó un conflicto de intereses con el concejo de Badajoz apoyado y promovido por Alfonso X. Hay que señalar por último que la desaparición del Temple no tuvo nada que ver con su actividad en la península pues siguió las mismas pautas políticas y económicas que el resto de órdenes militares, sino que debe inscribirse únicamente dentro de la política francesa.

Torre pentagonal y lienzo de la zona este

La fortaleza contaba con muralla que fue derruida en el siglo XVIII. Durante este mismo siglo se construye el campanario que remata la torre del homenaje, y más concretamente en 1783 el patio de armas se transforma en coso taurino.

Tras visitar el resto de la población, señalar que Fregenal de la Sierra cuenta con un rico patrimonio cultural, partimos hacia nuestro próximo destino, Segura de León donde ya nos advirtieron sobre la dificultad de poder visitar su fortaleza.

Torre pentagonal con ajimez gótico. En su interior se ubicaba la cárcel 

Castillos de BadajozTerrón Reynolds, Mª Teresa, Ediciones Lancia, 1992.
La fortificación de España en los siglos XIII y XIVCooper, Edward, Ministerio de Defensa y Marcial Pons Historia, Madrid, 2014.
Las Órdenes Militares en el marco de la expansión cristiana de los siglos XII-XIII en Castilla y León. La Orden del Temple en Extremadura. Clemente Ramos, Julián y De la Montaña Conchiña, Juan Luis. http://journals.openedition.org/e-spania/312
CastillosNet, entrada Castillo de Fregenal de la Sierra.


Saetera en el interior de la torre pentagonal

Marca de cantero en uno de los sillares del interior de la puerta de acceso.

Bloc de Nota: Seis marcas de cantero que pude distinguir en la puerta de acceso. 
Escudo templario en la fachada y el reverso de una meaja de Sancho IV en la 
que aprecia la similitud de las cruces y los soles como apunta Cooper en su artículo.