domingo, 1 de diciembre de 2024

Ermita de Santa Catalina en Hinojosa


Habíamos llegado hasta la ermita de Santa Catalina por la carretera CM-2107 desde Anchuela del Campo dirección Milmarcos, muy cerca de la raya entre Castilla y Aragón . Nuestro objetivo era la visita al castillo de Fuentelsaz en Guadalajara. Pasamos frente a ella sin apenas darnos cuenta por lo que tuvimos que dar la vuelta en el primer cruce para poder visitarla. El edificio se encuentra en un alto que apenas sobresale del horizonte entre sabinas, a su derecha apenas se adivinan las estructuras de edificios que es fácil confundir con los mampuestos de piedra que forman terrazas de cultivo, son los restos del antiguo poblamiento de Torralvilla o Torralbilla, despoblado en el siglo XVII donde Santa Catalina fue iglesia parroquial. Unos metros antes de llegar al edificio hay una cartela informativa que nos introduce en su historia: "Enclavada en el término de Hinojosa, la ermita de Santa Catalina es un pequeño templo de estilo Románico construido en la segunda mitad del siglo XII. Tras su rehabilitación fue declarado Bien de Interés Cultural (1992).".

Columnas del pórtico con decoración floral

El edificio, detalla la cartela, forma parte del "conjunto de iglesias del Románico rural que se caracteriza por desarrollarse sobre todo en pequeñas poblaciones y por la modestia de sus construcciones, la robustez de sus estructuras y la sencillez de su decoración. Generalmente fue usada la piedra caliza de las canteras cercanas labrada en sillares y en mampostería.". Estos templos. añade Salgado, comenzaron a edificarse tras la reconquista y la consiguiente repoblación cristiana en los siglo XII-XIII; aunque las crisis demográficas que vivió esta zona del reino castellano en el XIV y XV fue muy acentuada porque parte del sistema de alfoces "evidenció la fragilidad de estos humildes núcleos ante episodios como las malas cosechas, las imprevisibles inclemencias naturales o las temidas epidemias", que propició muy temprano, desde el siglo XIV, la despoblación de algún núcleo.

Capitel del pórtico. En el sillar de la derecha vemos una marca de cantero

Como comentábamos al inicio, podemos leer en la cartela que "Fue la antigua iglesia de Torralvilla, que fue despoblada en el siglo XVII y de la que no queda ningún tipo de resto visible."; y son estas viejas iglesias parroquiales, añade Salgado, "sin lugar a dudas, el principal y a veces único vestigio de estas poblaciones extintas". Una despoblación que se llevó a cabo de manera ordenada desde el siglo XVIII cuando se comienzas a emitir expedientes de despoblación; los bienes era acopiados y vendidos por parte del arzobispado, y algunos, menos comerciales y, sobre todo, de difícil transporte, como grandes pilas bautismales, "siguieron manteniendo en su interior sus antiguas románicas: Arranz, Portilla y Torralbilla", se renunció a su traslado y permanecieron en el lugar, de tal manera que parte de las obras se mantienen, bien en otras iglesias, en museos o en manos particulares.

Restos de un muro de la antigua puebla entre el sabinar

El templo de Hinojosa, continúa la cartela, aporta como innovación arquitectónica "un acceso cubierto por un pórtico que se extiende por todo el lateral meridional de la nave. Llama la atención su portada de arco de medio punto abocinada con cuatro arquivoltas y chambrana de punta de diamante que se apoyan sobre columnillas adosadas, decoradas con motivos vegetales y capiteles de hojas de acanto, que aparece resguardada bajo el pórtico."

La portada de medio punto descansa sobre seis columnillas posee cuatro
 arquivoltas rematadas con chambrana de punta de diamante

El interior no pudimos verlo aunque en la cartela hacen una breve descripción del mismo: "de gran sencillez constructiva, tiene una sola nave irregular orientada al levante, recorrida en su perímetro por un poyo adosado a la pared. Posee una cubierta de cuarto de esfera en el ábside, bóveda de cañón apuntada en el presbiterio y sencilla techumbre de madera a dos aguas. El presbiterio se encuentra separado de la nave principal por un arco que se apoya en dos columnas adosadas con capitel de volutas en el lado de la epístola y figuras del bestiario medieval  en el lado del evangelio".

Detalle de la decoración de la cornisa y canecillos

Respecto al pórtico destaca que es sin duda "lo más destacable de este ejemplo de arte de la Edad Media. Soportan el peso de la misma siete parejas de columnas con seis arcos de medio punto y capiteles decorados con motivos vegetales. Este tipo de construcción servía de abrigo, dada las duras condiciones del invierno, y para la celebración de las juntas comunales en un periodo en el que se acrecienta la importancia de la vida social".

Algunos de los canecillos que decoran el ábside

Concluye que "Otros elementos interesantes se encuentra en los canecillos del ábside. Destacan un dragón, una serpiente enroscada y algún instrumento musical. La ermita tuvo una espadaña levantada sobre el arco que separa el presbiterio de la nave y de la cual no quedan restos, solo algún testimonio gráfico", además de algunas marcas de cantero y varios grafitis incisos en los sillares.

El pórtico
Para esta entrada he consultado, además de la cartela que hay junto a la ermita, la siguiente documentación:

Herrera Casado, A., Lecturas de patrimonio: los canecillos de Santa Catalina de Hinojosa, en herreracasado.com, 2021.
Salgado Pantoja, J.A., Arte Románico en los despoblados de Guadalajara: obras en museos y colecciones privadas, Depósito de Investigación Universidad de Sevilla, 2019

Detalle de las puntas de diamante de la chambrana

Detalle de algunos graffiti

Alquerque junto a una de las columnas del pórtico

Planta y alzado del templo e imagen del capitel del interior

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