lunes, 26 de marzo de 2018

El castillo o Torre Vieja de Ababuj


Sobre Ababuj (Teruel), y en concreto de su Torre Vieja, he encontrado escasa información. Ésta se remonta a la conquista de Ababuj por Alfonso II de Aragón, y la hace depender de la sesma de Monteagudo de la Comunidad de Teruel. La mayor parte de los textos coinciden en que la torre está construida en el siglo XIV y es el único resto que queda de un antiguo castillo, según documentos de Jaime I del siglo XIII, aunque lo más seguro es que sea una torre construida por la Comunidad para la defensa de sus habitantes ante las incursiones de los castellanos.


La torre le levanta sobre una plataforma que domina el valle de Alfambra, a una altitud de 1382 metros. Es de planta cuadrada, cada uno de sus lados mide unos 6 metros, por 15 de altura, está construida con sillería. La torre, que para distinguirla de la torre más moderna de la iglesia se le llama Torre Vieja, ha perdido la cubierta aunque conserva parte del almenado. La puerta de ingreso, de arco ligeramente apuntado, está a cierta altura, -nos recuerda a las atalayas vigías-. En todas sus caras hay una ventana excepto en una que presenta dos vanos, todas ellas de medio punto.

Las fotografías son de una visita de 2005, en la que se aprecia que la torre hacía función de poste eléctrico. Al año siguiente, en 2006, la torre fue declarada Bien de Interés Cultural.

Parte de la información se puede encontrar en www.patrimonioculturaldearagón.es, donde hay bibliografía recomendada. También he consultado Castillos de España, Ed. Everest, León, 1997, aunque la información es esquemática.


miércoles, 14 de marzo de 2018

El verraco de Villaviciosa (Ávila)


No suele haber noticias de hallazgos de verracos a no ser de época moderna, como en los trabajos arqueológicos en los cimientos de la muralla de Ávila, o en excavaciones en la propia capital en el antiguo cementerio musulmán. Éste es un relato del hallazgo del verraco de Villaviciosa a finales del siglo XVI. El hallazgo lo narra, según el texto íntegro que transcribo, el Padre Luis Ariz, en Historia de las Grandezas de Ávila. En el libro indica la fecha aproximada del hallazgo pues éste tenía la aprobación para su edición en 1603, y según el propio Ariz el descubrimiento ocurrió nueve o diez años antes.

La Torre de Villaviciosa, heredamiento antiguo, dado por el Conde Don Ramón, a Sancho de Estrada, no ay memoria, entre los Cavalleros que hasta oy lo han posseydo, quien fuesse el fundador. Y assi tienen por tradición de mayores, aver sido de Romanos, y aver succedido en aquella tierra algunas cosas memorables, porque tambien hallo en sus heredamientos Toros. Como pareze del que esta a su puerta, que se halló avra nueve, o diez años, desta manera. Un Labrador Rentero desta casa, de Villaviciosa, labrava junto a ella, en un heredamiento, llamado Barbazedo, y cada año topava con la reja en una peña, y procurando de sacarla, o quebrarla, halló ser un Toro, y por no le maltratar, fuesse a la Torre, adonde a la saçon estava el Capitan don Estevan del Aguila, y dandole cuenta. El Cavallero como curioso, mando llamar sus criados, y cabando al rededor, fueron descubriendo dos Toros, el uno encima del otro, el bajero hechado de lomo. Demanera, que el de arriba, afirmava a sus pies sobre los del otro, y en el medio de los dos, entre las varrigas, estaba una hermosa tinaja, muy bien labrada, a lo Mosayco, tapada, y dentro llena de zenizas. Hallaron también tres monedas, y en ellas la figura, y nombre de  Iulio Cesar. El Toro llevaron a su casa, y Torre, donde oy esta. Y el otro por averle quebrado, se le dejó en la heredad. Tambien se hallaron, en Muñana, heredamiento destos Cavalleros Estradas. De lo cual es manifiesto, aver sido poblada, y posseyda de Romanos.

López Monteagudo lo cataloga como toro con estos datos: 162 centímetros de largo, 78 de alto y 59 de ancho y un perímetro de 180 centímetros. " Se desconoce el lugar exacto de su hallazgo. Se conserva en el jardín del castillo. Le falta la cabeza y tiene las extremidades rotas apreciándose las rodillas delanteras y los codos traseros. Conserva el cuello y la papada y presenta cazoletas en el lomo. En la parte posterior se observa el sexo y el ano". En la catalogación se remite a Manuel Gómez Moreno sobre su procedencia, quien sí conocía el relato del Padre Ariz: "esta escultura fue hallada junto a otro ejemplar de toro y ambas en relación, al parecer, con una sepultura".

En concreto Gómez Moreno transcribe parte del texto de Ariz en su Catálogo de la provincia de Ávila: "Otros dos toros semejantes (al que conserva en Solosancho), pero menores y destrozados, hay ante la panera del Duque, en Villaviciosa. Ariz cuenta que se hallaron enterrados juntos en un heredamiento llamado Barbacedo, "uno encima del otro, el de abajo tendido, y en medio de los dos, entre las barrigas, estaba una hermosa tinaja muy bien labrada a lo mosayco, tapada y dentro llena de cenizas; hallaron también tres monedas, y en ellas la figura y nombre de Julio César", y en nota añade, "Uno de ellos sigue junto al castillo de Villaviciosa".

El verraco debió ser trasladado de los jardines del castillo fuera de éste, y en la actualidad se encuentra en la plaza del castillo, frente a la fortaleza.

Para esta entrada he consultado los siguientes libros:
Historia de las Grandezas de la ciudad de Ávila , de Fray Luis Ariz, 1607 ed. Facsímil. Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ávila, Ávila, 1978
Esculturas zoomorfas celtas de la Península IbéricaLópez Monteagudo, GuadalupeC.S.I.C., Centro de Estudios Históricos, Madrid, 1989.
Catálogo monumental de España. Provincia de ÁvilaGómez Moreno, Manuel, Institución Gran Duque de Alba, Ávila, 1983
Los VettonesÁlvarez-Sanchís, Jesús R., Real Academia de la Historia, Madrid, 2003.

Costado derecho del verraco
Parte trasera del verraco en el que se observa el orificio 
del ano y los testículos

sábado, 10 de marzo de 2018

Estación de servicio "Petróleos Porto Pi"


La Estación de servicio "Petróleos Porto Pi", obra de Casto Fernández-Shaw Iturralde (1929), -la actual Estación de servicio Gesa, en la calle Alberto Aguilera 18 de Madrid-, es una de las primeras construcciones racionalistas de España. El viajero que pare en la estación de Metro de San Bernardo, puede leer en el andén información sobre esta emblemática construcción. La gasolinera está "considerada como un ejemplo singular de la arquitectura moderna de la segunda mitad de los años veinte, y es para muchos autores una de las tres construcciones que marcan la entrada a la contemporaneidad de la arquitectura española, junto con el Rincón de Goya, de Fernando García Mercadal, en Zaragoza, y la Casa del Marqués de Villoria, de Rafael Bergamín Gutiérrez, en Madrid. Esta gasolinera se ha convertido en un manifiesto de la arquitectura racionalista por la singular expresión de su estructura, si bien fue demolida en el año 1977 y reconstruida por Carlos Loren Butragueño".

Gasolinera Porto-Pí en 1929
Antes de salir al exterior y ver la gasolinera, conviene terminar de leer el texto completo para tener una idea más clara y la importancia de la construcción: "Los escasos elementos que integran su silueta son muestra de lo que su autor denominaba "arquitectura sin estilo", con la torre-altavoz del proyecto original, que contiene una escalera de caracol, evocadora de la construcción naval, y la ligera cubierta de hormigón nervada de la marquesina, símbolo dinámico de la aeronáutica, que está sustentada por dos pilares. En realidad constituye un edificio futurista influenciado por la idea del funcionalismo."


Al parecer propio Fernández-Shaw se lamentaba de haber pasado a la historia de la arquitectura española por este pequeño edificio, -había llegado a proyectar y construir presas-  aunque sin duda es su obra más conocida por ser, precisamente, una de las primeras manifestaciones de la arquitectura moderna en España. Dentro de la máxima de Mies van de Rohe "menos es más", Fernández Shaw consigue con su obra la máxima expresión de belleza con unos mínimos elementos.

Gasolinera Gesa en 1958
Pero es el propio Fernández-Shaw en un artículo publicado en la revista Arquitectura quien nos da los pormenores de la obra: "La disposición de la planta permite el aprovisionamiento simultáneo de seis coches situados en dos calles de tres metros cada una dejando en el centro un andén de un metro para situar los aparatos de aprovisionamiento", que complementa con un pabellón destinado a "Exposición de Automóviles y venta de accesorios, servicio de teléfono, aseo  w.c."
"Para protección de los coches que se estén aprovisionando se ha construido una marquesina de hormigón armado, de veintitrés metros de longitud, por siete de ancho, y una segunda marquesina paralela a la anterior, y en un plano más elevado para proteger el tragaluz construido para dar luz al escaparate".
"Por último -concluye- en uno de los extremos del pabellón, se sitúa una torre de hormigón armado de trece metros y medio de altura, destinada a llamar la atención del público y donde se ha colocado el nombre de la Sociedad propietaria". En esta torre se instalará un altavoz que servirá para emisión de conciertos, programas de radio y promociones.

El profesor Ángel Urrutia , en su Arquitectura Española del siglo XX, destaca la horizontalidad y verticalidad de la construcción, así como la utilización del hormigón visto que dotaba a la obra de un dinamismo futurista que se desarrolla en la torre -similar a las de ventilación de los barcos-, la visera -similar a las alas de un aeroplano- así como el resto de elementos como los surtidores y altavoces que prescinden de cualquier complemento superfluo.

En el artículo Fernández Shaw enumera los pormenores de las piezas y elementos que utilizará en la construcción: marquesina principal, pilares, segunda marquesina, la torre, la cimentación y resistencia al viento de la torre, e indica finalmente que se construyó "en dos meses"

Desmontando la torre en 1977
Como se puede leer en el cartel del andén de Metro, la gasolinera debió quedar obsoleta y sus propietarios, pertenecía entonces a la compañía Gesa, decidieron demolerla en 1977; demolición parcial, según Areán, Vaquero y Casariego en su libro sobre los edificios perdido en Madrid. La torre desmontada, aunque luego se volviera a reconstruir por orden de Patrimonio en 1996 a semejanza del original. Señalan estos autores que, toda vez que el uso al que estaba destinado el edificio se mantenía, seguía siendo una gasolinera, esta actuación era un ejemplo de la lamentable práctica que se llevaba a cabo en aquella época de renovación urbana. Sobre el mismo aspecto, el profesor Urrutia se lamenta de forma muy crítica con el derribo y la posterior reconstrucción a cargo de los propietarios.


En la actualidad existe una placa que recuerda los autores de la reconstrucción -el arquitecto Carlos Loren Butragueño; el aparejador Ángel Jiménez Rodríguez y ejecutada por la constructora Copeinsa- pero no se hace mención a la autoría de Casto Fernández Shaw. En una breve conversación a pie de la gasolinera, me comentaron que ésta representaba la proa de un barco y que la torre era la chimenea. Comento esta pequeña anécdota no como crítica sino como la desinformación lleva a una interpretación errónea de esta obra singular, por lo que conviene recordar la explicación que da el propio Fernández-Shaw de su obra:

"Estilo.- No tiene ningún estilo. Ha surgido una silueta de los elementos que integran la construcción. La superposición de los planos de las marquesinas recuerdan a la alas de un biplano. La torre recuerda a los tubos de ventilación de un barco. La estructura de hormigón armado se ha conservado en toda su pureza, salpicándose tan solo con cemento y arena de mármol. Unos faroles de línea sencilla animan las marquesinas; los aparatos que suministran la gasolina, el petróleo, los aceites, el agua, el aire a presión, los extintores de incendio, 'decoran' la instalación . Los automóviles, al altavoz, las luces le darán vida".

Gasolinera sin fecha.
He de agradecer a la compañía Gesa que me haya facilitado las fotografías de época, excepto las de más abajo que son de la revista Arquitectura. Junto con esa inestimable información gráfica, para esta entrada he consultado los siguientes publicaciones:

Arquitectura, nº 100, agosto 1927
Arquitectura Española Siglo XXUrrutia, Ángel, Cátedra, Madrid, 2003
Madrid. Arquitecturas perdidas 1927-1986, Arean, A., Vaquero, J.A., Casariego, J., Ed. Pronaos, Madrid, 1995.
Cartel informativo Estación San Bernardo, Metro Madrid

Proyecto. Revista Arquitectura 1927 
Gasolinera. Revista Arquitectura 1927