viernes, 15 de abril de 2022

Iglesia de Donvidas


Llegamos a Donvidas desde Palacios Rubios donde habíamos visto el espectacular ábside de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de tres pisos de arquerías coronado por un ático, continuamos nuestro viaje por la carretera AV-P-1156 dirección norte, hacia Arévalo; antes de llegar a la villa donde pasó su infancia Isabel de Castilla, hicimos una breve parada para contemplar a cierta distancia La Lugareja desde el alto que la enfrenta cruzado el arroyo de Vinaderos. Tras la parada bordeamos Arévalo para tomar la CL-605 dirección Madrigal de las Altas Torres. En el primer cruce a la derecha tomamos la AV-P-141 dirección Sinlabajos y de nuevo, a unos 4 km, el primer cruce a la derecha que nos dejará, tras recorrer otros 3 km, en Donvidas.

Lado curvo del ábside en el que se aprecia su restauración y un cableado

La iglesia de San Juan Bautista de Donvidas se encuentra sobre un cerro en la parte alta del pueblo a 871 metros de altitud, según la cartela que hay frente a la entrada, "construida a principios del siglo XIII sobre un otero desde el que se muestra la preeminencia sobre el conjunto de la población, detalle que en la Edad Media debió ser aún más acusado". Gómez Moreno nos ofrece muy poca información del templo, adelantando la fecha de su construcción: "Iglesia parroquial, renovada en el siglo XVIII, pero conserva su aspecto exterior de obra mudéjar morañesca del siglo XII, con tapiales de cal y canto, y presbiterio y ábside exornados con arquerías dobles de ladrillo, friso de facetas y ventanas angostísimas". De su interior nos habla de un retablo plateresco que nosotros no pudimos ver.

El ábside visto desde el lado norte

Gutiérrez Robledo detalla de la iglesia de Donvidas, "que de ser el primero del estilo (de templos con una única arquería en el ábside) sería obra fechable en el primer cuarto del siglo XIII, organiza tanto el tramo curvo como el tramo recto de su cabecera con esbeltísimos arcos que recorren toda su superficie desde el suelo hasta el friso de esquinillas que remataba la decoración y que hoy tiene sobre él un cuerpo recrecido, de escasas dimensiones y con los mechinales aún abiertos que debe ser testigo de alguna reforma en la cubierta de la cabecera en cuyo interior hay un gran ático." El conjunto del ábside tiene gran elegancia gracias a la "disposición de esta sucesión de arquerías en gran número (doce en el ábside y otras tres en cada lado de los tramos ciegos) confiere a este templo que hoy es de pequeñas dimensiones una imagen de esbeltez y potencia, que se encarga de desmentir la pobreza del resto de la construcción, humilde obra del siglo XVIII que es posible que correspondiese a un arreglo de los desperfectos que en el templo debió causar el derrumbamiento de una torre dispuesta a los pies y de la que aun quedan (cada día menos), unos pobres vestigios". De la construcción original, según la cartela, son la cabecera y la portada de tres arquillos apuntados.

Restos visibles de la torre desaparecida a los pies del templo

A continuación nos recuerda Gutiérrez Robledos los templos que podemos ver con el ábside de una sola arquería "que Valdés ha definido como zamorano y ha derivado de las iglesias de Toro" como el Donvidas, La Lugareja en Arévalo, "que sin duda es el templo más atractivo del mudéjar morañego", así como las de Costanzana, Fuentes del Año, Santo Domingo de Arévalo y Blasconuño de Matacabras, éste último muy deteriorado y penosamente consolidado.

Fachada norte del templo

Para esta entrada además de la cartela informativa he consultado la siguiente documentación:

Gómez-Moreno, ManuelCatálogo Monumental de la provincia de Ávila Institución Gran Duque de Alba  Ávila, 1983
Gutiérrez RobledoJosé Luis, Arquitectura románica y mudéjar en Ávila, Institución Gran Duque de Alba, Ávila, 2013

Imagen de la parte superior del ábside donde se aprecia el recrecimiento,
sobre el friso de esquinillas, que aún conserva los mechinales

La base del ábside se ha restaurado la arquería con ladrillo y el arco ciego,
sin embargo, con mampostería. Destaca también el cableado que parte desde
un 
transformador eléctrico cercano y recorre prácticamente toda la fachada
 norte. En la imagen que ilustra el texto de Gutiérrez Robledo de 
2013 este
 cableado no existe por lo que debe ser una agresión reciente que contrasta
con el intento, más o menos acertado, de restaurar el edificio.

La Lugareja (Arèvalo) desde la ribera izquierda del arroyo de Vinaderos

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