domingo, 25 de febrero de 2018

Domus Municipalis de Braganza


Domus Municipalis
Aunque se sale del ámbito de nuestra geografía creo que vale la pena comentar, aunque sea brevemente, esta construcción en tierras de Portugal, el Domus Municipalis de Braganza, un edificio que según la cartela informativa, es único en la Península.

Domus Municipales. Azulejos de la estación de Vilar Formoso
La villa de Braganza -Bragança- conserva un casco antiguo amurallado muy cuidado que se encuentra a escasos kilómetros de la frontera con España. La muralla que rodea la ciudad medieval tiene dos puertas y se puede pasear por su adarve libremente lo que permite observar algunas estructuras del interior de la propia muralla. Su castillo tiene una bella y poderosa torre del homenaje, mandada construir en 1406 por Juan I de Portugal. La torre, como la barrera, y los cubos, y la muralla que cerca la villa, está construida en mampostería y tiene reforzada las esquinas en sillería; cuenta con varias ventanas y aspilleras y en él campea el escudo de la Casa de Avis. En la actualidad es Museo Militar. Junto al castillo se encuentra un verraco celtibérico vetton,  la "porca da vila" que está atravesado por una picota o rollo conocido como "pelourinho de Bragança". Pero quizá lo que más llama la atención es el Domus Municipalis, un edificio de forma pentagonal irregular construido en sillería que servía de aljibe en su planta baja y en la superior, una sala diáfana abierta al exterior por ventanas, se utilizaba como lugar de reunión de los "hombres buenos", y que es su día fue ayuntamiento.


La construcción del Domus, en el primer tercio del siglo XV, está documentada en 1501, y posiblemente  se construyese al mismo tiempo que el castillo. Según la cartela que está junto al edificio, este es "un ejemplar arquitectónico representativo del período tardo-medieval", aunque la designación "Domus Municipales", Cámara Municipal o Ayuntamiento, corresponde a finales del siglo XIX. "Monumento singular (aún enigmático) de la arquitectura románica civil (único en la Península), su edificación data muy probable, del primer tercio de cuatrocientos. El domus está constituido por dos espacios distintos: "la cisterna", "sala de agua", (denominaciones que indican el adjetivo utilitario de construcción) incorpora una cisterna de buena fábrica para almacenar aguas pluviales y manantiales". ambas denominaciones están documentadas a partir de 1446. Este espacio de la planta baja no se pudo visitar por lo que no supimos las dimensiones ni la profundidad.

Interior del Domus. Piso superior. A la izquierda está la escalera de acceso
Por una escalera de piedra integrada en el edificio se accede directamente al "espacio arquitectónico superior que ha sido utilizado para las reuniones de los "hombres buenos", constituido por el salón con ventanas, cuyo pavimento de losas es el dorso de bóveda que cubre la cisterna." Las ventanas de medio punto destaca el friso de modillones que adornan la cornisa tanto en el interior como en el exterior, con rostros humanos, cabezas de animales, figuras geométricas y flores. Su uso está documentado es 1503.

Respecto a su singularidad, según K.J. Conant, hace varias consideraciones. que cita el monumento como ejemplo del desarrollo que vivieron las ciudades portuguesas en los siglo XII y XIII, datando el edificio hacia 1200, "ejemplo excepcional de arquitectura civil", su función debía ser similar a las salas capitulares de las abadías. Señala las dos plantas que conforman el edificio y su techumbre de madera, lo que permite que "el muro tenga en la parte alta una fila de treinta y ocho ventanas, un motivo raro en los edificios conservados, pero del que se tienen noticias, por ejemplo en el dormitorio del abad Odilón en Cluny", fechado en 1035 y su parecido con éste de 1200 "señala el relativo conservadurismo de la arquitectura civil".

Destacar que en muchos manuales turísticos la construcción del Domus Municipalis se fecha en el siglo XII.


Hay en el interior un panel con varias placas conmemorativas entre la que destaca una sobre la visita que hizo nuestro insigne arqueólogo granadino Manuel Gómez-Moreno al edificio: "14-12-1931. VISITA DO INSIGNE ARQUEOLOGO ESPANHOL GÓMEZ MORENO".

Para esta entrada he consultado los siguientes textos:
Arquitectura Carolingia y Románica 800/1200, K.J. Conant, Ed. Anaya, Madrid 1991.
El citado panel informativo o cartela que hay junto al Domus, además de la página web del ayuntamiento o Cámara Municipal de Braganza.

Placa conmemorativa de la visita de Manuel Gómez-Moreno
Modillón del interior con el escudo de la Casa de Avis
Ventanas vistas desde el interior

martes, 20 de febrero de 2018

El castillo de Villavellid


Tras visitar Tiedra, dejamos su castillo a nuestra izquierda para tomar la carretera VP6002. dirección Villardefrades. A poco más de 5 kilómetros encontramos Villavellid. Poco antes de llegar al pueblo ya se puede ver el castillo a la derecha, en una tierra de labor. Junto a Urueña y Tiedra, fue una de las fortalezas de frontera entre el reino de Castilla y el de León, y aunque carece de hechos de armas el interés de su historia se centra en la personalidad de sus propietarios.


Su construcción debió iniciarla a medidos del siglo XV don Diego de Almanza, regidor de Toro, aunque su torre del homenaje debió ser anterior; según  E. Cooper, debido, sobre todo a que el aparejo no está trabado a la torre del homenaje lo que indica que son construcciones de épocas diferentes y que tanto el arco de la puerta y de las ventanas, con arcos redondos, también lo sean. La primera referencia que se hace a la fortaleza es a principios del siglo XV cuando doña Elvira de Bazán, señora de Toral, en testamento de 1408, hace donación a su hijo Ramiro Núñez de Guzmán de la "villa y casa fuerte de Villavellid". Este último cederá el lugar en 1414 mediante trueque a su hermana Juana de Bazán quien contraerá matrimonio con Luis de Almanza. De éstos  pasará a su hijo Diego de Almanza, que sería quien iniciará la construcción de la fortaleza antes de 1465, año en que muere, que será la que conocemos hoy en día.


E. Cooper, destaca el escaso valor defensivo de la fortaleza lo que justifica el intento de abrir un foso que dificulte el acceso la misma ya que está construida en una suave pendiente junto a unas tierras de labranza. La construcción tiene los parámetros de la escuela de Valladolid, respetando las proporciones entre los elemento que lo integran, es un recinto de cuatro lados con tres torres redondas en las esquinas y una cuarta, la torre del homenaje, cuadrada. Con el paso del tiempo todos estos elementos, cubos, lienzos y torre del homenaje, han ido perdiendo altura. Al patio de armas se accede através de una portada de arco apuntado hacia al exterior, en la actualidad tiene varias dovelas deterioradas, y semicircular en su cara interna; el acceso a la torre del homenaje se hace a través del primer piso, bien mediante un adosado contra la torre que existía en su lado suroeste o a través de un puente flotante. En la actualidad se encuentra arruinado "por la extracción de arcillas que han socavado sus cimientos", quizá se esta la causa que provocó a finales de la década de 1970 el derrumbe de uno de los cubos y parte de uno de los lienzos.

Zona donde se derrumbó un cubo y el lienzo
A su muerte en 1465 Diego Almanza funda dos mayorazgos, uno para cada una de sus hijas, entre las que reparte sus bienes. Lega Villavellid con la fortaleza inconclusa, a su hija Constanza que casará con Juan Enríquez de Guzmán. El matrimonio consigue que su mayorazgo sea confirmado en 1467 tanto por Enrique IV como por su hermanastro, el infante don Alfonso, enfrentados en guerra civil por la sucesión. Este Juan Enríquez, como documentan Cobos y Castro, se comportó como un verdadero "señor feudal", apaleó a sus vasallos, impuso tributos excesivos en sus villas y dejó de pagar el salario a sus criados; y fue tanto el desafuero que cometió que el propio Juan Enríquez se arrepiente en su testamento con escaso "temor de Dios" reconoce su comportamiento "disoluto en corromper muchas mozas vírgenes ansi en las dichas villas e logares como en otras partes de las cuales no tengo memoria"; pide que en descargo de su alma se satisfaga a cada una de ellas o a sus herederos por sus desmanes.

A Juan Enríquez de Guzmán de sucede su hijo, Francisco Enríquez de Almanza, que constituirá mayorazgo en 1522 con varias villa entre las que se encuentra Villavellid, y a quien por su participación en la guerra de las Comunidades, Carlos I le concederá en 1533 el marquesado de Alcañices. El castillo, en la actualidad es propiedad particular y no se puede visitar

Puerta de acceso al castillo
Castillos Señoriales en la Corona de CastillaCooper, E., Junta de Castilla y León, 1991.
Los castillos y fortalezas de Castilla y LeónMartín Jiménez, Carlos M., Ámbito,Valladolid, 2003.
Guia de los castillos en la provincia de Valladolid, Diputación de Valladolid, 2012
Castilla y León. Castillos y fortalezasCobos Guerra, F. Castro Fernández, J.J. de, Edilesa, León, 1998.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Palacio Longoria


Uno de los edificios más bellos de Madrid es sin duda el Palacio Longoria, obra del arquitecto José Grases Riera, está considerado estilo modernista, aunque llama la atención la lectura atenta que de este edificio hace el profesor Ángel Urrutia. Actual sede de la SGAE (Sociedad General de Autores de España) por lo que es un edificio de oficinas -lo que complica hacer fotografías tanto de su interior como de su jardín-, y anteriormente fue oficina y vivienda de su promotor, de quien toma su nombre. La peculiaridad de que fuese diseñado para ambas funciones, vivienda y lugar de trabajo es la que lo caracteriza y da originalidad a su diseño.

Hay una placa del ayuntamiento de Madrid en la fachada del Palacio Longoria, en la calle Fernando VI, que resume muy breve su estilo e historia: "Palacio Longorio. Arquitecto: José Grases Riera. Este palacio construido por el banquero Javier González Longoria como residencia propia y sede social de su banco. constituye el principal ejemplo de arquitectura modernista en Madrid. El edificio se compone de dos cuerpos rectangulares unidos por un torreón circular por medio de una singlar escalera de cuidado diseño. Los elementos decorativos, la rejería y el diseño general del edificio tienen una clara influencia del "Art Nouveau" francés. En 1950 pasa a ser sede central de la Sociedad General de Autores de España. 1902.1903".


Pero, si existe algún comentario que contradiga en parte la anterior descripción, como decíamos al principio, este es el de Á. Urrutia en su Arquitectura Española Siglo XX, sobre la que considera una de las obras cumbres de su autor. La que es hoy sede de la Sociedad General de Autores de España, la antigua casa-banco de González Longoria, escribe, "llama su atención su estilo singular, que difícilmente puede tener parangón en el panorama modernista", movimiento en el que se insiste en incluir, aunque considera que el estilo del edificio "se fundamenta más genuinamente en un estilo barroco y rococó (...) Se pueden revisar cuantas obras modernistas nacionales e internacionales se quieran que no aparecerá un modelo a cotejar con el Palacio Longoria". Asegura que la voluntad modernista no existe en esta obra y que, si existe es por la voluntad del propietario, "por demanda del cliente está mediatizada por un estilo histórico, que puede pervivir durante el siglo XIX francés y que se adecúa ahora por mano de Grases como tipología idónea" para el lugar elegido, y en concreto, donde se va a construir, las confluencias de las calles FernandoVI con la calle Pelayo. En su artículo Urrutia va contrastando el estilo de Grases con sus contemporáneos, Gaudí, V. Horta y H. van de Velde y las soluciones que cada uno aporta a los espacios, la decoración y sus respectivas trayectorias. Así comenta que mientras Gaudí "violenta estructuras y rompe con la cuadratura general de huecos o balcones en los que crece la vegetación abstracta", el Palacio Longoria, afirma, "no debería situarse en la órbita del modernismo catalán" sino en la trayectoria y las formas en las que evoluciona el propio Grases, quien -señala más adelante-, "sea como deber o como divertimento logra hacer modernismo de extraordinaria calidad pese a no estar habituado", manteniéndose "bajo el control general de las intemporales leyes de la simetría", aunque aprecia en esta obra en concreto cierto conato de ruptura: "En el Palacio Longoria, la materia se deshace sobre una estructura rígida y anclada en la tradición", que lleva a cabo en los relieves que adornan la fachada, las balaustradas, los soportes de balcones, y los motivos naturalistas tanto de la fachada exterior como la del jardín, y "en la hermosa escalera interior que sostiene la cúpula vidriada".



Urrutia recorre brevemente la obra de José Grases Rivera formado en la Escuela de Barcelona. donde obtendrá su titulación en 1878. Compañero de estudios de Gaudí mantuvo una trayectoria profesional menos experimental que éste y hace una comparativa en el tiempo y las obras de ambos arquitectos. José Grases Riera nace en Barcelona en 1850; "se instala en el Madrid de entresiglos". En Madrid realiza el edificio de la compañía de seguros La Equitativa (1882-1891), en la calle Alcalá, reformado en 1920 por Joaquín Saldaña para el Banco Español de Crédito, y que en la actualidad se está reformando de nuevo de manera controvertida y polémica para convertirlo en hotel de lujo; y, entre otros edificios destaca el Teatro Lírico en la calle Marqués de la Ensenada (1901-1902) y el edificio New Club en la calle Cedaceros (1889-1901), es autor del también emblemático Monumento a Alfonso XII en el parque de El Retiro (1901-1905). Y para terminar, una nota ciertamente amarga del profesor Urrutia respecto al olvido en que han quedado los que él denomina Modernismo ocasional, estilo al que acuden esporádicamente algunos autores, como Grases y el Palacio Longoria, estilo "condenado en gran parte a extinguirse por falta de investigación coherente" y al desconocimiento tanto de las obras como la de sus autores, algo que está propiciando, en mi opinión, la pérdida de una riqueza patrimonial considerable como es el caso del aludido edificio Banco Español de Crédito del que en su reforma actual sólo se ha respetado la fachada, dejando vació tanto de contenido como de espíritu una obra de indudable valor arquitectónico.

Para esta entrada he consultado las siguientes fuentes:

Arquitectura Española Siglo XXUrrutia, Ángel, Cátedra, Madrid, 2003
Placa del Ayuntamiento de Madrid en el edificio reseñando su origen y autor,.

Escalera interior
Cupula vidriada
Detalle de uno de los balcones y rejas

lunes, 5 de febrero de 2018

El castillo de Villatoro


Del castillo de Villatoro sólo queda un cubo, "un cubo maltratado cuyos buzones atestiguan su antigua importancia", según E. Cooper. El pueblo se encuentra al inicio del puerto, al que da nombre, al oeste del valle Amblés, custodiando el paso hacia el valle del Corneja junto al nacimiento del río Adaja. Mi visita tenía como propósito fotografiar los tres verracos vettones que hay en el pueblo.  Los verracos descansan en la plaza de la iglesia que se eleva unos metros sobre la antigua carretera, rematada con cornisas, bases de columnas y remates de granito pensé que serían restos del castillo; eran restos, pero de un antiguo monasterio, supongo que del Monasterio de Nuestra Señora del Risco, según los vecinos.

Verraco de Villatoro
La importancia de Villatoro se debía a su ubicación, siguiendo de nuevo a Cooper, que permitía el control de la ruta de la Mesta y, según la ficha del la Asociación de Amigos de los Castillos, cabeza del señorío formado por Alfonso XI a favor del obispo Sancho Dávila en el siglo XIV,  reconociendo así los servicios prestados durante la minoría de edad del monarca. Tras una reforma en el siglo XVI, la propiedad pasaría de los Dávila a los duques de Pastrana hasta entroncar éstos con los condes de Parcent.

Gómez Moreno, describe así el castillo a principios del siglo XX: "era un cuadrilátero, con cubos en los ángulos, pero no queda más que uno de estos y los cimientos de otro. Databa del siglo XVI, y a sus atrios correspondían los restos de columnas y dovelas semigóticas esparcidas en la lonja de la iglesia". M. Mariné y E. Terés, añaden que parte de sus lienzos de mampostería y sillería se aprovecharon para las construcciones rurales; el cubo que se mantiene en pie cuenta con troneras de buzón y "mantiene dos arcos de ingreso desde el interior".

La presencia de las troneras, según todos los autores, permiten datar su construcción a principios del XVI; hacia 1510, según sugiere Cooper, fecha en la que el duque de Béjar, Álvaro de Zúñiga, puso a disposición de a su hermana, Elvira de Zúñiga, un contingente de unos 1100 hombres de armas al mando de Pedro Ruiz de Medina, y varias piezas de artillería para atacar a Fernán Gómez de Ávila, señor de Villatoro. El ataque era represalia por el saqueo que Fernán Gómez había hecho en la casa de Elvira de Zúñiga en Ávila en 1507. Era ésta la casa de Pedro Dávila, que heredó su hijo, Esteban Dávila con quien estaba casada doña Elvira. Esta rivalidad, añade, era probable que tuviese su origen en "las actividades confiscadoras durante la guerra de la sucesión de los Reyes Católicos" por parte de los familiares del señor de Villatoro a expensas del abuelo de Elvira de Zúñiga, el duque de Arévalo.

Cuando hice mi primera visita a Villatoro la torre pertenecía a un particular, en la actualidad es el establecimiento de turismo rural Torre del Mayorazgo, a quienes he de agradecer que me facilitaran poder realizar las última fotografías.

Para esta entrada he consultado los siguientes libros:

Cooper, EdwardCastillos Señoriales en la Corona de Castilla, Junta de Castilla y León, 1991.
Mariné, M. y Terés, E., Castillos de Ávila, Museo de Ávila, 1989.
Fray Luis Ariz, Historia de las Grandezas de la ciudad de Ávila, 1607 ed. Facsímil. Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ávila, 1978.
Gómez Moreno, Manuel, Catálogo monumental de España. Provincia de Ávila, en web biblioteca.cchs.csic.es
Asociación Española de Amigos de los Castillos ficha del Castillo de Villatoro, en web.