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Castillo de Portillo |
Hay aficiones que no se solventan en 2 horas y una de ellas es visitar castillos.Ver un castillo no es únicamente ver arquitectura medieval, en muchos casos en pura ruina, es vivir la historia, adentrarse en la simbología, la filosofía, el arte y sus personajes, en definitiva es un compendio de sociología. Una vez leí que un castillo y un barco son los ejemplos simplificados de una organización social perfectamente estructurada y jerarquizada. Por alguna de estas razones o por todas ellas, me gusta visitarlos.
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Castillo de Íscar |
En septiembre me organicé una excursión por tierras de
Valladolid: mapa, cámara, documentación y bloc de notas.Tras hacer pequeño circuito con los lugares por los que voy a ir pasando, parando si llega el caso, y anotando las anécdotas que ocurren. Lo mejor, aparte de la visita al castillo, es el contacto con los vecinos, la charla con otros visitantes, ir aprendiendo cosas, oìr pequeñas historias y peculiaridades que nunca se recogen en los libros: hablo con el dueño del bar, con la señora que barre su puerta, con quien pasa por allí... es algo espontáneo y enriquecedor.
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Castillo de Portillo |
Salí de
Madrid sin un itinerario claro a las 11:15 y con un calor que comenzaba a ser molesto. No sabía hasta dónde iba a llegar, ni si iba a hacer las visitas ese día o al día siguiente. El primer destino era
Íscar, desde allí tenía dos opciones o subir hasta
Portillo o volver para comer en
Olmedo y desde allí a
Fuente el Sol. Según el tiempo disponible seguiría hasta
Portillo,
Fuensaldaña y
Fuente el Sol, aunque esta posibilidad era la más improbable porque entre medias tenía que cruzar
Valladolid. Finalmente pude hacer la más completa: paré en
Íscar, donde comí; después
Portillo,
Fuensaldaña, donde pasé una tarde muy agradable visitando prácticamente todas las dependencias del castillo, y camino de
Fuente el Sol, pasé sin parar contemplando desde la carretera
Simancas,
Medina del Campo y
Arévalo, este último en
Mingorría (
Ávila) donde terminé la excursión a las 20:05 después de 410 km. de ruta, que hubiesen sido menos de haber encontrado a la primera la subida a
Portillo y no me hubiese extraviado dos veces en la circunvalación de
Valladolid.
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Castillo de Fuensaldaña |
Hubo varias incidencias. Entre
Olmedo e
Íscar volcó un pequeño camión cargado de tablas de madera que me retuvo varios minutos. Luego sufrí las propias de todos los lugares de España: nadie sabe dónde se puede comer en su pueblo porque claro, todo el mundo come en su casa. Una peculiaridad de
Íscar es que para ir al restaurante todas las calles son dirección prohibida y para volver a la carretera extrañamente también lo son.
Portillo es un pueblo que está en un alto y a los pies tiene un barrio que se llama
Arrabal de Portillo, donde anduve extraviado dando un par de vueltas al pueblo y sin ver el castillo por ninguna parte, hasta que me indicaron la dirección correcta, el castillo está orientado al norte en vez de al sur como es lo normal. Aunque la verdadera odisea fue cruzar
Valladolid, me llevó casi media hora, sobre todo porque la carretera de circunvalación está sin terminar y tras varias vueltas uno acaba curiosamente en el punto de partida, además de sufrir un calor insoportable. Una vez en
Fuensaldaña visité el castillo en grupo organizado del que yo era el único integrante: todas las explicaciones de la guía fueron para mi solo.
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Castillo de Fuente el Sol |
Desde allí a
Fuente el Sol, al llegar pregunté a un grupo de hombres, unos 6 todos viejos, que estaban charlando a la sombra de una tapia de adobe. Parecían extrañarse de que alguien fuese al pueblo para ver sólo el castillo, y más aún el día que tenían carreras de galgos. Con el sol ya bajo llegué a
Pajares de Adaja , ya en tierras de
Ávila, donde esperaba la merienda y la charlar sobre lo mal que se estaba dando este año la caza.
Llegué a
Mingorría exhausto, donde terminé el día sin ganas de hacer un repaso de la jornada. Cada visita merece una entrada por sí sola, así que en cada lugar he puesto un enlace que os llevará a la descripción las fortificaciones y las charlas con los lugareños; historias que iré desgranando y modificando por aquí porque la historia y los lugares evolucionan y siempre hay nuevos descubrimiento que son de obligado cumplimiento actualizar. Para acabar una recomendación, para estos viajes no utilicéis ese chisme, el GPS os hará perder todo el encanto del contacto con la gente.
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