viernes, 12 de noviembre de 2021

Castillo de Valdecorneja

El castillo de Valdecorneja en una imagen de 2004

El Barco de Ávila se encuentra en la encrucijada de caminos que comunica la Meseta por el puerto de Tornavacas con Extremadura a través del Valle del Jerte por la N-110 que une Ávila con Plasencia; hacia el este la AV-941 que recorre la vertiente norte de la Sierra de Gredos, y hacia el oeste la AV-100 nos lleva hasta Béjar.  "El enclave de El Barco de Ávila, una pequeña depresión resguardada entre montañas, resulta fundamental para la transitabilidad hacia Béjar y Extremadura. El puente, antes barca, sobre el Tormes tuvo un gran valor estratégico y económico al controlar los caminos tanto hacia el sur como hacia el oeste, condicionando el trazado de cordeles y veredas" (Troitiño) Sobre un pequeño promontorio se encuentra vigilando este cruce de camino, en la orilla derecha del Tormes, el castillo de Valdecorneja, la primera fortificación que encontramos en nuestra ruta por la ribera del río Tormes.

Puerta del Ahorcado, antigua Puerta de Ávila

LA VILLA MEDIEVAL

Comenzamos con la breve descripción que Manuel Gómez Moreno hace de la villa: "Tapias, más que muralla, rodean la villa, hechas de mampostería, de 1,70 metros de espesor con pocas torrecillas cuadradas y redondas a largos intervalos. La puerta de la Horcajada,  dicen era de galana fábrica, no existe, y la de Ávila abre entre dos cubos sus arcos redondos, con señales de rastrillo y batientes; es enteramente lisa, pequeña y sin carácter que determine la época en que se construyera; no obstante, las troneras redondas con mirilla encima que tienen las torres hacen creer que el recinto se haría hacia finales del siglo XV". La Puerta de Ávila a la que se refiere es la que hoy se llama Puerta del Ahorcado que se abre hacia el este. Hacia el oeste de abría la Puerta del Puente, que enfrentaba el puente del XIV que cruza el Tormes destruida por las tropas austriacas durante la Guerra de Sucesión y de la que tan sólo quedan cuatro dovelas y un desgastado escudo de los Álvarez de Toledo, señores de la villa.

Restos de la Puerta del Puente con el escudo de la casa de Alba

EL CASTILLO

Sobre el castillo, continúa Gómez-Moreno, situado "Al NO, dominando el Tormes, levántase el castillo palacio de los Duques de Alba, antiguos señores de Val de Corneja, hoy trocado en cementerio. Es un cuadrilátero, de 35 por 37 metros proximadamente, cercado de altas murallas, cubos a las esquinas y gran torre cabalgando sobre la cortina oriental, junto a la que se abre la puerta de arcos apuntados; garitas y matacanes guarnecen los adarves, excepto la torre, cuya parte alta se derribaría cuando los Reyes Católicos hicieron desmantelar las fortalezas". Cooper señala que la planta de castillo, rectangular, cubos en las esquinas y la poderosa torre del homenaje adosada a uno de los lienzos, recuerda al tipo del castillo de la escuela de Valladolid, aunque, "aquí el arquetipo es abulense, el castillo repite en pequeño la planta del de Arenas de San Pedro" aspecto éste que también destaca Bernad. por lo que es de suponer que sigue a Cooper.

Lienzo este, donde se abre la puerta de acceso junto a la torre del homenaje
entre dos potentes cubos esquineros

Continúa Gómez-Moreno describiendo la fortaleza: "En su hueco se conserva un aposento en bóveda de cañón, hoy hecho capilla de S. Pedro del Barco. En el área del castillo sólo quedan señales de dos pisos de habitaciones que le rodeaban, y algunas ventanas de dos arcos agudos y simplemente achaflanados"; "pero -comenta que parte de la arquería que debía estar en el patio de armas se traslada a "la plaza Mayor de la villa (donde) se ha utilizado un trozo de las arquerías que rodeaban el patio con fustes cortos de planta oval, arcos escarzanos con molduras cóncavas y pretil calado formando círculos con cuatro lóbulos inscritos". Sobre la antigüedad de estos restos cree que puede ser "del tiempo de Enrique II, como todo el castillo, que es de mampostería de granito; algunos sillares de la puerta llevan estas marcas (...) que se repiten en la torre de la iglesia." Referente a las marcas de cantero pueden verse varias en la puerta de acceso y, sobre todo, en la iglesia si la que alude es la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora del siglo XII donde son abundantes, o a la capilla que había en la torre del homenaje que menciona con antelación. Según Cooper en la torre del homenaje existen algunas marcas similares a las de la iglesia de Bonilla de la Sierra. En la última fotografía he reseñado las marcas que alude Gómez-Moreno y las que he podido encontrar.

Lienzo sur con dos cubos esquineros y garita entre ambos

La descripción más completa del castillo es la que hace la publicación del Museo de Ávila, que respecto a los comentarios de Gómez-Moreno añade que en la fortaleza "Debió haber antemuro, foso y contrafoso que circundaba el castillo" y de la existencia de "otra puerta cegada en la actualidad en la parte del río". Los muros "de mampostería están rematados por una cornisa de modillones de lóbulos de granito, a modo de matacán corrido, interrumpido a mitad de los lienzos por gatitas con base de cono invertido mensulado".

Lienzo oeste con variedad de ventanas y puerta trasera

Del interior del castillo añade el Museo algunos detalles a la descripción de Gómez-Moreno, "quedan los restos deteriorados de ventanas de diferentes tipos, que reflejan diversos momentos, y los mechinales de las vigas que distribuían las estancias en dos alturas. Confirmado por recientes excavaciones, su eje lo constituye un patio de planta cuadrada o rectangular con pequeños muros a modo de banco de mampostería y ladrillo, en donde se asentaban las columnas sobre plintos, cuyo piso superior se remataba en crestería cuadrilobulada, de la que queda una parte reutilizada en la plaza mayor del pueblo", tal como había propuesto Gómez-Moreno. Interesante es la descripción que hace del subsuelo y el sistema de recogida de agua: "en el subsuelo existe un aljibe abovedado excavado en la roca, que reparte una red de construcciones subterráneas; y, en el centro del patio, un pozo con la boca cubierta en cúpula de sillería, cuyos elementos presentan marcas de cantero y signos de colocación, forman un friso corrido que se había interpretado como decoración". Bernad también comenta el sistema de recogida de agua y de la existencia de dos aljibes y habitaciones subterráneas "cuyos vestigios pudo ver el que esto escribe", señala Bernad,  no obstante, añade, "la reforma precipitada del patio impidió su descubrimiento", y es que el interior ha sufrido diversas intervenciones, las más agresiva, comenta el Museo, es cuando en "el siglo XIX siendo ya propiedad municipal, se aprovechó su bien resguardado recinto para cementerio, con lo que se barrió completamente su estructura interna", es tal como lo conoce Gómez-Moreno, y la más reciente, la "restauración de acondicionamiento para actividades culturales" con la limpieza de los muros que los ha despojado de los sucesivos revestimientos y se ha procedido a pavimentar el patio de armas. 

Interior preparado para un acto cultural. Corresponde al lienzo oeste con
 puerta trasera que da al río, ventanas y mechinales. El suelo enlosado ha

cubierto el aljibe y el sistema de recogida de agua

La torre del homenaje tiene una escalera de acceso bastante elevada ya que, originariamente, había una estancia que la precedía. En la actualidad es el único paso para llegar al adarve. Finalmente, en esta última década, ha desaparecido un arco adintelado con una calavera esculpida en su clave, que formaba parte de la puerta de entrada a la torre. El edificio sufrió además innumerables agresiones en la Guerra de Sucesión de finales del XVII, y en la de la Independencia, con desmantelamientos sistemáticos para reutilizar sus elementos constructivos.

Torre del homenaje desde el patio de armas. En la parte superior de abre
la puerta que da acceso al adarve

CIRCUNSTANCIAS HITÓRICAS

La conquista de Plasencia propició tanto la reorganización de ésta como la de la tierra de Béjar (Barrios Gómez), y dejó las puertas abiertas a la ocupación y colonización de las riberas del río Corneja, los alrededores de Barco de Ávila, y la inclusión de ambas zonas en los circuitos de trashumancia entre las dos mesetas, - estas rutas ya eran utilizadas desde tiempos protohistóricos-; destaca Barrios Gómez que de la repoblación del curso alto del Tormes "el único núcleo estable que existía en 1250 en la cabecera del Tormes era Barco de Ávila".

Puente sobre el río Tormes

En el aspecto jurídico Barco de Ávila estuvo dentro de la política de señorización que la corona llevó a cabo en el término concejil abulense, bien favoreciendo a destacados miembros de la nobleza o a la propia familia real. Enclaves de especial riqueza agropecuaria y mercantil, sufren ese proceso en la época comprendida entre finales del XIII y principios del XV (Martínez Llorente), que alcanzaron además de Barco de Ávila a otras poblaciones como Piedrahita, ValdecornejaEl Mirón y La Horcajada. Estos nuevos enclaves les serán otorgados fueros por Alfonso VIII a principios del siglo XIII a El Barco de Ávila y Piedrahita, aunque existen ciertas dudas al respecto, pues añade Martínez Llorente que un análisis determinado del contenido normativo "presuntamente" fueron concedidos en 1211 por Alfonso VIII  a la par que a Plasencia, Béjar y Piedrahita; teniendo el de Barco de Ávila un contenido similar a esta última, siendo ambos, muy próximos a los de Plasencia, Alba, Béjar o Cuenca, no obstante, la existencia de ambos fueros soberanos cuenta con múltiples dudas de su existencia que o bien no son ciertos o son de difícil comprobación. La exención jurisdiccional se da a mediados del siglo XIII como resultado de la constitución del señorío o infantazgo de Valdecorneja. A este respecto señala Del Ser Quijano, que llama la atención que en núcleos de importancia como son Arenas de San Pedro, Arévalo y El Barco de Ávila no se conserve rastro documental de época medieval.

Edificio en la plaza Mayor de Barco de Ávila 
con restos de la arquería del castillo

Siguiendo la narración de Martín Jiménez, tras la conquista de Toledo (1085) Alfonso VI ordena a su yerno, Raimundo de Borgoña, la repoblación y fortificación del valle del río Corneja, por lo que se cree que en esa época se construye una fortaleza en la villa y, como comenta Bernad, "podía haber coincidido con el actual emplazamiento o con el de una torre cuyos restos aún se ven enfrentados en la otra orilla del río". En la segunda mitad del siglo XIV, durante el reinado de Enrique II TrastamaraGarci Álvarez de Toledo adquiere por permuta el Señorío de Valdecorneja por el "del Maestrazgo de Santiago a favor de Gonzalo de Mexía" (Bernad) y serán sus descendientes quienes impulsarán en el XV la construcción del actual castillo. Como habíamos visto antes, según Cooper, durante el reinado de los Reyes Católicos la torre del homenaje perderá, si es que lo tuvo, su almenado.

Torre de Prado del Cubo, enfrentada al castillo en la otra orilla del Tormes
Fotografía extraída del libro Castillos de Ávila del Museo de Ávila (1989)

Según Cooper, Barco de Ávila era un bien enriqueño; "en 1448 fue enajenado al marqués de Villena, sin que se sepan las circunstancia ni la duración de la entrega, o la validez de su posterior posesión por el conde y duque de Alba". Durante la Guerra de Sucesión (Bernad) a principios del siglo XVIII, las tropas austriacas provocaron graves desperfectos en la villa al ser está y el duque de Alba partidarios de Felipe V, como muestra la Puerta del Puente y el escudo de la casa de Alba que en ella se conserva gravemente deteriorado.

Castillo de Barco de Ávila. Gómez-Moreno principios del siglo XX

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Castillos de Ávila, Museo de Ávila, Junta de Castilla y León, Ávila, 1989
Castillos de Segovia y Ávila, Bernad Remón, Javier, Ed. Lancia, León, 1990
Castillos Señoriales de la Corona de Castilla y León, Cooper, Edward,  Junta de Castilla y León, 1991
Catálogo monumental de España. Provincia de Ávila, 1900-1901, Gómez-Moreno, Manuel
Historia de Ávila II, Edad Media  (Siglos VIII-XIII), artículos de Barrios García, Ángel; Del Ser Quijano, Gregorio; Martínez Llorente, Félix; Troitiño Vinuesa, M. Ángel, Institución Gran Duque de Alba, Ávila, 2000

Vista de la torre del homenaje desde el interior del castillo 

Esquina y cubo noreste desde el interior

Esquina del suroeste vista del interior y puerta trasera

Lienzo oeste desde la orilla izquierda del río

Detalle de tres vanos del lienzo oeste la ventana central ajimezada y 
enmarcada con alfiz

Marcas de cantero junto a la puerta de acceso

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