jueves, 18 de marzo de 2021

Fuentidueña


Llegamos a Fuentidueña después de visitar el castillo de Peñafiel (Valladolid), pasando por Sacramenia, una tarde fría de noviembre. No tenía información sobre la villa ni de su castillo, que no pude ver, por lo que esta entrada está basada en la transcripción de las cartelas informativas y en alguna pincelada que he encontrado en alguna publicación, por lo que creo que no deja de ser interesante, y muy recomendable la visita con los datos que puedo aportar.

Cubo de la Puerta del Palacio
La Puerta del Palacio es una de las dos puertas que abren hacia el norte la muralla de Fuentidueña. Fechada en el siglo XII-XIII,, recibe el nombre del palacio que los condes de Fuentidueña construyeron anejo a esta puerta. Todo hace pensar que para mejor defensa de la villa, la puerta estuvo flanqueada por dos altos torreones de los que sólo conserva uno, ya que el otro se cree que fue destruido con la construcción del palacio.

Es interesante el comentario de Martínez Díaz sobre Fuentidueña tras encargar de Alfonso VI a Raimundo de Borgoña repoblar las ciudades de Salamanca, Ávila y Segovia en el año 1088. Semejante a éstas, Fuentidueña, al igual que Sepúlveda, Arévalo o Coca, tendría similar organización y competencias que aquellas: sus repobladores tenían la capacidad de formar un concejo que elegirá sus propias autoridades, jueces y alcaldes. Al concejo se le adjudicaría un amplio territorio que fuese capaz de generar recursos económicos en abundancia, a la vez que podían organizar sus milicias con sus caballeros y peones dirigidos por su propio adalid a quien nombrará el concejo, "la cual milicia marcharía bajo la enseña concejil".

Ruinas del Hospital de la Magdalena
Ruinas del hospital de la Magdalena. Edificio renacentista de planta cuadrada, organizado por una construcción en forma de L y un patio cerrado. Se levanta en tres alturas y ocupaba las fachadas norte y oeste, que estaban unidas por una capilla.
Se realizó por encargo de doña Mencia de Mendoza, esposa de don Álvaro de Luna Manrique, en 1540.
En él se admitían los pobres que lo solicitasen siempre que fuesen vecinos de la villa o de su alfoz. Estuvo en funcionamiento hasta 1853, en que fue incautado por el Estado. Posteriormente sirvió de vivienda a varias familias hasta medidos del siglo XX.

Ábside de la iglesia de San Miguel (Siglo. XII)
Iglesia de San Miguel. Iglesia románica del siglo XII. Se compone de una nave cubierta por bóveda de cañón ligeramente apuntada, con ábside semicircular y naves laterales. Torre a los pies y pórtico en el lado norte, propio del románico segoviano.
Fue ampliada en el siglo XVI con una capilla en el lado del Evangelio, donde se encuentran enterrados don Pedro de Luna y su esposa Doña Ana de Viveros. -Junto a la ventana que se abre en esta capilla, en el exterior, se encuentra el escudo de armas de los Luna de Fuentidueña.
La decoración escultórica de capiteles y cancillos recoge una temática variada, de escenas religiosas, eróticas y oficios que representan la vida cotidiana del momento, que se complementa con animales fantásticos, máscaras diabólicas y decoraciones vegetales y geométricas.
Incrustadas en el vallado perimetral encontramos cinco estelas discoidales, piedras de forma circular unidas al rito mortuorio. Proceden del yacimiento del altillo de la Piedad.

Pórtico de la iglesia de San Miguel
Las galerías porticadas románicas fueron "formas arquitectónicas para albergar el derecho a la libertad", pues eran el lugar de celebración de los concejos, reuniones de los hombres libres que habitaban estas tierras de frontera con el Islam.

Puerta de Alfonso VIII o Trascastillo

Puerta de Alfonso VIII o Trascastillo. Tras la reconquista fue necesaria la fortificación de las villas y ciudades para garantizar su seguridad, como fue el caso de la villa de Fuentidueña. Sus murallas se levantaron durante los siglo XII y XIII, organizadas con contrafuertes circulares y cuadrangulares, y rematadas con almenas.
La puerta de Alfonso VIII es el único acceso a la Villa por el lado sur. Se desconoce el motivo por el que recibe su nombre, pero hay constancia de que Alfonso VIII pasaba largas temporadas en Fuentidueña. 

La relación de Alfonso VIII con Fuentidueña cabe recordar la cita de Martínez Díaz en la biografía del vencedor de Las Navas: "El 8 de diciembre de 1204 Alfonso VIII otorgó testamento en Fuentidueña  que confirmaría 10 años después, pocas horas antes de su muerte en Gutierre-Muñoz (Ávila)".

Puerta de Alfonso VIII, muralla almenada con contrafuerte circular
Cruzando la puerta tendrás las mejores vistas de la muralla. Si sigues el camino llegarás a la fuente de Trascastillo, que abastecía a la fortaleza por un conducto subterráneo. 

Una tercera puerta, Puerta de la Calzada, que por la mala calidad de la imagen he preferido no incluirla.

Ruinas de la Iglesia de San Martín
Iglesia de San Martín de Fuentidueña. El ábside románico de la iglesia se trasladó a Nueva York en 1957. El ábside de una iglesia es la cabecera y se orienta al Este, -mirando al amanecer-, La iglesia de San Martín tuvo uno situado frente a ti, construido en el siglo XII, siendo uno de los mejores del románico segoviano.
Sin embargo, en 1957 y a pesar de que la iglesia de San Martín estaba protegida como Monumento Nacional desde 1931, el ábside se cedió de forma "temporal e indefinida" al gobierno de Estado Unidos a cambio de seis pinturas de San Baudelio de Berlanga (Soria). tras desmontarse piedra a piedra, a principios de 1958 se transportó en barco desde Bilbao hasta el Museo de los Claustros de Nueva York, donde se reconstruyó añadiendo al interior pinturas y adornos que nunca tuvo.

Al parecer la permuta del ábside de San Martín por las pinturas de San Baudelio tuvo aceptación entre muchos intelectuales de la época aunque también tuvo destacados detractores. Las seis pinturas de San Baudelio eran parte de un grupo de veintitrés que los vecinos de Casillas de Berlanga, sus propietarios, vendieron en 1926 y, al igual que el ábside, están en calidad de depósito indefinido, ingresando en el Museo del Prado en 1957.

Ábside de San Martín según la cartela al pie de la iglesia

Pintura mural de San Baudelio de Berlanga. Cacería de liebres h. 1125
Esta es una de las pinturas recuperadas a cambio del ábside de Fuentidueña
que se puede ver en el Museo del Prado de Madrid.

Necrópolis Altoemedieval de San Martín. Las necrópolis son los cementerios de nuestros antepasados y en las fosas que estás viendo se enterró a los habitantes de la villa de Fuensaldaña desde el siglo X hasta el siglo XVII, cuando la iglesia se abandona por estar en ruinas.
El ritual de enterramiento consistía en excavar una fosa o sepultura en la que se depositaba al difunto amortajado -envuelto en una tela-, colocándolo "boca arriba" y con la cabeza orientada al Este. Por último, la fosa se cubría con losas planas que cerraban la tumba.
La necrópolis de San Martín se excavó en los años 1972, 1973 y 2003, documentándose un total de 137 tumbas.

Necrópolis de San Martín
Iglesia y Necrópolis Altomedieval de San Martín. Tras un periodo de continuas luchas contra los musulmanes, en el siglo X (año 979), el conde burgalés Fernán González pacificó este territorio. Es en estos tiempos cuando se construye la iglesia de San Martín, parroquia de un barrio ya desaparecido y en torno a la que fueron enterrados los primeros habitantes de Fuentidueña.
Durante el siglo XIII la villa de Fuentidueña conoció su máximo esplendor, siendo cabecera de una importante Comunidad de Villa y Tierra. Gracias al rey Alfonso VIII creció hacia la parte baja, construyéndose el recinto amurallado que ves, el castillo que tienes a tu izquierda y en la zona de abajo, el Hospital de San Lázaro y la iglesia parroquial de San Miguel.
Las ruinas en que se han convertido algunas de las construcciones de Fuentidueña nos revelan el pasado tan importante de esta villa a lo largo de la Edad Media.

Muralla y contrafuerte rectangular al fondo torre circular del castillo

Para esta entrada además de las cartela informativas he consultado la siguiente documentación:

Alfonso VIII rey de Castilla y Toledo (1158-1214), Martínez Díez, Gonzalo, ed. Trea, Gijón 1995
La Guía del Prado, Museo del Prado, Madrid, 2019

Canecillos de la iglesia de San Miguel con las siguientes representaciones:
Hombre ciervo, escena erótica, cabeza de toro y cabeza de dama



Elaboración propia



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