En nuestro recorrido por tierras de
Guadalajara, tras pasar la noche en
Sigüenza seguimos dirección a
Atienza por la carretera
CM-110; a unos 8 km. tomamos un desvío a la izquierda que nos lleva hasta
Palazuelos un lugar de singular belleza. que conserva prácticamente intacto su trazado medieval. Es una población encerrada en su recinto amurallado bajo la atenta mirada de su castillo. El pueblo está asentado sobre una suave ondulación del terreno que lo hace visible desde la carretera, aunque esto hacía que en época medieval fuese difícil su defensa. Su historia, como nos indican las fuentes que hemos consultado,
Antonio Herrero Casado y
Jorge Jiménez Esteban, se basa sobre todo en la historia de los señores que la poseyeron a través de los siglos, y sobre todo al marqués de
Santillana que mandara construir tanto el castillo como la muralla que la rodea y la de su hijo,
Pedro Hurtad de Mendoza, que concluyó las obras.
Su historia se inicia tras la reconquista a los musulmanes y en el siglo XII.
Palazuelos queda integrada a en la jurisdicción de
Atienza. En el siglo XIII el rey
Alfonso X el Sabio la donó junto a otros lugares a su amante doña
Mayor Guillén de la poderosa familia de los
Guzmán. Ésta la donó en herencia a su hija doña
Beatriz de Castilla nacida de sus amoríos con el rey sabio y que llegó a ser reina consorte de
Portugal al casar con
Alfonso III de Portugal. De ésta el lugar lo heredó su hija doña
Blanca, infanta de
Portugal y abadesa del
Monasterio de las Huelgas de
Burgos; aquí habría que hacer una salvedad porque según
E. Cooper doña
Blanca en 1312 vende
Palazuelos y
Cifuentes a don
Juan Manuel de quien recibe un pago, no obstante acaba vendiendo ambas a su primo el infante don
Pedro, hijo del rey
Sancho IV de
Castilla quien lo vendió a su vez en 1314 al obispo de
Sigüenza don
Simón Girón de Cisneros. No obstante este baile de propiedades no debieron suponer grandes cambios en el lugar hasta que en la segunda mitad del siglo pasa a manos de la poderosa familia de los
Mendoza.
En 1380 figura entre los bienes que integran el mayorazgo que
Pedro González de Mendoza y su mujer
Aldonza Fernández de Ayala fundan a favor de su hijo
Diego Hurtado de Mendoza,
que fuera almirante de
Castilla. De éste pasó en 1404 en herencia a su hija doña
Aldonza de Mendoza. aunque fue el hermanastro de ésta don
Íñigo López de Mendoza, primer marqués de
Santillana, tras un largo litigio con su hermanastra por la herencia, quien poseyó la propiedad y comenzó a levantar el castillo y las murallas que aún hoy podemos apreciar, dejándola a su vez en herencia a su hijo don
Pedro Hurtado de Mendoza, adelantado de
Cazorla, quien prosiguió las obras hasta concluirlas.
La muralla rodea todo el pueblo excepto algún tramo con trozos derruidos. Ésta se refuerza con varios cubos y cuatro gruesos torreones donde se ubican las cuatro puertas. Los torreones tienen planta cuadrada y gruesos muros, cuentan con cubos en las esquinas, y es desde donde se ingresa en el pueblo. La entrada se hace a través de un arco ojival abierto en una de las caras, "
para dificultar la entrada se hicieron las puertas abiertas en amplio arco adovelado apuntado, formando ángulo de manera que la propia puerta es como un pequeño patio de armas", y se sale al pueblo por otra puerta diferente y lateral, en forma de zig-zag, de esta forma se impedía la entrada franca al recinto. Esta estructura fue utilizada por los
Mendoza en todas sus construcciones. Los torreones tuvieron dos pisos habitables y en alguna de ellas se ven aún, algo desgastados, los escudos de la familia.
En el lienzo norte y adosado a la murallas se encuentra el castillo, que
Antonio Herrera nos describe así: "
lo rodea una barbacana o defensa baja a la que se penetra desde la villa por una puerta que tuvo puente levadizo, y está escoltada de dos desmochados torreones. El recinto interior tiene una liza que lo rodea, y en el centro se alza el cuerpo principal, que consta de un edificio alto, cuadrado, herméticamente cerrado y rodeado de dos cubos en las esquinas y una gran torre del homenaje adosada al muro de poniente. La entrada a este recinto interior está en dicho muro occidental. Por ello vuelve a repetirse el sistema zigzagueante de acceso en el caso del castillo". Finalmente señala que tras un paseo agradable por todo el recinto amurallado recreándonos en las puertas de acceso, y en el interior, la picota jurisdiccional de villazgo que hay en la plaza accediendo por la puerta de
Sigüenza, -a la que se puede acceder en coche., y pasear frente a la puerta más alta que da al monte, puerta también blasonada; y por el exterior hasta llegar al castillo que en su día hubo de tener libre acceso. Apunta
Jiménez Esteban, y llama la atención, el hermetismo del cuerpo central del castillo que carecía de ventanas y saeteras por lo que sólo era defendible desde el adarve. El edificio debió sobrepasar bastante en altura a las murallas.
El castillo y el lugar perteneció durante siglos a la familia
Mendoza, a su rama de los duques de
Pastrana . En 1811 es testigo de las escaramuzas de
Juan Martín "El Empezinado" contra los franceses en la
guerra de la Independencia quedando el castillo seriamente dañado, llegando al abandono después de que en ese mismo año las
Cortes de Cádiz promulgan la abolición de los señoríos, hecho que no fue efectivo hasta 1837. Propiedad del
Estado, en 1974 se subastó el lugar, tanto el castillo como las murallas, pasando de nuevo a propiedad privada. En la actualidad el castillo se está rehabilitando, como puede apreciarse en el contraste de los colores de la piedra utilizada en la obra y su acceso está totalmente restringido; mientras que las murallas presentan un deterioro considerable, sobre todo el lienzo oeste que da al monte y la zona limítrofe al castillo donde han desaparecido.
Desde
Palazuelos, a falta de un lugar donde tomar café, porque el pueblo languidece y es difícil encontrar alguna persona, partimos por la
GU-135 a la cercana población de
Carabias que cuenta con una espléndida iglesia románica porticada que, al igual que el castillo, tampoco pudimos ver porque la llave la tenía el cura y éste vivía en
Sigüenza.Tras un breve paseo alrededor del edificio partimos dirección de nuevo a
Palazuelos para retomar la
CM-110 dirección a
Imón y de allí a
Atienza.
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Puerta del Monte |
Para hacer esta entrada he consultado los siguientes textos:
Castillos de Guadalajara I,
Jiménez Esteban, Jorge, Libros Penthalon,
Madrid, 1992.
Guía de Campo de los Castillos de Guadalajara,
Herrera Casado, Antonio, Ed. Aache,
Guadalajara, 2000.
Poder y sociedad en la Baja Edad Media Hispánica. Estudios en homenaje al profesor Luis Vicente Díaz Martín., en especial el artículo
Pedro González, o el ascenso de los Mendoza, Del Val Valdivieso, Mª del Mar, pag. 289 y ss. Universidad de Valladolid,
Valladolid, 2002.
Rutas de los Castillos de Castilla-La Mancha, Guadalajara, Castilla-La Mancha Turismo.
La fortificación de España en los siglos XIII y XIV,
Cooper, E. 2014
También es interesante visitar la página oficial del
Castillo de Palazuelos en: http://www.castillodepalazuelos.es/
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Puerta de Sigüenza o del Cerco |
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Puerta de la Villa |
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Escudos de los Mendoza sobre la puerta de la Villa |
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Puerta de Sigüenza o del Cerco desde la plaza Mayor |
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Fuente y royo jurisdiccional en la plaza Mayor |
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Esquema de las murallas en el interior de la Puerta Sigüenza o del Cerco |
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Puerta del Monte entrada y salida por la derecha al pueblo |
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Entrada a la barbacana del castillo |
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