domingo, 26 de marzo de 2023

Jardín del Príncipe de Anglona

 
El Jardín del Príncipe de Anglona es un pequeño jardín situado entre la plaza de la Paja y la calle Segovia de Madrid, es uno de esos espacios con encanto que prácticamente pasan desapercibidos a los paseantes al encontrarse cerrado por unos muros altos que no permiten distinguir su existencia. Toda la  información que he encontrado es la que nos proporciona Turismo de Madrid y la cartela del propio jardín, en el interior en una de sus esquinas, y que transcribo a continuación:

Entrada al Jardín

El Jardín del Príncipe de Anglona, es uno de los pocos ejemplos que ha llegado a nuestros días de las casas de los nobles de la Corte madrileña de finales del siglo XVIII.
El jardín se sitúa sobre un terraplén artificial salvando un fuerte desnivel entre la calle Segovia y la calle Príncipe Anglona, lo que le confiere características de "jardín colgante" sobre la calle Segovia.
Originalmente el Jardín del Príncipe Anglona, neoclásico con elementos de tradición española de jardín andaluz, posee una ordenación en perspectiva apoyada en la vegetación y el agua, elementos autónomos dentro del conjunto.

Fuente central donde se cruzan los dos caminos de ladrillo

Tiene una superficie aproximada de 500 m2 y una fuerte geometría en su trazado, sus dos caminos de ladrillos aparejados a sardinel y bordillo de granito se cruzan perpendicularmente dando lugar a cuatro cuadrantes potenciados por el dibujo de los setos inferiores de boj evocando el trazado de su primer diseñador: Chalmandrier.

Fuente central de granito y caminos de ladrillo colocados a sardinel

Una fuente de granito focaliza el especio, dos pérgolas tapizadas de rosales y un cenador se presentan como elementos singulares del mismo. Completan el recorrido los caminos laterales y una glorieta semicircular. Alrededor del muro de cerramiento una sucesión de pilastras unidas entre sí por celosías se cubren de plantas trepadoras recogiendo el jardín.

Cenador sobre  plataforma

Los árboles del jardín configuran un conjunto de gran colorido y frondosidad con acacias, un plátano, higueras y una masa de ailanthos generando una sombra espesa y recreando en su interior un jardín romántico. Los boj forman setos a lo largo de los caminos reforzando el trazado, los bérberis, madroños, hydrangea y syringa componen el nivel arbustivo y también tienen cabida los frutales, frecuentes en los jardines de la época, tales como granados, kakis y almendros.

Pérgola junto a una higuera, al fondo ailantos y granados

El jardín se creó, según la hoja de Turismo de Madrid, hacia 1750 y es uno de los pocos jardines nobiliarios del siglo XVIII que aún se conservan. El diseño que vemos hoy es obra de Javier de Winthuysen, pintor y afamado diseñador de jardines entre los que destacan los de la Moncloa, en Madrid, o el Palmeral de Elche. La última restauración del jardín fue en 2002, corresponde a la efectuada por la paisajista italiana Luisa Serradi, encargada también de la reforma del Jardín del Museo Cerralbo.

Fuente baja que debó ser la original desplazada junto a la pared de la calle Segovia

El jardín toma su nombre del edificio contiguo, y aunque, como hemos dicho,  reformado este siglo "aún conserva la estructura original que define todo el espacio", ha mantenido su trazado y el solado original de los caminos colocados a sardinel. Aquí difieren las medidas con las de la cartela, nos indica que posee 800 m2, cifra más cercana a la real que los 500 m2 de la cartela. Nos recuerda su trazado neoclásico y que está estructurado a partir de un parterre en crucero dibujado con setos de boj, así como que para su construcción hubo de levantarse un  terraplén artificial. La fuente de taza baja en mármol blanco sin pulir que ocupaba el centro, ha sido desplazada a la calle más al norte, junto al muro de la calle Segovia y sustituida por otra alta de piedra lustrosa.

Exterior del jardín donde se aprecia el desnivel desde la calle Segovia

EL PRINCIPE DE ANGLONA

Una mañana, paseando por la playa de La Barrosa en Chiclana, comencé a conocer la ajetreada vida del Príncipe de Anglona. En esa playa tuvo lugar la batalla de Chiclana o de La Barrosa el 5 de marzo de 1811, durante la Guerra de la Independencia en la que adquirió protagonismo el Príncipe de AnglonaPedro de Alcántara Téllez-Girón y Alonso-Pimentel, en la que fueron derrotadas las tropas napoleónicas del mariscal Victor. Don Pedro había nacido en 1786; era el segundo hijo varón del IX duque de Osuna, del mismo nombre, Pedro de Alcantara Téllez-Girón y de su mujer, la duquesa de Benavente, María Josefa Alonso Pimentel y Borja, quien mandó construir El Capricho en la Alameda de Osuna. Como segundogénito no tenía acceso a los títulos nobiliarios de primer orden, heredando de su madre el título de Príncipe de Anglona, -su madre había sido la primera en poseer ese título-. Su padre lo conduce hacia la carrera militar desde muy niño y por mediación de su tutor, el sacerdote y político liberal, Diego Clemencín, adquirió ideales liberales. Participó activamente en varios frente de la Guerra de la Independencia combatiendo en la batalla de Bailén a la orden del general Castaños. En el ámbito cultural destacar que fue director del Museo del Prado, de la Real Academia de San Fernando y miembro de la Real Academia de Historia. Murió en su palacio de la calle Segovia, el edificio contiguo a los jardines del lo separa una celosía.

Interior del jardín y muro de ladrillo y cajones de  tapial

Vegetación del Jardín; enredadera, mahonia y laurel

Ventanas del palacio de Anglona

Dibujo de ladrillo colocado a sardinel enmarcado con adoquines de granito

Retrato de Pedro de Alcántara Téllez-Girón, IX duque de Osuna (h.1795)
padre del Príncipe de Anglona obra de Francisco de Goya
(Firck Collection. New York en exposición de Museo del Prado)

2 comentarios:

  1. Qué espacio tan singular, gracias por la entrada. Saludos

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    1. Gracias por su comentario! Sí que es un lugar singular y desconocido. No tiene la espectacularidad de otros jardines históricos pero vale la pena visitarlo cuando se pasee por el centro de Madrid.

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