martes, 29 de julio de 2025

Las Henrenes


Después de la visita a Mirueña de los Infanzones donde estuvimos viendo los dos verracos celtibéricos, retornamos por la AV-P-630 hasta el cruce con la AV-110 donde tomamos dirección a Muñico y Cillán; poco antes de llegar a esta última encontramos el cartel que nos indica la entrada al yacimiento arqueológico de Las Henrenes hasta donde nos guía un camino agrícola en el que descansaba un rebaño de ovejas al cuidado de dos mastines que no dejaron de acosarnos a nuestro paso. A la izquierda del camino encontramos un sarcófago infantil bien señalizado, y a escasos metros, a nuestra derecha encontramos un camino y un cartel que nos informa sobre el yacimiento ubicado en un encinar de formidables ejemplares centenarios.

Yacimiento de Las Henrenes. Sarcófago infantil. Cronología no determinada
Procedente de la iglesia de San Cristóbal del yacimiento de Las Henrenes

En el yacimiento encontramos una cartela informativa que hace balance de los trabajos datando el yacimiento entre los siglos IX-X d C. Podemos leer en la cartela:

El conjunto arqueológico ocupa un área de unas 7 hectáreas dividido en dos sectores:

Sector ocupado por el despoblado que se extiende al norte de la cañada. Corresponde al lugar donde se han venido realizando intervenciones arqueológicas de mayor consideración, con la excavación de tres casas y la delimitación del conjunto con un cercado.
Es el foco en el que nos encontramos y se aprecian hasta 11 restos estructurales, con sus correspondientes derrumbes que dibujan túmulos circulares u ovalados en el terreno con un cráter. Los espacios habitacionales son estructuras cuadrangulares, rectangulares y circulares, de diversos tamaños, con compartimentaciones internas.

El sector que queda al sur de la cañada, ocupando la zona más elevada de la loma, en el que se levanta el centro de culto (iglesia) y la necrópolis asociada al mismo.
Se define, principalmente, por un montículo artificial originado por la acumulación de derrumbes. Las grandes dimensiones de los sillares dispersos hacen pensar en que se utilizarían en un edificio de dimensiones notables. Por otra parte, hacia el suroeste, se localiza una gran estructura habitacional de planta rectangular y alguna compartimentación interior".

Estructura de una casa junto a la entrada del yacimiento

Más pormenorizado encontramos otra cartela que, aunque muy desgastada y de difícil lectura, detalla al visitante la estructuras habitacionales, en concreto dos casas, la Casa 4 y la Casa 5, en la parte más elevada del yacimiento y que son fáciles de identificar:

"Estas dos casas se sitúan en el centro del poblado, en su punto más alto, y aunque las casas presentan una aparente dispersión también puede apreciarse un cierto trazado urbano, siendo en la calle el lugar donde nos encontramos.

Hay que imaginar estas viviendas construidas con muros de mampostería de piedra y, a modo de cubierta, un entramado vegetal. Se aprecian compartimentaciones internas y cada habitáculo contaría con una función. Por ejemplo, en una estancia de la Casa 4, se ubicó un almacén de enseres ya que allí se localizaron útiles de uso agrícola. En otra habitación de esta misma vivienda se halló (permanece tapado) un mosaico de fragmentos de tejas hincadas asentado en el sustrato sobre el cual se dispondría un bien preciado.

Estructura de una de las casas

De la Casa 5 destaca la estructura circular adosada que se ha identificado como una tenada familiar (similar a una palloza) de uso agropecuario, un tipo de construcción aún vigente en la comarca. En el interior de la vivienda se reconoció un hogar o lugar en el que se realizarían combustiones.

En conjunto se puede decir que las casas de este poblado fueron teniendo una evolución durante su uso continuado consistente en la adicción de estancias o a la apertura y cierre de puertas y ventanas. Pero cuando se abandonan, no se hace de forma precipitada sino paulatina aunque se abandonan útiles porque quizá ya eran inservibles".

Estructura circular de la Casa 5

Hasta este punto fuimos en nuestra visita. No llegamos a la parte baja de la Cañada debido a un pequeño percance que nos hizo volver a nuestro punto de partida en Cillán a la espera de retomar nuestro viaje. Aunque existe información del despoblado sólo hemos utilizado para esta entrada las cartelas informativas del propio yacimiento.

sábado, 12 de julio de 2025

Verracos de Mirueña de los Infanzones

Verraco en la posición superior

Tarde calurosa del mes de julio. Partimos desde Cillán por la carretera AV-110 dirección Muñico dejando a la izquierda el yacimiento de Las Herrenes al que teníamos intención de visitar a nuestra vuelta. Pasado Muñico, en el km. 33 encontramos el cruce de la carretera que nos lleva a nuestro destino: Mirueña de los Infanzones donde teníamos previsto ver un verraco empotrado en la pared de una casa junto a la carretera que continúa su trazado hasta San García de Ingelmos.

Verraco inferior, de menor tamaño y sin vano perforado de la peana

Había visto imágenes de uno de los verracos pero, en realidad, había dos ejemplares, los de pequeño tamaño, uno sobre el otro ejemplar. López Monteagudo cataloga un único ejemplar con el nº 59, aunque sugería la posibilidad de que fuesen dos, aunque no pudo fotografiarlo; comenta que tampoco era posible identificar el ejemplar, si era toro o cerdo, detallaba que es de "Granito. Se desconoce el lugar exacto de su procedencia. Se encuentra empotrado en una casa de la calle Dr. González Marcos." Añade que no era visible (1989) "por haber sido cubierto por una capa de cemento. Se encuentra empotrado haciendo esquina, tal vez junto a otro ejemplar, en la casa nº 30 de la calle Dr. González Marco de Mirueña de los Infanzones". Ninguna información más nos ofrece Álvarez Sanchís haciendo referencia a lo publicado por López Monteagudo.

Disposición de los verracos

Como podemos observar ambos ejemplares son toros, tallados de granito, de pequeño tamaño y esculpidos con la peana en la misma pieza, aunque en la pieza inferior está sin perforar el vano que separa el vientre de la peana.

Manglano aporta más información y una imagen de los verracos además de un precisa información de la composición de la roca es la que están tallados los verracos que "coincide con el patrón de Cardeñosa (Ávila)". En Mirueña de los Infanzones, añade, "se conocen dos ejemplares empotrados en una casa que fue antiguo hospital", hace hincapié en la buena conservación de ambas piezas "a pesar de los roces que presenta la que está en el plano inferior, como consecuencia del tráfico rodado". Añade que recientemente han aparecido dos nuevas piezas, una, que se encuentra en el interior de una nave particular, ha servido de poyo o asiento, y la segunda, aún inédita (2018), en el interior de una casa particular que "tiene la peculiaridad, de que siendo de proporciones muy reducidas, pueden apreciase en ellas rasgos anatómicos muy detallados".

Para estas entrad he consultado la siguiente documentación:

Álvarez Sanchis, Jesús R., Los Vettones, Real Academia de la Historia, Madrid, 2003
López Monteagudo, GuadalupeEsculturas zoomorfas celtas de la Península Ibérica, C.S.I.C., Madrid, 1989.
Manglano Varcárcel, Gregorio Ramón, Los verracos vettones, UAM Ediciones, Madrid, 2018

domingo, 29 de junio de 2025

Torre de telegrafía óptica de Codorniz


Habíamos llegado a Codorniz después de nuestra visita a la iglesia de Montuenga. Desde allí tomamos la CL-605 que nos dejaría, a tan solo 3,5 km al noreste, en nuestro próximo destino. Durante el trayecto, a la derecha, se eleva la torre de telégrafo óptico equidistante entre ambas poblaciones. Primero íbamos a visitar la iglesia parroquial que posee una potente torre campanario con restos mudéjares y, desde allí continuar a menos de un kilómetro en línea recta, hasta la torre de telegrafía óptica.

Esta visita la habíamos planificado con la breve información que nos proporcionaba la ficha de la Asociación Española de Amigos de los Castillos (AEAC) como base de nuestra investigación: "Torre de telegrafía óptica de la Línea de Castilla, edificada como un fortín por la inseguridad política y social de la época. Fue la primera línea en entrar en servicio en 1844. Diez años después ya no funcionaba y se usaba la eléctrica".

Cara sur donde estaba situada la puerta de acceso en el primer piso
 mediante una escalera de mano que se retiraba desde el interior

LA TORRE

La torre de Codorniz era la número  12 de la Línea de Castilla, línea de telegrafía óptica que unía Madrid con Irún. Esta línea se iniciaba en la torre situada en el cuartel de Guardias de Corps de Madrid, actual cuartel de Conde Duque, la anterior, la número 11, situada en Martín Muñoz dista 8,60 k. al sur, y la posterior, la número 13 en Tolocirio, 10,60 km. al norte. Mediante una circular de 1844 se establecieron las normas generales a las que debían de atenerse los ingenieros para proponer los lugares de emplazamiento de las torres. La distancia entre torres debía ser de al menos dos leguas y tres leguas como máximo -la legua castellana equivale a 4.190 m-; si era posible debían estar en carreteras ya existentes; se debían situar en poblaciones evitando parajes deshabitados, que "en cualquier caso debían preferirse edificios propiedad del Estado, torres de iglesias o ermitas, castillos y casas fuertes antiguas", y "debían mantener una alineación procurando que el radio visual de la línea fuera perpendicular al frente de cada torre". En la práctica se descartó la ubicación en las torres de las iglesias porque el sonido de las campanas desajustaba los aparatos ópticos.


En el caso de la torre de Codorniz se cumplen estos requisitos, y aunque se encuentra algo alejada de la población, la torre se asienta en un cerro al suroeste del caserío a una altitud de 914 metros, compartiendo ubicación con unas bodegas vecinales. Atendiendo a las características técnicas que nos ofrece la AEAC, la torre "tiene forma cuadrada, consta de tres alturas, planta baja, dos pisos y terraza donde estaba la maquinaria. En la planta baja se abrían tres aspilleras para fusilería en cada una de sus caras. La puerta de acceso estaba en alto", lo que la convertía en una fortaleza.

Cara norte con dos vanos se aprecia en enfoscado y el ladrillo de la cornisa

Según comenta Olivé el valor patrimonial de estas torres, sobre todo aquellas "que se establecían fuera de los pueblos y que hoy constituyen la única reliquia de aquella empresa y en cierto modo, eran verdaderos fuertes. Tenían la puerta de entrada situada a unos dos metros del suelo, de manera que el acceso se hiciera por medio de una escalera que se echaba desde dentro. Tenían, además, aspilleras para facilitar una posible defensa", tal como muestra en un plano firmado por el ingeniero Mathé en noviembre de 1848.

Base de la cara norte con zócalo de sillares de piedra caliza, la zona alamborada
con tres aspilleras de fusilería e imposta sobre la que se alza el cuerpo recto.

Montoya Beleña hace la siguiente descripción de las torres, un "modelo que se repite una y otra vez. Estas torres son de planta cuadrada, de 6,25 metros de lado y unos 10 metros de altura, y como elementos más destacados en su desarrollo se pueden citar un zócalo recto sobre el que se asientan, de 1.30 metros de altura; sobre este zócalo, se inicia un cuerpo alamborado de unos dos metros de altura, separado del tramo recto siguiente por una amplia franja de imposta que le proporciona cierta plasticidad. Sobre este ataludamiento se levanta el cuerpo recto de la torre, que se remata por una cornisa pétrea en saledizo, coronada por un antepecho que protegía la terraza donde se ubicaba el sistema óptico de comunicación, desapareciendo en todas ellas. Sus muros tienen un potente espesor de 0,80 metros". 

Parte superior en la que se aprecia desprendido el revoco el uso del ladrillo

El grosor de los muros ha permitido que las torres perdurarán en el tiempo durante 150 años, éstos, como detalla Montoya "se construyen con mampuestos de mediano tamaño trabados con mortero de cal y arena, recurriendo al empleo de sillar y sillarejo en el zócalo o en el refuerzo de las cadenas esquinas, aristas restantes de la torre y recercado de vanos. Estaban enlucidas al exterior e interior mediante enfoscado y enjalbegado o encalado de blanco" estética que otorgaba a la torre un aspecto inconfundible a la vez que la proporción de sus medidas la dotaban del porte armonioso y elegante que regía en todas las torres del telégrafo civil, toda vez que las reaprovechadas y las militares, "se pueden hallar con plantas circulares". Como dato anecdótico, se aprecia en las torres de Codorniz y en la de Martín-Muñoz, un empedrado a modo de acera en el exterior. Las torres pudieron tener aljibe que recogía el agua de lluvia y zona de almacenamiento en el hueco del zócalo.

Camino de acceso a la torre y entradas a las bodegas vecinales


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

El telégrafo óptico nace con clara vocación militar y de servicio al poder establecido, por esta circunstancia su estructura y personal de servicio serán militares recién licenciados de la Primera Guerra Carlista, a los que se proveerá de un Reglamento. La época, convulsa política y socialmente, precisaba una red segura y de información rápida y fiable que demandaban las guerras carlistas y un medio de uso exclusivo del gobierno. La Primera Guerra Carlista había terminado en 1840 y aún se mantenían, sobre todo en el norte del país, las tensiones propias de la contienda. En 1844 el director general de Caminos, Puertos y Faros, el ingeniero militar Manuel Valera, encarga al coronel del Estado Mayor, José María Mathé la construcción de las líneas de telégrafo óptico que "eran pequeñas fortalezas sobre las que se soportaría una robusta red que transmitiría "a toda costa" lo que hubiere de transmitir" (Carrillo).

Grafitis evocando a los quintos en el revoco de la torre junto a las aspilleras

Aunque las torres seguían un modelo común, debieron adaptarse a la singularidad del terreno y de uso. Las torres de la Línea de Cataluña (Madrid-Valencia-Barcelona-La Junquera) carecían de vanos es las caras Norte y Sur y mantenían abiertos los de las caras Este y Oeste que coincidían con el sentido de la transmisión de la línea. En 1846 tras estallar la llamada Segunda Guerra Carlista también conocida como de los Matiners o campaña Montemolinista, que se circunscribió casi en exclusiva a la zona de Cataluña, el conflicto debió afectar a la defensa de las torres en la región puesto que se debieron proteger, en algunos casos, con fosos.

A mediados de 1855, como habíamos comentado al principio, dejó de presentar servicio la línea óptica Madrid-Irún sustituyendo el servicio por la telegrafía eléctrica, permaneciendo uso del sistema de transmisión óptica, aunque con variaciones, sobre todo al servicio de la Marina.

Panorámica de la zona sur desde la torre. Al seleccionar la ubicación de las
torres se debían evitar zonas de niebla que dificultaran la visión entre torres

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Asociación Española de Amigos de los Castillos, Codorniz, Torre del telégrafo, en castillosdeespaña.es
Carrillo de Albornoz y Carreño, Juan, Manuel Valera y Limia, ficha de la Real Academia de la Historia en Historia-Hispánica.rah.es/biografías.
Montoya Beleña, Santiago, Las torres del telégrafo óptico en la Comunidad Valenciana: una realidad olvidada en el patrimonio de las Obras Públicas, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, Valencia 2005
Olivé Roig, Sebastián, Historia de la telegrafía óptica en España, Ministerio de Transporte, Turismo y Comunicaciones, Madrid 1990

Torre número 10 de Labajos (Maello, Ávila) Tras el abandono de la Telegrafía
Óptica, la torre fue reutilizada como palomar y se volvió a abandonar. Toda la
torre y su zócalo es de ladrillo, tiene tres plantas y los vanos superiores están
 cegados. La apertura de una puerta a ras de suelo ha facilitado su deterioro y
 vandalización.


Torre número 11 de Martín-Muñoz (Adanero, Ávila). Restaurada en 2002
presenta el aspecto original que debía tener en 1846


Torre número 13 de Tolocirio (Segovia). A diferencia de las anteriores solo
tiene planta baja y primer piso. El zócalo es de buenos sillares de granito.

viernes, 13 de junio de 2025

Torreón de Las Gordillas


Nos dirigimos al Caserío de Las Gordillas por la N-VI hasta el km 91, el desvío a Maello. Una vez en la población tomamos la carretera AV-P-208 dirección Velayos. En un recorrido breve y sinuoso, la carretera desciende en una suave depresión a través de un cuidado encinar buscando la ribera del Voltoya. En el km 8 encontramos, junto a la carretera, los restos de la primera fundación del Convento de Santa María de Jesús, conocido como Las Gordillas. Del conjunto destaca un torreón que, según podemos leer en la ficha de la Asociación Española de Amigos de los Castillos (AEAC) ya estaba "Citado en el siglo XIV como Aldehuela de los Gordiellos. Madoz lo cita como despoblado de las Gordillas, añadiendo que cuando era villa se componía de 20 casas y un convento de monjas, las cuales se trasladaron a Ávila en 1520. El torreón, muy transformado, es de los tiempos de Enrique IV y reaprovechado posteriormente por las monjas".

Cara este del torreón con ventana y saetera

El torreón, de planta rectangular, como comentamos, está muy reformado, tiene restos de mampostería y ladrillo, las esquinas están reforzadas con sillares de granito que en algunos puntos han sido sustituidos por el ladrillo. El acceso a la torre se hace por su cara sur a través de un arco de ladrillo de construcción moderna. En la cara este se abren dos vanos, ambos con fábrica de granito, una ventana de arco de medio punto, debajo de ésta se aprecia una tronera de palo y orbe cegada, y el segundo vano una saetera formada por cuatro grandes sillares. En su cara norte quedan restos de otra ventana hoy cegada; y su cara oeste  se abre otro vano con restos de jamba y arco de medio punto de granito que interpretamos como la puerta de acceso en altura que está al mismo nivel que la puerta sur, y tramos enfoscados.

Cara norte del torreón donde se aprecian los restos de una ventana

La fundación del convento se debe a la labor de doña María Dávila, dama que estaba "emparentada con la casa señorial de las Navas" por línea paterna. Por línea materna sus abuelos habían hecho adquisiciones en La Moraña abulense, posesiones que ella, junto con su primer marido, incrementaría con nuevas compras en Maello y Labajos, entre éstas se encontraba el Caserío de las Gordillas adquirido a los Reyes Católicos. El caserío aparece citado en 1481 en la toma de posesión de una casa y fortaleza en el lugar en nombre de doña María: "La casa e fortaleza de las Gordillas e todos los términos e tierras e pastos e enzinas so el dicho terreno de Las Gordillas".

Cara oeste iluminada con puerta en altura al mismo nivel que la puerta sur

El edificio, tal como cita la ficha de la AEAC, es visitable, aunque presentaba estado de ruina progresiva, parece haber sido consolidado; se encuentra en una explotación agrícola y es de propiedad privada.

Detalle de la cara este del torreón con saetera y una ventana y tronera cegada
 de palo y orbe.


FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE LAS GORDILLAS

Según podemos leer en página web de las monjas Clarisas de Ávila sobre la fundación del Convento de Santa María de Jesús, ésta se hizo en el lugar y villa de las Gordillas a cuatro leguas al noreste de Ávila. La villa, propiedad de los Reyes Católicos, fue comprada en 1477 por "Fernán Núñez de Arnalte, tesorero de sus Altezas, casado con Dña. María Dávila, fundadora de esta Casa. D. Fernán Núñez murió poco después de comprar la villa, en el año 1479, dejando a Dña. María, viuda y sin hijos, por legítima heredera de todos sus bienes". La viuda, a instancias de la reina Isabel, volvió a casarse en 1483 con un privado de los reyes, el capitán Fernando de Acuña, a quien la corona envió en calidad de virrey a Sicilia donde permaneció el matrimonio hasta 1495 fecha en la que muere Acuña, dejando de nuevo viuda y sin hijos a Dña. María, nombrándola heredera de todos sus bienes. Ese mismo año vuelve la viuda a la península y solicita a la reina fundar un convento de la Orden de Santa Clara, "y edificó una casa para su residencia comunicada con el convento a través de pasadizos y tribunas (...) La fundación se hizo junto a siete de sus criadas, tomando el hábito de beatas Terceras", a éstas se les unieron cinco criadas más hasta alcanzar el número de doce.

Escudo de armas de Dª María Dávila. Trece roeles en palo. Es Dávila

El 1502 Dña. María, sin descendencia, otorgó testamento a favor de "sus hijas legítimas y herederas y sus sucesoras a las hijas de la Madre Santa Clara" y "mando edificar una casa para las tales en su Villa de las Gordillas, en las casa que allí tenía, que le había dejado su primer marido Fernán Núñez". Las monjas vinieron a tomar posesión del lugar una vez finalizadas las obras en 1504, muriendo su fundadora, Dña. María Dávila en 1511.

Escudo de armas de Fernán Núñez de Arnalte. Tesorero de los Reyes Católicos
Primer marido de María Dávila. Dos flores de lis en palo es Núñez; Águila de
sable. Es Arnalte.

En 1534 se sopesó la posibilidad de trasladar el convento a la ciudad de Segovia, Ávila, Villacastín y Arévalo, decidiéndose finalmente por Ávila gracias a la intervención de Diego del Águila quien acomodó a las hermanas en sus casas de la ciudad mientras se construía un nuevo edificio. Las hermanas tomaron posesión del nuevo monasterio en 1557, el edificio que hoy conocemos como Convento de las Gordillas de la capital abulense en cuya portada norte se instalaron los escudos de armas de su fundadora y los de sus dos maridos, cuya descripción hace García-Oviedo. El convento estuvo habitado hasta 1971, año en que se trasladaron a su nueva sede en las afueras de la ciudad.

Escudo de armas de Fernando de Acuña. Virrey de Sicilia. Segundo marido
de María Dávila. Nueve cuñas en tres palos con las puntas hacia abajo, 1ª bordura
con cinco escudetes cargados con cinco bezantes, 2ª bordura, con trece banderas.
 Es Acuña

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Asociación Española de Amigos de los Castillos, Maello. Torreón de la Dehesa de las Gordillas, ficha del catálogo de la Asociación.
García-Oviedo Tapia, José M., Heráldica Abulense, Caja de Ahorros de Ávila, 1992.
Monsalvo Antón, José Mª, La ordenación de los espacios agrícolas, pastoriles y forestales, en Historia de Ávila, IV, Edad Media, Sg. XIV-XV 2ª Parte, 2009
Sobrino Chomón, Tomás, María Dávila, ficha de Historia Hispánica, de la Real Academia de la Historia.

Puerta norte de acceso a la iglesia de Las Gordillas donde campean las armas,
de izquierda a derecha, de Fernán Núñez, Fernando de Acuña y María Dávila

domingo, 25 de mayo de 2025

Verracos Colegio de Arquitectos de Ávila

En el patio de entrada del Colegio de Arquitectos de Ávila, la casa-palacio de Travesedo, podemos contemplar cuatro verraco, cuatro toros de granito procedentes de la dehesa "La Alameda Alta" en Tornadizos de Ávila. Es de destacar que López Monteagudo tiene censados 25 ejemplares en este municipio, 22 proceden de esta dehesa; 2 ejemplares de la dehesa "La Fresneda", y 1 ejemplar, el que se encuentra en la fuente de la plaza del pueblo, del Cerro de los Garduños-. Según se aprecia, no parecen proceder de la misma mano, tienen actitud diferente. Las medidas que nos ofrece López Monteagudo son las que se expresan al pie de cada fotografía, longitud, altura, ancho de la pieza y el perímetro excepto en el ejemplar 101 del catálogo.

Ejemplar 104. Toro de granito del que sólo podemos ver su lado izquierdo al estar prácticamente adosado a la pared de la casa-palacio.

Toro. Granito. 170 cm. largo, 87 cm. alto, 52 cm. ancho; perímetro 178 cm.
Catálogo número 104


Ejemplar 103.

Toro. Granito. 180 cm. largo, 87 cm. alto, 60 cm. ancho; perímetro 192 cm.
Catálogo número 103

Ejemplar 101

Toro. Granito. 138 cm. largo, 70 cm. alto, 57 cm. ancho
Catálogo número 101

Ejemplar 102.

Toro. Granito. 145 cm. largo, 61 cm. alto, 37 cm. ancho, 124 cm. perímetro
Catálogo número 102

Destaca López Monteagudo que todos los ejemplares de verraco están esculpidos en una pieza con peana, aunque en algunos ejemplares ésta se haya perdido. aquí sólo la conserva el Ejemplar 101 aunque, como vemos en la imagen éste no tiene vano. De este ejemplar existen varios ejemplares similares en "La Alameda Alta" por lo que sugiere la posible existencia de talleres especializados, como los de Gemiguel, Guisando. MartiherreroTornadizos.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Ávila se encuentra en la calle Brieva, 2 de Ávila y el acceso al patio es libre en horas de oficina. Para esta entrada he consultado las siguientes publicaciones: 

López Monteagudo, GuadalupeEsculturas zoomorfas celtas de la Península Ibérica, C.S.I.C., Madrid, 1989.

miércoles, 14 de mayo de 2025

La Puebla de Valderrábanos


Se cree que estas tierras pertenecían a un señor feudal y que al repartirse las mismas entre sus herederos y vasallos, se fueron asentando en ellas, formándose así una serie de poblados o caseríos. Existían además de Velayos, tres núcleos más, Malucos, Aldehuela de la Fraila y La Puebla de Valderrábanos, probablemente hacia principios de 1600. Estos tres pueblos fueron destruidos durante la guerra de la Independencia y solo queda como principal asentamiento el pueblo de Velayos.
Al ser un lugar estratégico, por ser paso de arrieros y comerciantes, surgió la necesidad de construir conjuntos defensivos, como este torreón que pudo pertenecer a Puebla de Valderrábanos, o según algunas fuentes a Aldehuela de la Fraila.


Torre de planta cuadrada y sección cúbica facturada con ladrillos de tipología árabe dispuestos horizontalmente y tomados con mortero de cal. Esta fábrica se emplea en las esquinas y espinas centrales de cada uno de los laterales quedando una serie de vanos entre los cuerpos de ladrillo que cubren con tapial de barro. Todo el cuerpo de fábrica se levanta sobre un basamento de grandes sillares de granito gris. Al oeste de este cuerpo se levanta otro cuerpo facturado con sillares en la esquina conservada y ladrillos planos tomados con mortero de cal. Entre la sillería y ladrillos se disponen unos cuerpos de mampostería de pequeñas piedras de granito y cantos rodados cogidos con mortero de cal. Junto a este conjunto monumental se emplaza un interesante conjunto etnológico configurado por un pozo con brocal de planta circular de granito en una única pieza y un cuerpo de lavadero (pila de granito rectangular) en un único bloque. Inmediatamente al este se ubica un caserío, buen exponente de arquitectura tradicional. Los restos arquitectónicos se encuentran en medio de un pequeño espacio de pastizales.

Lado oeste del torreón

Interior del lado oeste del torreón de ladrillo y adobe en el que
se aprecian los mechinales y hasta cuatro pisos que conservan
restos de las vigas de madera

Tipología: Patrimonio Militar, castillos y conjuntos arquitectónicos fortificados. Edad Moderna. Siglos XVI-XVII. Propiedad privada-Varios propietarios.

Cuerpo exento de ladrillo con basamento de mampostería

Su estado de conservación es ruinoso con peligro de derrumbe. Edificio de ladrillo y mortero de mampostería.

En el Catálogo de Patrimonio Cultural como yacimiento Arqueológico de la Junta de Castilla y León. Debería estar afectado por el Decreto 22 de abril de 1949.

Lavadero (pila de granito de una sola pieza) al sur del torreón

El texto anterior es una transcripción de Torreón de la Puebla de Valderrábanos en Hispania Nostra, listaroja.hispanianostra.org

miércoles, 7 de mayo de 2025

Aulio Vitelio

 
Anónimo romano (circa 69 d.C.) Cabeza de Aulio Vitelio
Mármol, 0.40x0.27x0.27 cm.

Lo interesante de esta obra, que se puede ver en el museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, es la pieza en sí porque existen pocas de este emperador que se mantuvo en el poder tan solo ocho meses, y porque inaugura, según podemos leer en la cartela del museo, la colección escultórica de la entidad: "Con este busto, se inicia cronológicamente la colección escultórica de la Academia. Es de los pocos retratos que se conservan del este emperador del siglo I d.C., que fue un protegido de Calígula y de Claudio. El artista copia el modelo existente en el Museo Capitolino de Roma, siguiendo la línea artística de la excelente retratística de la época de Nerón. En la expresión reposada de la cabeza ligeramente inclinada, se aprecia una delicada técnica y un cuiddoso acabado en sus detalles. Donada por el académico Blas Amatller, Director de Grabado, y entregado por sus testamentarios en 1841."

Poca información respecto a Aulio Vitelio he encontrado en la Hispania Romana. Proclamado emperador en abril de 69 por las legiones de Germania Inferior tras derrotar a Otón, su candidatura es apoyada por dos legiones de Hispania. En esa época se acuña moneda con su efigie en Tarraco. Tras la revuelta que proclama emperador a Vespasiano, pierde los apoyos de las legiones de Hispania en favor de éste. Vitelio es derrotado en diciembre de 69. Al intentar huir disfrazado es capturado y el pueblo romano lo arrastra por las calles de la ciudad y acaba tirando su cuerpo al Tíber. Había ostentado el poder imperial durante 8 meses de 69 d.C. el periodo conocido como Año de los cuatro Emperadores, que sucedieron a Nerón con Galba, Otón, Vietelio y Vespasiano.

sábado, 26 de abril de 2025

Felipe V. Heráldica

 PALACIO REAL DE MADRID

Escudo real de Felipe V que corona el Palacio Real de Madrid en la plaza de Oriente entre las estatuas de los reyes visigodos Recaredo y su hijo Liuba II.


Tras la muerte sin descendencia de Carlos II (1700), el último rey de la Casa de Austria designa en testamento como heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y bisnieto de Felipe IV. No obstante, la Gran Alianza que integraba a Inglaterra, Holanda y el Imperio, que ve cómo el poder de Francia se expande a España, y declara la guerra a Francia y a España en 1702 en apoyo a la candidatura del archiduque Carlos de Austria, hijo del emperador Leopoldo I, negando así la validez del testamento de Carlos II e iniciándose la Guerra de Sucesión Española (1702-1714).

En Heráldica Hispánica podemos leer la siguiente descripción de las armas del primer soberano de la casa de Borbón en España: "El escudo de Felipe V mantiene todos los elementos de Carlos II, pero cambia el diseño y distribución de los mismos. Las armas de Flandes y Tirol que aparecían en un escusón, de separan en cuarteles en la punta del escudo; se añade el escusón central con tres lises de la casa de Borbón con la bordura en gules (rojo) para distinguirse  de los franceses -que carece de bordura-. Se sigue utilizando en Toisón de Oro (considerándose con derecho a ostentar la jefatura de la Orden y provocando la escisión de la misma) y añade a éste el de la Orden francesa del Espíritu Santo. Con frecuencia el escudo adopta la forma redondeada, siguiendo la moda francesa. El diseño de la corona se moderniza, adoptando la forma actual, de ocho florones (cinco vistos), y se reserva el de cuatro (tres vistos) para el príncipe de Asturias."

Evolución del Escudo de España en heraldicahispánica.com

domingo, 13 de abril de 2025

Arco Romano de Medinaceli


Para llegar a Medinaceli el viajero debe salvar la gran pendiente que existe entre su ubicación y el valle del Jalón, lo que no suele alentar su visita. Se encuentra ubicaba sobre un cerro dominando el valle del río Jalón. A sus pies se levanta la Estación, en la antigua carretera Nacional II, y algo más lejos la autovía A-2. El acceso se hace por la SO-132, una carretera sinuosa que parte desde la Estación que, después de recorrer los primeros 3 km, salva un desnivel de 180 m.

Ilustración de la construcción del arco en la cartela informativa

El arco romano se encuentra en el borde del acantilado, al sur de la población. A sus pies hay una cartela en la que leemos su historia muy resumida: 

   "Es una de las grandes obras conservadas en la provincia y el único en España de triple arcada. Los romanos construían arcos en algunas ciudades para conmemorar sus triunfos, éste además servía para marcar el límite entre el distrito administrativo Cluniense, al que pertenecía Occilis (Medinaceli), y Caesaraugustano.
   Sus dimensiones son monumentales ya que tenía que ser visto desde la vía que pasaba a los pies del cerro en dirección a Caesaraugusta (Zaragoza). Destaca el cuerpo central decorado con dos templetes, de frontón triangular, apoyados en columnas.
   Es una obra de finales del siglo I d.C."

Lado norte del arco visto desde la población

Abascal Palazón hace una presentación bastante completa del monumento situado a 1200 metros de altura en el exterior meridional del casco urbano. La orientación de su eje principal es oeste a este y coincide con el trazado de la muralla por lo que considera que formaba parte de la fortificación. Esto explica que los dos lados estrechos del arco sólo estuvieran decorados con pilastras y capiteles en su parte superior. La altura del arco debía ser algo más que el doble de la muralla, y su parte inferior no decorada debía coincidir con la de la muralla de la fortificación, y no tenía decoración porque estaba oculta en la obra. En la Edad Media y a comienzos de la época moderna el arco también formó parte de la estructura defensiva de la ciudad tal como se desprende de los relatos de viajeros de los siglos XV a XVIII, realidad que se comprobó en excavaciones de 1991. Por tanto, concluye que el arco formó parte del perímetro defensivo de la ciudad romana y fue construido al mismo tiempo para constituir la puerta monumental de entrada a la ciudad romana.

Lado sur de arco visto desde el valle

Del arco nos da la siguientes dimensiones: 13,20 metros de longitud, 8,10 metros de altura y 2,10 metros de de anchura. Posee tres arcos y fue construido en su mayor parte con bloques de arenisca color amarillento-rojizo de origen local, abundante en las edificaciones de la comarca. En la parte superior que coronaba el arco, tenía inscripciones que, pese al deterioro que ha sufrido en el tiempo, ha sido posible dibujar un mapa de las huellas existentes y establecer una propuesta de lectura que nos introduce en sus circunstancias históricas.

Imagen del arco que muestra su anchura


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Según Abascal estos datos son resultado de las excavaciones llevadas a cabo en el zócalo del monumento y de las murallas que permitieron concluir que el arco se erigió en época del emperador Domiciano (84-96 d.C.). La inscripción del lado norte, el que mira a la ciudad, indicaba la dedicación al Numen Augustus. El del lado sur, el que mira al valle, al Numen del emperador Domiciano con sus títulos Augustus y Germanicus. Tras el asesinato de Domiciano en el año 96 d.C. el Senado, al que estuvo enfrentado, tras condenar su gestión política, ordena que su nombre sea borrado de todas las inscripciones como medio para erradicar su recuerdo. 

Probablemente en el 98 d.C. se desmontaron las letras y en su sitio inscribió el nombre de Trajano (98-117 d.C.), de tal forma que en el lado meridional hasta el año 96 d.C. se debía leer Numini Imp(eratoris) Domitiani Aug(usti) Ger(manici); y a partir del 98 d.C. la inscripción debía decir Numini Imp(eratoris) Traiani Aug(usti) Ger(manici).

A mediados delo siglo XIX, Madoz indica en su Diccionario Geográfico que el arco de Medinaceli era conocido como El Portillo; y en 1919 según el arqueólogo Juan Cabré el arco se denominaba indistintamente El Portillo, Puerta del Baño o Puerta del Mallo, términos que a buen seguro recordaban el uso tradicional del antiguo arco romano. El relato que hace Cabré en el Catálogo Monumental de la Provincia de Soria, es el siguiente:

"Ignórase con que el motivo se levantó este monumento. Hay quien opina que fué construido en honor de Marcelo y otros cuando Galba fue proclamado emperador de Roma estando en Clunia y con dicho motivo se hizo tal arco para que pasara por él cuando fuera a tomar posesión.
Este edificio se llama hoy El Portillo, Puerta del Baño y Puerta del Pueblo".

El arco fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1930; y la ciudad fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1963 tras un informe emitido por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Mosaico romano de la ciudad romana de Occilis (Medinaceli)

Para esta entrada, además de la información que nos ofrece la cartela informativa que hay al pie del arco, he consultado la siguiente documentación:

Abascal Palazón, Juan Manuel, Conjunto arqueológico del arco de Medinaceli (Soria), en Biblioteca virtual Miguel Cervantes en cervantesvirtual.com
Cabré Aguiló, Juan, Catálogo Monumental de la provincia de Soria, Tomo 4, 1919, en CSIS.es
González Conde, María Pilar, Domiciano, ficha de Historia Hispánica.rah.es

Fotografía del arco de Medinaceli. Juan Cabré Aguiló (ca.1919)

Fotografía del arco de Medinaceli. Juan Cabré Aguiló (ca. 1919)

martes, 8 de abril de 2025

Torre de Torrelapaja


Después de la visita al castillo de Ciria retornamos a la carretera N-234 para dirigirnos a nuestra siguiente parada, la cercana población de Torrelapaja que, tras cruzar el puerto de Bigornia, nos introduce unos 5 km. en la provincia de Zaragoza. El trayecto es una suave pendiente desde los 1111 metros de altitud del puerto a los 990 metros de la población. Nos recuerda Corral, que son varios los topónimos que indican la presencia junto a la ribera del Manubles.de un castillo o una torre vigía como Torrelapaja o Torrijo, localidad esta última que visitaremos más adelante.

Esquina sureste de la torre con el yamur musulmán que hace de veleta

LA TORRE

La cartela informativa que hay frente a la torre poco nos detalla sobre ella, eso sí, nos deja claro que la historia de la población gira en torno a San Millán de la Cogolla, y que la construcción de la torre fue "a partir del antiguo oratorio que San Millán construyó en el siglo VI en su pueblo para adorar a la Virgen, se erigió en el siglo XV la iglesia vieja que posteriormente se reformaría dos siglos después...", transformándose la torre vigía en campanario.

Cara sur de la torre con escudos y garitas con troneras

La torre se construye en 1458 por orden de Juan II, rey de Aragón, dentro de su política de reestructuración de la Comunidad de Calatayud. El rey ordena el traslado forzoso de los habitantes de Torrelapaja a Berdejo, villa de la que dependerá hasta 1601, alejando así la población de la frontera con Castilla. La orden se remontaba al monarca anterior, Alfonso V, y fue desobedecida parte de los vecinos de la localidad, quizá por esta razón Juan II ordenó, además del traslado de la población, que las casas fuesen derribadas. No obstante, los habitantes argumentaron "que no podían desamparar el cuerpo de San Millán, que tenían enterrado en su iglesia", ni ver cómo se destruían sus casas porque no tenían medios para construir unas nuevas, por tanto, "perdía su Magestad un lugar que se podía conservar labrando una fortaleza". Convencido el rey con estos argumentos, en 1459 ordena construir dicha fortaleza, la actual torre-campanario a la que los viajeros no pudimos acceder. 

Cara este de la torre con imposta que delimita el campanario. Se observa
en la garita reconstruida de la izquierda un escudo vacío

La torre está construida en sillería con cuatro garitas en las esquinas; dos de ellas, que defienden el lado sur, presentan troneras de palo y orbe y se encuentran decoradas con gárgolas de desagüe y escudos, algunos de ellos vacíos. Sobre la imposta que delimita el campanario se abren las ventanas o triforas de medio punto del campanario que está rematado con una torre hexagonal coronada con un yamur musulmán -barra con tres bolas o manzanas ensartadas- que hace de veleta.

Detalle de la cara sur culminado por el yamur como veleta
y una gárgola en la línea de imposta


CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Según se desprende de la historia que nos facilita el propio ayuntamiento de Torrelapaja, el rey Juan II de Castilla se apoderó en 1447 de Berdejo y otros pueblos de la comarca. Tras la paz de Valladolid (1453) estas poblaciones son devueltas a Aragón; no obstante, la cercanía de Torrelapaja a la frontera con Castilla, y localizada en un lugar indefenso, hace que el rey Alfonso V de Aragón conceda permiso en 1456 para que "los vecinos y pobladores se bajen a Berdejo y allí tengan la casa", propiciaba así la despoblación de la frontera con Castilla. Dos años después, en 1458, tras la muerte del rey aragonés, le sucede su hermano Juan II, no confundir con Juan II de Castilla de quien era primo. El traslado "nunca se llevó a efecto, pues Torrelapaja se mantuvo como aldea con concejo propio sin llegar a despoblarse por completo" (Corral). Tras conocer el rey que los habitantes de Torrelapaja no habían obedecido el permiso o sugerencia de su antecesor, envía una comisión para obligar a los pobladores a retirarse y trasladarse a Berdejo a la fuerza. Como ya hemos comentado, la orden de Juan II se fundamentaba en la reestructuración general de la Comunidad de Calatayud, y obligada a los pocos pobladores que quedaban en Torrelapaja, a que "se mudaran a Berdejo, que al parecer se había recuperado bien en diez años. También ordenaba que los de Mochales se mudaran  a Montón, y que las casas de Torrelapaja y Mochales fueran derribadas". Corral comenta en nota, respecto a estos movimientos de población, que algunas aldeas llegaron a "despoblarse coyunturalmente con motivo de las guerras; en 1429, cuando comenzó la última de las guerras entre Castilla y Aragón quedaron vacías Malanquilla, Ibdes y Cimballa. Las tres se recuperaron enseguida".

Lado norte de la torre con gárgola, la garita de la derecha está consolidada


Para esta entrada, además de la información de la cartela informativa, he consultado la siguiente documentación: 

Corral Lafuente, José Luis, La Comunidad de aldeas de Calatayud en la Edad Media, Centro de Estudios Bilbilitanos "Institución Fernando el Católico", Calatayud, 2012.
Ayuntamiento de Torrelapaja, Torrelapaja en su historia, en torrelapaja.com

Casa hospital del siglo XVI para peregrinos que acudían a venerar a San Millán,
está construida frente a la torre de la iglesia. Posee un hermoso patio renacentista
con doble galería  porticada de influencia castellana