viernes, 9 de diciembre de 2022

Castillo de Marcilla

 
Llegamos a Marcilla después de visitar Tudela en una parada camino de Olite. Era el otoño de 2005, el castillo se encuentra en el centro de la villa, en aquellos momentos estaba cerrado y parecía estar abandonado por lo que se podía entrever por los vanos de las ventanas. 

EL CASTILLO

Según la información turística actual, nos encontramos ante un castillo-palacio ejemplo de fortificación gótica. Está construido en ladrillo sobre un pedestal de sillares formando un talud de piedra. Tiene forma cuadrada; en sus esquinas le levantan fuertes torreones prismáticos, y otros tres en el centro de sus lienzos, excepto en el lienzo sur, donde se encuentra la puerta de acceso, donde el torreón se sustituye por una galería. La torre del ángulo suroeste ejercía de torre del homenaje y la del sureste, como veremos, se construye "en escorzo". Rodeado de foso, se accedía al interior mediante un puente levadizo. El interior tenia un gran patio de armas alrededor del cual se distribuían caballerizas y dependencias.

Torreón noroeste

Como no pudimos ver el interior, vamos a guiarnos por la memoria de la actuación arqueológica que elaboraron en 1998 Tabar y Sesma, que comienza citando el Catálogo Monumental de Navarra, con la siguiente descripción: "forma un monumental bloque de planta cuadrada con un alto pedestal de sillar en talud y resto de ladrillo (...) inciden en su papel de fortaleza los fosos que lo rodean, en buena parte visibles hoy en día. En los cuatro ángulos del cuadrado se elevan unos fuertes torreones prismáticos, adosándose el suroriental en escorzo". El edificio se abandona en la década de 1970 y debido a la pobreza de los materiales, adobe y tapial, muy pronto comienza su deterioro, hasta que en 1977 la Diputación Foral de Navarra lo adquiere a los herederos del marqués de Falces. A partir de entonces se llevan a cabo varias intervenciones que se centran en el desescombro, limpieza -destacan que la esquina noroeste del edifico había sido utilizada como vertedero por los barrenderos municipales acumulándose desperdicios durante 10-15 años que taponaron una bodega que alcanzaron 3 metros de altura- y llevando a cabo consolidaciones puntuales de las que destacan "el derribo de la logia de la fachada sur (1982), el vaciado de los fosos y acondicionamiento del acceso al castillo (1986), y el desmoche del paseo de ronda (1991)".

Torre suroeste

Algunos pormenores que estudian Tabar y Sesma de la fortaleza son el patio porticado de la zona noreste donde había un pozo, y la pavimentación -ésta había sufrido modificaciones por la acción del ganado a lo largo de los años´-. En la zona sureste se había excavado una mina "que da acceso a una serie de troneras situadas al pie del alambor" de la torre sureste. En la fachada sur se encuentra la puerta de acceso a la que se llega por un puente levadizo; sobre la puerta se aprecian dos largas ranuras verticales que servían para recibir las vigas de madera del puente. En la clave del arco de la puerta se ve muy deteriorado el escudo de armas de los Peralta-Velasco. En una de las dependencia hay una escalera de caracol para acceder al primer piso. Comentan que en los lienzos se aprecian mechinales de los anclajes de los andamios para la construcción de los lienzos. En la parte exterior del edificio se conserva la decoración de un friso de dientes de lobo en ladrillo, muy bien conservado en la torre del homenaje, y arquillos apuntados sobre ménsulas de ladrillo escalonadas. En las excavaciones que se hicieron en el foso han aparecido varios fragmentos de cerámica romana - terra sigillata hispanica- de los siglos IV-IV d.C. y cerámica altomedieval musulmana.

Torre central del lienzo oeste y torre noroeste

En tiempos modernos se añadieron en el patio de armas más construcciones que redujeron su espacio, aunque tras ser adquirido por la Diputación para su restauración, estas últimas construcciones se demolieron. En la actualidad el castillo, muy reformado, es la sede del Ayuntamiento de Marcilla.

CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS 

El constructor del castillo fue Mosén Pierres de Peralta, fiel servidor del rey Carlos III el Noble quien le hizo "ricohombre" de Navarra en 1416. Participó en numerosas embajadas y servicios por encargo del rey por lo que recibe numerosos privilegios y honores, llegando a convertirse en el primer personaje de la corte. Tras unas confusas maniobras y permutas se hace con el señorío de Marcilla donde construirá el castillo; una construcción poco habitual en Navarra donde las fortalezas eran modestas y en ocasiones una simple torre, destacando el edificio por sus potentes torres. En origen se concibe como castillo defensivo que pasará a tener carácter de residencia-palaciega, aunque su promotor tenía su vivienda principal en Peralta. Pierres de Peralta muere en 1442 sucediéndole su hijo del mismo nombre con el sobrenombre de El Joven.

Esquina suerte y lienzo este

Pierres de Peralta "el Joven", que alcanzó el cargo de Condestable de Navarra, fue uno de los principales cabecillas del bando agramontés durante la guerra civil de Navarra. Recordar que los agramonteses eran partidarios de Juan II de Navarra enfrentados a los beamonteses, partidarios del Príncipe de Viana, hijo de Juan II, y legítimo heredero a la corona. Sucedió a su padre en 1442 de quien recibe bienes y títulos entre los que se encuentran derechos sobre Marcilla. Muy próximo a Juan II, en 1468 asesinó al obispo de Pamplona Nicolás de Chavarri  por haber conspirado contra el rey. Tras su arrepentimiento, Sixto IV le impone como penitencia luchar contra los turcos, aunque consigue finalmente redimir la pena en Granada donde luchará contra los musulmanes del reino nazarí. Colaboró activamente en el matrimonio de Fernando de Aragón con Isabel de Castilla, los futuros Reyes Católicos. Muere en 1492 y le sucede su hija Juana.

Puente y puerta de acceso en el lienzo sur

Juana de Peralta se casa con Troilo Carrillo, hijo del arzobispo de Toledo -recordar que el arzobispo estuvo enfrentado a Fernando el Católico-. A la muerte de Juana les sucede su hijo Alonso Carrillo de Peralta a quien Fernando el Católico otorga el título de I Marqués de Falces en 1513. La mujer de Alonso Carrillo, doña Ana de Velasco, será quien se enfrente a las tropas de Cisneros que tenían orden de derribar el castillo.

Lienzo oeste con friso de arquillos de ladrillo

Tras la conquista de Navarra en 1512 por Fernando el Católico, según Martinena, por temor a levantamientos por parte de algunos nobles o de los propios concejos, el rey Católico percibió como un peligro el gran número de castillos que había en el reino, "vio enseguida que aquellas fortalezas constituían una amenaza constante para la integración de Navarra a la corona de Castilla y desde muy pronto pensó seriamente en mandarlas derribar", inquietud a la que había que añadir la frontera con Francia. Esto hacía temer un intento de recuperación del trono por parte del depuesto Juan de Labrit, como ocurrió el mismo año de la conquista en 1512, y posteriormente en 1516 y en 1521. No obstante será el Cardenal Cisneros, "el verdadero promotor y realizador de la idea", quien encarga la misión al duque de Nájera, don Antonio Manrique. La orden de derribar la fortaleza de Marcilla la recibe el capitán Villalva. Sin embargo, aunque muchas fortificaciones fueron derruidas, algunas como las de Lumbier y Puente la Reina se libraron de la destrucción gracias a la intermediación del condestable y cuñado del marqués de Nájera, librándose también, pero con más honra "el castillo de Marcilla, por el valor y resolución gallarda de doña Ana de Velasco, marquesa de Falces, que vivía en él", la antes mencionada esposa del marqués Alonso Carrillo de Peralta.

Plano basado en el Plano I de la memoria de
la Intervención arqueológica de Tabar y Sesma


Para esta entrada he consultado, además de la información turística, la siguiente documentación:

Díaz Húder, Javier, La conquista de Navarra, Pregón 47, marzo 2017.
Martinena, Juan José, Navarra. Castillos y palacios, Caja de Ahorros de Navarra, Pamplona, 1980
Tabar Sarrías, Mª Inés y Sesma Sema, Jesús, El castillo de Marcilla. Intervención arqueológica. 1998.

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