Illescas se sitúa al norte de la provincia de Toledo, a escasos kilómetros de Torrejón de Velasco, al sur de la Comunidad de Madrid, desde donde habíamos partido tras visitar de nuevo el castillo del conde de Puñonrostro, un trayecto corto de tan solo 12 km. por la A-42. Nuestro objetivo era visitar la puerta de Ugena, último vestigio de la muralla medieval de Illescas. Para esta visita seguimos los comentarios la guía de castillos de Toledo de Ruibal (1992), donde destaca la fotografía que ilustra su libro, una fotografía antigua en la que el viajero encuentra la puerta adosada a una casa, que contrasta con la imagen actual.
Cara Este de la puerta |
LA PUERTA
En la actualidad la puerta de Ugena se encuentra integrada en el núcleo urbano de Illescas, hacia el Oeste de donde partía el camino que comunicaba la villa con la cercana población de Ugena, a unos 3,5 km al noroeste. Está construida, nos recuerda Ruibal, con piedra y ladrillo, "posiblemente mudéjar como tantas construcciones de la zona". Las medidas que nos ofrece son la de una torre rectangular de 9 por 6 metros de lado. El ladrillo se utiliza para reforzar los ángulos a modo de grandes pilares de 1,40 metros de lado; mientras que las caras laterales están construidas con bloques de piedra que presentan la cara exterior labrada y sin labrar su cara interior; entre las hiladas de piedra se intercalan a su vez dos hiladas de ladrillo que alternan su longitud. La torre está ligeramente escalonada, a partir de la séptima hilada de piedra, resaltando una hilada de ladrillo a modo de imposta, que separa ambos cuerpos.
Arco Sur que daba a la población y cara Oeste de la puerta |
Presenta dos puertas. La que se abría al exterior, al antiguo camino de Ugena, es un arco apuntado de ladrillo que le imprime esbeltez; y la puerta que da al interior de la villa, es un arco de medio punto. El interior forma una cámara de 9 por 3 metros y tiene una altura de 5 metros. Cada uno de los arcos debía tener su puerta correspondiente que, como solía ser costumbre en la época, se cerraría al anochecer. Según Ruibal, debería contar con dos plantas que debieron ser de madera; la inferior, la del suelo, donde estaría la entrada y un piso superior, hoy desaparecido, donde estaría la guarnición, a su vez cubierto con "plataforma almenada con garita de guardia".
CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS
Illescas se encuentra entre un formidable entorno medieval, por lo que el viajero tiende a posponer su visita al contar tan sólo con esta puerta como vestigio de su pasado. La villa, según nos comenta Ruibal, fue poblada por Alfonso VI tras la conquista de Toledo en 1085, por lo que supone que de esa fecha deben datar sus murallas, aunque de su construcción, puntualiza, "poco se sabe". En la centuria siguiente, en 1188 Alfonso VIII cede la villa a la iglesia catedral de Toledo, como cita Estepa, aunque no se menciona ninguna construcción. Una fecha algo más concreta y no tan lejana, nos la proporciona Cooper que atribuye su construcción a Sancho IV (1258-1295) a finales del siglo XIII. Su construcción obedece a la previsión de posibles "trastornos a partir de 1288", problemas que se centrarían sobre el reino por las aspiraciones de su sobrino, Fernando de la Cerda, a la corona de Castilla.
Cara Oeste de la puerta |
En 1289, comenta Cooper, el rey Alfonso III de Aragón hace constar su apoyo a la candidatura de Alfonso de la Cerda a la corona castellana, estrategia que junto a Portugal, tenía como objetivo debilitar el reino castellano. La reacción de Sancho IV será reforzar en 1291 el alcázar de Ávila, y "en época desconocida hace amurallar Illescas (La Sagra)", cuyo señorío era "pretendido por la Mitra de Toledo del que desconfiaba el rey", aunque como hemos visto en 1188 ya estaba en poder de la Mitra toledana. Poco después, en 1323, continúa Cooper, la villa posee alcázar toda vez "que el infante-arzobispo construye un alcázar en Illescas"; se refiere al infante Juan, hijo del rey Jaime II de Aragón, y cuñado de don Juan Manuel. Este alcázar, añade en nota, "se construyó sobre la puerta del Sol", sin embargo, otra fuente referida a 1355, especifica que la construcción es "un castillejo fuerte encima de la yglesia del dicho lugar".
Arco apuntado en la cara Norte de la puerta |
A principios del siglo XVI, continuamos con Ruibal, "en 1518, esta población tenía castillo con foso, cubos en los ángulos y torre del homenaje, con saeteras, en buen estado". El regidor de la villa solía ser alcaide del castillo, entre éstos, "uno de ellos fue Juan Alonso Beltrán, depuesto por el cabildo de Toledo pues la población pertenecía al obispado, a la muerte del cardenal Cisneros". En 1575, el castillo ya se encontraba arruinado y sólo se conservaba la cerca de tierra apisonada que protegía la población.
Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:
Cooper, Edward., La fortificación de España en los siglos XIII y XIV, Ministerio de Defensa y Marcial Pons Historia, Madrid, 2014.
Estepa Díez, Carlos, Los territorios del rey. Castilla, siglos XII-XIII, Marcial Pons Historia, Madrid 2021.
Ruibal, Amador, Castillos de Toledo, Ediciones Lancia, León, 1992.