Paré a descansar del paseo de la tarde frente a las ruinas del monasterio de los Jerónimos de Jesús, en Ávila, a la sombra que propicia el Palacio de los Guillamas, hoy convertido en un grupo de viviendas de lujo. Del palacio se conserva la portada donde campean dos escudos de armas de los Guillamas, uno sobre el dintel de la puerta de entrada y otro, más pequeño, sobre el balcón del primer piso; también hay un cartel que recuerda en un breve apunte su origen: "PALACIO DE LOS GUILLAMAS. Casa que perteneció a Don Francisco Guillamas Velázquez. Tesorero de la casa del Príncipe Felipe II y Tesorero de la Reina. Maestro de Cámara de la Casa de Borgoña. Patrono de la Orden Carmelita Descalza. En esta casa vivió Santa Teresa hacia el año 1562 desde donde seguía las obras de su primera Fundación, el Convento de San José o de las Madres".
Entrada al Palacio de los Guillamas restaurada |
De la persona de don Francisco Guillamas, nos informa Martín González a colación del patronato que ejercía del convento de San José en Ávila: "era caballero muy principal. Fue maestro de cámara de los reyes Felipe II, Felipe III y Felipe IV, tesorero de las reinas doña Margarita y doña Isabel, señor de las villas de La Serna, Vadillo y Los Povos y regidor de Ávila", información que amplía con la relación que tuvo el palacio de los Guillamas con el convento de San José o de las Madres, primera fundación de Santa Teresa, del que dista escasos metros y desde donde la Santa pudo seguir la evolución de las obras.
En el convento se construyeron cuatro ermitas. Eran cuatro oratorios situados junto a la huerta, estancias donde las religiosas podían encontrar la soledad propia de la vida eremita. Una de ellas estaba dedicada a Cristo, donde la propia Santa Teresa manda pintar un Cristo de la Columna, que da nombre a la ermita: "A este Cristo se le atribuyen numerosos prodigios. Uno de ellos iba a tener felices consecuencias para el convento, pues propiciaría el mecenazgo más trascendental. Doña Catalina de Rois, mujer de don Francisco Guillamas Velázquez, de la cámara del rey Felipe II, alcanzó su curación por mediación de la imagen. En agradecimiento mandó rehacer la ermita a su costa, dejándola en su estado actual, convirtiéndose a partir de entonces los Guillamas en los grandes protectores del convento". A este respecto en dicho convento, en conversación que mantuve en mi visita, se tienen dudas de que don Francisco conociese personalmente a Santa Teresa.
Catalina de Rois Bernaldo de Quirós esposa de Francisco Guillamas |
Guillamas Velázquez, antes de asentarse en la ciudad de Ávila, había servido a las órdenes de Juan de Austria y Alejandro Farnesio en Italia, Lepanto y Flandes. Del escudo de armas, presente en la ermita "entrando a la derecha", tenemos la descripción que Merino Álvarez hace de los cuarteles que lo componen: "Los Guillamas tenían su escudo lleno de llamas, y por conquistadores en la Tierra Santa, la Cruz potenzada de oro en campo colorado y una flor de lis", la flor de lis se corresponde con el origen francés de los Guillamas.
Escudo de armas de Francisco Guillamas Velázquez en la reja de la capilla |
El origen de los Guillamas se remonta en Castilla a Guillaume Du Bellay (Guillamas de Bela), personaje que entró en España con las Compañías Blancas de Bertrand Du Guesclin en 1366 durante las guerras civiles castellanas que enfrentaron a Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastamara, en apoyo de este último. Según podemos leer en la relación genealógica que hace E. Rojas, citando a Figueroa y Melgar, era natural de París, pertenecía a la Casa de los Condes de Bellay en el Anjou. Se le cita en las Suertes de los Fielazgos de la ciudad de Ávila en 1420, (Pablo Churruca); casó con una mujer de la familia de los Blasco Ximeno, persona esta de gran autoridad en la ciudad en aquel tiempo. El primer Bellay conocido es Berlay I Le Vieux du Montreuil-Bellay, nacido hacia 940 y muere en 1030; había recibido del conde de Anjou, por donación en 1025, el castillo que lleva su nombre. Participó en la primera cruzada, lo que se refleja en el escudo de armas, y está citado en el blasón de los Guillamas como Guy de Llamas Bella. En origen el apellido se llamó Berlay que pasa a llamarse por deformación lingüística Bellay hacia 1162. Nuestro Francisco Guillamas Velázquez (1548-1630) era la octava generación descendiente de Guillamas de Bela.
Escudo de armas de Francisco Guillamas en la plaza de San Andrés |
Concluimos con las Compañías Blancas al mando de Bertrand Du Guesclin; éstas fueron enviadas por el rey Carlos V de Francia a Castilla para apoyar al conde Enrique de Trastamara. Compuestas, según Valdeón Baruque, por unos 10000 ó 15000 soldados de fortuna, mercenarios en su mayoría franceses, aunque también contaba con algún cualificado militar inglés. Entraron por Aragón cuyo rey, Pedro IV otorgó a Du Guesclin el señorío de Borja. Estas Compañías Blancas dejaron mal recuerdo por donde pasaron por los abundantes desmanes que cometieron debido a su obsesión de ganar botín.
Fundado en 1539, el convento de la Concepción de Ávila, comenta Moreno Blanco, fue una de las primeras aportaciones de los Guillamas a la arquitectura abulense, "sería en la portada principal del templo que vendría a sustituir a otra anterior. Se articula en tres cuerpos, de los que el inferior se resuelve mediante un arco de medio punto cajeado y trasdosado por un alfiz con los extremos rematados a bisel delatando lo tardío de su factura. El segundo el escudo de los Guillamas entre aletones y, en el tercero un medallón de María con el niño, que ha perdido el rostro".
Escudo de armas en la tumba de Francisco Guillamas Velázquez |
Fundado en 1539, el convento de la Concepción de Ávila, comenta Moreno Blanco, fue una de las primeras aportaciones de los Guillamas a la arquitectura abulense, "sería en la portada principal del templo que vendría a sustituir a otra anterior. Se articula en tres cuerpos, de los que el inferior se resuelve mediante un arco de medio punto cajeado y trasdosado por un alfiz con los extremos rematados a bisel delatando lo tardío de su factura. El segundo el escudo de los Guillamas entre aletones y, en el tercero un medallón de María con el niño, que ha perdido el rostro".
Los dos cuerpos superiores de la portada del convento de la Concepción |
Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:
E. Roja, María, Guillaume de Bela (Vela) en gw.geneanet.org
Martín González, J.J., El Convento de San José de Ávila, 1979
Merino Álvarez, Abelardo, La Sociedad Abulense durante el siglo XVI. La Nobleza, 1926.
Moreno Blanco, Raimundo, El convento de la Concepción de Ávila. Construcción y transformaciones de un templo tardogótico, Universidad de Salamanca, 2020
Riera, A. de, Francisco Guillamas Velázquez, ficha de la Real Academia de la Historia en dbe-rah.es
Valdeón Baruque, J., Bertrand Du Guesclin, ficha de la Real Academia de la Historia en dbe-rah.es
Francisco Guillamas Velázquez orante en la capilla de la iglesia de San José |
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