martes, 14 de abril de 2020

Castillo de Fregenal de la Sierra


Llegamos a Fregenal de la Sierra desde Zafra por la EX-101. Llevaba la guía de Castillos de Badajoz de Terrón Reynolds a la que me referiré más adelante. Una vez en la villa el castillo lo encontramos en la plaza de la Constitución totalmente integrado en la población. Aunque la puerta de acceso está bajo una potente torre, la entrada se hace por la plaza a través de la Oficina de Turismo. Para iniciar el recorrido transcribiré el texto de la placa que hay en el castillo que nos introduce brevemente en su historia:

"Castillo templario. Las fechas de construcción del castillo y del origen de la ciudad no se conocen con exactitud aunque la más probable es que la población sea posterior a la reconquista.
Es mencionada por primera vez en 1283 cuando el rey Alfonso X concede legalmente Fregenal a la Orden del Temple, que ocupó el castillo hasta 1308. Al año siguiente Fregenal es concedido a Gonzalo Sánchez de Troncones (en agradecimiento a los servicios prestados al rey durante el asedio a Algeciras) que lo mantiene en su poder hasta su muerte, pasando a partir de entonces al Concejo de Sevilla.
En el siglo XVI el castillo sufre un proceso de abandono como consecuencia de un período  de estabilidad política. Siglos después los diferentes conflictos bélicos provocaron nuevas obras de fortificación. Por ejemplo, gran parte del almenado actual se fecha durante la Guerra de la Independencia contra las tropas francesas.
Dentro de la fortaleza se encuentra la Plaza de Toros y la Plaza de Abastos y adosada a la misma la Iglesia de Santa María y la Casa Parroquial".


La fortaleza, siguiendo a Terrón Reynolds, tiene planta poligonal semejante a un trapezoide. Está construida en mampostería y tiene reforzadas las esquinas en sillería. Tiene siete torres, seis cuadradas y una pentagonal; está coronadas por almenas y bajo éstas aspilleras. El castillo tiene adosada la iglesia de Santa María como un anejo que aprovecha una de las torres para instalar el campanario a la vez que defendía el templo; conserva, en el muro donde se ubica la iglesia, los restos de un aljibe. La puerta de acceso es de arco apuntado defendido por un matacán, entre éste y el arco hay una losa "con el uso templario, una cruz con brazos iguales sobre media luna". El castillo data del siglo XIII la mayor parte de la construcción actual.

Puerta de acceso al castillo

La descripción que del conjunto hace E. Cooper es más pormenorizada y la desarrolla según analiza la estructura con otras construcciones templarias. El castillo en su origen estaba protegido por el arroyo de San Lorenzo al este, y posiblemente el resto del recinto tuvo un foso hoy cegado. Llama la atención lo inusual de la altura de los muros que recuerdan a los de Montalbán, quizá se deba a que estaba pensada para albergar a toda la población en su interior, y lo poco desgastadas que están las ranuras del rastrillo, lo que puede indicar que éste dejó de usarse en época temprana. El torreón de entrada es de los más impresionantes, nos recuerda, en él ésta la lápida del uso templario "que parece orignal". Añadir que en los muros y bóveda en esta planta de acceso hay varias marcas de cantero. En todo el recinto sólo existe una única sala o dependencia y es ésta que ocupa por completo la primera planta de la torre. A ella se accede desde el adarve, tiene un sistema de doble puerta de entrada y una simple de salida, por lo que debía ejercer el control del tránsito del camino de ronda. La bóveda de la sala esta construida a sardinel y posee tres arcos que nacen directamente de los muro sin capiteles, arcos, asegura, construidos en fecha temprana. De la torre parte una escalera de caracol que lleva hasta la azotea. La mayoría de las características de la sala, concluye, constatan su origen templario.
Matacán sobre la puerta de acceso

Siguiendo el adarve, en el otro extremo, se encuentra la torre pentagonal, con "ajimez de estilo gótico puro (que) era evidentemente una cárcel"; construida con bóveda de cañón presenta saeteras, y su fecha su construcción, por varios elementos que se aprecian no es "anterior a principios del XIV", aunque tampoco son concluyentes para suponer que no fuese construido por los templarios. Por último, para complicar un poco su interpretación, cita una provisión de 4 de noviembre de 1293 en la que el castillo aparece en la lista de fortalezas facilitada por un cronista sevillano "quien, sin ninguna base documental añade a la lista de castillos autorizados (...) a Fregenal cuya construcción dice específicamente que fue emprendida en ese año". De la lista de castillos que relaciona el de Fregenal era el único templario y por aquellas fechas no pertenecía a alfoz de Sevilla, por lo que se entiende que el escribano supiera o se refiriera a "que se habían realizado obras importantes en el castillo".

Ranuras del rastrillo y bóveda planta inferior de la torre del homenaje.

La historia del castillo, siguiendo a Terrón Reynolds, se inicia cuando la villa es donada a Sevilla por el rey Alfonso X en 1253 y en 1283, como nos indica la placa que citamos al principio, pasa a poder de la Orden del Temple. A esta orden pertenecerá hasta 1309 con su disolución para retornar al concejo de Sevilla "hasta que en el siglo XVI fue redimida por la corona en agradecimiento a los servicios que le había prestado". Según Cooper, en el extenso capítulo que dedica a los templarios en su libro, apunta la posibilidad de que Fregenal, pudo haber entrado en posesión templaria desde 1248 tras su conquista por Alfonso IX de León , punto que se puede deducir del documento de devolución de 1283. Sin embargo Clemente Ramos y De la Montaña Conchiña ponen en duda este extremo toda vez que "la política de Alfonso IX, (era) claramente antitemplaria y proalcantarina en la Transierra extremeña". En 1309 la villa es traspasada a Gonzalo Sánchez de Troncones quien la poseerá hasta su muerte en 1312, fecha en la que el rey Fernando IV la incorpora de nuevo a Sevilla "pues Fregenal había sido ocupado ilegalmente por los templarios, habiendo sido antes dada a Sevilla por Alfonso X".

Entrada desde el adarve a la sala del primer piso de la torre del homenaje

Las cuestiones políticas, sucesorias y económicas explican las razones de las que Alfonso X confiscó las posesiones templarias. Fregenal bajo control del Temple generaba gran riqueza al estar integrada en una extensa jurisdicción que giraba en torno a los movimientos de ganado. Tras la conquista de la Andalucía Bética, señalan Clemente Ramos y De la Montaña Conchiña, la conquista del resto de Andalucía se frena, lo que provoca en líneas generales una aristocratización de las órdenes militares, equiparándose y rivalizando con la nobleza, y comienzan a participar en las luchas entre ésta y el rey, esto es, entre Alfonso X y su hijo Sancho por la sucesión al trono tras la muerte de Fernando de la Cerda, primogénito y sucesor. Aunque el gran maestre de la orden apoya a Alfonso, las encomiendas castellano-leonesas y su comendador apoyarán mayoritariamente a Sancho. Como hemos visto en marzo de 1283 el rey Sabio restituirá los bienes haciendo donación de Jerez de Badajoz y Fregenal a Juan Fernández "teniente logar del maestre mayor en las cosas que la cavlheria del Temple ha en Castilla e em Leom e em  Portugal"; como agradecimiento toda vez que “Gomes Garcia que se lhamava comendador tenente logar del maestre en las cosas que el Temple avia en Castilha e em Leon con los freires dessa Orden de los regnos sobredichos fueron em mio disservicio com Dom Sancho, alvoroçando los regnos contra mi”, esto confirma la actitud de Sancho que hará lo propio en sentido contrario concediendo "en 1284 'a don Frey Gómez Barcia, comendador del Temple, la meatad del serviçio e de la fonsadera de los sus vasallos'". Por tanto, cabe pensar, que las incautaciones que hace Alfonso X son a las encomiendas templarias castellano-leonesas, y la restauración de las mismas las hace a los templarios portugueses, -Juan Fernández era de origen portugués y el temple portugués fue fiel tanto a Alfonso X como a los Infantes de la Cerda sin reconocer legitimidad a Sancho IV.

Interior de la sala del primer piso de la torre del homenaje

A la disputa sucesoria hay que añadir, según Cooper, el componente económico ligado sobre todo a la ganadería y al plan expansionista de los templarios. Asentados en Jerez-Badajoz procederán a una fase de expansión: desde "las fortificaciones de Alconchel, Burguillos y Ventoso trataron de ampliar sus dominios procediendo a la fortificación de Fregenal", según un acuerdo al que habían llegado con la portuguesa Orden de Avis en 1259. Esto provocó un conflicto de intereses con el concejo de Badajoz apoyado y promovido por Alfonso X. Hay que señalar por último que la desaparición del Temple no tuvo nada que ver con su actividad en la península pues siguió las mismas pautas políticas y económicas que el resto de órdenes militares, sino que debe inscribirse únicamente dentro de la política francesa.

Torre pentagonal y lienzo de la zona este

La fortaleza contaba con muralla que fue derruida en el siglo XVIII. Durante este mismo siglo se construye el campanario que remata la torre del homenaje, y más concretamente en 1783 el patio de armas se transforma en coso taurino.

Tras visitar el resto de la población, señalar que Fregenal de la Sierra cuenta con un rico patrimonio cultural, partimos hacia nuestro próximo destino, Segura de León donde ya nos advirtieron sobre la dificultad de poder visitar su fortaleza.

Torre pentagonal con ajimez gótico. En su interior se ubicaba la cárcel 

Castillos de BadajozTerrón Reynolds, Mª Teresa, Ediciones Lancia, 1992.
La fortificación de España en los siglos XIII y XIVCooper, Edward, Ministerio de Defensa y Marcial Pons Historia, Madrid, 2014.
Las Órdenes Militares en el marco de la expansión cristiana de los siglos XII-XIII en Castilla y León. La Orden del Temple en Extremadura. Clemente Ramos, Julián y De la Montaña Conchiña, Juan Luis. http://journals.openedition.org/e-spania/312
CastillosNet, entrada Castillo de Fregenal de la Sierra.


Saetera en el interior de la torre pentagonal

Marca de cantero en uno de los sillares del interior de la puerta de acceso.

Bloc de Nota: Seis marcas de cantero que pude distinguir en la puerta de acceso. 
Escudo templario en la fachada y el reverso de una meaja de Sancho IV en la 
que aprecia la similitud de las cruces y los soles como apunta Cooper en su artículo.

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