Sabina Popea |
"No menos notable fue la desvergüenza que, aquel año, marcó el comienzo de grandes males para la república. Había en la Ciudad una tal Sabina Popea, hija de Tito Olio; pero había tomado el nombre de su abuelo materno, Popeo Sabino", Así comienza su relato Tácito sobre la vida de Popea que va intercalando entre la historia del principado de Nerón, "Esta mujer -añade- poseía todas las virtudes excepto un espíritu honesto". De conversación agradable e ingeniosa "aparentaba modestia, pero en realidad obraba con descaro"; aparecía pocas veces en público, pero cuando lo hacía era con parte del rostro tapado, "nunca se preocupó de su reputación y no hacía distinciones entre maridos y amantes", sin someterse en este aspecto ni a sus sentimientos ni a los ajenos, simplemente "dirigía su sensualidad a cualquier objetivo de que pudiera sacar provecho". A partir de esta presentación comienza a narrar su trayectoria dentro de la corte romana.
Estaba casada con un caballero romano llamado Rufo Crispino con quien tenía un hijo. Se dejó seducir por Otón "que se valió de su juventud, de sus excesos y de ser el amigo más íntimo de Nerón" para alcanzar sus favores. Siendo ya mujer de Otón éste no cesaba entonces de alabar su hermosura al emperador con el fin de compartirla con él y sacar de este vinculo influencias en su propio provecho. No tardó mucho Popea en ser presentada a Nerón. a quien acaba seduciendo; su primera intención es intentar que éste abandone a su concubina, su más cercana rival, la liberta Acte, Mientras crece su influencia sobre Nerón, es su marido quien será apartado del círculo íntimo de emperador, hasta que "finalmente para que no fuera su rival en la Ciudad, se le encarga el gobierno de la provincia de Lusitania" donde es trasladado. Allí vivió "con integridad y decencia" y moderado en el ejercicio del poder. Posteriormente Otón alcanzará relevancia en la historia de Roma tras la muerte de Nerón,en el año 69, llegando a ser proclamado emperador.
Agripina, madre de Nerón |
Tras el asesinato de su madre, Nerón se presta entonces a contraer matrimonio con Popea, . Antes, sin embargo, ha de repudiar a su esposa Octavia, aunque se encontró con el problema de que su mujer, por su modo de vida y su ascendencia, era hija de Claudio, y sobre todo "por las simpatías del pueblo" por su persona, se había convertido en una molestia tanto para Nerón como para Popea, El emperador alegará para repudiarla que era estéril, acusándola a la vez, por medio de uno de sus servidores, de haber cometido adulterio con un esclavo, y aunque todas sus doncellas niegan tal extremo, Octavia es deportada a Campania. Esta decisión es tomada con constantes quejas y murmullos entre la plebe lo que al parecer, -aquí hay un paréntesis en blanco en el relato de Tácito- provoca que Nerón la haga volver del destierro. En pleno júbilo la plebe invade el Capitolio, derriba los bustos de Popea a la vez que pasean y ensalzan los de Octavia. Finalmente son disueltos por soldados armados que restituyen el honor de Popea.
Nerón |
En el año 63 "Nerón recibió con alegría sobrehumana el nacimiento de la hija que le dio Popea; y la llamó Augusta después de dar a Popea el mismo título". tras el nacimiento se organizaron juegos y fiestas, se agasajaron a los dioses y proclamaron votos públicos y se elevó un templo a la Fecundidad, y "todo esto se desvaneció al morir la niña sin haber cumplido aún los cuatro meses"; Nerón, "lo mismo que había sido desmedido en su alegría, así lo fue en su tristeza".
El año 65, según relata Tácito de forma lacónica, se celebraron juegos quinquenales, Al término de éstos Popea de forma dramática "encontró la muerte en un acceso de ira de su marido, quien la mató de una patada a pesar de estar embarazada". Según Suetonio, Nerón que se casó con Popea tan solo 12 días después de repudiar a Octavia, amaba a Popea apasionadamente, aunque "su amor no impidió sin embargo que la matase de un puntapié, porque enferma y en cinta, le reconvino con viveza viéndole retirarse algo tarde de una carrera de carros". Algo más explícito, Tácito concluye que a pesar del brutal acto de Nerón, "él deseaba tener hijos y estaba muy enamorado de su mujer" y en lo que puede considerarse su arrepentimiento, el cuerpo de Popea, en contra de la costumbre, no fue incinerado, sino que "fue embalsamado con perfumes y colocado en el túmulo de los Julios. No obstante se celebraron públicas exequias y él en persona pronunció en los Rostros el discurso fúnebre, alabando su belleza, el que hubiera sido madre de una niña divina y otros dones de la fortuna como si de virtudes se tratara".
Bustos de Agripina, Nerón y Pepea en la sala del M.A.N. |
Cornelio Tácito: Anales, ed. López de Juan, Crescente, Alianza Editorial, Madrid 1993.
Los doce césares, Cayo Suetonio Tranquilo, en. e-Booket.net
Los doce césares, Cayo Suetonio Tranquilo, en. e-Booket.net
Las fotografías son de los bustos pertenecen a la espléndida colección del Museo Arqueológico Nacional (M.A.N.) de Madrid expuestos en el patio junto a sala Hispania Romana.
Me ha gustado este espacio! AQMA, te he obligado en mi blog. Saludos, Oscar
ResponderEliminarMuchas gracias Óscar, espero seguir manteniendo tu interés con nuevas entregas.
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