lunes, 19 de agosto de 2024

Fortín de Sant Jordi


Siguiendo el paseo Marítimo de Tarragona, paralelo a la vía del tren dirección a Barcelona, al este de la ciudad, llegamos a parque Ana María Matute donde encontramos sobre una suave elevación el Fortín de Sant Jordi. De la fortaleza, a la que no pudimos acceder a su interior, sólo quedan los muros y baluartes. De su construcción apenas hemos encontrado información, tan sólo la que se reitera en casi todas las fuentes, de que se construye en 1709, durante la Guerra de Sucesión, por los aliados ingleses y austriacos quienes levantaron una serie de nuevas fortificaciones como parte de la línea de defensa de Tarragona que según recuerda el Diari de Tarragona, se construyeron "bajo la dirección de Staremberg y Stanhope, baluartes como la llamada Falsa Braga, y el Fortín de Sant Jordi y otros mayoritariamente desaparecidos".

Lienzo occidental del fortín
Los militares citados son el mariscal Guido von Starhemberg (se le menciona como Staremberg), jefe del ejército del Archiduque Carlos de Austria en España; y James Stanhope, comandante en jefe de las tropas británicas en la Península.

Rampa por la que se accede al puente y puerta de entrada al fortín

EL FORTIN

El fortín está construido en mampostería y con las esquinas reforzadas por sillares aunque denotan cierta debilidad constructiva. Tiene planta trapezoidal, los muros gruesos y ataludados hasta un bocel. El acceso al interior se hace en altura, en la actualidad por una rampa y un puente. El muro donde se abre la puerta, el lado oriental de la fortaleza, está decorado con un vistoso bocel que debió recorrer todo el perímetro. El interior está prácticamente vacío. El fortín formaba parte de un grupo de construcciones que protegía el flanco oriental de la ciudad formando una línea desde el baluarte de la Merced hasta el mar junto a otras dos construcciones según una descripción topográfica de la ciudad de 1811.

Sección del mapa de 1811 en la que se identifica con el número 29 S. Jorge y con el
número 30 La Reyna, aunque en la situación actual están invertidos los fortines


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Durante la Guerra de Sucesión Española (1703-1714) tras la muerte del rey Carlos II sin descendencia, se enfrentaron por la sucesión al trono el futuro Felipe V con apoyo de Castilla y Francia, y el pretendiente austriaco el Archiduque Carlos, defendida por Aragón, Gran Bretaña y Austria. En 1705 la ciudad de Tarragona capitula ante las tropas austriacas que mantendrán el control de la ciudad durante la contienda. La ciudad tuvo gran interés estratégico pues en 1709, fecha de construcción del fortín, llegaron a Tarragona doce regimientos con el objetivo de convertir la ciudad en el centro de operaciones naval de las tropas aliadas. Tras la firma del Convenio de Hospitalet de Llobregat (22-junio-1713) se pacta la evacuación de las tropas aliadas austriacas y británicas de Cataluña, capitulando Tarragona el 14 de julio de 1713. 

Vista de la fachada desde el ángulo suroriental

No debieron sufrir desperfectos las instalaciones militares, toda vez que cien años después, en la Guerra de la Independencia, en 1811 la ciudad sufre el asedio de las tropas napoleónicas del general Suchet. Así nos presenta Recasens (1965) el estado de las fortificaciones de la ciudad: "Todo indicaba que la amalgama de fortificaciones, baluartes, cortinas, defensas que envolvían la ciudad de Tarragona era claramente insuficiente para una correcta defensa ante l'Armée d'Aragón del general Suchet. Un sistema defensivo obsoleto, inacabado, mal ejecutado, peor mantenido mostraba sus debilidades a la hora de la verdad, a la hora de soportar un sitio como el de 1811". Continúa la crónica en nota al anterior texto en el que se repasan todos los baluartes que defendían la ciudad, que el fortín formaba parte "como tercera línea fortificada con los fuertes de Staremberg" se encontraba "En el camino o carretera de Barcelona, y desde dicho sitio, al fuerte de la Reina y de San Carlos (sic) erigidos en pequeño promontorio, entre las playas de la Rabassada y el Milagro".
 
Portillo y aspillera en la esquina suroriental del fortín

A finales del siglo XIX el fortín tuvo función de albergar la sede de carabineros en la lucha contra el contrabando. A principios del siglo XX se rehabilitó y se recuperó para la ciudad. En la actualidad, aunque se ha programado su reapertura para fines culturales, permanece cerrado.

Grafiti de 1918 en un sillar de la jamba de la puerta de acceso

Para esta entrada he consultado las siguientes publicaciones:

Ajuntament de Tarragona, Sol.licitud de delimitació de l'entorn del BCIN Fortí de l'Oliva de Tarragona, 2011.
Barceló, J., Sánchez, N., Apuntes históricos sobre la hospitalización de militares en Tarragona (1713-1931) 2022
Diari de TarragonaTarragona Moderna, Tarragona, 1999
Recasens, J.M., La revolución y Guerra de la Independencia en la ciudad de Tarragona, Barcelona, 1965.

Interior del fortín desde la candela de la puerta de acceso (2019)



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