domingo, 13 de octubre de 2019

Iglesia de Santo Domingo en Ávila

Fachada de la iglesia del Inmaculado Corazón de María
La iglesia del Inmaculado Corazón de María tiene a simple vista un extraño mezcla de estilos, el de una iglesia moderna con una portada con elementos románicos y góticos. Al observar esta portada, que da a la calle de los Hornos Caleros, de Ávila, descubrimos arquivoltas, impostas y columnas que descansan a modo de plinto sobre las piedras un altar con inscripciones -ESTE ALTAR CON ESTAS ...- La fachada está adosada a un edificio del que sobresale un campanario de mediados del siglo pasado. Un tiempo antes supe de la existencia de la iglesia de Santo Domingo, una iglesia románica de la ciudad, aunque nadie supo decirme dónde se encontraba. Debía estar, creí, frente a un caso similar al de San Isidoro, mal vendida, transportada a Madrid, expoliada y reconstruida con sus escasos restos en el parque del Retiro. Pero, como vamos a ver, ésta corrió peor suerte. Comencé a documentarme siguiendo el magnífico libro Ávila Románica de Mª Margarita Vila Da Vila.

Portada de Santo Domingo en la actual ubicación.
El primer documento consultado es el de Bartolomé Fernández Valencia, en su Historia de San Vicente y las Grandezas de Ávila (1676). En esta obra podemos leer sobre la fundación de Santo Domingo:

Es muy antigua esta parroquia y de las que tienen en su pórtico la sagrada cifra del nombre de Cristo que llaman lábaro, y de las que votaron en la concordia del obispo don Benito, año de 1254.
Consagró esta iglesia en el de 1202 don Pedro, obispo de Ávila, a honor de santo Domingo de Silos, confesor, como parece de la piedra de la consagración que está junto al altar de Nuestra Señora, cuya inscripción dice:

   Hanc ecclesiam consecravit dominus Petrus abulensis episcopus in honorem sancti Dominici confessoris, in qua requiescunt reliquiae sanctorum martyrum Iusti et Pastoris, sancti Sebastiani et Sancti Xysti papae et martyris. Era millessima CC XL, VI idus aprilis.

La capilla mayor de esta iglesia es entierro y patronazgo de los caballeros Vela cuyas armas se ven en la puerta principal. En ella yace Blasco Núñez Vela, caballero del hábito de Santiago, virrey del Pirú que murió en servicio de la majestad cesárea del emperador Carlos V en la batalla de Quito contra Pizarro, en 10 de Septiembre, año de 1552. Y otros muchos señores de esta casa que hoy posee don Diego de Acuña Vela, conde de Requena.


Inscripción fundacional de la antigua iglesia
 de Santo Domingo. Ávila. Museo Provincial de Ávila

Manuel Gómez Moreno, a quien también cita Vila da Vila, en su Catálogo monumental de Ávila (1901) trae la traducción de la inscripción de la lápida de consagración que se encontraba perdida entonces. En la traducción que manejaba más abajo, algunas fechas no concordaban con las que indicaba Fernández Valencia, motivo por el que se pone en duda la veracidad de la inscripción. Escribe Gómez Moreno en su Catálogo monumental de Ávila:

"Tampoco se conserva la piedra de su consagración, que, traducida y quizá interpolada (como la traen Yepes y González Dávila, f. 58), dice: "Presidiendo en la silla episcopal de la santa iglesia de Ávila don Pedro, consagró esta iglesia por reverencia del glorioso confesor  santo Domingo, en la cual están las reliquias de los santos mártires san Justo y Pastor, san Sebastián y san Sixto papa y mártir, en la era de mil y doscientos cuarenta y ocho". Año 1210.

A continuación hace una interesante descripción del templo; luego veremos cómo algunos elementos son trasladados a otras parroquias y se pierden tras la venta y demolición del edificio.

Todo lo que subsiste de su obra románica se reduce a dos arquivoltas de su portada con ajedreces, el crismón esculpido en mármol blanco, imposta de hojas de yedra, como en san Nicolás, pero muy bien talladas, y un solo capitel con cuadrúpedos. La pared meridional, donde abre, está desplomada, conserva dos saeteras y remata en tejaroz con modillones de nacela; dentro hacia los pies, hay dos capiteles con hojas, como los de San Vicente, que correspondieron a las arquerías de sus tres naves.

Detalle de las arquivoltas e imposta en la portada actual
Estas arquerías se sustituyeron a finales del siglo XV por dos enormes arcos escarzanos, que sostienen armaduras lisas, y entonces se adobaron también las portadas. La cabecera se rehízo un siglo después, en forma rectangular, con dos bóvedas, sobre pilastras toscanas, sin entablamento; aquellas son de piedra jaspeada, en forma vaída la una, y de cañón con algo de lunetos la otra. En las paredes arcos sepulcrales con decoraciones dóricas.".



En el libro de Gómez Moreno podemos ver la fotografía que hace de la fachada meridional de la iglesia. Santo Domingo estaba situada a espaldas del Palacio de Polentinos, ya entonces Academia de Intendencia del Ejército como podemos ver en un plano de la ciudad de 1900.

Mª Margarita Vila da Vila en su obra destaca que sea ésta la única iglesia que paradójicamente "conserva un testimonio epigráfico" -refiriéndose a la lápida con la inscripción fundacional que se creía perdida y por la que Gómez Moreno puso en duda de la veracidad de la crónica de Fernández Valencia- y nos explica que la razón para dudar de su autenticidad ésta: "la no coincidencia entre la fecha dada por Ariz y González Dávila y el episcopado de don Pedro, autor de la consagración de la iglesia". Más adelante relata el devenir del templo que "en 1431 de anexionó a la de San Silvestre", iglesia ésta fundada en 1378; posteriormente se hicieron reformas entre los siglos XV y XVI en el que "sufrieron cambios las portadas del edificio. La occidental se perdió; a la meridional se le añadieron arquivoltas góticas de granito, conservándose, penosamente 'restauradas', en la nueva iglesia"; para concluir las reformas en 1794 cuando "se reedificó la iglesia".

Santo Domingo continuó siendo parroquia hasta 1911, año en que se convierte en ermita pasando a repartirse su mobiliario y adornos entre la iglesia de San Juan -"la parroquia más importante dentro del recinto urbano"- y la de San Esteban "que había dejado de ser parroquia antes que ella". Pese a su abandono, -añade-, es declarada en 1923 monumento arquitectónico-artístico; en 1931 se la incluye en el Tesoro artístico hecho "que no impidió que durante la guerra civil se utilizara como Depósito de Intendencia". Deterioradas las cubiertas del edificio, en 1945 se piensa derruirlo para ampliar la Academia de Intendencia estaba a sus espaldas: "En 1946, aun no ofreciendo peligro de ruina según el arquitecto que la tasa, fue vendida". El Estado se compromete únicamente a 'trasladar los restos humanos enterrados en la iglesia a la fosa común, y la portada, cornisa y sepulcros artísticos a un nuevo templo, el actual del Inmaculado Corazón de María', según indica Gutiérrez Robledo".

En líneas generales -continúa- se cumplió dicho acuerdo, "los años transcurridos entre el derribo del templo en 1947 y la reinstalación de la portada meridional en el edificio actual, fueron causa del deterioro de la decoración escultórica y de la pérdida del crismón, la imposta de hiedra y el capitel zoomórfico que aún había visto Gómez Moreno". Concluye que los restos románicos fueron restaurados de tal manera que "cuesta trabajo reconstruir su diseño original. Los dos capiteles de las naves, guardados en la sacristía del Inmaculado Corazón, fueron trasladados en 1981 a la iglesia de las Gordillas. Pero, junto a la dispersión de los restos románicos, hay que lamentar la pérdida de 'todo resto gráfico de la iglesia y de todos los documentos que pudieran facilitar su reconstrucción visual' como afirma Gutiérrez Robledo".





Bibliografía consultada:

Ávila Románica: Talleres Escultóricos de Filiación Hispano-LanguedocianaVila Da Vila, Mª MargaritaInstitución Gran Duque de Alba, Ávila, 1999.
Catálogo monumental de España. Provincia de Ávila, Gómez Moreno, Manuel.
Historia de San Vicente y Grandezas de ÁvilaBartolomé Fernández ValenciaInstitución Gran Duque de Alba, Ávila 1992.

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