Sobradillo se encuentra a unos 15 km. al noroeste de San Felices de los Gallegos y a unos 4 km. en línea recta al río Águeda, frontera con Portugal. Al pie de la torre hay una cartela con la siguiente inscripción:
Tras muchos años oculta la excavación sacó a la luz esta capa de la historia, un momento en la vida de Sobradillo muy diferente al actual.
Cuando aquí se levantaba un castillo señorial, con su Torre del Homenaje y un recinto amurallado, que albergaba los edificios necesarios para la vida cotidiana de los señores, soldados y criados y para la defensa ante el ataque de los ejércitos enemigos.
Cara este con ventana con ajimez
Al llegar a Sobradillo tenía escasa información y esperaba encontrar tan solo, -como cita Pinilla- "una torre señorial con restos de una edificación abovedada en una de sus caras" que, según Cooper, "parece un aljibe". De esta torre sólo conocía una imagen en la presentaba una gran agujero en su cara sur, -hoy restaurado con una ventana-, soportando parte del tendido eléctrico o telefónico que la cruzaba a media altura. La torre tiene una gran armonía, está construida con aparejo de mampostería y sillares reforzando las esquinas; éstas están rematadas con garitas en cada uno de los ángulos, variante de garita "poco usual" según Cooper, con ladroneras en la mitad de cada lado protegiendo los vanos que se abren bajo ellas excepto en la cara este que cubre el edificio anexo. Tiene varias aspilleras dispuestas a diferente altura y está rematado por almenas.
Cara sur con ventana restaurada respecto a la fotografía de Pinillos (1995)
El acceso al interior, que no pude ver, se debía hacer a través de la segunda planta "como se comprueba en el vano de medio punto que se alza en la cara norte en el que unos modillones sugieren la existencia de una plataforma en la que apoyar una escalera fácilmente escamoteable". La torre, concluye Pinilla, está "dividida en tres pisos de madera, pudiéndose ver en el segundo los restos de una gran chimenea". Su construcción se puede datar en el siglo XV
Cara este con el edificio anejo
Su historia es bastante escasa, según indica; "aparece citada de pasada en 1643 durante la guerra contra Portugal, en la que se señala que 'es muy flaco' y que pertenece a Don Alonso de Ocampo, y aún en el siglo XVIII seguía perteneciendo a esta familia, cuyo mayorazgo era señor de la villa". Cobos Guerra relaciona brevemente los señores del lugar, como Cooper también señala, es donde radica la importancia de Sobradillo. En tiempos de Enrique II perteneció al hermano de éste, el conde Sancho y a su mujer Beatriz de Portugal; pasaría a la hija de éstos, Leonor, que se casó con Fernando de Antequera a principios del siglo XV; el rey de Aragón, lo donará a su montero mayor Gonzalo Rodríguez de Ledesma quien en 1420 lo deja en testamento a su hijo Alfon. En las disputas entre Juan II de Castilla y los Infantes de Aragón, los hijos de Fernando de Antequera, Alfon apoyará a estos últimos y se vera obligado a exiliarse en Francia. La villa la hereda Alfonso de Ocampo, sobrino del exiliado, que será quien construya la torre colocando en la cara oeste el blasón de los Ocampo junto a una de las ventanas -bastante difícil de distinguir-, un "escudo -según Cooper- toscamente tallado situado en el lado oeste de la torre representa el apellido Ledesma".
Fachada principal, en primer termino restos de la base de una torre
y del muro del recinto de defensa
Tras la muerte de Alfonso en 1480, deja tres hijos menores Luis, Elena y María, se desata un conflicto por el usufructo del patrimonio de éstos entre su madrastra, el tutor y el abuelo materno, culminando en 1508, cuando Pedro de Ocampo, el entonces señor de Sobradillo, a quien se le había nombrado 'pródigo' a principios de 1500, se hace por la fuerza con el castillo, administrado en ese momento por el deán de Salamanca. Ante este hecho la Corona envía a petición del deán un pesquisador a Sobradillo el cual resuelve solicitar a Ocampo la devolución de la fortaleza; al negarse éste el pesquisador solicita a la reina reclutar una fuerza con artillería para tomar el castillo. No obstante, concluye Cobos Guerra, la torre no presenta impactos ni señales de haber sufrido un asalto. En 1643 el castillo es descrito por el maestre de campo Blas de Ahumada "tiene un castillo antiguo sin traves ni foso ni otra defensa que una entrada encuberta y una media luna a la puerta que se an (sic) hecho este verano", por lo que la única defensa de la que dispone es el río Águeda y "tiene de guarnición una compañía de 120 hombres. Esta villa es de don Antonio de Ocampo"; aunque, como vimos al inicio, en el texto de Pinilla se identifica con Alonso de Ocampo.
Restos aflorados de las dependencias adosadas al muro del recinto.
El pleito por el usufructo también lo comenta Cooper, además relata un hecho que puede justificar que Alfonso de Ocampo fortificara Sobradillo y que podía tener relación en uno acaecido en San Felices de los Gallegos. El alcaide de esta fortaleza en 1476 permitió ocuparla al príncipe Juan de Portugal que desde allí lanzó un ataque contra Toro; poco después los vasallos y el propio Ocampo hicieron prisionero al alcaide aunque desobedecieron reiteradamente las órdenes de la Corona para entregar al alcaide, negativa que podía tener como intención apropiarse de la fortaleza, Ocampo o algún otro implicado en el secuestro del alcaide, entre los que estaba el deán de Salamanca. El asunto se zanjó con la ejecución del alcaide.
Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:
Castillos de Zamora y Salamanca, Pinilla González, Jaime, Ediciones Lancia, 1995
Castillos Señoriales de la Corona de Castilla, Cooper, Edward, Junta de Castilla y León, 1991
Castilla y León. Castillos y fortalezas, Cobos Guerra, F. y de Castro Fernández, J.J., Ed. Edilesa, 1998
Poder y movilidad social de los Paz, "señores de los Corrales" en el siglo XV, Peláez Boismorand, Luis, Salamanca, 2014
Le comencé a seguir con los castillos de Ciudad Real y sigo tras usted porque hace un buen trabajo, no lo deje nunca, enhorabuena. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Rosa, desde luego tu comentario da mucho ánimo. Te agradezco que sigas el blog, y ahora me toca a mi volver de nuevo sobre el Campo de Montiel y sus fortalezas. Muchas gracias de nuevo.
ResponderEliminarMuy Bueno, como siempre
ResponderEliminarMuchas gracias!
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