domingo, 30 de marzo de 2025

Castillo de Ciria


Con la visita a Ciria (Soria) comenzamos nuestro viaje para conocer algunas fortificaciones que se levantaron en torno del río Manubles, prácticamente desde su nacimiento hasta su desemboca en el Jalón en Ateca (Zaragoza). Llegamos a Ciria por un ramal de la N-234 hasta la altura del km. 308, donde tomamos la SO-P-2017 que nos deja en la población. El castillo se construye junto a las hoces que el río Manubles forma a su paso por la sierra de Bigornia con el fin de proteger la vía que comunicaba Calatayud con Soria, vía que ya en época romana comunicaba Bilbilis y Numancia. La fortaleza se ciñe a un saliente del acantilado que forma el Barranco del Celorio; desde esta posición se domina ampliamente el territorio del sureste y el oeste desde una altitud de 1060 metros manteniendo comunicación visual con la fortaleza de Sauquillo de Alcázar -del que tan sólo quedan unos paredones (Gil Crespo) de la que dista  unos 8 km al oeste de Ciria-.

Lienzo suroeste


EL CASTILLO

El castillo está construido en mampostería, adaptándose a la topografía del terreno. Está formado por cortinas almenada y cubos de flanqueo, uno protegiendo la puerta de acceso a la fortaleza y un segundo en el extremo norte. Según comenta Gil Crespo, la fortaleza dispone de un complejo sistema de ingreso que, aunque "la puerta se abre directamente en el muro, una cortina interior obliga a formar un trayecto en codo y ascendente hasta el interior de la fortaleza"; la puerta debió tener dovelas hoy desaparecidas aunque el arco aún se mantiene gracias a la calidad del mortero de cal. La singularidad del circuito de sus murallas "son las "cremallera", una de ellas rematada en ángulo vivo, y otras tres de forma curva(Lorenzo), así mismo las confluencias de los muros son redondeadas, reforzándose las dos esquinas meridionales con remates circulares.

Lienzo norte. La esquina y la confluencia de los muros son redondeadas

Añade Gil Crespo que "el interés de este castillo se incrementa por el uso de ciertos sistemas defensivos, como el regrueso artillero de la torre occidental", el cubo del extremo norte que mencionábamos. El regrueso de esta torre envuelve otra, octogonal, construida con anterioridad (Lorenzo). Los lienzos conservan parte del adarve y del almenado en el que se aprecian aspilleras,  destacando que parte del lienzo occidental cuenta con la defensa natural del acantilado de unos 50 metros de altura que lo hace prácticamente inexpugnable por ese lado. La fortaleza contaba con un aljibe que ha perdido la bóveda, en la actualidad se encuentra medio oculto entre la vegetación.

Lienzo que protege el acantilado en él se observa el adarve, el almenado 
con remate piramidal y aspilleras

Así mismo debemos destacar la ausencia de la torre del homenaje, lo que nos indica que la función del castillo era albergar una guarnición para proteger la vía de comunicación, en este caso Soria-Calatayud por lo que "su construcción se reduce a una muralla, torres en las esquinas y de flanqueo, pero sin una torre del homenaje o principal ya que no había residencia señorial" como señala Gil Crespo

Torre occidental reforzaba con función artillera que envuelve otra octogonal

CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Sobre su origen Lorenzo lo data como obra musulmana del siglo X que a su vez se levanta sobre otro anterior mucho más pequeño, también musulmán, pues, añade, la factura de esta primitiva fortaleza "con torres poligonales y cremalleras en sus muros", es similar al castillo de Calatayud, fechado en el siglo X. Tal como nos recuerda Gil Crespo, los avatares históricos del castillo de Ciria en muchas ocasiones han ido de la mano de su vecino y casi desaparecido castillo de Borobia. Debió ser testigo de las conquistas del rey aragonés Alfonso I el Batallador que repobló estas poblaciones sorianas y confirmó privilegios a la villa vecina en 1132. También lo fue de la lucha por la aspiración al trono castellano del infante Alfonso de la Cerda a finales del siglo XIII, y debió ser testigo a su vez de la Guerra de los Dos Pedros mediado el XIV. A este respecto, Cooper, hablando del castillo de Davalillo (Haro), señala que el rey Sancho IV realizó obras, tanto de la cerca de dicha población riojana como en su castillo, financiándolas "con la mitad de los pechos que quitó a Ciria e a Borovia para la labor de los castillos".

Puerta de acceso protegida por un cubo de flanqueo

El 1395 formó parte del señorío que Enrique III de Castilla hizo entrega de Ciria a Juan Hurtado de Mendoza junto a las villas de Vozmediano, Borobia y Ágreda, aunque esta última se rebeló por su negativa a dejar de ser realengo para convertirse en señorío, por lo que el rey permuta estas villas por Almazán y Gormaz. Será en el primer tercio del XV cuando adquiera mayor protagonismo. En 1429 Alfonso V de Aragón ataca la frontera soriana ocupando los castillos de CiriaBorobia, Vozmediano, Serón y Deza, que permanecerían en poder de Aragón hasta 1437, cuando se solucionan los conflictos entre Castilla y Aragón y se devuelven mutuamente las plazas ocupadas durante la contienda. 

A la izquierda cubo occidental y a la derecha lienzo sobre el cantil

Destaca Cobos el hecho de que durante los siglos XII hasta el XV los castillos de frontera de Ciria, Cihuela y Peñalcázar fueron fortificaciones reales, circunstancias que perdurará hasta 1443 que en calidad de señorío en manos del condestable don Álvaro de Luna quien "fundará el mayorazgo de Ciria y Borobia en favor de doña Aldara de Luna", su sobrina, hija del primo hermano de don Álvaro, Jayme Martínez de Luna, a la sazón señor de Yllueca. tal como nos recuerda Gil Crespo.

El castillo desde el barranco del Celorio

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Cobos Guerra, F. y Castro Fernández, J.J. deCastilla y León. Castillos y fortalezas, Ed. Edilesa, León, 1998.
Cooper, Edward.La fortificación de España en los siglos XIII y XIV, Ministerio de Defensa y Marcial Pons Historia, Madrid, 2014.
Gil Crespo, Ignacio Javier, Castillos y villas de La Raya, Diputación Provincial de Soria, 2016.
Lorenzo Celorrio, Ángel, Compendio de los castillos medievales de la provincia de Soria, Diputación de Soria, 2003

Interior de la fortaleza, a la derecha junto a las almenas se sitúa el aljibe


IMÁGENES DEL CASTILLO HECHAS DESDE DRON POR RAFAEL MORENO

Imagen cenital del castillo el aljibe junto al lienzo superior. Fato Rafael Moreno

El castillo y la defensa natural del barranco del Celorio. Foto Rafael Moreno

Puerta de acceso al castillo junto a los expedicionarios. Foto Rafael Moreno

NOTA: Las imágenes hechas con el dron cuentas con todos los permisos.

viernes, 14 de marzo de 2025

Heráldica. Escudos y blasones

Sobre la concesión y uso de blasones por parte de papas y reyes a sus vasallos, "a partir del siglo XVII, existieron tanto títulos como escudos comprados de manera encubierta" -algo leí y no conseguí recuperar la fuente, ni tampoco está claro que estos que ahora iré publicando, sean el caso-, y, añade el texto, "aunque en principio no tuvieron tanto prestigio como los conseguidos por méritos personales o familiares, el paso del tiempo hizo que se fueran asemejando a estos en calidad".
Nota: La cultura de la Heráldica: linajes y blasones, Ministerio de Cultura.

BLASON DEL PATRONATO DE FRANCISCO SÁNCHEZ CALVO-RAMÍREZ

Escudo nobiliario sobre hornacina sobre la portada de entrada a la Casa-Palacio del Patronato de Francisco Sánchez Calvo-Ramírez en Marchamalo (Guadalajara). Según la cartela que hay frente al edificio aparece descrito en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1750): "Casa-Palacio con dos grujías de vivienda de 60 pies de largo y 40 de fondo, con su cocedero, bodegas, cuadras, pajares, cobertizo, corral, jardín, pozo y pila. Fachada de ladrillo con gran alero. Era sin empedrar, frente a la casa, de una fanega con 12 olmos a su alrededor. Huerta en la parte posterior de la vivienda".


La cartela describe así las armas que se representan el el escudo:

"Blasón español del Patronato de Francisco Sánchez Calvo-Ramírez, cortado y medio partido, con tres cuarteles.
1- CALVO (Aragón): Una faja de Gules (rojo) con dos estrellas de ocho puntas en Azur (azul) en campo de Oro.
2- Siete roeles en palo junto con soldado del s. XVIII que porta un bastón de mando (linaje s.i.)
3- RAMÍREZ (de Arellano) (Castilla): terciado, con tres bandas de Azur (azul) y tres flores de Lis de Azur en palo, ambos sobre campo de Oro. Un árbol de Sinople (negro) y un león de Gules (rojo)".

La Casa-Palacio sería en 1706 cuartel general del pretendiente al trono Felipe de Borbón, futuro Felipe V, durante la Guerra de Sucesión, desde donde acudieron a asediar Guadalajara que estaba en poder de las tropas austriacas del Archiduque Carlos. En reconocimiento al apoyo de Marchamalo, el rey le otorgo el privilegio de abastecer de pan a la capital alcarreña, "para ello se emplearon hasta 8 hornos que dieron merecida fama a la villa"


FAMILIA PÉREZ DE LA CONCHA

Este escudo heráldico, que campea sobre la entrada principal de la casa de la familia Pérez de la Concha, lo podemos ver en Villacastín (Segovia). La cartela que hay frente a la casona nos informa: "El escudo fue costeado por la propia familia, ya que no se trataba de una familia perteneciente a la nobleza, aunque, si es cierto por lo que se puede deducir, que se trataba de una familia con un fuerte poder económico".


De este escudo llama la atención las cinco veneras del primer cuartel que debe hacer referencia al apellido aunque no a la Orden de Santiago; en el segundo cuartel se representa un lobo pasante que mira a la siniestra; y el cuarto cuartel con las barras o palos que pueden representar a doña María de Aragón, reina de Castilla por su matrimonio con Juan II, y que murió, se cree que envenenada, en Villascastín.


MUSEO SOROLLA DE MADRID


Según se entra al Museo Sorolla, a la derecha encontramos tres escudos heráldicos de piedra bien labrados y de buena calidad. Los tres escudos se presentan sobre un zócalo de cerámica decorado con los escudos de Castilla y León, y en el centro del panel el Águila Imperial. Los escudos son de linajes o personajes sin identificar, uno de ellos de un prelado, quizá del arzobispo Fonseca, y es el peor conservado. Las descripciones de estos escudos de armas son las que nos proporciona Cer.es, del Ministerio de Cultura


El primero de estos, el central, es un escudo barroco, sin identificar, de un personaje o familia que perteneció a la Orden de la Banda;, según se desprende de los cuarteles segundo y tercero. La descripción del mismo es la siguiente:  "Presenta cuartelado el campo: primero, torre con almenas, sumada de un brazo saliente armado de un alfanje; segundo y tercero, barra engolada de dragantes y acompañada de dos calderas; el cuarto, un árbol con dos lobos u osos encaramados a su tronco. Se encuentra timbrado de yelmo y lambrequines. Por las características del timbre quizá procede de Cantabria. Es obra española fechable entre los siglos XVII y XVIII".



El segundo escudo, también renacentista, se encuentra a la derecha del central según la posición del observador; de él se hace la siguiente descripción: "Presenta cuartelado el campo: en primer lugar un castillo; segundo, cinco estrellas de cinco puntas dispuestas en aspa; el tercero, trece aspas o sotueres, y cuarto, un árbol semejante a una palmera con dos animales, tal vez dos osos, encaramados a su tronco. Presenta una inscripción en el centro de la parte inferior: 1649, que hace posible fecharlo. El segundo cuartel podría pertenecer a las armas del linaje Fonseca". Es de señalar que, como veremos en el siguiente escudo, el linaje Fonseca las estrellas que contiene son de ocho puntas.



El tercero, a la izquierda del observador, es eclesiástico aunque ha perdido prácticamente el capelo, también renacentista, presenta "cinco estrellas de ocho puntas dispuestas en aspa. Timbrado de capelo y borlas eclesiásticas, aunque se ha perdido parte de estos elementos, aunque podría pertenecer a las armas del Arzobispo Alonso de Fonseca, eclesiástico y mecenas gallego del siglo XVI".

El Museo Sorolla de Madrid, en calle General Martínez Campos, 37. En la actualidad se encuentra cerrado por obras de ampliación del museo; no obstante estos tres escudos pueden verse desde la calle.

jueves, 6 de marzo de 2025

Monasterio de Santa María de Moreruela


Llegamos al Monasterio de Santa María de Moreruela a primera hora de la mañana. El lugar es idílico como todos los que los monjes del cister escogieron para instalarse, junto a un valle y cercano a un curso de agua, en esta ocasión junto al Arroyo de la Laguna, que desemboca, muy cerca, al Esla. En las cartelas del monasterio hay unos párrafos evocadores de Unamuno: "¡Qué majestad la de aquella columnata de la girola que abre hoy al sol, al viento, y a las lluvias! ¡Qué encanto el de aquel ábside! ¡Y qué inmensa melancolía la de aquella nave tupida hoy de escombros sobre que brota la verde maleza! Miguel de Unamuno 1911".

Girola en la que se aprecian abundantes marcas de cantero


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

La primera noticia probable sobre Moreruela hace referencia a "una donación de Fernando I en 1042 a cierta Keia Ibabse, por vida, y luego al monasterio de Santiago apóstol Moreirola, de ciertas villas, "in territorio Lampiana", lugar cercano del actual edificio. Aunque la fundación, según las cartelas, pudo ser anterior, en esto coinciden las fuentes consultadas, por la propuesta que hizo Alfonso III el Magno a San Froilán para fundar un monasterio "no se sabe si fue aqui o al otro lado del Esla", a principios del siglo X de "un cenobio masculino en "Morerola", bajo la advocación de Santiago Apóstol".

Representación de Alfonso VII en el Monasterio de Santa María de Valbuena

En 1143 Alfonso VII el Emperador concede al noble Ponce de Cabrera la villa de Moreruela de Frades y un extenso territorio para apoyar la construcción de un monasterio, primero benedictino y más tarde, entre 1158 y 1162, cisterciense, cambiando su nombre por el de Santa María. Ponce de Cabrera fue un importante personaje proveniente del ámbito catalán. Se había establecido en el reino tras acompañar a Berenguela de Barcelona que contraería matrimonio con Alfonso VII en 1128. Ponce de Cabrera fue tenente de varias poblaciones entre las que cabe destacar Castrotorafe en 1144, y adquirió gran influencia en la corte castellana acompañando o representando al rey en los principales episodios políticos. En 1143 recibió Moreruela por donación real a la que benefició fomentando su construcción, por lo que el mismo Ponce se define como "constructore Morerola". Según Gómez Moreno, tras la donación que hace Alfonso VII a "D. Ponce de Cabreria, en juro de heredad, como premio a sus muchos servicios, recibiéndola por él los monjes franceses Pedro y Sancho, primeros abad y prior respectivamente de la primera casa", a los que siguieron como abades "Gonzalvo, Walterio, Pedro, Arnaldo, otro Gonzalvo, Pelagio, etc.".

Crucería de la girola

Continuando la lectura de la cartela, El máximo apogeo del cenobio es durante el siglo XIII, gracias a donaciones reales, de nobles y campesinos, y a la propia iniciativa del monasterio. Sus posesiones se localizaban mayoritariamente en la actual provincia de Zamora y mantenía una economía diversificada: campos de cereal, viñas, ganadería, explotaciones mineras, salinas de La Lampreana, aceñas, derechos sobre villas... Gómez Moreno también comenta que entre las donaciones que hizo Fernando I (1018-1065), se encontraban "ciertas villas "interritorio Lampreiana" en la primera fundación-. Siguiendo de nuevo la cartela, en su máximo esplendor, "Habitaban el monasterio por entonces unos cuarenta monjes y otros tantos conversos. Tras el impulso y las donaciones iniciales, con el paso de los años, las normas se van relajando y los siglos XIV y XV serán de crisis, perdiendo el monasterio parte de sus posesiones e influencia."

Exterior de la cabecera y transepto de la fachada sur

Y concluye en esta época que una vez "superada la crisis de los siglos XIV y XV, y ya adscrito a la Congregación de la Regular Observancia de Castilla desde 1494, durante los siglos XVI a XVIII, el monasterio vuelve a recuperar parte de su esplendor, manteniéndose una comunidad de 20-30 monjes y otros tantos criados hasta principios del siglo XIX. Finalmente, en 1836, cuando llegó la desamortización, es decir, la incautación de bienes raíces de la Iglesia por parte del Estado, sólo quedaban allí 12 monjes.

Sala capitular


EL MONASTERIO MEDIEVAL

Plano del monasterio medieval (Siglos XII-XIII) de la cartela informativa

Cuando Gómez Moreno visitó el monasterio en 1904, quedó profundamente impresionado por el edificio, impresión que se refleja en la frase en la que reclama a los arqueólogos de su época dejar "de rebuscar minucias cuando gigantes de nuestro arte aún yacen desconocidos".

Monasterio de Moreruela. 1905 Fotografía Manuel Gómez-Moreno

En este aspecto las cartelas detallan que "del edificio de los siglos XII-XIII se conservan la iglesia y algunas dependencias originales del monasterio cisterciense, con una planta similar a la de otros monasterios como Oseira o Veruela. La iglesia posee tres naves, crucero marcado en planta, cabecera con girola cubierta con bóveda de crucería y siete absidiolos. 

Cabecera y absidiolos

El monasterio de Santa María de Moreruela fue declarado Monumento Histórico por Decreto de 3 de junio de 1931.

Crucería de la bóveda de la sala capitular

Marca de cantero en un sillar de uno de los absidiolos

EL MONASTERIO MODERNO

Durante la etapa moderna, siglos XVI a XVIII, se acometen grandes reformas: el claustro de la hospedería y el dormitorio de novicios; también sobre las construcciones medievales", reutilizándose algunos sillares de la etapa anterior.

Plano del monasterio moderno (siglos XVI a XVII) de la cartela informativa

Concluida la visita continuamos nuestra ruta hacia la siguiente parada en Castrotorafe, la denominada Zamora la Vieja.

Para la esta entrada además de las cartelas y paneles informativos que hay en el monasterio, he consultado la siguiente documentación:

Gómez Moreno, ManuelCatálogo Monumental de la provincia de Zamora 1903-1905.
Sabate Curull, FlocelPonce de Cabrera ficha de la Real Academia de la Historia en dbe.rah.es