martes, 21 de febrero de 2017

Edificio de Viviendas para militares

Edificio de Viviendas para militares en la Glorieta de San Bernardo
Al inicio de la calle de San Bernardo, en la glorieta del mismo nombre, hay un edificio singular al que es imposible abstraerse porque cuelgan de él plantas que recubren la fachada y apenas dejan entrever el fondo gris de cemento. El edificio tiene fachada también a la calle Acueducto, a Alberto Aguilera y a Santa Cruz de Marcenado, calle que lo parte en dos. En la estación de Metro, también de San Bernardo, en uno de los andenes se explica el origen de este edificio, quiénes son sus autores y el estilo en que está construido: la arquitectura orgánica. Pero antes quería indagar en los antecedentes de este estilo; en ese momento estaba leyendo un libro ¿Quién teme al Bauhaus feroz?de Tom Wolfe, precisamente sobre las propuestas de la escuela racionalista, anterior al organicismo, y su repercusión en la arquitectura norteamericana.

Fachada calle Alberto Aguilera
Se quejaba Tom Wolfe, primero lo tomé como algo sarcástico, luego como una durísima crítica a las propuestas de Le Corbusier y sus seguidores, y finalmente me pareció un alegato nacionalista, ¿cómo era posible que ese movimiento centroeuropeo hubiese podido desembarcar en EE.UU.? Lo que llamada el "estilo internacional", el racionalismo, las propuestas de Mies van de Rohe, Gropius, Le Corbusier, Oud o Loos, y "el más feroz de los redactores alemanes de manifiestos", Theo van Doesburg, arrinconaban la arquitectura tradicional norteamericana llegando a dejar a Frank Lloyd Writhg en simplemente "semimoderno". Era la propuesta del "nada es más"; un ataque formal a todo aquello que éstos calificaban de "burgués", la creación "camarillas" que se entretenían en elaborar manifiestos, y proponer una arquitectura racional que eliminaba las simetrías, las curvas, los embellecimientos, las cornisas, reducía espacios y erradicaba lo hecho a mano, lo artesanal, proponiendo lo hecho a máquina, la fabricación en serie. Según Ángel Urrutia en su Arquitectura Española siglo XX, se buscaba la "normalización de medios que contribuyesen a soluciones comunes muy racionales o ideológicamente aceptables (higiene, ventilación, aprovechamiento del espacio, elementos repetitivos y seriados para acelerar el proceso constructivo, supresión de aditamentos superfluos para economizar)."

Ampliación de Cruz de Marcenado desde la calle Acueducto
Este movimiento tiene su primera manifestación en Madrid en 1927. Casto Fernández-Shaw diseña y construye, muy cerca de San Bernardo. la Gasolinera Porto Pí -una excelente muestra del movimiento racionalista se puede ver dando un paseo por la Colonia "El Viso" (1933-1936) de Rafael Bergamín-. Pero la modernidad se frustra, como en casi todos los aspectos de la vida social y cultural española, con la Guerra Civil y la mayoría de aquellos arquitectos racionalistas, opuestos al régimen vencedor del general Franco, o bien son inhabilitados a perpetuidad o han de exiliarse. La arquitectura del régimen, la encargada de rehabilitar las ciudades de los estragos de la guerra, intenta recuperar un estilo puramente español rescatando a Juan de Herrera y Juan de Villanueva que imperarán hasta finales de los años 1950.

Edificio de Viviendas

Tras el parón intelectual que sufre el país tras la Guerra Civil y sobre todo en la etapa de autarquía (1939-1959), la arquitectura a partir de esta última fecha volverá a evolucionar y a desarrollarse a partir de propuestas racionalistas, funcionalistas y organicista, esta última influenciada por Wright y Aalto entre otros. Es en esta corriente organicista en la que se construye el Edificio de Viviendas diseñado por Fernando Higueras Díaz y Antonio Miró Valverde entre 1967 y 1974. Según el cartel que hemos mencionado de la estación de Metro, el edificio es "un conjunto, que incluye 240 viviendas, locales comerciales y aparcamientos, fué encargado para el Patronato de Casas Militares, y se desarrolla en un enorme solar que se divide en dos partes -debido a la apertura de una nueva calle, prolongación de la de Santa Cruz de Marcenado hasta la de San Bernardo-, en terrenos que ocupó primero el Tribunal de la Inquisición, y, más tarde, el Hospital de la Princesa, demolido en la década de 1950".

Patio exterior en forma de curva en Santa Cruz de Marcenado
Llama la atención, precisamente, que el edificio esté divido en dos, que en realidad son dos edificios que ocupan ambas aceras de la prolongación de Santa Cruz de Marcenado, desde la calle Acueducto hasta la calle San Bernardo. El mayor de ellos se ha diseñando entorno a tres patios, dos circulares y uno poligonal de mayores dimensiones que proporciona luz al interior de las viviendas y "se remata en su parte posterior, hacia la calle Santa Cruz de Mercenado, con gran libertad, en forma curva en contraposisicón a la regular alineación de las fachadas anteriores". El segundo edificio, menor, "es consecuencia de la apertura de la calle interior, y en él destacan los locales comerciales. El tratamiento de volúmenes mediante la conjunción del hormigón armado blanco visto y las masas verdes de las grandes jardineras que presentan las fachadas, es muy característico de la arquitectura organicista que representa a los autores".

Calle Santa Cruz de Marcenado desde la calle San Bernardo
 Ángel Urrutia nos introduce en la figura de Fernando Higueras Díaz integrado en la Promoción de 1959, a la que también pertenece Miró Valverde, la Promoción CX de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Son un grupo de arquitectos que "tratan de superar el estricto racionalismo y el aséptico funcionalismo de cuño tecnológico todavía en vigor"; siguiendo las propuestas de Wright. Sobre Higueras señala que "las corrientes organicistas, incluso la referida concretamente a Wright, poco aceptadas en los concursos oficiales y apenas hechas realidad, tienen sin embargo una continuada manifestación en la obra de Fernando Higueras". Nacido en Madrid, se titula en la Escuela de Madrid, y posee una personalidad polifacética, además de arquitecto se interesa por la música y por la pintura, no obstante, señala que "su carácter controvertido y automarginación deliberada  del debate arquitectónico actual han traído consigo un olvido injusto de su obra, es sin duda uno de los arquitectos más originales y reconocidos del mundo".
Lateral del edificio mayor desde calle San Bernardo
Hay un párrafo sobre la filosofía de su trabajo, que creo muy interesante y esclarecedor. Según Urrutia, "la arquitectura de Higueras presenta una evolución en su trayectoria, pero con invariantes estilísticas que le identifican. Cuando el despegue industrial español comience a ofrecer nuevos materiales o nuevas tecnologías y otros arquitectos las utilicen bajo las premisas funcionalistas en general o bajo las proposiciones más asépticas de Mies en particular, Higueras hará desde el principio arquitectura contracorriente, sólo o cuando colabore con Antonio Miró Valverde entre 1963 y 1969. Entonces, frente al lema miesiano menos es más propondrá el más es más"; para dotar a la arquitectura tanto de belleza como de funcionalidad, "tan importante
es la riqueza expresiva o el aura y el gesto poético como la lógica interna de la obra".

Locales comerciales del edificio menor
Su estilo personal, señala Urrutia, viene dado sobre todo por el uso del hormigón: "un material muy de nuestro siglo, más potente que el acero y más bruto que la piedra" integrando este material con la naturaleza viviente con desarrollos "asimétricos, expresivos, barrocos y románticos, encantadores y sugestivos, incluso con un alto contenido poético y medioambiental". Añade que ese ir a contracorriente de Higueras antes mencionado, le lleva a plantear "de una obra a otra y según el entono, nuevos métodos compositivos". "Este sometimiento a un mayor orden compositivo -señala Urritia tras comentar la obra también de ambos arquitectos, Higueras y Miró, el Centro de Restauraciones Artísticas, conocido popularmente como el edificio de la Corona de Espinas, en Ciudad Universitaria de Madrid- y a un control modular del hormigón, cada vez menos bruto, será ya aplicado sistemáticamente por Higueras a obras sucesivas de diversa tipología", entre la que se encuentra las Viviendas para militares 1967/1970-1975, -el edificio que comentamos- "donde el hormigón todavía masivo ha de arroparse con plantas colgantes".

Jardín trasero en curva del edificio mayor en Santa Cruz de Marcenado
Con estos apuntes termino un pequeño viaje por una época reciente de la arquitectura española y la figura de Fernando Higueras y su obra, incentivado tan sólo por el interés del viandante que se para a observar un edificio singular y la información que nos ofrece, aunque sea escasa, en este caso en una estación de Metro, para conocer un poco más nuestra ciudad y nuestro entorno. Para realizar esta entrada  además de la explicación que hay en el andén de la estación de San Bernardo en el Metro de Madrid, he consultado la siguiente bibliografía

¿Quién teme al Bauhaus feroz?, Wolfe, Tom,  Anagrama, Barcelona, 1988
Arquitectura Española Siglo XX, Urrutia, Ángel, Cátedra, Madrid, 2003

Vista cenital de las Viviendas para militares

EXPOSICIÓN FERNANDO HIGUERAS desde el origen 1950-2008 en MUSEO ICO

Las siguientes imágenes de las Viviendas para el Patronato de Casas Militares pertenecen a la exposición sobre la obra completa de Fernando Higueras del Museo ICO que estará abierta hasta el próximo 19 de mayo e 2019; una oportunidad excelente para conocer la obra de este interesantísimo arquitecto.

Viviendas desde la Glorieta de San Bernardo 

Plano del edificio

Maqueta del edificio


Edificios que menciono en el artículos son:

Centro de Restauraciones Artísticas en Ciudad Universitaria de Madrid 
obra de Fernando Higueras y Antonio Miró
Gasolinera Porto Pí, calle Alberto Aguilera, obra de Casto Fernández-Shaw
Casa de la Colonia "El Viso", obra de Rafael Bergamín

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