jueves, 26 de diciembre de 2024

Castillo de Fuentelsaz


Tras nuestra breve parada en la ermita de Santa Catalina de Hinojosa, continuamos nuestro camino por la carretera CM2107 dirección a Milmarcos. Allí tomamos hacia el Este para enlazar con la CM-210 y de nuevo hacia el Este hasta entroncar con la GU-435 que nos deja en nuestro destino, Fuentelsaz donde termia la ruta y desde donde visitante puede ver a su derecha el cerro donde se asientan los restos del castillo, un promontorio de 1253 metros de altitud. Desde allí se domina gran parte del territorio dejando a sus pies, a 1125 metros, la población. Dejamos nuestro coche en la afueras del pueblo, para iniciar la ascensión a la fortaleza, un desnivel de 112 metros, partimos desde un esbelto pairón que saluda y despide a los viajeros.

Interpretación artística del castillo en el cartel informativo

Antes de llegar al pairón hay un cartel que recuerda al viajero la historia del castillo: "A pesar de que actualmente solo perduran algunos restos de sus torres y murallas, el Castillo de Fuentelsaz, también conocido como castillo de Pedro I El Cruel, fue un enclave importante en la Edad Media, especialmente antes de la unificación de los reinos de Castilla y Aragón, por encontrarse en la frontera entre ambos".

Peña donde se asienta el castillo y apenas resalta la torre del homenaje

Herrera advierte a los viajeros sobre el estado del castillo del que apenas quedan restos visibles y, si desde el pueblo la imagen es evocadora, "subidos al cerro es algo decepcionante ver que sólo cuatro muros desvencijados quedan de tanta fuerza antigua"; no obstante, asegura que "el viajero que busque los restos, por mínimos que sean, de las fortalezas de Guadalajara, tiene que venir a Fuentelsaz y subir al cerro donde estuvo su castillo".

Puerta de acceso secundaria del castillo y los muros adaptados al terreno

EL CASTILLO

El cartel informativo nos remonta a las primeras citas del castillo que fechan su construcción "en el siglo XII, como plaza fuerte que asegurara la cristianización del territorio tras ser reconquistada a los musulmanes por Alfonso IV el Batallador" aunque matiza que "algunos indicios apuntan a la existencia de una construcción anterior que correspondería probablemente a una atalaya islámica". El castillo está adaptado al terreno donde se asienta, lo que le confiere una planta irregular utilizando la roca "como muralla natural y sustento de sus torres, de modo que garantizan la durabilidad de su construcción".

Muros del castillo desde el vértice noroeste

Jiménez hace una descripción más precisa de los restos que vamos a ir descubriendo, e insiste en el estado en que se encuentra la fortaleza, "muy destruido"; divide su planta en "un recinto trapezoidal, donde se abre la puerta de ingreso, y otro recinto al lado formado por la plataforma rocosa"; en esta última se encuentra el aljibe y una torre de forma poligonal hacia el exterior y  y semicircular al interior", esta torre es la que la cartela identifica como la del homenaje y que califica como "la torre más suntuosa del castillo, emblema de su arquitectura. En ella se instalan las dependencias nobiliarias y el alojamiento de su alcaide".

Torre pentagonal vista desde el lienzo noreste

Toda la construcción de los muros son de sillarejo, y de buenos sillares la torre del homenaje, según datos que aporta Jiménez, los muros tienen "más de un metro de grosor, con fuerte argamasa de cal y canto". La máxima altura de los muros conservados, "que corresponden al espolón oeste, es de 2,70 metros de altura y 1,60 metros de espesor". Respecto al aljibe, tal como nos indica la cartela informativa, es una de sus infraestructuras "ya que, el abastecimiento de agua es vital para resistir los asedios, aunque actualmente se encuentra relleno de escombros, pudo tener una profundidad considerable". Jiménez señala que del aljibe quedan los arranques de la bóveda y que "tiene una profundidad de 2,50 metros con unas dimensiones de 3,30 por 3,70 metros de longitud" de cada lado.

Aljibe en el que se aprecia el arranque de la bóveda

CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

De poblamiento antiguo, tanto Jiménez como Herrera hacen referencia a la toponimia de la ruta cidiana como Fuente del CidCabeza del Cid, montaña esta última de 1349 metros de altitud junto a Hinojosa, 9,4 km. al oeste de Fuentelsaz. Al respecto Herrera se refiere a los viajes del Cid entre Castilla y Valencia y, como detallan De Juan y Martín citando también al Cid, la amistad que le unía a Avengalbón o Abengalbón moro de Molina de Aragón donde el Campeador siempre encontraba alojamiento y donde Abengalbón acogió a la mujer y las hijas del de Vivar tal como se relata el Cantar de Mío Cid

Antemuro que protegía la puerta original visto desde la torre noroeste

Sin embargo el protagonismo de Fuentelsaz radica en "Su ubicación estratégica en la frontera entre los reinos de Castilla y Aragón, hizo que tuviese protagonismo en el siglo XIV, cuando se produjeron las guerras fronterizas entre estos reinos, conocidas como Guerras de los dos Pedros, por el nombre de los monarcas de los territorios en disputa: Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón." Añade que "estos enfrentamientos comienzan en 1356 y continúan hasta que el rey de Castilla es asesinado por su hermanastro en 1369, finalizando sin un claro ganador, ni cambios relevantes en las fronteras de los territorios". Jiménez apunta que en 1360 la fortaleza fue asediada y tomada por las tropas aragonesas. Valdeón nos recuerda que durante la primera etapa de gobierno del intitulado rey de Castilla, Enrique II entrega a Beltrán du Guesclin el señorío de Molina (1366), aunque debió perder la posesión tras la derrota en Nájera (1367), posteriormente tras el asesinato de Pedro I, en el que participa activamente Du Guesclin, el señorío pasará "a obediencia del rey de Aragón, sin duda para escapar del dominio militar del bretón".

Interior de la torre pentagonal vista desde el aljibe

También tuvo protagonismo el castillo y la población a mediados del siglo XV, según De Juan y Martín, a causa de las guerras entre ambos reinos, que esta vez protagonizaron Juan II de Castilla y los Infantes de Aragón, que provocaron que varias poblaciones de la tierra de Molina quedaran abandonadas, entre ellas Fuentelsaz, aunque "siglos más adelante diversos colonos fueron asentándose sobre las ruinas antiguas". De esta época también nos habla la cartela informativa "del papel desempeñado por este castillo durante el siglo XV, cuando los habitantes de la comarca se rebelaron contra su señor, Beltrán de la Cueva, que había sido impuesto por el rey de Castilla, en contra de las preferencias de los habitantes de la comarca. Este castillo, dirigido por su alcaide Pedro del Castillo, permaneció fiel a Beltrán, siendo utilizado como alojamiento de sus tropas". Recordar que el señorío de Molina había sido entregado a De la Cueva en compensación al ser desposeído del maestrazgo de Santiago por Enrique IV . Sobre el alcaide del castillo, señala Jiménez que este Pedro del Castillo era alcaide en 1481, y que por ser zona fronteriza con Aragón, los alcaides eran nombrados directamente por el rey, y menciona a Juan Arias de la Muela, a su vez regidor de Molina de Aragón, como último alcaide que había sido nombrado por Felipe II.

Antemuro y muro original desde la torre sur

"La última cita histórica en que aparece este castillo, -podemos leer en la cartela- trata de su apropiación por parte de las tropas carlistas durante la Primera Guerra Carlista en la primera mitad del siglo XIX. Utilizado como polvorín, explotó causando su destrucción, ruina que se ha agravado con el paso del tiempo". Sobre la contienda carlista, podemos leer en el periódico El Constitucional de 23 de junio de 1839 en crónica del día 18 desde Molina de Aragón, la actividad que llevaba a cabo en la zona el comandante de armas, mayor del provincial de Plasencia; en ella se detalla brevemente la situación de las tropas isabelinas que defendían el fuerte de Peracense, o la fortificación que pretendían hacer las tropas carlistas en el castillo de Beteta, y sobre "el antiguo castillo de Fuente el Saz que se dijo pensaban fortificar los facciosos se está demoliendo por órdenes de este señor comandante".

Vértice donde se ubicaba la torre oeste

La última referencia que encontramos, tal como cita Jiménez, es la que se hace Madoz mediado el siglo XIX en su diccionario geográfico, en el que la fortificación ya está arruinada: "A la extremidad de un cerro que la domina por el O. en cuya cúspide hay un cast. derruido, y combatida libremente de los vientos".

Plano del castillo según el cartel informativo a la salida de Fuentelsaz


Para esta entrada he consultado, además del cartel informativo que hay a la salida del pueblo, las siguientes publicaciones:

De Juan, A. y Martín, M., El Camino del Cid, Ed. del Henares 2007, Guadalajara, 2011.
Herrera Casado, A., Guía de Campo de los Castillos de Guadalajara, Aache, Guadalajara, 2007
Jiménez Esteban, J,, Castillos de Guadalajara II, Libros Penthalon, Madrid, 1993
Madoz, P., Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid, 1845
Valdeón Baruque, J., Bertrand Du Guesclin, ficha de la Real Academia de la Historia en dbe.rah.es

Torre pentagonal vista desde la base de la roca donde se asienta

Vista panorámica de Fuentelsaz desde el castillo. Tras las primeras lomas
comienza el reino de Aragón que extiende hasta el horizonte

Pairón de Fuentelsaz 

domingo, 22 de diciembre de 2024

Teatro romano de Cádiz: Apuntes


Durante la mañana habíamos visto, como si de un espectáculo se tratase, la procesión del Corpus Christi frente a la catedral de Cádiz; luego, tras un largo paseo el Castillo de San Sebastián y el de Santa Catalina por el exterior, uno en cada extremo de la playa de la Caleta, para volver por el exterior, por la costa atlántica, de nuevo camino de la catedral. Nada más pasar frente a la catedral vieja, -la Iglesia de Santa Cruz, construida sobre la mezquita musulmana tras la conquista de la ciudad por Alfonso X-, el viajero encuentra a su izquierda las ruinas del circo romano. Desde la calle apenas si se ven unos sillares dispersos y amontonados en una explanada, lo que desanima contemplar en apariencia un lugar desolado, sin embargo, bordeando la manzana, entrando por la calle San Juan de Dios se llega a un centro de interpretación realmente interesante, donde se abren ante el viajero las ruinas del espectacular teatro romano.

Acceso a la galería de distribución

Su historia varía un poco en función de las fuentes, pero hay ciertos matices. El teatro lo mandó construir Lucio Cornelio Balbo el Mayor y su sobrino Lucio Cornelio Balbo el Menor, aunque la autoría es de este último, en el siglo I a.C. tras ampliar los límites de Gades para construir la Neápolis o la Necrópolis; en esta ampliación se construye en anfiteatro y el teatro. Este último se descubre en 1980 durante las excavaciones destinadas a localizar el castillo de Cádiz. Dichas excavaciones sacaron a la luz no el castillo medieval sino que permitieron descubrir una parte importante de la proedia, de los graderíos (la ima cavea y media cavea), así como la orchestra y una galería anular de distribución del teatro.

Galería de distribución del teatro excavada en la roca

Por su fecha de construcción y sus dimensiones, casi 120 metros de diámetro, lo convierten en el más antiguo y el segundo en tamaño de la Península tras el teatro de Córdoba, con una capacidad para más de 10.000 espectadores. La galería de distribución tiene un recorrido de alrededor de 80 metros, una altura de 4,70 metros y 3 metros de ancho. Está cubierta por una bóveda de cañón anular. La cavea, tiene forma de herradura, se construye en el talud del terreno y para la construcción de la galería de distribución fue preciso excavar en la roca, en cambio en el exterior se construyó un muro con piedras perfectamente talladas, sobre las que se abren las estancias que comunican con los escalones.

Vista del teatro desde el exterior del recinto

El edificio se abandona a finales del siglo III d.C. y es saqueado en el siglo siguiente y los restos de su imponente estructura se destinarán a almacenes, cuadras y casas hasta la Edad Media, que será reutilizado como fortaleza en época andalusí, al que se menciona en los textos como "castillo del Teatro", para, tras la conquista de la ciudad por Alfonso X (1262), ser reconstruido.

Actores representando una escena en la galería de distribución

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Abascal, J.M., Lucius Cornelius Balbus, ficha de la Real Academia de la Historia en dne.rah.es
López Amador, J.J., Lucio Cornelio Balbo el Menor, en academia.edu

martes, 10 de diciembre de 2024

Ábside de los Milagros de Talamanca de Jarama


Junto al ábside hay una cartela con una breve descripción del edificio: El ábside de los Milagros, es lo que queda de la iglesia "Románico-mudéjar de mediados del siglo XIII, la única muestra de estilo artístico conservada en el partido judicial de Colmenar Viejo". Es conocida popularmente como "Morabito" y se encuentra cerca de la puerta de la Villa, a la que se accedía en la Edad Media desde el puente sobre el arroyo de Valdejudios; -Jiménez (2008) lo cita como arroyo Matajudíos-, nombre que junto al del ábside, Morabito -eremita musulmán- hace referencia a las otras dos confesiones monoteístas que poblaron la villa, junto a la cristiana, en época medieval. Aunque ya habíamos visitado la villa unos años antes, la actual visita estaba motivada por las propuestas del librito El mudéjar Madrileño de Jorge Jiménez.

Lado recto del mediodía y ábside

Siguiendo con la descripción de la cartela que hay junto al ábside, el elemento de mayor interés del edificio, "son las arcadas ciegas y dobladas, distribuidas en tres alturas, con la que se decora el exterior". El interior, está construido con "arcos de medio punto, uno de ellos cegado y en su lugar lo ocupa una hornacina renacentistas".

Ábside y lado recto del mediodía

Jiménez hace una descripción algo más pormenorizada e los restos de esta construcción religiosa mudéjar; consolidada, sobre todo los paños de la parte inferior y media del ábside, está "edificada sobre un zócalo de piedra y cantos de río. Consta de arranque de la única nave, -el lado recto-, y el ábside, todo construido en ladrillo". Tal como indica la cartela, nos recuerda que "el ábside tiene tres paños de arcos de medio punto con rosca, al estilo Castilla la Vieja, es decir, montado cada arco en la mitad del de abajo. Al interior conserva el casquete del ábside varios relieves visigodos, uno de ellos utilizado como hornacina". Jiménez se refiere a las piedras que sirven de base al arco triunfal. Sobre la disposición de los arcos "montado cada arco en la mitad del de abajo", lo encontramos en la Moraña abulense en la iglesia de San Miguel Arcángel en Cantiveros y en Santa María del Castillo en Madrigal de las Altas Torres; y en tierras de Valladolid la iglesia de San Pedro en Alcazarén

Ábside y lado recto norte

Sobre los restos visigodos, también son visibles en otras construcciones de Talamanca, como la puerta de Uceda, la iglesia de San Andrés y el torreón del sureste, recientemente restaurado y visitable, frente al arroyo Valdejudios. Respecto a los restos visigodos, la edición de castillos de la Comunidad de Madrid, indica que "las excavaciones arqueológicas realizadas junto al ábside mudéjar de la plaza principal -plaza de la Constitución- han confirmado la existencia de una población visigoda anterior al asentamiento islámico, como por otro lado se podría intuir por la abundancia de piedras talladas de la época reutilizadas en la muralla y otros edificios de la villa", como hemos comentado.

Lado recto norte y ábside


Para esta entrada e consultado, además de la cartela informativa que hay junto al edificio, la siguiente documentación:

Jiménez, J., El mudéjar madrileño, Ed. La Librería, Madrid 2008.
Castillos, fortificaciones y recintos amurallados de la Comunidad de MadridDirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid, cuyo catálogo ha sido elaborado por Fernando Sáez Lara. Madrid, 1993.

Vista general del interior del ábside

Bóvedas del ábside y de la nave

Vista del lado de la epístola

Vista del lado del evangelio donde se abre un vano

Hornacina renacentista en uno de los arcos ciegos hacia el interior

Estado del ábside h. 1920 Fotografía Francisco Rodríguez Marín
Catálogo Monumental de la Provincia de Madrid (1907-1920)


jueves, 5 de diciembre de 2024

El Fuerte Marlborough


Tras nuestra visita a Fornells donde recorrimos sus defensas, nuestro siguiente destino es el Fuerte de Marlborough en Es Castell. al este de la isla de Menorca, nada más pasar Mahón. Para llegar al fuerte se ha de atravesar la población y dirigirse hacia la cala de Sant Esteve, siguiendo el Camino de Cavalls. Se llega a un aparcamiento desde donde se domina a nuestros pies la cala de Sant Esteve, justo enfrente se encuentra el fuerte construido de tal manera que. no se ve desde esta posición; a nuestra espalda, también invisible, dejamos el desmantelado castillo de San Felipe. Para llegar a la fortaleza de Marlborough hay que bordear la cala siguiendo el Camino de Cavalls y a medio camino de esta margen un cartel avisa de la entrada. Ésta se hace a través de un pasadizo excavado en la roca tal como podemos leer en el tríptico que entregan al viajero.
 
Imagen cenital del Fuerte Marlborough. Captura de pantalla de SIGNA

El tríptico hace una breve presentación y descripción de su ubicación: "Situado junto a la bocana del puerto de Mahón, en la cala Sant Esteve (Es Castell), fue construido por los británicos alrededor de 1720Su nombre lo debe a Sir John Churchill, Duque de Marlborough, el general británico más destacado de la época y al que sus enemigos franceses inmortalizaron en una canción infantil como "Mambrú"

Galería de entrada a la fortaleza

Como hemos comentado, y nos recuerda el tríptico, la fortaleza prácticamente no se ve, se encuentra "Casi mimetizada en el paisaje, gran parte de la fortificación está excavada en la roca. La galería de entrada, la galería de contraescarpa que rodea el foso y las contraminas que radialmente salen de ésta, tenían como finalidad proteger el recinto central y sus cuatro piezas de artillería emplazadas en plataformas semicirculares para artillería "a barbeta", la expresión alude a la fortificación cuyo parapeto carece de troneras y 'merlones', ni cubre a los artilleros para protegerlos del fuego enemigo y, por extensión, la pieza de artillería puesta sobre este tipo de fortificación. 

Galería excavada en la roca que forma la contraescarpa y troneras del foso

El estado de la fortaleza sufrió una modificación tras haber sido conquistada por los españoles en 1781  hasta que "En 1798 y siendo Menorca de nuevo británica, el jefe de ingenieros el capitán D'Arcy realiza la configuración del fuerte que hoy apreciamos y, a la vez, construye en el cerro que domina el fuerte por el Sur, una torre tipo Martello; la Torre Stuart o del Penjat -unida al fuerte por una parapeto de piedra que aún hoy día existe- con el fin de evitar el asentamiento de las baterías enemigas como ocurrió en el asedio francés y español". Estos dos asedios se produjeron en 1756 por el ejército francés que mantuvo en su poder la islas hasta 1763; y en 1781 por el ejército español que toma el control de la isla y procede a desmantelar el castillo de San Felipe manteniendo la posesión de la isla hasta 1798 en que volvería de nuevo a control británico hasta 1802 que definitivamente retorna a soberanía española. 

Contramina desde la galería de entrada

Durante el último periodo de dominio británico el capitán ingeniero Robert D'Arcy es encargado de la última reforma del fuerte y la construcción de siete torres modelo Martello. Estas torres habían sido propuestas por el teniente general Charles Stuart, a quien debe su nombre durante un tiempo la torre d'en Penjat y quien había tomado la isla a los españoles sin apenas resistencia. D'Arcy tuvo como ayudante al teniente ingeniero Charles William Pasley que más tarde, con el empleo de Teniente Coronel redactaría un manual sobre construcción militar. La d'en Penjat es una de estas torres, su construcción se inicia en 1798 y se concluye en 1799.

Dependencias vistas desde la galería de entrada

De esta manera, continúa el tríptico, la defensa de Mahón se encomendaba a "Tres fortificaciones: el castillo de San Felipe, el fuerte Marlborough y la Torre de Stuart (Penjat) debían protegerse mutuamente y, a su vez, defender el puerto de Mahón, codiciado por las potencias europeas durante todo el siglo XVIII como base para controlar el Mediterráneo". Destacar que el fuerte contaba con un pozo situado en el foso y que era el único punto de abastecimiento de agua durante los asedios.

Contraescarpa con troneras que defendían el foso

CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS

Como hemos comentado y nos recuerda el tríptico, "El Fuerte Marlborough soportó dos largos asedios. En 1756, el del ejército francés al mando del Duque de Richelieu que arrebató la isla a los británicos y la ocupó durante siete años (1756-1763)". El 18 de abril de 1756 el Duque de Richelieu desembarcó al frente de 12000 soldados en Ciudadela que estaba defendida por 300 soldados británicos que ese mismo día abandonaron la plaza rumbo a Mahón. Las tropas francesas, tras cruzar la isla, pusieron cerco al castillo de San Felipe en Mahón. Unos días antes, desde Gibraltar, los británicos enviaron una flota de refuerzo a Menorca, en ese momento asediada por una flota francesa, entablando una batalla naval el 20 de mayo con resultado final favorable a la armada francesa. La flota británica se retiró de nuevo a Gibraltar.  El fuerte de San Felipe aún resistiría un mes el asedio rindiéndose a los franceses en junio de ese año, es de imaginar que el fuerte Marlborough corrió la misma suerte.

Rampa de acceso al recinto central desde el foso

Destacar que el vicealmirante inglés que comandaba la flota británica 
John Byng tras celebrar un consejo de guerra en el que se acordó abandonar la isla y retornar a Gibraltar, fue acusado de no dar todo el apoyo posible a las fuerzas de tierra, y aunque al principio fue ascendido al empleo de Almirante, tras la acusación posterior, basándose en los informes de la armada francesa, fue juzgado, condenado a muerte y ejecutado en marzo del año siguiente.

Piezas de artillería tras el parapeto del camino cubierto

El segundo asedio al que debió enfrentarse la guarnición del fuerte Marlborough fue en 1781, esta vez frente al "
ejército español capitaneado por el Duque de Crillón (que) conquistó la isla y la devolvió temporalmente a la soberanía española en 1782". El Duque de Crillón, el militar francés Louis de Berton de los Balbo de Quiers, había sido Comandante del Campo de Gibraltar donde fue destituido por proponer la toma del Peñón en poder de los británicos aprovechando el derrumbe de una parte de la muralla del puerto, debido a una tormenta, sin la previa declaración la guerra. En 1781 se le encargó la expedición para la conquista de Menorca, entonces en manos británicas, empresa que llevó a cabo con éxito por lo que recibió el rango de Capitán General del Ejército, el Ducado de Mahón, la Orden del Toisón y Grandeza de España. Al año siguiente, en el verano de 1782, se le encomendó la toma de Gibraltar, fracasando en la empresa. Murió en 1796 siendo Capitán General de Valencia y Murcia

Vista Norte desde el fuerte: al fondo la fortaleza de La Mola y en el plano
intermedio, a la izquierda, se situaba el castillo de San Felipe.

Interesante es la descripción que se hace en el tríptico de la composición de la guarnición británica que defendió el fuerte en ambas ocasiones: "estaba compuesta de un Capitán, 50 infantes y 15 artilleros. Los infantes estaban encargados de defender el foso desde sus aspilleras con sus fusiles de la infantería enemiga que pudiera penetrar en él. Los artilleros servían a las piezas que defendían el flanco sur-este del fuerte."

Vista al Sur desde el fuerte: Torre d'en Penjat distante unos 450 metros del fuerte


Para esta entrada, demás del tríptico que se facilita en la entrada del fuerte, he consultado la siguiente documentación:

Fernández de la FuenteMónicaDe la isla de Menorca a las costas sur y este de Inglaterra: análisis del prototipo de torre MartelloTesis Doctoral, E.T.S. de Arquitectura, U.P.M., Madrid 2015.
Laird Cloves, WilliamJuicio y ejecución del almirante John Byng en 1757 texto extraído de su obra The Royal Navy: a Historu from the earliest times from to the present.
Terrón Ponce, José Luis, Berton de los Balbo de Quiers Fabri de Montcault, ficha de la Real Academia de la Historia, en dbe.rah.es
La ocupación francesa de Menorca, Consorcio Militar de Menorca, en consorciomilitarmenorca.com

Torre d'en Penjat y parte del parapeto que lo une con el fuerte

Esquema de la construcción de una mina y la contramina según dibujo
en las instalaciones del fuerte


domingo, 1 de diciembre de 2024

Ermita de Santa Catalina en Hinojosa


Habíamos llegado hasta la ermita de Santa Catalina por la carretera CM-2107 desde Anchuela del Campo dirección Milmarcos, muy cerca de la raya entre Castilla y Aragón . Nuestro objetivo era la visita al castillo de Fuentelsaz en Guadalajara. Pasamos frente a ella sin apenas darnos cuenta por lo que tuvimos que dar la vuelta en el primer cruce para poder visitarla. El edificio se encuentra en un alto que apenas sobresale del horizonte entre sabinas, a su derecha apenas se adivinan las estructuras de edificios que es fácil confundir con los mampuestos de piedra que forman terrazas de cultivo, son los restos del antiguo poblamiento de Torralvilla o Torralbilla, despoblado en el siglo XVII donde Santa Catalina fue iglesia parroquial. Unos metros antes de llegar al edificio hay una cartela informativa que nos introduce en su historia: "Enclavada en el término de Hinojosa, la ermita de Santa Catalina es un pequeño templo de estilo Románico construido en la segunda mitad del siglo XII. Tras su rehabilitación fue declarado Bien de Interés Cultural (1992).".

Columnas del pórtico con decoración floral

El edificio, detalla la cartela, forma parte del "conjunto de iglesias del Románico rural que se caracteriza por desarrollarse sobre todo en pequeñas poblaciones y por la modestia de sus construcciones, la robustez de sus estructuras y la sencillez de su decoración. Generalmente fue usada la piedra caliza de las canteras cercanas labrada en sillares y en mampostería.". Estos templos. añade Salgado, comenzaron a edificarse tras la reconquista y la consiguiente repoblación cristiana en los siglo XII-XIII; aunque las crisis demográficas que vivió esta zona del reino castellano en el XIV y XV fue muy acentuada porque parte del sistema de alfoces "evidenció la fragilidad de estos humildes núcleos ante episodios como las malas cosechas, las imprevisibles inclemencias naturales o las temidas epidemias", que propició muy temprano, desde el siglo XIV, la despoblación de algún núcleo.

Capitel del pórtico. En el sillar de la derecha vemos una marca de cantero

Como comentábamos al inicio, podemos leer en la cartela que "Fue la antigua iglesia de Torralvilla, que fue despoblada en el siglo XVII y de la que no queda ningún tipo de resto visible."; y son estas viejas iglesias parroquiales, añade Salgado, "sin lugar a dudas, el principal y a veces único vestigio de estas poblaciones extintas". Una despoblación que se llevó a cabo de manera ordenada desde el siglo XVIII cuando se comienzas a emitir expedientes de despoblación; los bienes era acopiados y vendidos por parte del arzobispado, y algunos, menos comerciales y, sobre todo, de difícil transporte, como grandes pilas bautismales, "siguieron manteniendo en su interior sus antiguas románicas: Arranz, Portilla y Torralbilla", se renunció a su traslado y permanecieron en el lugar, de tal manera que parte de las obras se mantienen, bien en otras iglesias, en museos o en manos particulares.

Restos de un muro de la antigua puebla entre el sabinar

El templo de Hinojosa, continúa la cartela, aporta como innovación arquitectónica "un acceso cubierto por un pórtico que se extiende por todo el lateral meridional de la nave. Llama la atención su portada de arco de medio punto abocinada con cuatro arquivoltas y chambrana de punta de diamante que se apoyan sobre columnillas adosadas, decoradas con motivos vegetales y capiteles de hojas de acanto, que aparece resguardada bajo el pórtico."

La portada de medio punto descansa sobre seis columnillas posee cuatro
 arquivoltas rematadas con chambrana de punta de diamante

El interior no pudimos verlo aunque en la cartela hacen una breve descripción del mismo: "de gran sencillez constructiva, tiene una sola nave irregular orientada al levante, recorrida en su perímetro por un poyo adosado a la pared. Posee una cubierta de cuarto de esfera en el ábside, bóveda de cañón apuntada en el presbiterio y sencilla techumbre de madera a dos aguas. El presbiterio se encuentra separado de la nave principal por un arco que se apoya en dos columnas adosadas con capitel de volutas en el lado de la epístola y figuras del bestiario medieval  en el lado del evangelio".

Detalle de la decoración de la cornisa y canecillos

Respecto al pórtico destaca que es sin duda "lo más destacable de este ejemplo de arte de la Edad Media. Soportan el peso de la misma siete parejas de columnas con seis arcos de medio punto y capiteles decorados con motivos vegetales. Este tipo de construcción servía de abrigo, dada las duras condiciones del invierno, y para la celebración de las juntas comunales en un periodo en el que se acrecienta la importancia de la vida social".

Algunos de los canecillos que decoran el ábside

Concluye que "Otros elementos interesantes se encuentra en los canecillos del ábside. Destacan un dragón, una serpiente enroscada y algún instrumento musical. La ermita tuvo una espadaña levantada sobre el arco que separa el presbiterio de la nave y de la cual no quedan restos, solo algún testimonio gráfico", además de algunas marcas de cantero y varios grafitis incisos en los sillares.

El pórtico
Para esta entrada he consultado, además de la cartela que hay junto a la ermita, la siguiente documentación:

Herrera Casado, A., Lecturas de patrimonio: los canecillos de Santa Catalina de Hinojosa, en herreracasado.com, 2021.
Salgado Pantoja, J.A., Arte Románico en los despoblados de Guadalajara: obras en museos y colecciones privadas, Depósito de Investigación Universidad de Sevilla, 2019

Detalle de las puntas de diamante de la chambrana

Detalle de algunos graffiti

Alquerque junto a una de las columnas del pórtico

Planta y alzado del templo e imagen del capitel del interior