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miércoles, 20 de noviembre de 2024

Illescas: La puerta de Ugena


Illescas se sitúa al norte de la provincia de Toledo, a escasos kilómetros de Torrejón de Velasco, al sur de la Comunidad de Madrid, desde donde habíamos partido tras visitar de nuevo el castillo del conde de Puñonrostro, un trayecto corto de tan solo 12 km. por la A-42. Nuestro objetivo era visitar la puerta de Ugena, último vestigio de la muralla medieval de Illescas. Para esta visita seguimos los comentarios la guía de castillos de Toledo de Ruibal (1992), donde destaca la fotografía que ilustra su libro, una fotografía antigua en la que el viajero encuentra la puerta adosada a una casa, que contrasta con la imagen actual.

Cara Este de la puerta

LA PUERTA

En la actualidad la puerta de Ugena se encuentra integrada en el núcleo urbano de Illescas, hacia el Oeste de donde partía el camino que comunicaba la villa con la cercana población de Ugena, a unos 3,5 km al noroeste. Está construida, nos recuerda Ruibal, con piedra y ladrillo, "posiblemente mudéjar como tantas construcciones de la zona". Las medidas que nos ofrece son la de una torre rectangular de 9 por 6 metros de lado. El ladrillo se utiliza para reforzar los ángulos a modo de grandes pilares de 1,40 metros de lado; mientras que las caras laterales están construidas con bloques de piedra que presentan la cara exterior labrada y sin labrar su cara interior; entre las hiladas de piedra se intercalan a su vez dos hiladas de ladrillo que alternan su longitud. La torre está ligeramente escalonada, a partir de la séptima hilada de piedra, resaltando una hilada de ladrillo a modo de imposta, que separa ambos cuerpos.

Arco Sur que daba a la población y cara Oeste de la puerta

Presenta dos puertas. La que se abría al exterior, al antiguo camino de Ugena, es un arco apuntado de ladrillo que le imprime esbeltez; y la puerta que da al interior de la villa, es un arco de medio punto. El interior forma una cámara de 9 por 3 metros y tiene una altura de 5 metros. Cada uno de los arcos debía tener su puerta correspondiente que, como solía ser costumbre en la época, se cerraría al anochecer. Según Ruibal, debería contar con dos plantas que debieron ser de madera; la inferior, la del suelo, donde estaría la entrada y un piso superior, hoy desaparecido, donde estaría la guarnición, a su vez cubierto con "plataforma almenada con garita de guardia". 

Cámara interior de la puerta

CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Illescas se encuentra entre un formidable entorno medieval, por lo que el viajero tiende a posponer su visita al contar tan sólo con esta puerta como vestigio de su pasado. La villa, según nos comenta Ruibal, fue poblada por Alfonso VI tras la conquista de Toledo en 1085, por lo que supone que de esa fecha deben datar sus murallas, aunque de su construcción, puntualiza, "poco se sabe". En la centuria siguiente, en 1188 Alfonso VIII cede la villa a la iglesia catedral de Toledo, como cita Estepa, aunque no se menciona ninguna construcción. Una fecha algo más concreta y no tan lejana, nos la proporciona Cooper que atribuye su construcción a Sancho IV (1258-1295) a finales del siglo XIII. Su construcción obedece a la previsión de posibles "trastornos a partir de 1288", problemas que se centrarían sobre el reino por las aspiraciones de su sobrino, Fernando de la Cerda, a la corona de Castilla
 
Cara Oeste de la puerta

En 1289, comenta Cooper, el rey Alfonso III de Aragón hace constar su apoyo a la candidatura de Alfonso de la Cerda a la corona castellana, estrategia que junto a Portugal, tenía como objetivo debilitar el reino castellano. La reacción de Sancho IV será reforzar en 1291 el alcázar de Ávila, y "en época desconocida hace amurallar Illescas (La Sagra)", cuyo señorío era "pretendido por la Mitra de Toledo del que desconfiaba el rey", aunque como hemos visto en 1188 ya estaba en poder de la Mitra toledana. Poco después, en 1323, continúa Cooper, la villa posee alcázar toda vez "que el infante-arzobispo construye un alcázar en Illescas"; se refiere al infante Juan, hijo del rey Jaime II de Aragón, y cuñado de don Juan Manuel. Este alcázar, añade en nota, "se construyó sobre la puerta del Sol", sin embargo, otra fuente referida a 1355, especifica que la construcción es "un castillejo fuerte encima de la yglesia del dicho lugar".

Arco apuntado en la cara Norte de la puerta

A principios del siglo XVI, continuamos con Ruibal, "en 1518, esta población tenía castillo con foso, cubos en los ángulos y torre del homenaje, con saeteras, en buen estado". El regidor de la villa solía ser alcaide del castillo, entre éstos, "uno de ellos fue Juan Alonso Beltrán, depuesto por el cabildo de Toledo pues la población pertenecía al obispado, a la muerte del cardenal Cisneros". En 1575, el castillo ya se encontraba arruinado y sólo se conservaba la cerca de tierra apisonada que protegía la población.


Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Cooper, Edward.La fortificación de España en los siglos XIII y XIV, Ministerio de Defensa y Marcial Pons Historia, Madrid, 2014.
Estepa Díez, Carlos, Los territorios del rey. Castilla, siglos XII-XIII, Marcial Pons Historia, Madrid 2021.
Ruibal, AmadorCastillos de Toledo, Ediciones Lancia, León, 1992.

sábado, 11 de noviembre de 2023

Torre Tolanca


Llegamos a la Torre Tolanca después de nuestra visita a Mazarambroz siguiendo un camino rural. Desde el camino se puede ver la torre que se asienta sobre un cerro donde aflora un crestón de cuarzo. Desde el cerro se domina una amplia panorámica y desde él se pueden ver algunas de las fortalezas sobre cerros similares, como las de Mora o Almonacid, aunque en este caso la pendiente que lleva hasta la torre es suave y tiene fácil acceso; nosotros atravesamos a pie un olivar. No teníamos más información de la torre, y sin certeza, que es de origen musulmán, y es que apenas encontramos información sobre ella. Para esta visita nos vamos a guiar por el excelente trabajo de J.M. Rojas publicado en Montes de Toledo. Estudios Monteños (1986) que será nuestra única guía.

Torre Tolanca. Vista de las fachadas Norte y Este

Respecto a la historia y estudio de la Torre Tolanca transcribo el comentario introductorio bastante significativo que hace Rojas en su trabajo: "No deja de ser chocante que un baluarte de este tipo, que se yergue, bien definido, sobre un alto cerro existente en el término municipal de Sonseca y que es visible desde puntos tan lejanos como Mora, Almonacid, Layos, Noez, Ventas con Peña Aguilera, etc., haya sido ignorado en casi todas las publicaciones existentes, hasta el momento, sobre castillos y torres de Toledo y de Castilla-La Mancha".

LA TORRE

Una de las característica de esta fortaleza es que carece de vanos, aunque, como comenta Rojas, quedan restos de los quicios de las puertas, tanto en la torre como en el edificio anejo adosado a la cara Este a modo de barbacana, por lo que a simple vista se aprecian dos fases constructivas, la torre propiamente dicha y la barbacana. Al interior de la torre accedimos por un hueco practicado recientemente por el centro de la cara sur.

Cara Sur de la torre donde se ha practicado una entrada reciente

La torre tiene forma rectangular, Rojas aporta unas medidas de 23 x 9,30 m. Según se aprecia en el interior debió tener al menos tres plantas; la planta baja que descansa sobre la roca madre. que está dividida en dos dependencias; la primera planta que debió tener una sola estancia, y la tercera "que desconocemos el tipo de habitáculo que sería al hallarse caída la bóveda que su sustentaba". Los muros tienen un grosor de 2,8 m. y el interior que divide la planta baja 1,7 m.

Interior de la torre. A la izquierda el hueco de acceso, en frente la pared que
divide la estancia con hueco también reciente: en los muros de aprecian los
mechinales de apoyo de las cimbras para la construcción de la bóveda.

Como hemos dicho, se abren dos huecos recientemente, el de acceso a la torre por su cara sur y el que se ha practicado en la pared que divide la planta baja. En origen se debía acceder desde el hueco practicado en el techo a una altura de 6,1 m. en la pared Este. La bóveda tiene un espesor de 0,8 m. y una altura media de 4 m. La estancia mayor disponía de tres aberturas y debió destinarse a aljibe; mientras que la menor sólo una abertura lo que hace suponer que estaba destinada a granero o despensa.

Fotografía desde el interior de la estancia menor que no tiene iluminación,
vemos el vértice sureste que está iluminado por el acceso de la primera planta.

La primera planta debió tener una sola estancia y dedicarse a habitación para alojar al personal de defensa. Tampoco debió tener vanos salvo el de la puerta  de acceso del que sólo se conserva el quicio. De la tercera planta hay poco indicios, señala Rojas, por lo que sólo queda como hipótesis que debía ser como la primera planta, debería tener alguna abertura para acceder a la primera y a la planta baja. En la actualidad tiene una altura de 10,2 m. en su lado Sur, pero es imposible saber la altura total original del edificio.

Vista cenital de la torre con la barbacana a la derecha. Foto Rafa Moreno 


LA BARBACANA

La barbacana, igual que la torre, es rectangular y aprovecha los afloramientos rocosos del cerro para asentarse. Está adosada a la cara Este de la torre y su lado opuesto, el extremo oriental tiene forma semicircular. En su lado sur se encuentra la que sería la entrada compuesta por dos muros paralelos dispuestos dirección Este-Oeste que da lugar a un callejón rematado por una puerta de la que sólo se conserva el quicio, similar a la de la torre. El espesor de los muros es de 1,5 m. lo que ha propiciado que su conservación haya sido peor aunque los materiales de construcción son muy parecidos a los de la torre: mampuesto unido con argamasa de buena calidad.

Lado Este de la torre a la izquierda el muro que forma el callejón de entrada
y primer plano, sobre la roca, el remate semicircular de la barbacana


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Una vez descrita la torre, Rojas pasa a preguntarse por la finalidad de la misma; tanto el grosor de los muros como la calidad y dureza de los materiales utilizados en su construcción que le otorga calidad de fortaleza; la ubicación, en un cerro isla que permite a los ocupantes controlar un gran espacio visual y su posición a escasos kilómetros de la cara Norte de la zona central de los Montes de Toledo . La carencia de vanos y que el único conocido es la puerta de acceso a 6 metros de altura, la presencia de granero y aljibe, concluye que debía tener función de torre de observación militar y a defensa pasiva toda vez que por lo reducido de su espacio debía contar con escasa dotación.

Los Montes de Toledo desde la barbacana. En el centro el puerto de Albarda

Desde la torre se puede controlar, hacia el Sur los pasos de los puertos de Marjaliza, distante unos 9 km. y Albarda a 8 km. Posiblemente la torre alcanzaría los 15 m de altura, su construcción sería islámica sin certeza de época, o bien emiral o califal. Que su origen sea islámico se justifica con la similitud de estructuras similares en la Meseta Norte con la torre de Noviercas o la de Doña Urraca en Covarrubias. La cercanía de Toledo, ciudad que vivió  épocas convulsas  y revueltas contra el califato de Córdoba pudo propiciar que la ciudad de Toledo tomara medidas de protección y defensa, entre ellas organizar en torno a la ella un cinturón de baluartes-observatorios en la ladera norte de la parte central de los Montes de Toledo con el fin de controlar los pasos naturales. 

Vista al Este de la barbacana, en el centro del horizonte el castillo de Mora

Este cinturón estaría formado, de Oeste a Este por la Torre de los Moros en Ventas con Peña Aguilera, por el castillo de Mora, la torre Tolanca, el castillo de Almonacid y otra torre hoy desaparecida en la plaza de Orgaz, esta última con las mismas medidas, disposición y sin vanos, como la Tolanca. Este sistema, nos recuerda, sería similar al dispuesto en el reino nazarí en torno a Granada. Por último le asigna una cronología aproximada de los siglos IX y X.

Cara Oeste de la torre y afloramientos de cuarzo

La barbacana es de una fase constructivas posterior; el remate semicircular de la zona más oriental es impropia de los hispanomusulmanes de los siglos IX, X y XI; además, de estar construida con un muro de menor grosor tratándose de muros adosados a la torre. Le adjudica una cronología de los siglos XII y XIII por fragmentos de cerámica mudéjar encontrados en los alrededores; asimismo, añade, se trata de una nueva tendencia constructiva como la aportada por los cristianos tras la toma de Toledo. Después de la conquista de Toledo, la torre debió tener las mismas funciones tan solo que vigilando las incursiones de almorávides y almohades.

Meseta donde se asienta la barbacana al Este de la torre.

La torre se desocupará a partir  del siglo XIV según va avanzando la repoblación de la zona que da paso a un nuevo tipo de torres con distinta finalidad, posiblemente como la que vimos en la parada de nuestro viaje en Mazarambroz.

Muro que protege la entrada a la barbacana carece de trabazón con la torre

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Rojas, J.M, Sonseca: La Torre Tolanca, Montes de Toledo, Estudios Monteños, Toledo, 1986

Interior de la torre y los mechinales de apoyo para construir la bóveda

Acceso a la planta baja desde el primer piso

Graffitis en los sillares de granito que refuerzan la esquina Noreste


sábado, 27 de mayo de 2023

Castillo de Orgaz

 

Nuestra primera visita a Orgaz fue en 2016 siguiendo una ruta para ver algunos castillos por la provincia de Toledo. En aquella ocasión no pudimos ver su interior, visita que hacemos en un segundo viaje este 2023, y pocas cosas, al parecer, han cambiado desde entonces. Si la primera vez habíamos llegado desde Manzaneque, la segunda lo hacíamos desde Mazarambroz donde habíamos visitado su torre del siglo XIV.

Lienzo sur con la gran torre del homenaje a la derecha la torre circular

CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

El señorío de Orgaz tiene su origen en la compra de unas tierras en el lugar que alguacil-alcalde de ToledoFernando Juanes de Alfarilla hace en 1220 a la parroquia de Santo Tomé de Toledo, institución a la que seguirá unida durante varios siglos. A su muerte en 1234, el señorío lo hereda su hijo, alguacil de Toledo, Gutier Hernández hasta su muerte en 1260; a éste le sucede su hijo Ruy Gutiérrez a quien Alfonso X le confirma el señorío. A éste le sucede su hijo Gonzalo Ruiz de Toledo, IV señor de Orgaz, el más famoso de los señores que poseyeron la villa y cuyo entierro inmortalizará El Greco dos siglos y medio después de su muerte.

Lienzo sur y puerta de acceso junto a la torre del homenaje

La persona de Gonzalo Ruiz de Toledo tuvo gran proyección en la corte de Castilla; el rey Sancho IV le concede en 1293, por ser "vasallo del infante don Fernando, mi hijo", el privilegio de celebrar un día a la semana mercado en la villa Orgaz. Con Fernando IV alcanzará el cargo de notario Mayor de Castilla y de Andalucía, cargos que confirmará Alfonso XI. En su ascensión en la corte, 1315 firmará como amo del Rey Alfonso XI. Será a su vez, hombre de confianza de la reina doña María de Molina durante la minoría de edad de Fernando IV y posteriormente de Alfonso XI. Como señor de Orgaz, instituye que por santo Tomás (21 de diciembre), en concepto de rentas por la cesión de unas caleras, el Ayuntamiento de Orgaz se hiciera a la parroquia de Santo Tomé en Toledo, parroquia que él había restaurado y ampliado, "una dotación de carneros y gallinas, vino y leña para celebrar la fiesta del santo, invitando a clérigos y dando de comer a cuarenta pobres de la ciudad". Gonzalo Ruiz de Toledo muere en 1323 y las donaciones se siguieron llevando a cabo hasta que en 1550 el párroco de Santo Tomé pone pleito por que los de Orgaz dejaron de aportar esta renta. Aunque el pleito lo ganó la parroquia toledana pronto dejó de satisfacerse.

Puerta de acceso renacentista de arco de medio punto y grandes dovelas

A Gonzalo Ruiz de Toledo le sucede al frente del señorío su hijo Martín Fernández de Toledo. Éste alcanzará tantos cargos en la corte como su antecesor, llegando a ser justicia mayor de la casa del Rey, y preceptor de Alfonso XI y Pedro I durante minoría de edad de ambos reyes, y ambos a su vez, confirmaron todos sus derechos. A la muerte Martín Fernández, le sucede al frente del señorío su hija Aldonza que casará con Pedro Núñez de Guzmán; este matrimonio introduce el linaje de los Guzmán andaluces en Toledo, cuyo escudo de armas, muy deteriorado, campea sobre la puerta de acceso del castillo.

Escudo de armas de los Guzmán sobre la puerta de acceso al castillo

En 1520 Carlos I concede a Álvar Pérez de Guzmán, a la sazón XI señor de Orgaz, el título de conde de Orgaz., no obstante los orgaceños se negaron a reconocer el nombramiento al creer que era una argucia del rey para atraer a su señor a su bando, pues coincide con el año del inicio de la Guerra de las Comunidades. El conde se uniría al ejército real junto a otros caballeros; por lo que fue declarado por la comunidad traidor, condición por la que podía ser expoliado y muerto sin juicio. En ausencia del conde los vecinos, partidarios de los comuneros, se atrincheraron en el castillo que fue incendiado por la tropas reales. Cooper comenta que probablemente Pérez de Guzmán fuese el constructor del castillo y nos trae un breve comentario sobre la personalidad del conde según un documento de principios del siglo XVII, "Don Alvar Pérez de Guzmán... señor de Santa Olalla y Orgaz... fue gran jugador, por la qual vino a mucha necesidad y así hizo muchas demasias a sus vasallos, de tal suerte que muchos se fueron a morar fuera de su estado...".

Lienzo este con la gran torre circular a la izquierda la torre del homenaje

La sucesión de Pérez de Guzmán, fallecido hacia 1555, es confusa, asegurando algunos historiadores que le heredó su hija Isabel quien, por ser monja, propició que el condado pasara a su sobrino nieto Juan Hurtado de Mendoza, que pertenecía a una rama menor de los Mendoza, y que en el XVIII recayese en José Crespi de Valldaura y Hurtado de Mendoza, de la familia valenciana Crespí de Valldaura que instalará en la ciudad de Ávila el archivo familiar. Según la cartela informativa que hay junto al castillo, en el siglo XIX la propiedad fue desamortizada, "siendo adquirida por Apolinar Moreno Ventas por 11.000 reales". Los herederos de éste lo venden en 1970 a Estanislao Llopis Llopis quien restaura el edificio del que sólo se mantenían en pie los lienzos, dándole el aspecto actual. A la muerte de su hija, Gema Llopis, última heredera de la fortaleza, en el siglo actual dona el castillo a la villa siendo en la actualidad propiedad municipal.

A la izquierda el lienzo norte con tres escaraguaitas, y lienzo oeste


EL CASTILLO

Como hemos visto, el castillo es una construcción tipo señorial que según Ruibal, se construye en los siglos XIV-XV. El edificio se encuentra en buen estado gracias a las restauraciones y consolidaciones que se han llevado a cabo en los últimos tiempos. Tras el ataque e incendio que sufrió el castillo por parte de las tropas reales durante la Guerra de las Comunidades, recordar que en él se habían encastillado los los vecinos partidarios de los comuneros, el edificio debió sufrir importantes desperfectos y a partir de entonce, inició un proceso de progresivo abandono, estado en el que llega al siglo XVIII.

Interior del castillo desde el adarve del lienzo oeste. A la derecha la torre del
homenaje; centro la torre circular y a la izquierda la escaraguaita noreste

Ruibal lo describe como un edificio que posee una formidable torre del homenaje de 20 metros de altura. Se encuentra emplazado en llano y contó con foso y antemuro, de éste quedan vestigios en su lado oeste. Cuenta con cuatro torreoncillos o escaraguaitas con matacanes, tres en las esquinas y el cuarto en el centro del lienzo norte, que defienden la base de los muros. Cuenta con patio renacentista cuyas columnas son reproducción a partir de la única original empotrada en el muro sur. En el lienzo este, "un curioso torreón semicircular, a modo de ábside", que presenta una profunda canaladura en el exterior por la que se evacuaban las letrinas. El edificio está construido en mampostería y sillares reforzando las esquinas de muros y de la torre del homenaje, a la vez que cuenta con abundante construcción en ladrillo en su interior. Conserva todas sus almenas.

Fotografía del interior del castillo en estado de ruina.
Copia que se exhibe en el propio castillo de Orgaz.

Cooper no dedica mucho espacio al castillo al que considera, como los demás castillos señoriales del alfoz al sur de "la ciudad imperial" en un terreno que ayuda poco a la fortificación, -es la misma sensación que tienen los viajeros al visitar el cercano castillo de Manzaneque-. Su planta, nos recuerda, es la de una iglesia "con campanario, ábside y hasta orientación como si fuera templo", debiendo su apariencia señorial a matacanes, garitas, almenas y a la ausencia de ventanas, y concluye que el estado de ruina en que se encontraba,-debió visitarlo antes de las reformas- impide conocer la disposición original de sus dependencias.

Patio de armas. Galería del lienzo oeste con columnas salomónicas

El edificio se organiza en torno al patio de armas en cuyo lado sur destaca la torre del homenaje, una torre de 20 metros de altura y 12 metros cada uno de sus lados, está coronada con almenas y diferentes tipos de troneras, aunque carece de defensa vertical. En la planta baja, vemos una estancia con bóveda de arista de ladrillo que data de la primera fase constructiva del castillo y que probablemente se destinase a almacén, se accede a ella desde el patio por la puerta independiente situada entre la puerta principal y el arranque de la escalera exterior que da acceso a las plantas superiores, posee una ventana que le proporciona luz y permite conocer el grosos del muro. El acceso a las plantas superiores se hace en altura para alcanzar la segunda planta, donde se abre una amplia sala con dos ventanas al oeste con sendos cortejadores; ésta debía ser la estancia principal del castillo donde se alojaba el señor.

Ventana que da luz al sótano de la torre del homenaja

En el lienzo norte se abre otra estancia, -en el plano que hay frente al castillo esta estancia eran dos cuadras con una gran bóveda apuntada de ladrillo a sardinel que se asienta sobre los muros construidos directamente sobre la roca madre.

Dependencia con bóveda apuntada de ladrillo en lado norte del patio de armas

El lienzo este, donde se levanta la torre circular, llamada de la capilla, ha perdido la crujía desde donde se accedía. La torre no pudimos visitarla, aunque según las fuente consultadas no era precisamente la capilla del castillo sino una torre albarrana que defendía por medio de unas troneras en la estancia superior el lado este del castillo. Cuenta con varias ventanas, a diferente nivel cada una de ellas.

El lienzo oeste es el más atractivo para los visitantes, cuenta con un soportal con cinco esbeltas columnas salomónicas -tan solo la encastrada en el muro sur es original-. En esta zona, en el interior de la estancia, se encuentra una cata arqueológica que muestra el nivel de escombros y la profundidad en la que se asentaba el castillo sobre la roca madre, por lo que es de esperar que emerjan datos más concretos sobre el origen de la fortaleza.

Cata arqueológica en el interior de las dependencias del lado oeste

Terminada nuestra visita al castillo, y después de la comida, hicimos una visita al cementerio de la villa. Allí pudimos ver una placa que recuerda la muerte de varios vecinos de Orgaz en un enfrentamiento contra una partida carlista conocida como Facción Palillos, muy activa en las provincias de Toledo y Ciudad Real. El hecho ocurrió en 1839 durante la I Guerra Carlista; y vuelve a ser recordado con una pequeña pirámide a unos kilómetros de Orgaz en la carretera de Arisgotas. Con estos datos nos propusimos rescatar ese episodio en otra entrada dedicada precisamente a las Guerras Carlistas y la Facción Palillos

Escaraguaita en el centro del lienzo norte

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Alvar Pérez de Guzmán, Vaquero Serrano, María del Carmen, ficha de la Real Academia de la Historia en dbe.rah.es/biografías.
Castillos Señoriales de la Corona de Castilla y LeónCooper, Edward, Junta de Castilla y León, 1991.
Castillos de ToledoRuibal, Amador, Ediciones Lancia, León, 1992.
Gonzalo Ruiz de Toledo, Fernández González, Demetrio, ficha de la Real Academia de la Historia en dbe.rah.es/biografías.
Martín Fernández de Toledo, Morollón Hernández, Pilar, ficha de la Real Academia de la Historia en dbe.rah.es/biografías.

También se puede consultar un extensa historia del castillo en: 

http://wwwvilladeorgaz.es/orgaz-patrimonio-civil-castillo-edificio.htm


Marca de cantero en el exterior junto a la esquina suroeste

Estado del castillo en la década de 1960. Copia que se exhibe en el castillo

Lienzo norte y oeste con los restos del antemuro que defendía el castillo
Imagen de Rafael Moreno

Plano del castillo de 1881 del Instituto Geográfico y Estadístico junto
al castillo.

domingo, 23 de abril de 2023

Torre de Mazarambroz


Llegamos a Mazarambroz a primera hora de la mañana después de una parada en Argés. Hicimos un breve recorrido por la población donde destaca la portada de la casa del Callejón del Tostado, la picota o rollo jurisdiccional y la casa solariega blasonada de la calle Libertad. Tras este breve y pausado recorrido, llegamos a una huerta desde la que se puede ver parte del torreón medieval que se encuentra en una finca contigua, a la que no tuvimos acceso, por lo que algunas zonas, como la entrada a la torre no pudimos ver ni estudiar.

Ventana en la cara oeste defendida por un matacán y, bajo ésta, una saetera

Según Amador Ruibal el origen de Mazarambroz es una alquería musulmana de Amrus. -Amrus ibn Yusuf (ca,760-ca.814) fue gobernador de la Marca Superior y constructor de la parte más primitiva del alcázar de Toledo, importante personaje trató con Hisham I, Al-Hakan I y el príncipe, futuro Abderramán II, del Emirato Omeya de Córdoba, y con Carlomagno, Emperador de la Cristiandad. Fue conocido en las crónicas cristianas con el nombre de Amrús el Muladí, Amaroz, Amoroz y Ambroz- de donde, continúa Ruibal, deriva su nombre. En la alquería se levantó esta torre cuadrada que aún conserva parte de su almenado, aunque sin citar su fecha de construcción. Aún conserva su pequeña puerta, una ventana y saeteras; cuenta con tres pisos con bóvedas de ladrillo, de cañón y arista, y una escalera estrecha de piedra califal. En cada uno de sus frentes cuenta con un balcón amatacanado para defender la base de los muros. Esta descripción se repite prácticamente en todos los textos consultados, incluso en la cartela que podemos encontrar en la propia población.

Se construye en la Edad Media, siglo XIV. Posiblemente para defender la población cristiana asentada en este lugar se levantó la torre vigía o atalaya, conocida por "El Castillo". Éste como otros muchos castillos y fortalezas constituían el sistema defensivo de la línea del Tajo frente a posibles ataques musulmanes deseosos de recuperar las tierras toledanas que había perdido.
La construcción del castillo data de finales del siglo XIV. En la actualidad el castillo es de propiedad privada.

Lado sur de la torre donde se aprecia una saetera y una ménsula

Es más que dudoso que a finales del siglo XIV, fecha de la construcción de la torre, sea el temor a una reconquista musulmana de las tierras toledanas la que justifique su construcción. A continuación leemos
 la siguiente descripción del edificio: Torre de planta cuadrada realizada en mampostería de piedras desiguales y con sillares graníticos mejor trabajados en las esquinas del edificio, La construcción consta de tres picos (sic) y en lo alto de los cuatro muros sobresalen matacanes sobre dos canecillos. De su antiguo coronamiento sólo se conserva algún merlón prismático-rectangular. La puerta de entrada es de pequeñas dimensiones y tiene una forma adintelada, cuenta además con una ventana de igual forma que la puerta y algunas saeteras muy estrechas. También se conservan las fuertes bóvedas de ladrillo que cubrían sus estancias, unas de cañón y otras de aristas, junto con unas estrechas escaleras de piedra.

Además de la información de la cartela información turística he consultado la siguiente documentación:

La ruta de Amrús ben Yusuf en Aragón, Alagón, Alejandro, 2019
Castillos de ToledoRuibal, Amador, Ediciones Lancia, León, 1992

Pica o rollo jurisdiccional de Mazarambroz

miércoles, 10 de marzo de 2021

Castillo de Guadalerzas


Llegar al castillo de Guadalerzas fue un pequeño capricho o una debilidad, sobre todo por lo apartado del lugar y sin saber si podría entrar. Para llegar hasta él  salí de Los Yébenes dirección a Malagón por la N-401. A la altura del km. 17 hay que tomar un camino de tierra frente a la entrada de una finca particular.  Una vez en la finca hay que abrir y cerrar las puertas de los cercados para evitar que salga el ganado; este tramo del recorrido se puede hacer en coche hasta llegar al arroyo Bracea, a partir de aquí el último y escaso medio kilómetro se hace a pie, de ahí la recomendación de hacer la visita en verano cuando el arroyo no tiene agua y los pastos secos. Tras cruzar el arroyo  el camino continúa a la derecha y tras un suave repecho de unos 300 metros, a través de un jaral, se llega al castillo.

Perspectiva oeste de cubos y torreón
La fortaleza es muy llamativa en la distancia, aunque según se acerca el viajero se percibe el deterioro del edificio, tanto, que casi no es necesario leer el cartel que avisa del peligro de derrumbe. Amador Ruibal, a quien seguiremos en nuestra descripción, pues el interior no pude visitarlo, nos habla además de un puente, los restos imperceptibles de otro castillo musulmán y una calzada empedrada. El castillo lo construye la Orden de Calatrava en el siglo XII. Ya estaba construido en 1178 como hospital que utilizarán los caballeros de las tres órdenes militares cristianas que campaban en la frontera con los reinos musulmanes, en aquel momento situada entre Sierra Morena y el Guadiana. Aunque no hace referencia a qué tres órdenes militares campaban por la frontera, Martínez Val nos informa que en el castillo de Alarcos, previo a la batalla de 1195, estaban las órdenes de Calatrava, Santiago y San Julián de Pereiro, filial de la de Calatrava y futura Orden de Alcántara.

Lienzo sur y puerta de acceso
Tras la derrota castellana en Alarcos (1195) el castillo va a caer en manos de los almohades. Sobre este hecho Martínez Val cita el siguiente texto de Las Definiciones de la Orden y cavalleria de Calatrava, (1748) que narra la huida de Alfonso VIII y el Maestre de Calatrava tras su salida del castillo Alarcos tras la derrota: "hallóse con sus Caualleros en Compañía del Rey Don Alfonso en la nombrada batalla de Alarcos, en que los cristianos fueron vencidos y muchos muertos y presos. El Rey y el Maestre se retiraron a Guadalerza. Perdiose luego el castillo de Alarcos...". Guadalerzas, nos recuerda, formaba parte escalonada junto con Malagón en el camino entre Alarcos y Toledo defendiendo el paso de Los Yébenes. Recordemos que la derrota tuvo un fuerte impacto en la reconquista pues el ejército almohade continuó su castigo contra el reino castellano hasta un año después; en 1196 la frontera había retrocedido del Guadiana hasta el Tajo asediando los alhomades ciudades conquistas por Alfonso VI y Alfonso VII "Toledo, Madrid, Alcalá de Henares, Huete, Cuenca y Uclés" y se pierden otras, entre ellas Plasencia, y deja prácticamente aislada a Castilla que pierde el apoyo de León y Navarra que pactan ahora con los almohades. También dejó muy maltrecha la Orden de Calatrava; sus guarniciones "se hundieron sin remedio. Esto era grave porque en los cuarenta años desde su fundación, la Orden de Calatrava se había mostrado siempre de una eficacia guerrera de primera categoría. Era una milicia ardiente y combativa, bien mandada, disciplinada y eficiente. Un verdadero ejército profesional, con todas las virtudes de tal y sin ninguno de los defectos que, años adelante, aparecerían, en gran parte por los efectos de esta misma batalla". Tras la batalla todos los castillos calatravos "fueron cayendo uno tras otro en breves días: Calatrava, Caracuel, Benavente, Malagón, las Guadalerzas. Hasta Los Yébenes no paró el empuje almohade". 

Torreón tras las dependencias del lienzo oeste
Tan solo tres años después, en 1198, los freires de la Orden de Calatrava, unos mil efectivos, en una operación audaz, se adentra en territorio musulmán y se apodera de Salvatierra. Los continuos ataques castellanos a la frontera propicia que el califa Abu Abd-Allah al-Nasir, tras invocar la Guerra Santa en 1211, cruce el estrecho de Gibraltar y tras su paso por Córdoba ponga sitio a Salvatierra. Una de las consecuencias de los ataques castellanos a la frontera fue entre otras que "Alfonso Téllez de Meneses y Rodrigo Ruiz Girón toman la torre de Guadalerzas". Según explica Martínez Díez "mientras el rey castellano estaba en tierras de Murcia, -incursión de Alfonso VIII acompañado del infante Fernando en mayo de 1211- los magnates don Alfonso Téllez, hermano del obispo de Palencia, y don Rodrígo Rodríguez, marcharon con las milicias de Toledo contra la fortaleza de Guadalerza y con ayuda de máquinas de asalto la tomaron por la fuerza". En cuanto a los freires de Calatrava retendrán el avance almohade en Salvatierra durante 51 días lo que provocó un desgaste de la huestes musulmanas que concluiría con la derrota final almohade en Las Navas de Tolosa, en 1212.

Perspectiva del la torre y cubo suroeste
Respecto a las vicisitudes de Guadalerzas tras AlarcosRuibal comenta, sin embargo, que junto con el castillo de Miraflores -situado al norte de la actual Ciudad Real- que fue ocupado por los almohades un año más tarde, en 1196, fue la única posesión calatrava  de la Mancha que se libró de pasar a manos musulmanas, aunque, puntualiza, "tal vez fue ocupada más tarde, pues en la Crónica Latina nos indica que fue recuperada en 1212, mientras otros nos la citan como calatrava por entonces".  Tras la victoria de Las Navas de Tolosa la frontera vuelve a situarse Sierra Morena por lo que el "enclave comienza a ser explotado económicamente como una encomienda más de la Orden con dehesas ganaderas, molinos, explotaciones agrícolas y ventas".

Puerta de acceso protegida por balcón amatacanado
El castillo-hospital primitivo constaba de una gran torre central, completamente conservada en la actualidad, pero que ha sufrido muchas reformas posteriores. Tiene planta rectangular con gruesos muros de piedra de 2,50 metros de grosor y una altura de 20 metros. Está construida en cuatro niveles siendo el inferior macizo en su mayor parte, lugar donde se encontraban los tres aljibes de la torre que estaban cubiertos con gruesas bóvedas de ladrillo. El acceso se hacía por la primera planta a través de una puerta a la que se llegaba desde la muralla. En esta planta se encontraba el cuerpo de guardia así como dependencias, almacén y cocina. La segunda planta, separada de al inferior por un suelo de madera, era el hospital propiamente dicho, donde se alojaban los caballeros enfermos y heridos. Tenía un techo mucho más alto que el piso inferior, con arcos de ladrillo que sustentaban el tejado de la torre. Un cuarto nivel, sobre el tejado, lo forma el adarve al que se llega por una escalera adosada al muro. Este camino de ronda está protegido por almenas de 1,80 metros de altura, zona desde la que se domina el paisaje. 

En primer término cubo noreste y fachada norte
Éste era el núcleo original del castillo del siglo XII. Siguiendo la descripción de Ruibal, estaba construido en mampostería, sillarejo y en zonas nobles, como la puerta de entrada en sillería. Estuvo rodeado de una muralla de mampostería de unos cinco metros de altura que es el actual recinto externo que aún conserva sus almenas, formando un cuadrilátero que debió tener torreones macizos en los ángulos. Tanto la muralla como los torreones se han modificado profundamente con añadidos posteriores. Los torreones fueron sustituidos por los actuales cilíndricos que se adaptan a las armas de fuego; se abrió la actual puerta de acceso en el recinto exterior, ésta construida en buena sillería y defendida por un balcón amatacanado bajo el que se puede ver el escudo del cardenal Silicio que, como veremos, fue quien hizo las grandes reformas en la fortaleza en una segunda fase. La primera fase de obras es la que se ejecutan entre los siglo XV y XVI, y consisten en la reforma la cerca exterior, la construcción los cubos cilíndricos en los ángulos, se modificó la entrada que hemos descrito, y se adosan a la muralla construcciones internas. Parte de estas obras, señala Ruibal, están anotadas en los libros de visitas de la Orden.

En primer término cubo noroeste
La segunda gran reforma de lleva a cabo tras la venta del castillo por Felipe II al Cardenal Silicio en 1572, quien instala su escudo sobre la puerta de acceso. En este momento el castillo deja de tener carácter militar y se convierte en colegio de doncellas nobles de Toledo. Con este fin se construyen nuevas dependencias adosadas a la torre central, una capilla y un campanario, y se abren grandes ventanas. Se construye la iglesia barroca que se encuentra a la derecha de la entrada, entre la cortina sur y la torre. Posteriormente se le añade un ala en el lado oeste de la torre y se construye una gran escalera que permite subir a la torre, y la nueva entrada en la planta baja frente a la puerta de la muralla. La mayor parte de estas obras son del siglo XIX que se ejecutan tras la desamortización, y el castillo es vendido a un particular que lo acondiciona como vivienda y casa de labor. Hacia el exterior se añadieron al edificio principal nuevas viviendas, hoy muy arruinadas, que se construyen en el espacio que existía entre el antemuro y la torre en los lados este y norte.

Cubos, lienzo y torreón desde el noroeste
Según Ruibal el estado de ruina que presenta es reciente pues hasta la pasada Guerra Civil estaba en buen estado y su mantenimiento no hubiese sido muy costoso y a causa de la desidia se ha convertido en una ruina, tal como se puede ver hoy día.

Torreón vista desde el oeste

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Alfonso VIII rey de Castilla y Toledo (1158-1214), Martínez Díez, Gonzalo, Ed. Trea, Gijón 2007
Batalla de Alarcos, La, Martínez Val, José Mª en Biblioteca2.uclm.es
Castillos de ToledoRuibal, Amador, Ediciones Lancia, León, 1992
Construcciones histórico-Militares en la línea estratégica del Tajo, Muñoz Ruano, Juan.

Escudo de armas  del Cardenal Silicio