Llegamos a Villar
de Matacabras pasado el mediodía. Habíamos hecho una breve parada
frente a la Puerta de Cantalapiedra en Madrigal
de las Altas Torres. Desde allí tomamos la CL-610 dirección Peñaranda
de Bracamonte; en el primer cruce a la izquierda, a tan solo 3 km., sale
una carretera que a 1 km. nos deja en Villar de Matacabras.
La iglesia se encuentra justo antes de entrar en la población, según la cartela
que hay junto al templo "se emplaza al oeste de la
población, separada de su antiguo núcleo urbano". Nada más rebasar el templo y sin
llegar al pueblo, nos encontramos frente al edificio, éste desprende una
armonía indescriptible, como una ensoñación de ladrillo que deja al viajero con
la sensación de estar frente a una obra excepcional y, a la vez, con la frustrante
sensación, una vez más, que produce el abandono en el que se encuentra.
El origen del caserío se remonta al proceso de repoblación al sur del Duero del siglo XII; ésta se llevó a cabo
con colonos gallegos o leoneses "como Barromán o Bercial", -la primera se encuentra a 9 km. al este de Madrigal
y la segunda al sureste de ésta última. En la documentación de mediados del siglo XIII se cita como El Villar, "era una de las poblaciones
importantes del tercio de Madrigal con más de 200 habitantes". Según Barrios García pertenecía
al arcedianato de Arévalo que estaba dividido a efectos de fiscalidad eclesiástica en tres tercios, el
de Rámaga
(hoy Rágama),
la Vega
y Madrigal.
En la actualidad el caserío se encuentra despoblado.
El templo disponía de una cerca cuadrangular de la que quedan restos y
que delimitaba el amplio atrio. Gutiérrez Robledo detalla de esta manera la iglesia: "llena de enigmas es la de Villar de
Matacabras, muy cercana a Madrigal, hoy prácticamente abandonada. Lo que queda
es una sorprendente cabecera triabsidal, que arranca de un zócalo de ladrillo y
sobre él organiza un esbelto orden de arquerías, sobre el que debió
desarrollarse uno más, del que quedan los arranques del ábside norte." Comenta que posiblemente la iglesia
debió derrumbarse y se reparó de cualquier manera "levantando una tosquísima torre sobre el
ábside norte". Conserva a su vez, de su primitiva construcción, la puerta de acceso
meridional "con arcos de ladrillo doblado de medio punto".
Lado meridional y dependencia en ruina |
Planta del templo donde se observa la prolongación de la nave norte y la disposición asimétrica de los ábsides. Cartela informativa junto a la iglesia |
Los tres ábsides,
continúa, entestan en una estructura que nada tiene que ver con el primitivo
templo. Como hemos visto, al norte se levantó una torre y se prolongó una nave.
Según la cartela "es evidente que ha perdido su
cuerpo de naves original, al que ha sustituido otro posterior unido al antiguo
ábside septentrional", mientras que del central y del meridional nada sabes de su
estructura, según la Guía del Románico, habiendo ocupado
parte del espacio que le correspondía una construcción moderna habiendo perdido
su uso religioso. Gutiérrez Robredo, recuerda que es posible que la ruina de la
iglesia "en momentos menos vigorosos", ésta se reconstruyó de
cualquier manera, se erigió la torre y se condenó el antiguo ábside
septentrional a dependencia subsidiaria.
El acceso meridional tiene una puerta metálica en la que se ha
practicado una venta en la que se puede ver el interior abandonado de la nave donde campan las
palomas con libertad, no obstante, señala la Guía del Románico, aún se
conservan algunos restos "las bóvedas del septentrional y los
frisos del central,- sardinel, facetas y nacelas al menos-, que quizá puedan
leerse como el tránsito entre el muro y la bóveda". Y concluye que abandonado el
pueblo y el culto, actualmente su uso pasa por la conservación y observación
del cernícalo primilla.
Para esta entrada he
consultado, además de la cartela informativa que hay junto al acceso sur de la
iglesia, la siguiente documentación:
Gutiérrez Robledo, José Luis, Arquitectura románica y mudéjar en Ávila, Institución Gran Duque de Alba, Ávila, 2013
Puerta de acceso meridional |
Interior del templo corresponde al ábside septentrional |
Interior del ábside central convertido en dependencia agrícola |
Mi más sincera enhorabuena por su excelente trabajo, un templo desconocido y una pena que se encuentre en ese estado, sin duda es una joya que no debería perderse
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Desde luego es lamentable el estado en que se encuentra la iglesia y son muchos los edificios que como ella se van perdiendo. Ojalá tomaran ejemplo de los palentinos que mantienen sus iglesias, estén donde estén, en perfecto estado.
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