domingo, 5 de enero de 2025

Murallas de Jorquera


Tras la visita a la cueva de Garadén nuestro siguiente destino era Jorquera. Desde Alcalá del Júcar cruzamos el puente romano, para tomar a nuestra derecha la carretera AB-209. En el mapa tan solo teníamos que remontar el cauce del Júcar unos 8 km en línea recta que, a través de las hoces que excava el río, se convierten 14 km. Llegados a Jorquera el lugar sorprende por su belleza, a la hoz que forma el río en un meandro cerrado al que se une por el norte el arroyo Albengibre, convierte el cerro donde se asienta la población prácticamente en una isla, un cerro con un desnivel de 110 metros desde su punto más alto hasta la ribera del río. Nosotros, no obstante pudimos disfrutar poco del paisaje, una tormenta de ráfagas intensas, nos impidió en muchos momentos la visita panorámica de la villa y dificultó convirtió la visita en un paseo entre torrentes de agua por el interior del pueblo.

Vista de Jorquera desde el Este

Comenta Ruibal que, tal como habíamos relatado en Garadén y Alcalá del Júcar, "debe destacarse que Xorquera es la auténtica llave de esta tierra", la población se extendía por más de 15000 metros cuadrados y poseía un doble cinturón de murallas y era núcleo urbano más poblado. Su posición privilegiada la hacía fácilmente defendible, siendo por sus características defensivas un núcleo estratégico, "un cruce de caminos, pues comunica Castilla y Valencia con Granada y Murcia".


LAS MURALLAS

El acceso a la población se realiza por un puente que desemboca en una explanada situada a los pies de la torre de doña Blanca, donde hay inscripciones del año 923. Esta torre, con forma pentagonal se encuentra situada sobre una roca; parece cristiana aunque probablemente se trate de una torre musulmana reaprovechada. Era la defensa avanzada de un recinto inferior del que sólo quedan restos en torno a dicha torre, aunque hubo otras defensas situadas a inferior altura, como se puede observar desde el puente, que protegían las zonas accesibles de las laderas.

Lienzo entre las dos torres que encierran el cementerio

Las defensas de Jorquera debieron ser de gran complejidad pues parece ser que hubo un recinto inferior tras dicha torre, y un gran recinto superior donde se ubica el actual cementerio, además de otras defensas, tal vez avanzadas, como en Alcaraz, en función de las características estratégicas del lugar. Muchos de los restos de fortificación conservados, especialmente en la parte alta, parecen datar de comienzos del siglo XIII de época almohade.

Esquina suroeste de la muralla del recinto superior

En las relaciones topográficas hechas por Felipe II para conocer el estado del reino, se nos dice que hubo dos fosos, aunque en la actualidad desaparecidos El trazado del recinto superior, que se adapta a la con figuración del terreno, es bastante regular. Su aspecto es el de un óvalo con una longitud de unos 500 metros en su perímetro, lo que supone una superficie de unos 5000 metros cuadrados. El aspecto es semejante, aunque de mayores dimensiones, al de Baños de la Encina, con torres rectangulares espaciadas, conservadas fundamentalmente en la zona norte, pues en otras partes se pierden entre las casas.

Torre pentagonal de Doña Blanca

Al aproximarse el viajero a sus murallas éstas parecen completas, aunque están deterioradas. Parte del recinto es hoy cementerio, conservándose aquí una gran extensión de muralla con sus cortinas y torres de las que se aprecian hasta seis, que mantienen las almenas unidas por tramos de cortinas. Estos son los restos musulmanes que están construidos en "tabiya" (tapial), mientras que los escasos vestigios del recinto inferior, hecho en mampostería, se aprecian en algunos puntos siendo la torre de doña Blanca  una muestra de las modificaciones cristianas, así como la iglesia y el palacio del corregidor, llamado del "Marqués de Villena".

Muralla y torres en el ascenso a la plataforma medieval

La fortaleza poseía un profundo pozo excavado cerca del adarve, en la calle del mismo nombre, que abastecía de agua a la población. Otros vestigios de torres y cortinas se aprecian a la entrada, a la derecha del puente, donde hay dos torres que guardan el camino en zig-zag que bajaba al río. El mejor punto de vista para observar las fortificaciones está en la carretera de Mahora, antes del puente, que permite al viajero apreciar tanto la altura del emplazamiento como su trazado.


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Se menciona en las crónicas la presencia del Cid en su entorno, pues en Xorquera se refugió el rey Lunes perseguido por el héroe castellano, aunque la villa no pudo conquistarse hasta el siglo XIII. La conquista se llevó a cabo tras los acuerdos entre Alfonso VIII de Castilla y Pedro II de Aragón en 1211 para combatir en común a los almohades. Para su conquista el rey castellano acudiría con gentes de Madrid, Guadalajara, Huete, Cuenca y Uclés, tomando Jorquera y otras plazas de la zona, aunque perdería parte de lo ocupado ante un ataque de los musulmanes de Ayora, Cofrentes y Requena, por lo que habrá que esperar al año siguiente, en 1212, para ocuparlas de nuevo.

Lienzo y torre almenadas

En el año 1243 la plaza es cedida a Pedro Núñez de Guzmán, rico hombre y Adelantado Mayor de Castilla, participó en la conquista de Sevilla y del Reino de Murcia, por el príncipe don Alfonso, quien en 1257, siendo ya el Rey Sabio, la incluye en el Reino de Murcia convirtiéndola en cabeza de un extenso territorio al que pertenecen Alcalá, Ves, Fuentealbilla, Carcelén, Boniches y otros lugares. Alfonso X le concederá el villazgo en 1266, reforzándose las relaciones de estas tierras con el reino de Aragón en el siglo XIV, cuando pasan a manos de don Juan Manuel. Precisamente don Juan Manuel, que residió en la villa en diversas ocasiones, le concedió en 1309 los fueros y privilegios de Chinchilla, integrándose en el gran territorio del Marquesado de Villena. Los Reyes Católicos la recuperarán, tras la Guerra del Marquesado, pasando de nuevo a ser posesión real.

Almenas desde el interior del actual cementerio

Durante el siglo XIX el castillo sufrió los embates de las guerras de la Independencia y sobre todo de la primera Guerra Carlista, aunque sólo afectó ésta última, tal como indica Simón García, a las defensas del recinto superior para defender "la población con unas pequeñas reparaciones y adaptaciones de la cerca, como la apertura a pico de fusileras en los muros islámicos".

Muro y almenado interior del recinto superior en su lado septentrional

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Amador de los Ríos, R.Catálogo de los Monumentos  Históricos y Artísticos de la Provincia de Albacete. Facsímil Manuscrito (1912), Biblioteca Digital de Albacete "Tomás Navarro Tomás", (2005)
Cooper, E.Castillos Señoriales de la Corona de Castilla y León Junta de Castilla y León, 1991.
Ruibal Rodríguez, A.Castillos de Albacete, ed. Lancia, León 1994.
Simón García, J.L., Castillos y torres de Albacete, Instituto Estudios Albaceteños, 2011

Panel de azulejos con el plano y la ubicación de Jorquera

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