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Arco califal - Castillo de Gormaz |
Hace 15 años subí al castillo de
Gormaz en una visita sin planificar y nunca pensé que volvería a los restos de la fortaleza más grande de la Europa medieval. Desde allí se contempla el discurrir lento del
Duero entre chopos y campos labrados; esta vez volví para visitar no sólo sus castillos, sino el románico de
Soria obras que ha perdurado, como la fortaleza, más de 900 años en el silencio que envuelve estos pueblos prácticamente deshabitados.
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San Pedro - Soria |
Casi todas la iglesias que visité han sufrido reformas e intervenciones posmedievales, y ninguna mantiene su estructura original aunque fachadas, pórticos, ábsides y claustros de bellísima factura guardan en su totalidad el esplendor y la expresividad que el cantero les diera; y tampoco pude entrar en todas ellas, con lo que me perdí algunas imágenes, pinturas, capiteles y retablos de su interior. Son los restos de la historia que se inicia con la toma de la fortaleza de
Gormaz por
Fernando I de Castilla en 1060 que "
conquista toda la extremadura soriana llegando hasta tierras de Guadalajara". El itinerario, muy denso, se vio frustrado en parte, por los caprichos del cambio de hora y haber hecho parte del viaje en día festivo.
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San Miguel - Almazán |
La primera parada del viaje fue
Almazán, ciudad que aún conserva parte de la muralla y la espléndida puerta de Herreros. A través de se llega hasta la plaza Mayor donde se encuentra, de espaldas al
Duero y frente al palacio de los
Hurtado Mendoza, la iglesia de
San Miguel, del siglo XII, cuya singularidad más destacable es una esbelta torre octogonal. Subiendo la calle que sale del palacio se llega a la iglesia de
San Vicente, del mismo siglo y de la que sólo perdura el ábside y las arquerías interiores, y aunque hoy se utiliza como sala de cultura, siendo festivo no pude visitar el interior.
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Santo Domingo - Soria |
Desde
Almazán llegué a
Soria a mediodía. Buscando un lugar para comer me encontré con la iglesia de
Santo Domingo, de una belleza increíble. De finales del siglo XII se construyó sobre una anterior en honor a
Santo Tomé. Tiene la portada con cuatro arquivoltas donde se narran escenas del
Apocalipsis, la matanza de los
Inocentes, el nacimiento y vida
Jesús, y la
Pasión. Se le conoce como "
la Biblia en piedra".El edificio se reformó en gran parte en el siglo XVI. En el exterior, en la acera, hay una placa con versos de
Machado: "
En Santo Domingo / la misa mayor. / Aunque me decían / hereje y masón / rezando contigo / ¡Cuánta devoción!".
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San Juan de Duero - Soria |
Después de la comida un paseo frente al palacio renacentista de los
Condes de Gomara hasta llegar al
Duero. Cruzando el río, a la izquierda, descansa el espléndido claustro de
San Juan de Duero. Fundado por monjes
Hospitalarios llegados de
Tierra Santa en el siglo XII, se construyó el claustro con una exquisita mezcla de influencias románicas y orientales: "
arcos de medio punto, ojivales, entrelazados, secantes, califales componen una sinfonía de arte medieval". Tiene también una pequeña iglesia en cuyo interior hay dos templetes de bellos capiteles con escenas fantásticas y bíblicas.
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San Saturio - Soria |
Siguiendo el curso del río se llega primero a
San Polo donde quedan restos de un supuesto cenobio templario, y después, bajo una lluvia mansa de otoño:
San Saturio, paseando junto a la ribera del río que cantara
Machado: "
He vuelto a ver los álamos dorados, / álamos del camino en la ribera / del Duero, entre San Polo y San Saturio, / tras las murallas viejas / de Soria -barbacana / hacia Aragón, en castellana tierra-." Después de visitar la gruta del ermitaño vuelta a la ciudad, por la otra orilla del río, de nuevo bajo la amenaza de la lluvia, para la última visita:
San Pedro.
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San Pedro - Soria |
En la actual
Concatedral de San Pedro. sólo queda del antiguo edifico románico un extraordinario claustro de "
líneas puras y capiteles historiados" al que se accede desde el templo de poderosas columnas góticas construido en el XVI . El paseo por el claustro, donde se yergue un hermoso ciprés, fue un evocador tránsito por el silencio y la lenta lectura de unos capiteles bellamente tallados, lectura que sólo interrumpió el repicar de las campanas y con el graznido de una pareja de cuervos que parecían habitar en las sombras de la galería. Señalar que es el único lugar donde hay que pagar entrada, aunque sin lugar a dudas, bien mereció la pena.
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San Juan de Rabaneda - Soria |
A la mañana siguiente un pequeño paseo para visitar el olmo seco y partido, al que también cantara
Machado, y la tumba de
Leonor y desorientado hube de preguntar a un peatón para llegar al siguiente destino: "
Baje después -me dijo
-, donde está San Juan de Rabanera, mi ojo derecho; cuando se marche a recorrer la provincia no olviden visitar Andaluz, San Baudelio, ¡cómo no! y la iglesia de Gormaz, al pie del castillo que, aunque estará cerrada, miren por si acaso estuviese abierta, tiene unas hermosas pinturas". Después de la visita al olmo y al cementerio llegué a
San Juan de Rabaneda que destaca por tener un ábside espectacular de dos ventanas y una portada "
perteneciente anteriormente a la ahora arruinada iglesia de San Nicolás". Las escenas de los capiteles del exterior, más expuestos a la lluvia y el frío, comienzan a deteriorarse. Es de admirar algunas figuras de los canecillos del ábside. Junto a la entrada hay unos versos de
Gerardo Diego:
"
Ay, San Juan de Rabanera, / si yo robarte pudiera".
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San Miguel Arcángel - Andaluz |
Desde allí, y siguiendo la indicación del peatón, tomé camino a
Andaluz tras una breve parada en
Calatañazor que mereció un paseo por su castillo y para contemplar las construcciones que aún mantienen su aspecto mediveal. En una de las plazuela y donde han erigido un busto a
Almanzor, recordando la derrota que acabó con su vida.
Andaluz es un pueblo pequeño al que se llega por un puente romano, tan pequeño que no tiene bar y sin embargo fue la primera villa con Fueros de Castilla. En la parte alta está la iglesia de
San Miguel Arcángel, consagrada a principios del siglo XII (año de 1.114). También ésta ha sufrido varias reformas postmedievales, pero conserva una espléndida galería porticada de bella excepcional, tanto los capiteles como los canecillos que aún conserva. Según la información que hay junto a la iglesia el pórtico debió construirse un siglo después de terminado el edificio.
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San Baudelio - Casillas de Berlanga |
Hecha esta visita, y sin poder tomar un tentempié, salí hacia
Berlanga de Duero. Fue providencial: llegar y ver la impresionante
Colegiata, porque sólo se abre a las horas de culto: Después de esta visita dejé para la tarde subir al castillo, y salí hacia
Casillas de Berlanga donde esperaba
San Baudelio.
"
El santuario de Casillas de Berlanga tiene un aspecto humilde, casi desangelado en medio del paisaje sobrio. Diríase que ha seguido a pie juntillas la tradición de la casa del moro, un "por fuera nada y por dentro un tesoro". Y así es, un edificio sorprendente, una ermita del finales del X o principios del XI que parece una pequeña mezquita, "
uno de los ejemplares más importantes de la herencia mozárabe en España", aunque sufriera uno de los episodios más tristes de nuestra historia cultural, la venta de sus pinturas en 1926 a un museo de EE.UU. El edifico tiene una pequeña sala de columnas que no deja de sorprender por su armonía, además conserva aún restos de los frescos mozárabes y románicos. Recordé que antes de salir de
San Saturio una empleada me recitó un poema de
Gerardo Diego: "
-Que no / -Sí, madre que sí / que yo los vi. / Cuatro elefantes / a la sombra de una palma. / Los elefantes gigantes / -¿Y la palma? / -Pequeñita. / -¿Y qué más? / -¿Un quiosco de malaquita? / Y una ermita / -Una patraña, / tu ermita y tus elefantes. / Ya sería una cabaña / con ovejas transhumantes. / -No. Más bien una mezquita / tan chiquita.
/ La palma / me llevó el alma. / - Fue sólo un sueño / hijo mío. / Que no, que estaban allí / yo los vi, / los elefantes. / Ya no están y estaban antes. / (Y se los llevó un judío, / perfil de maravedí)" Es, en realidad, un ensueño.
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San Miguel - Caltojar |
Siguiendo la carretera hacia el sur se llega a
Caltojar donde está la espléndida iglesia románica de
San Miguel Arcángel que ha sufrido, al igual que las de
Soria, reformas posteriores ha llegado hasta nosotros su portada sur, que describe el texto turístico: "
una monumental portada se adelanta mediante un antecuerpo, decorado en cornisa con canecillos de rollo. Cuatro arquivoltas de medio punto articulan el vano abocinado, ornamentadas con boceles y medias cañas, excepto la exterior que presenta una llamativa decoración con desarrollado junquillo en zig-zag", aunque la mayor singularidad es el tímpano de arco de medio punto, sin parteluz, en el que se representa en bajorrelieve al santo titular del templo.
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Castillo - Berlanga de Duero |
Continué el viaje hasta
Rello para visitar los restos del castillo y el conjunto de la población aún amurallada. Desde allí vuelta a
Berlanga de Duero para comer y visitar su castillo. Durante la comida entablé conversación con los vecinos de mesa, toda una satisfacción haberlo hecho pues eran los propietarios y valedores del
Centro Internacional de Cultura Escolar (CEINCE), institución dedicada a interpretación y la memoria de la cultura de la escuela, un maravilloso lugar ubicado en la casa natal de
Juan Bravo, lugar de obligada visita para estudiosos y personas interesadas en la enseñanza y su divulgación.
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Ermita San Miguel de Gormaz |
Esta visita restó tiempo a otras, toda vez que ese día se recortaba la luz en una hora y después de visitar el castillo y la magnífica muralla defensiva, me dirigí hacia
Gormaz donde me esperaba la fortaleza musulmana y la
Ermita de San Miguel que, aunque sabía que estaría cerrada como predijo el paseante de Soria frente al olmo de
Machado,, bien valía la pena dedicarle unos minutos. De allí tomé camino hacia
Burgo de Osma para hacer noche. Atrás quedaron sin visitar, por el cambio de hora, los templos románicos de
Bordecorex y
Aguilera.
Tras el desayuno en
Burgo de Osma partí hacia el cercano castillo de
Osma, con su peculiar torre pentagonal, y desde allí, de nuevo hacia el sur dirección
La Rasa para llegar a
Caracena, pero el trayecto se complicó por obras en la carretera y me hicieron desviar dando un rodeo por
Vilde, que tuvo como interés saber que aquellas tierras vieron el destierro del
Cid Campeador y acogieron a
Per Abbat, autor o copista del
Poema de Mío Cid, y tras ese rodeo, pensando en estos personajes y esquivando algún ciervo, llegué al destino con una hora de retraso.
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San Pedro - Caracena |
Caracena ha sido la parada que más me ha cautivado. El pueblo, que mantiene su estructura medieval, conserva el rollo jurisdiccional o picota; la
Casa de las Tierras, lugar donde se pernoctaban los representantes de aldeas vecinas para hacer las juntas que está frente al ábside de canecillos primorosos de
San Pedro, iglesia que tiene en su puerta sur una galería porticada de bellísimos capiteles; en las afueras, junto a la otra iglesia, la de
Santa María, ambas del siglo XII aunque ésta de menor belleza, están los restos de un fortín adosado a la muralla desaparecida que defendía la población, y a sus pies el puente medieval. Siguiendo un camino que sale desde la puerta sur de
San Pedro se llega al castillo que fue testigo de las luchas de poder entre
Isabel La Católica y
Juana La Beltraneja. Quizá lo más entrañable fue el almuerzo y oír la conversación de un pequeño grupo de pastores sobre sus ovejas y la fabricación de quesos.
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San Miguel - San Esteban de Gormaz |
A mediodía salí hacia
San Esteban de Gormaz por una carretera nueva que tiene acceso desde cerca de
Tiermes, camino más confortable que el de ida, aunque no tenía el encanto del paisaje de la ribera del río
Caracena. Más conocida en la actualidad, quizá porque está en la carretera entre
Aranda de Duero y
Soria, son los restos de la muralla de castillo musulmán los que dominan
San Esteban de Gormaz , población que cuenta con dos de las más hermosas iglesias románicas de la provincia.
La primera que visité fue la de
San Miguel, en la parte alta y bajando a escasos metros
Nuestra Señora del Rivero; ambas tienen espléndidas galerías porticadas de columnas más robustas que las vista hasta entonces. A ambas se accede por una escalera; la primera, la de
San Miguel, tiene un conjunto de canecillos excepcional. De entre los capiteles de ambas, me llamó la atención la representación de la serpiente, que encarna el mal en el bestiario medieval, y que debe ser derrotada por el bien, en este caso encarnado por
Cristo o por la
Virgen.
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Ntra Sra. Rivero - S. Esteban de Gormaz |
En
San Esteban de Gormaz di por terminada la excursión por el románico soriano, si bien se quedaron iglesias, torreones y castillos por visitar y sobre los que volver para profundizar en cada uno de los monumentos que visité. El espacio de esta entrada, de por sí demasiado extensa. no me lo permite aunque no descarto volver a alguno de estos pueblos para comprender y ampliar mejor sus monumentos, su historia y sus gentes. Desde aquí partí a la cercana
Ayllón, en
Segovia, para concluir el viaje unas horas después en
Madrid.
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Río Duero - Soria |
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