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domingo, 20 de octubre de 2024

El jardín romano: Peristylum

Herma. Mármol. Siglo I. Illici (Elche, Alicante) 

La Casa. En mi pequeño diccionario de latín de cuando era niño, tenía una ilustración de lo que era la casa romana, el domus: "La célula de la casa romana fue el atrium, vasta habitación sin más aberturas que la puerta y un agujero en el centro del techo (compluvium) por donde entraba la luz, el aire y la lluvia; ésta se recogía en una cavidad central (impluvium). Toda la vida familiar tenía lugar en este ámbito. Posteriormente se fueron añadiendo alrededor del atrium habitaciones diversas para dormir (cubícula), para comer (triclinium) o de embellecimiento (tablinum, vestibulum, etc.). La adición de un patio posterior (peristylum) completó y enriqueció notablemente el plano de la casa. Esta era la casa familiar."

Sobre el Peristylum, el jardín de la casa romana, en el Museo Arqueológico Nacional se hace una breve descripción de este espacio en torno al cual se ordena la casa, (domus): "El espacio privado de la casa está residido por el peristilo, un patio con jardín rodeado por un pórtico con columnas. En torno a este patio se distribuyen las habitaciones. Es el lugar ameno donde habita la calma, la sombra y el frescor. Es un recinto de descanso, donde disfrutar de la belleza de una naturaleza domesticada, y de las esculturas y pinturas murales que lo adornan. Sátiros, ninfas, musas, dioses y héroes habitan este jardín en forma de esculturas, oscilla, fuentes y hermas." Entre los habitantes de este pequeño espacio se encuentran varios personajes, entre ellos se encuentra el Silvano.

Silvano. Mármol (Siglo I)

La cartela de esta estatua nos recuerda de nuevo la función del jardín y la representación de Silvano: "El jardín es el espacio domesticado y a pequeña escala de la naturaleza. Su fertilidad y abundancia contagia al resto de la casa y debe ser velada y estimulada por los dioses. Silvano, protector de los bosques y de sus frutos es uno de ellos.Boccaccio en su Genealogía recuerda que el aspecto de éste ha llevado a algunos autores a confundirlo con Pan y cita a Virgilio que lo describe: "viene también Silvano con el adorno de la cabeza agreste agitando floridas ramas y enormes lirios"; lo cita como "el dios de las selvas" y a continuación narra un pasaje de Servio de una metamorfosis protagonizada por Silvano: estando éste enamorado de Cipariso, y "como tuviera éste una cierva de gran mansedumbre y la amara profundamente, Silvano la mató sin darse cuenta, por cuya causa Cipariso, lamentándolo mucho, murió. Y Silvano lo convirtió en el árbol de su nombre (ciprés)".

Príapo. Mármol. Siglo I. Antequera (Málaga)

Otro de los dioses protectores del jardín era Príapo. A éste lo describe Agión: era hijo de Venus y Baco y se le representa dotado de un sexo descomunal y grotesco. "Su efigie que suponía protegía del mal de ojo, hace de él el guardián de los jardines y los vergeles". Boccaccio añade que  Príapo, el dios de los huertos, a quien tacha de libidinoso, había sido amante de Vesta, segunda hija de Saturno, y como Vesta era virgen la relación propició interpretaciones equívocas puesto que los romanos asignaban siempre vírgenes para su servicio, por lo que nos recuerda Ovidio  que "nos esforzamos siempre en lo prohibido y deseamos las cosas que se nos niegan". 

En la cartela del museo podemos leer que fue "Criado por pastores que tributaron culto a su virilidad, Príapo es un dios rústico que concede fertilidad a los campos y fecundidad a los rebaños. Guarda viñas y jardines, donde se colocan sus imágenes."

Fauno ebrio. Mármol. Siglo I. Italia

Los faunos también son personajes que viven en los jardines, entre ellos se suele representar a estos como integrantes del cortejo de Baco, en estado de embriaguez. En la cartela de esta escultura leemos: "Miembro del cortejo de Baco, es un ser híbrido con orejas y cola de caballo. Vive en bosques y jardines, y acompaña en sus ritos al dios en torno al vino, que sirve directamente del odre".

Baco. Mármol, Siglo II. Aldaya (Valencia)

Baco, según la cartela del museo, "Dios de la renovación de la naturaleza, Baco adorna el peristilo. Ceñido con guirnalda de hiedra, en sus manos el cántaro, preside los placeres del ocio privado, el descanso y la contemplación de la belleza del jardín y sus monumentos".

Oscillum. Mármol. Siglo I. Fuentetójar (Córdoba)

Tras estos personajes, no debemos olvidar que el peristilo, según la descripción inicial del museo, estaba adornado también con los oscilla, que se trataba de un adorno de diferentes formas, máscaras o discos de diferentes materiales, los más vistosos son generalmente de mármol; se colgaban entre las columnas del peristilo. En la pieza superior la cartela indica: "Colgado entre las columnas del Peristilo, el oscillum es movido por el viento, gira, oscila, ahuyenta los infortunios y muestra su decoración: el héroe Meleagro da caza al jabalí de Calidón". 

Herma doble. Mármol. Siglo I. Saguntum (Sagunto, Valencia)

Las herma, esculturas que representaban un busto sin brazos que tenía su origen el los postes que señalaban el límite de un campo sobre el que se colocaba la esfinge de Hermes. Según la cartela del Arqueológico los hermas "entre la vegetación del peristilo asoman las hermas, pilares rectangulares sobre los que se reproduce la cabeza de Baco,  o de uno de sus compañeros, sátiro o bacante. Nacieron en Grecia donde se colocaban en los cruces de caminos y calles para dar suerte y proteger a los caminantes. La misma función cumplen en la domus romana".

Peristilo. Recreación en la villa romana de Almenara-Puras (Valladolid)

Algo más amplia es la descripción que se hace del peristylum en la reproducción que se ha hecho de la casa romana en la villa de Almenara-Puras (Valladolid): Peristilo con jardín. En este gran espacio a cielo abierto, bordeado de pórticos, había un jardín; rosas, planta aromáticas, flores diversas y algunos árboles embellecían la casa e invitaban a un agradable paseo. A través de los pórticos se accedía a los dormitorios, comedores y salas de estar donde principalmente transcurría la vida familiar y parte de la vida social. Una gran sala octogonal y con antecámara, pudo servir como salón o biblioteca; la otra con planta semicircular ligeramente trilobulada y con amplia apertura al jardín fue, posiblemente un comedor de verano. El resto de habitaciones tiene un tamaño notablemente menor. En el ángulo noroeste del peristilo se abre un pasillo en zig-zag que lleva a los baños".

Pan. Mármol. Siglo I. Itálica. (Santiponce, Sevilla)

Pan es "Dios de los pastores y rebaños, -como habíamos visto al principio, suele confundirse con Silvano- es híbrido, mitad hombre, mitad cabra. Gusta del frescor y la sombra de los bosques. Su imagen se eligió para adornar una fuente del peristilo".

Otras imagen era la de Urania, musa de la Astronomía que representa la contemplación y la reflexión que propiciaba el entorno del peristylum. La cartela del Arqueológico la presenta: "Urania, Musa de la Astronomía, en actitud pensativa, con la esfera celeste a sus pies, decora el peristilo de la casa malacitana. Ambienta un espacio dedicado también al placer intelectual del estudio, la reflexión y la contemplación del arte". Añadir que en la representación de la Musa, también con un compas, y en pintura, se e añadía una corona de estrellas.

Urania. Mármol. Siglo I d.C. Churriana (Málaga)

Para esta entrada además de las cartelas informativas del Museo Arqueológico Nacional de Madrid y la Villa romana de Almenara-Puras (Valladolid), la siguiente documentación:

Aghion, I. et. al, Héroes y dioses de la Antigüedad, Alianza Editorial, Madrid, 1997
Angulo Íñiguez, Diego, Historia del Arte, tomo I, Madrid, 1984
Boccaccio, Giovanni, Genealogía de los dioses paganos, Editora Nacional, Madrid, 1983
Diccionario Ilustrado Latino-Español, Español-Latin, edición Vicente García de Diego, Bibliograf  S.A. Barcelona, 1970.

domingo, 13 de octubre de 2024

Augusto Ferrer Dalmau

MUSEO NAVAL DE MADRID

Mi bandera, es una obra que va mucho más allá del símbolo nacional, cuando en la imagen se conjugan el acto heroico y el héroe. La obra de Ferrer Dalmau se encuentra frente a las que representan a Blas Lezo, y al igual que éste, aún más desconocido si cabe, la figura de Martín Álvarez Galán.

Mi bandera (2014) Óleo sobre lienzo 

En la cartela de la obra podemos leer la hazaña del granadero del Cuerpo de Batallones de la Marina. De entre "sus muchos héroes destaca el granadero Martín Álvarez que, en 1797, durante el combate de Cabo San Vicente, defendió hasta caer sin sentido la bandera de combate  del navío "San Nicolás de Bari".


LANCEROS DE FARNESIO



Las pinturas de Augusto Ferrer Dalmau, son tan interesantes como inusuales en el ámbito artístico actual; en ellas retrata batallas y hechos del ejército de España, recreando en un lienzo momentos de la historia española, no solo los hechos, sino el entorno y los uniformes y pertrechos, el armamento,... Durante el paseo por Ávila, fue toda una sorpresa encontrar estos cuadros, la mayoría copias con firma original del pintor, en la exposición Lanceros de Farnesio375 años al servicio de los españoles en el Palacio de Serranos, sede de la Fundación Ávila. Breve, muy breve, tan sólo 9 días de exposición, tan breve como intensa la historia del Regimiento: su trayectoria, uniformes, armamento, documentación, y las magníficas obras de Ferrer Dalmau, y breve fue también mi visita aunque con el tiempo suficiente para fotografiar y traer aquí sus pinturas.

Lanceros 1870. Dedicatoria y firma original. (Copia) 

Una de las cartelas nos detalla la participación del Regimiento Farnesio durante la Guerra de la Independencia frente al poderoso ejército napoleónico que supuso la primera derrota en campo abierto del ejército de Bonaparte: "El Regimiento Farnesio tiene una destacada actuación en la batalla de Bailén Jaén) dada contra el ejército invasor francés el 19 de julio de 1808. Sus dos escuadrones son los primeros en entrar en contacto con la vanguardia francesa en la madrugada de ese día y protagonizan varias cargas durante toda la mañana. Del regimiento forman parte, además, los célebres garrochistas de Utrera y Jerez de la Frontera.

El salto del Farnesio (Dedicatoria y firma original). Copia

Comandante de Farnesio (Dedicatoria y firma original)
(Uniforme de 1856)

Lanceros de Farnesio (Dedicatoria y firma original)
(Uniforme de 1856)

Farnesio en África. (Dedicatoria y firma original) Copia

Augusto Ferrer Dalmau, pinturas en Lanceros de Farnesio375 años al servicio de los españoles en Fundación Ávila, Palacio de Serranos, Plaza de Italia, 1, Ávila del 03 al 11 de octubre de 2024.

Carga en Cuba. (Dedicatoria y firma original) Copia

jueves, 10 de octubre de 2024

Verracos en el Museo de Salamanca


Además del espléndido ejemplar que posee la ciudad de Salamanca, el toro del puente romano, el visitante tiene la oportunidad de ver tres ejemplares en el Museo de Salamanca, uno de ellos realmente excepcional, el verraco de Gallegos de Argañán, los otros dos ejemplares, el de Masueco y La Redonda, bastante deteriorados. Los verracos se encuentran en el patio nada más pasar la entrada al Museo, al aire libre. Su lugar original se extiende en una línea de 82 km. del sur-norte desde Gallegos de Argañán a Masueco, y entre ambas La Redonda, todas estas poblaciones muy cerca de la frontera con Portugal. Los ejemplares, aunque están identificados apenas encontramos información en las cartelas, por lo que nos vamos a seguir por la descripción que hace López Monteagudo.


VERRACO DE GALLEGOS DE ARGAÑÁN

Verraco de Gallegos de Argañán. Granito. Siglo III-II a.C.

El verraco de Gallegos de Argañán, es el mejor conservado y en él se aprecia el dinamismo de la pieza. La cartela del museo lo fecha entre los siglo III y II a.C., tallado en granito. Las medidas que nos da López Monteagudo son 198 cm. de largo, 90 cm. de alto y 60 cm. de ancho. Procede de un solar del pueblo. "Su estado de conservación es bueno, exceptuando el rebajamiento de aproximadamente media circunferencia irregular que presenta en el costado derecho y que abarca también la peana. Según Morán, esta depresión fue causada por las ruedas de los carros que sobre esta parte pasaron, durante largo tiempo,, cuando la escultura se hallaba enterrada bajo el camino. También puede ser debida a haber estado este verraco adosado a una columna o a otra construcción de sección cilíndrica."

Costado derecho del verraco con la peana rebajada en media circunferencia
y parte del costado muy deteriorado. Se aprecia también los testículos

"La peana que tiene 50 cm. de altura máxima, forma un todo con el animal, el cual está representado en actitud de movimiento, con las extremidades dirigidas hacia adelante. La cabeza cuya longitud constituye la tercera parte del total, termina en agudo hocico en el que una línea incisa marca la boca, atravesada lateralmente por los colmillos. Además, de éstos, se aprecian bien las mandíbulas, ojos y orejas, a la altura de las cuales nace el espinazo que, muy resaltado, corre a lo largo del dorso. Las patas aparecen unidas y destacadas del bloque en que se labró cada par, apreciándose los codos y corvejones, así como las pezuñas. Se advierten con claridad los órganos sexuales y una cruz moderna grabada sobre la pierna izquierda".

Verraco de Gallegos de Argañán. Detalle de la pezuña

Gómez Moreno comenta poco sobre esta pieza, en la página 68: "Gallegos, pueblo de Ciudad Rodrigo, donde menciona otro el mismo autor", se refiere González Dávila quien afirmaba que en el despoblado Los Lázaros, "había un toro de piedra". Más adelante, en la página 99 añade "Aquí hubo un simulacro de animal, según ya se dijo".


VERRACO DE LA REDONDA

Verraco de La Redonda. Granito. Siglo III a.C./ Siglo II d. C.

El verraco de La Redonda debió tener también un gran porte. Tallado en granito se fecha entre los siglo III a. C y el siglo II d. C. Tiene una posición estática a diferencia de los otros dos, similar a la de los verracos abulenses. Las medidas que nos da López Monteagudo, son 139 cm. de largo, 67 cm. de alto y 61 cm. de ancho. Procede un lugar denominado "Molino caído". Hace la siguiente descripción: "Su estado de conservación es bastante malo, ya que le falta la cabeza y las patas se advierten rotas a unos 15 cm. de su arranque. Conserva un poco de cuello. El dorso se encuentra completamente cubierto de cazoletas, no habiendo señal alguna del espinazo. Las patas constituyen dos bloques informas de granito, resaltando las posteriores un poco separadas. Se aprecian con claridad los órganos sexuales.

Verraco de La Redonda se aprecian cazoletas en el lomo y carece de espinazo

Añade López Monteagudo que "al sur del pueblo existe la peña que llaman "del Perdón" y junto a ella varias peñas con cazoletas, indicios todos ellos, según Morán (1946, 156) de la presencia de un recinto sagrado o santuario".


VERRACO DE MASUECO

Verraco de Masueco. Granito. Siglo III a.C. / Siglo II d.C.

El verraco de Masueco presenta una disposición similar al del de Gallegos de Argañán, con posición dinámica según se aprecia en las patas delanteras; como el de La Redonda, también está muy deteriorado. Tallado en granito, se fecha también entre los siglo III a.C. y II d.C. Procede de un lugar a 1 km. al norte de Masueco; tiene inscripción aunque es ilegible. Las medidas del ejemplar que nos da López Monteagudo son 134 cm. de longitud 65 cm. de alto y 45 cm. de ancho. A continuación lo describe: "El estado de conservación de esta escultura es deplorable, ya que le falta la cabeza y las patas se advierten rotas, casi desde su nacimiento las delanteras y a unos 20 cm. más abajo las posteriores. Se aprecian varias cazoletas en el dorso y a lo largo del espinazo, el cual aparece muy resaltado. Las patas están labradas juntas y dirigidas hacia adelante. Se advierte el sexo y el ano. El costado izquierdo, en su parte superior, presenta restos de una inscripción latina hoy totalmente ilegible."

Verraco de Masueco , se aprecia el espinazo y alguna cazoleta

"Este verraco fue hallado a 1 km. al Norte de Masueco, en la salida a Aldeadávila y junto al camino de Corporario, habiéndose descubierto también gran cantidad de cerámicas superficiales. El castro de Masueco está situado en la orilla izquierda del río del mismo nombre, conservando un resto de muralla en el único sitio por donde es accesible (Morán, 1926, 33)".

Gómez Moreno hace mención al verraco aunque comenta tan solo éste que existe aunque no lo ha llegado a ver, "otro berraco, a un kilómetro del pueblo, camino de Aldea-dávila. Aunque pasé por allí no lo eché en ver".

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Álvarez Sanchis, Jesús R., Los Vettones, Real Academia de la Historia, Madrid, 2003
Gómez Moreno, Manuel, Catálogo Monumental de Salamanca 1901-1903, en biblioteca.cchs.csic.es
López Monteagudo, GuadalupeEsculturas zoomorfas celtas de la Península Ibérica, C.S.I.C., Madrid, 1989.