lunes, 30 de septiembre de 2024

Cerro de la Virgen del Castillo


El Cerro de la Virgen del Castillo en Bernardos (Segovia) es uno de esos lugares que atraen por su singularidad, tanto por su historia, aún por desentrañar pero que existen hipótesis que la hacen aún más interesante si cabe. Nos encontramos frente a un poblado de origen tardorromano habitado desde inicios del siglo V hasta finales del XI, por el que pasaron los últimos tiempos de Roma, vivió plenamente la época visigoda, y la ocupación musulmana hasta despoblarse tras la conquista cristiana de Toledo (1085). 

Imagen cenital del Cerro del Castillo. Fotografía de Rafael Moreno

La cartela informativa que hay frente a la ermita nos recuerda brevemente su historia a la luz de las excavaciones: "Se trata de los restos de un hábitat fortificado cuyo uso estaría centrado en la etapa comprendida entre el siglo V y el siglo XI.
Se construye a los inicios del siglo V, en un momento de inestabilidad social causada por los problemas sucesorios de Teodosio I y la Guerra Civil entre los partidarios de Honorio y de Constante y el usurpador Constantino III, y se mantiene en siglos posteriores, tanto en época plenamente visigoda hasta época hispano-musulmana. La fecha del abandono estaría a finales de siglo XI".

Muralla desde el  Oeste. Entrada Norte y los  dos cubos del tramo Este

El visitante se encuentra frente a una muralla de lascas de pizarra donde se abre una puerta de acceso entre dos torres semicirculares orientada hacia el Norte. El muro tiene un grosor de 3,5 metros y debía circundar la zona más expuesta careciendo los escarpes del río Eresma de defensas. Hacia el Oeste, en el punto más alto del Cerro se abre otra puerta. Hacia el exterior, en la zona Norte se levantan, contando los dos cubos semicirculares de la entrada, seis cubos reforzando los lienzos. El acceso a la muralla se hace por escaleras integradas en los muros; adosados al muro existen varias estructuras habitacionales que no pudimos apreciar debido a la vegetación. Para su construcción se reutilizaron sillares romanos. Entre las dependencias excavadas se ha hallado una que posiblemente fuese un fortín musulmán de época emiral y que estuvo habitado durante varios siglos hasta el abandono del lugar.

La puerta de acceso Norte domina una gran extensión de Tierra de Pinares

A la muerte de Teodosio en 395, éste había dividido el imperio entre sus hijos: Oriente para Arcadio, y Occidente para el menor de ellos, Honorio. Occidente a principios del siglo V vive una etapa de gran inestabilidad, además de las invasiones bárbaras que culminan con el saqueo de Roma, se producen tres sublevaciones seguidas en Britania. Fracasadas las dos primeras, las tropas romanas elevan a emperador a un soldado, Constantino, que usurparía el trono imperial con el nombre de Constantino III. Tras cruzar la Galia, se asienta en Arles, sur de Francia, desde donde controlará Britania, la Galia e Hispana. La debilidad del emperador propiciará que el usurpador  domine entre 407 y 408 prácticamente toda Hispania de la mano de su hombre fuerte el general Gerontius (Geroncio). 

Muralla desde el Este con hábitat excavado adosado al interior del muro

Como nos recuerdan algunos autores Teodosio había nacido en Cauca (Coca) por lo que la aristocracia terrateniente de la zona debía tener fuertes vínculos con Honorio quizá esto fue causa por la que la zona debió resistirse a Constantino III. Para controlar Hispania, en 408 Constantino III envía a su hijo que tomará el nombre de Constante II y se asienta en Cesaraugusta (Zaragoza). Para hacer frente al hijo del usurpador, Didimus y Verenianus, dos parientes de Honorio, organizan sus propias fuerzas que, tras unas primeras victorias, obligan a Constantino III a enviar tropas de apoyo a su hijo al mando de Gerontius quien derrota, apresa y ejecuta a Didimus y Verenianus acabando con toda resistencia. 

Puerta de acceso Oeste situada en el punto más alto del Cerro 926 m. altitud

Abascal destaca el poder de estas aristocracias que les permitía poseer grandes posesiones a la vez que mantener un ejército propio como Didimus y Verenianus, "En la Península Ibérica grandes latifundios privados, algunos ligados a la aristocracia imperial, la riqueza de estas explotaciones permitía incluso el reclutamiento de ejércitos propios. En estos latifundios hay que asociar algunas de las grandes villas rústicas con impresionantes mosaicos que se conservan en la Meseta Norte. Durante el siglo IV, Hispania se vio libre de la Glebalis Collatia, que grababa las posesiones de los senadores, hasta que en el año 398 una constitución de Honorio suprimió este privilegio".

Cubo en el extremo Este de la muralla desde el exterior

Es de suponer, pues, que fueron las tropas de Gerontius quienes someten la zona y obligan a los habitantes de las villas circundantes a abandonarlas y refugiarse en el Cerro del Castillo. Será también Gerontius quien en 409 permita la entrada a través de los Pirineos de suevos, vándalos y alanos, quizá con el fin de debilitar el poder de Constantino III, contra quien se subleva. Ese mismo año, en 409 depone a Constante II y nombra Máximus (posiblemente su hijo) Augusto en Tarraco; Maximus gobernará entre 409 y 411 desde Barcelona despejando por completo la influencia de Constantino III sobre Hispania. En 411 Gerontius volvió a la Galia para derrotar, capturar y ejecutar a Constante II; ese mismo año el propio Gerontius es derrotado por Constancio, general de Honorio y, abandonado por sus tropas, Gerontius, tras matar a su mujer, se suicida. 

Plano de Cerro del Castillo en el yacimiento. Raúl Sánchez Muñoz (2023)

Instalados suevos, vándalos y alanos en la Península, en el año 417 "el rey godo Valia, en nombre de Roma llegó con sus tropas a Hispania para recuperar el control peninsular", quedando a final del gobierno de Honorio tan solo suevos y vándalos en Gallaecia, desplazando a los vándalos en 420 a la Baetica donde permanecerán hasta su expulsión al norte de África en 429. El emperador Honorio había muerto en Rávena el año 423.

Ermita de Nuestra Señora del Castillo (Siglo XVIII)

Desde el yacimiento partimos hacia nuestro siguiente destino, el monasterio de Santa María la Real de Nieva, donde esperábamos disfrutar del excepcional claustro gótico.

La imagen cenital del cerro se ha realizado contando con los permisos necesarios.
Para esta entrada he consultado además del cartel informativo junto al yacimiento la siguiente documentación:

Abascal Palazón, J. M.Gerontius, ficha de la Real Academia de Historia en dbe.rah.es/biografias 
Abascal Palazón, J. M., Honorio, ficha de la Real Academia de Historia en dbe.rah.es/biografias 
Guía de Yacimientos Arqueológicos de Castilla y León, Cerro del Castillo, en jcl.es/jcl/patrimoniocultural/GuiaLugaresArqueologicos/segovia

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