lunes, 8 de diciembre de 2025

Castillo de Burriac


El castillo dista pocos metros de la casa de un familiar. Su acceso fácil y  el trayecto agradable entre una fronda de madroños propicia que sea muy frecuentado; no obstante, la masificación de visitantes conlleva en ocasiones, por desgracia, a actos de vandalismo como las pintadas que desmerecen en un lugar cargado de historia e indudable valor paisajístico.

Panorámica desde el castillo: Cabrils y Vilassar de Mar al fondo Barcelona

El castillo de Cabrera de Mar o castillo de Burriac, se sitúa sobre un colina a 401 metros de altitud. Desde él se domina un amplio territorio y es visto desde numerosos puntos. En la Edad Media era el centro de poder del señorío del Maresme que estaba integrado por Cabrera de Mar, Argentona, Vilassar de Mar, Premiá de Mar y parte de Mataró.

Torre circular vista desde el exterior del recinto


EL CASTILLO

La fortaleza se asienta sobre una colina que ya estuvo ocupada desde la antigüedad según revelan restos de una muralla ibera y una cisterna romana. Se construye sobre una torre defensiva anterior siendo los restos que vemos de los siglos XII y XIII, época en que se construye la torre del homenaje, los almacenes y la capilla, y en el tercer cuarto del siglo XV se reconstruye y amplía en la zona de cota inferior, por lo que se pueden diferencias dos etapas constructivas, la parte superior más antigua, donde se han se encuentra la torre circular y la capilla; y una inferior, que se corresponde con la ampliación siglo XV llevada a cabo por Pere Joan Ferrer, con la construcción de cisternas y dependencias secundarias.

Interior deol recinto, a la izquierda la capilla de origen preerrománico

La torre circular tiene un diámetro exterior de 5,60 metros, una altura de unos 15 metros y un espesor de 1,20 metros. A ella se accedía en altura, mediante una escalera de mano que se podía retirar en caso de asedio. Posee aspilleras que posteriormente se adaptaron como troneras a las armas de fuego.

Base de la torre circular con dos troneras y puerta de acceso al recinto


La capilla es un edificio prerrománico, de una sola nave y con un ábside de planta cuadrada que puede asociarse a otro edificio que ya aparece mencionado en el año 894, por lo que es anterior a la construcción del castillo.

Recinto interior con muralla consolidada y abundantes pintadas


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Algunas fuentes sitúan la primera mención del castillo en 1017 en una noticia que "menciona a un tal Bernat de Sant Vicenç", no obstante, la primera noticia cierta se documenta en 1023, cuando aparece citado como Kastrum Sancti Vicentii, -Sant Vicenç- en una relación de castillos que la condesa Ermessenda de Carcasona, hacen entrega a su hijo Berenguer Ramón I de varias fortalezas para sellar la concordia entre ambos. Ermessenda había heredado en condomino con su hijo el condado de Barcelona al ser éste menor de edad a la muerte de su padre el conde Ramón Borrell. En 1023, fecha de la mayoría de edad de Berenguer Ramón, tomaría posesión de la fortaleza hasta 1025, año en que la casa condal vendió algunos bienes y feudos del término del castillo a un tal Guadall, de la familia Santvicençs y, a partir de 1313, por legado testamentario, pasa a conocerse como castillo de Burriac. A mediados del siglo XIV pertenecía a la familia Bosc (Desbosc).

Restos de la capilla

En 1471, tras la guerra civil, Juan II hizo entrega del señorío del Maresme al militar y escritor Pere Joan Ferrer, "primer señor de la baronía del Maresme". Éste, dos años después, en 1473 lo reconstruye y amplía dotándolo en su parte inferior con dependencias secundarias. Pere Joan Ferrer será titular del señorío hasta 1480, año en que perderá las jurisdicciones de las parroquias vecinas y también el castillo, volviendo éste a poder de los Desbosc y, posteriormente, a la familia Copons, a la sazón marqueses de Moià. En el siglo XVIII el castillo es abandonado definitivamente, pero la capilla permanece abierta al culto hasta 1836. En 1991 el ayuntamiento de Cabrera de Mar compra los restos de la fortaleza y procede, tras unas campañas arqueológicas, a su consolidación y restauración.

Vista desde el exterior con vano de una ventana y a la derecha la capilla


Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Berenguer Ramón I, Riu i Riu, Manuel en Historia Hispánica, historia-hispanica.rah.es
Cabrera de Mar, Castillo de Burriac (o de Sant Viçen), M.L.Q.R. en romanicodigital.com

Cierre del recinto al noreste controlando la población de Argentona

Tronera en la base de la torre circular

viernes, 5 de diciembre de 2025

Fernando VI. Heráldica

Escudo de armas de Fernando VI en el castillo de Villaviciosa de Odón

Las armas del rey Fernando VI son las mismas que las de su padre el rey Felipe V, al igual que las de su antecesor y hermano Luis I :

"El escudo de Felipe V mantiene todos los elementos de Carlos II, pero cambia el diseño y distribución de los mismos. Las armas de Flandes y Tirol que aparecían en un escusón, se separan en cuarteles en la punta del escudo; se añade el escusón central con tres lises de la casa de Borbón con la bordura en gules (rojo) para distinguirse  de los franceses -que carece de bordura-. Se sigue utilizando en Toisón de Oro (considerándose con derecho a ostentar la jefatura de la Orden y provocando la escisión de la misma) y añade a éste el de la Orden francesa del Espíritu Santo. Con frecuencia el escudo adopta la forma redondeada, siguiendo la moda francesa". -A continuación detalla el diseño de la corona real aunque en el escudo que vemos ha sido destrozada- "El diseño de la corona se moderniza, adoptando la forma actual, de ocho florones (cinco vistos), y se reserva el de cuatro (tres vistos) para el príncipe de Asturias."

El escudo de armas se encuentra en el torreón del castillo de Villaviciosa de Odón donde residió Fernando VI desde que enviudó. Tras la muerte de la reina, Bárbara de Braganza en 1758, el rey entró en depresión, con "sus furias y genialidades" por lo que, a instancias de su mayordomo, el duque de Alba, se retira a un lugar tranquilo donde nunca hubiese estado con la reina, eligiendo el castillo de Villaviciosa de Odón. El castillo pertenecía al Condado de Chinchón que fue adquirido por Felipe V para su hijo el infante Felipe, futuro rey de Nápoles. Allí pasó sus últimos días Fernando VI hasta su muerte el 10 de agosto de 1759, poco antes del primer aniversario de la muerte de la reina. 

Evolución del Escudo de España en heraldicahispánica.com

lunes, 1 de diciembre de 2025

Saúca: Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción


Después de nuestra visita al castillo de La Torresaviñán, retomamos la A-2 dirección Zaragoza hasta el km. 126 donde tomamos el desvío a la antigua carretera nacional N-2 que nos deja en Saúca. Población alcanza los 1112 metros de altitud, en la actualidad cuenta con 48 habitantes repartidos en dos núcleos urbanos. En el centro del caserío se ubica la iglesia parroquial con advocación a Nuestra Señora de la Asunción. La iglesia ya la habíamos visitado con anterioridad y, lo mismo que en el primer viaje, no encontramos en el lugar ninguna información sobre el templo.

Interior del pórtico desde la portada occidental

El edificio sorprende al visitantes por su tamaño, en él se observan varias reformas que han modificado el templo original. Su estructura, según nuestra guía, consta de una cabecera rectangular del siglo XVI en cuya cornisa, en el lado de poniente, se colocaron canecillos románicos; tiene una nave longitudinal de mampostería reforzadas las esquinas con sillares. Posteriormente se le ha añadido una espadaña y una sacristía barroca que provocó la supresión de una de las arcadas meridionales, si bien, mantiene elementos de hacia 1200 como el conjunto de canes de proa de nave y la elegante portada meridional bajo una galería porticada.

Portada sur de cinco y cuatro arcos a cada lado del acceso central

El pórtico se desarrolla por los muros oeste y sur, este último precedido por un atrio murado que fue cementerio. Toda la obra está ejecutada en el primer cuarto del siglo XIII con sillares de arenisca anaranjada. El pórtico probablemente se construyó nada más terminarse el templo. De la portada sur destaca el acceso central individualizado y de gran tamaño que se abre entre dos sectores de cinco huecos a cada lado, si bien, como comentamos antes, el de la derecha se reduce a cuatro tras la construcción de la sacristía.

Portada oeste con tres y dos arcos en torno al acceso al atrio

La portada de poniente presenta dos y tres arcos en torno a un pequeño ingreso mientras que el muro de cierre es ciego. Todos los arcos, a excepción de los de la portada occidental, apoyan sus roscas en cimacios; las columnas son pareadas con basas áticas y capiteles con gran repertorio foliáceo, "estilizados acantos o palmetas aderezadas con volutas, pomas, gruesos cordones o finas hojas puntiagudas y nervadas" aparecen en dieciocho de las cestas, y en dos de ellas, en el lado oeste, aparece la figuración "con pequeñas cabecitas que afloran de la maraña, y dos cestas dobles representando a Balaam, su burra y el ángel de Yahvé; la otras representa a dos personajes nimbados con túnicas talares y flores, una lucha entre un león y una grifo, y la Anunciación y el arcángel Gabriel."

Columnas pareadas con motivos foliáceos de la portada meridional

El interior no pudimos verlo pero destaca, según la guía, el arco triunfal del siglo XVI y la pila bautismal románica "compuesta por corto pie y vaso cilíndrico de 118 cm. de diámetro", está decorado con arcos separados por columnas y ceñidos en la parte alta y baja por un bocel. En ambas portadas encontramos capiteles con motivos florales, y como hemos comentado la figuración aparece representada en una cabecillas entre las hojas como si fuese un tránsito a la figuración en dos de los capiteles.



Cabezas asomando de la maraña de hojas

Capiteles con figuración

Personajes nimbados con túnicas y flores

Anunciación y león luchando con un grifo

Ángel de Yahvé


Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Todo el románico de Guadalajara, Salgado Pantoja, J.A., Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, Aguilar de Campoo (Palencia) 2018

lunes, 24 de noviembre de 2025

Castillo de Villafranca o de Aulencia


El castillo de Villafranca o de Aulencia, se sitúa sobre un cerro que se eleva en la confluencia de los ríos Guadarrama y Aulencia. A él se llega tomando la carretera M503 y, cerca del km. 18 encontramos un desvío que nos deja en las instalaciones de la Agencia Espacial Europea desde donde podremos contemplar, siguiendo el camino que rodea el cerro, el impresionante castillo mudéjar. Tal como se lamenta el autor de la guía de Castillos de Madrid, "por desgracia este castillo sólo se puede apreciar desde la distancia ya que se encuentra dentro del cercado de una propiedad privada y no se puede acceder a él".

EL CASTILLO

La configuración del castillo, detalla la guía, "sigue a grandes rasgos el modelo de las residencias señoriales fortificadas": un recinto principal conformado por lienzos reforzados por torres en las esquinas y en el centro de los flancos. En su interior se eleva la impresionante torre del homenaje de planta cuadrada de unos 25 metros de lado. El conjunto se dota de barbacana, una cerca de inferior altura de la que sólo se aprecian restos de cubos en el lado norte. En las imágenes aéreas se aprecia los restos del foso aunque colmatado, presenta diferencias entre el lado norte y sur, de más de un metro y medio de profundidad y en el lado oeste de dos metros.

Flanco este donde se abre la puerta de acceso y sobre ésta restos del matacán 

En el flanco norte, el más accesible, la barrera se refuerza con cubos en los otros tres flancos. Para salvar el foso el castillo debió tener puente, aunque es casi imposible saber dónde se ubicaba, aunque por lógica debió estar en el lienzo este donde se abre la puerta que da acceso al patio de armas, aunque nuestra guía sugiere que éste se encontraba en el lienzo meridional "al resguardo de todo el conjunto", para no interferir en la defensa que proporcionaba unos matacanes colocados sobre la puerta de acceso, defensa que podemos ver en la imagen superior. En el lado opuesto, existe un portillo en el cubo central del lienzo, este era "más una salida de emergencia que un verdadero acceso al castillo". Concluye que las torres de flanqueo contaban con cámaras de guardia y saeteras.

Imagen cenital del castillo. Captura de pantalla de IGN

Las torres y muros se recrecieron durante los primera etapa de vida del castillo, "eso ha hecho que se conserve íntegramente, bajo el recrecimiento, el parapeto original almenado con merlones de ladrillo"; a su vez también se recreció la torre del homenaje. Esta es, según Cooper, el elemento más importante de la fortaleza. Se construye adosada al lienzo en el ángulo noroeste lo que le proporciona un espesor impresionante en el lado más vulnerable del edificio; además, "tiene ajimeces de un tipo anterior al siglo XV", algo que no podemos comprobar. En la parte superior presenta "los ángulos ligeramente achaflanados" y, añade, probablemente "tuvo garitas de madera, ya hundidas desde hace siglos y tapados sus accesos". El interior, dado el gran vacío estructural que tenía que salvar, -los lados miden 14 x 13 metros y casi 20 de altura-, "fue necesario combinar dos bóvedas de cañón" en la planta baja, y sobre éstas, en la primera planta otras tres bóvedas. Según se desprende de las imágenes, la torre carece de aperturas para el disparo, detalle que comenta Cooper, y que "dificulta proporcionar una fecha al conjunto".  Su gran tamaño junto al espacio que ocupa aljibe, deja poco terreno para edificios auxiliares.


Toda la obra está construida en "estilo toledano o mudéjar con 'mampostería encintada', es decir, mediante hiladas de piedra irregular que alternan con bandas de ladrillo". También son de ladrillo las esquinas y las jambas de puertas y ventanas según apreciamos en las imágenes. Para Cooper, el aparejo encintado es el mismo que el del castillo primitivo de Manzanares el Real, el de Casarrubios del Monte, y el de las obras que ejecutó Álvaro de Luna en el de Escalona. Destacar que son visibles los huecos que dejaron los apoyos de los andamios en el momento de construcción, distribuidos regularmente en lienzos y cubos, característicos en edificios construidos con esta técnica. A pesar de su cercanía a Madrid, señala Cooper, por "la variedad de técnicas y materiales se asemeja más este castillo a la escuela de Ávila, que a la citada anteriormente".


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Junto al vado del río Guadarrama existía la villa de El Horcajo a los pies del castillo, que más tarde pasó a denominarse Villa Franca, cuya jurisdicción debió recaer, poco antes de 1450, en Alonso Álvarez de Toledo. Éste junto a su esposa, Catalina Núñez, constituyeron un mayorazgo a favor de su hijo primogénito Pedro Núñez de Toledo, que también recibió en señorío entre otros los de GriñónCubas, y que "seguramente fue quien construyó el castillo". Apunta Cooper que Núñez de Toledo se confesó seguidor de Álvaro de Luna y que fue detenido junto a él en Burgos en 1453, aunque "al contrario que al Condestable la detención no le acarreó consecuencias funestas".

Imagen del castillo. Captura de pantalla de Google Earth

Pedro Núñez de Toledo estuvo casado en dos ocasiones; de su primer matrimonio tuvo una hija que casó con el hermano del duque del Infantado, no obstante, el señorío pasó a su primer hijo varón, fruto de su segundo matrimonio. Esto provocó una disputa con los Mendoza que argumentaban mayor legitimidad a los descendientes del primer matrimonio. Las pretensiones de los Mendoza, dueños del Real de Manzanares, se basaban sobre todo en su intento de frenar la expansión del señorío del marqués de Moya "sobre el área al Norte de Madrid". Diego Fernández de Cabrera, marqués de Moya, acababa de construir la fortaleza de Villaviciosa de Odón para reforzar el flanco occidental de su señorío, lo que debió provocar momentos de incertidumbre por lo que, probablemente, se decidió reforzar las defensas y elevar los lienzos y la torre del homenaje del castillo de Villafranca. La disputa no debió tener mayor repercusión porque a finales del XVI el señorío continuaba en poder de la misma familia, cuyo titular era el capitán de infantería Luis Núñez de Toledo, que había combatido en Lepanto. Este debe ser quien aparece mencionado en las Relaciones de Felipe II de 1575 cuando se hace la descripción de la dehesa de Villafranca, que "tiene D. Luis de Toledo, vecino de Madrid, una fortaleza, y se pasa por bajo y cerca de ella". Sin embargo, nos recuerda Cooper, este fue testigo del marqués de Villena "en las probanzas de 1498 de un pleito con el duque del Infantado sobre el Condado de Santisteban".

Posición de milicianos  frente al castillo que aún no ha sufrido impactos
 de artillería. Biblioteca Nacional de España (sin fecha)

Concluye la guía que el castillo tuvo varios propietarios, "pero antes por el valor de la finca que por el inservible edificio". Como fortaleza tuvo un postrer servicio durante la última Guerra Civil cuando en 1937 fue refugio de una compañía republicana participe en la Batalla de Brunete: "Durante el combate, el castillo sufrió varios impactos de artillería que sin duda vinieron a empeorar si cabe su ruinoso estado". En 1955 se acentúa su degradación al convertirse en corral de ganado, es en este momento cuando probablemente "se abrieron los vanos del sótano y se amplió la entrada". En la actualidad está completamente cercado, abandonado y sin uso.

Imagen tras la Batalla de Brunete donde se aprecian los impactos artilleros
en la torre del homenaje y lienzos. Biblioteca Nacional de España (17.8.1937)


Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Castillos Señoriales de la Corona de Castilla y León, Cooper, E., Junta de Castilla y León, 1991.
Castillos, fortificaciones y recintos amurallados de la Comunidad de Madrid, Dirección General de Patrimonio. Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid, 1993
Guía de Castillos de Madrid, VV.AA. Consejería de Empleo, Turismo y Cultura de la Comunidad de Madrid, 2015
Imágenes: Biblioteca Digital de Biblioteca Nacional de España, en bnedigital.bne.es