jueves, 4 de agosto de 2022

La iglesia de Villar de Matacabras


Llegamos a Villar de Matacabras pasado el mediodía. Habíamos hecho una breve parada frente a la Puerta de Cantalapiedra en Madrigal de las Altas Torres. Desde allí tomamos la CL-610 dirección Peñaranda de Bracamonte; en el primer cruce a la izquierda, a tan solo 3 km., sale una carretera que a 1 km. nos deja en Villar de Matacabras. La iglesia se encuentra justo antes de entrar en la población, según la cartela que hay junto al templo "se emplaza al oeste de la población, separada de su antiguo núcleo urbano". Nada más rebasar el templo y sin llegar al pueblo, nos encontramos frente al edificio, éste desprende una armonía indescriptible, como una ensoñación de ladrillo que deja al viajero con la sensación de estar frente a una obra excepcional y, a la vez, con la frustrante sensación, una vez más, que produce el abandono en el que se encuentra.

Fachada septentrional y ábsides septentrional y central 

El origen del caserío se remonta al proceso de repoblación al sur del Duero del siglo XII; ésta se llevó a cabo con colonos gallegos o leoneses "como Barromán o Bercial", -la primera se encuentra a 9 km. al este de Madrigal y la segunda al sureste de ésta última. En la documentación de mediados del siglo XIII se cita como El Villar, "era una de las poblaciones importantes del tercio de Madrigal con más de 200 habitantes". Según Barrios García pertenecía al arcedianato de Arévalo que estaba dividido a efectos de fiscalidad eclesiástica en tres tercios, el de Rámaga (hoy Rágama), la Vega y Madrigal. En la actualidad el caserío se encuentra despoblado.

Los tres ábsides desde la cerca que rodea el atrio

El templo disponía de una cerca cuadrangular de la que quedan restos y que delimitaba el amplio atrio. Gutiérrez Robledo detalla de esta manera la iglesia: "llena de enigmas es la de Villar de Matacabras, muy cercana a Madrigal, hoy prácticamente abandonada. Lo que queda es una sorprendente cabecera triabsidal, que arranca de un zócalo de ladrillo y sobre él organiza un esbelto orden de arquerías, sobre el que debió desarrollarse uno más, del que quedan los arranques del ábside norte." Comenta que posiblemente la iglesia debió derrumbarse y se reparó de cualquier manera "levantando una tosquísima torre sobre el ábside norte". Conserva a su vez, de su primitiva construcción, la puerta de acceso meridional "con arcos de ladrillo doblado de medio punto".

Arcada de los ábsides septentrional y central en el que se aprecia el zócalo
de ladrillo sobre el que se levantan los arcos de medio punto doblados. En
 primer término el ábside septentrional donde se ven el arranque de una
segunda fila de arcos o de recuadros a la que le falta el remate

Según la citada cartela que se encuentra junto a la puerta de acceso sur: "
pese a su estado actual, aún resulta sorprendente la presencia en su cabecera de tres ábsides construidos en ladrillo, estructura que sólo se repetirá en alguno de los templos más importantes de la comarca", y cita la parroquial de Narros del Puerto; El Salvador y La Lugareja en Arévalo; San Nicolás y Santa María del Castillo en Madrigal de la Altas Torres y la parroquial de Barromán, lo que nos remite a una organización en la que el mudéjar y el románico "se hacen indiscernibles". Llama la atención la referencia a Barromán toda vez que el exterior de ésta presenta un único ábside, no obstante éste envuelve "a modo de forro, la organización de tres ábsides en batería" según describe la Guía del Románico.

Lado meridional y dependencia en ruina

La Guía del Románico también nos habla de lo enigmáticos que son los restos de Nuestra Señora del Rosario, a quien está dedicada la iglesia de Villar de Matacabras, lo son sus restos dentro del románico mudéjar abulense, de una población que fue de más a menos hasta desaparecer. Se lamenta que lo fragmentado de los restos de la construcción impiden saber con claridad el esplendor que impulso su construcción. Destaca también la triple cabecera, "
con mayor desarrollo de la central". Describe el costado norte donde "se levanta un ábside sobre zócalo de ladrillo que presenta una serie de seis arcos doblados sobre el que se organiza el arranque de otra, si bien no puede saberse si de arcos o de recuadros", son los arranques que cita Robledo restos del posible derrumbe. Los otros dos ábsides siguen el mismo esquema aunque con un solo registro en altura, no obstante, señala que los encuentros entre elementos de los ábsides resultan un tanto irregulares, sobre todo en el costado sur "donde la planta no parece del todo simétrica con el costado opuesto".

Planta del templo donde se observa la prolongación de la nave norte y la
disposición asimétrica de los ábsides. Cartela informativa junto a la iglesia

Los tres ábsides, continúa, entestan en una estructura que nada tiene que ver con el primitivo templo. Como hemos visto, al norte se levantó una torre y se prolongó una nave. Según la cartela "es evidente que ha perdido su cuerpo de naves original, al que ha sustituido otro posterior unido al antiguo ábside septentrional", mientras que del central y del meridional nada sabes de su estructura, según la Guía del Románico, habiendo ocupado parte del espacio que le correspondía una construcción moderna habiendo perdido su uso religioso. Gutiérrez Robredo, recuerda que es posible que la ruina de la iglesia "en momentos menos vigorosos", ésta se reconstruyó de cualquier manera, se erigió la torre y se condenó el antiguo ábside septentrional a dependencia subsidiaria. 

La iglesia y restos de la cerca que rodea el atrio

El acceso meridional tiene una puerta metálica en la que se ha practicado una venta en la que se puede ver el interior  abandonado de la nave donde campan las palomas con libertad, no obstante, señala la Guía del Románico, aún se conservan algunos restos "las bóvedas del septentrional y los frisos del central,- sardinel, facetas y nacelas al menos-, que quizá puedan leerse como el tránsito entre el muro y la bóveda". Y concluye que abandonado el pueblo y el culto, actualmente su uso pasa por la conservación y observación del cernícalo primilla.

Vista de Madrigal de las Altas Torres desde la cerca que rodea la iglesia

Para esta entrada he consultado, además de la cartela informativa que hay junto al acceso sur de la iglesia, la siguiente documentación:

Gutiérrez RobledoJosé LuisArquitectura románica y mudéjar en Ávila, Institución Gran Duque de Alba, Ávila, 2013
Gutiérrez Robledo, J.L., Hernández García de la Barrera, I. y Moreno Blanco, R., Todo el Románico de ÁvilaFundación Santa María Real del Patrimonio HistóricoAguilar de Campoo, 2019

Puerta de acceso meridional

Interior del templo corresponde al ábside septentrional

Interior del ábside central convertido en dependencia agrícola 

2 comentarios:

  1. Mi más sincera enhorabuena por su excelente trabajo, un templo desconocido y una pena que se encuentre en ese estado, sin duda es una joya que no debería perderse

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Desde luego es lamentable el estado en que se encuentra la iglesia y son muchos los edificios que como ella se van perdiendo. Ojalá tomaran ejemplo de los palentinos que mantienen sus iglesias, estén donde estén, en perfecto estado.

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