sábado, 10 de diciembre de 2016

San Pedro de la Nave


Siguiendo por la provincia de Zamora después de pasear junto a la Puerta de la Traición o de la Lealtad, nuestro próximo destino era El Campillo, a 25 kilómetros por la carretera N-122 hasta el cruce con la ZA-P-2327 hasta donde termina la carretera para ver San Pedro de la Nave, uno de esos edificios que por su humildad y aparente sencillez es capaz de conmover al viajero.


San Pedro de la Nave fue construida a orillas del río Esla entre los años 680 y 711, "por lo que se trata de una de las últimas obras del arte visigodo". A orillas del río estuvo algo más de 12 siglos hasta que en la década de los años 30 del siglo XX, la construcción del embalse de Ricobayo, condenaba a la iglesia a desaparecer bajo las aguas de la presa. A instancias del arqueólogo e historiador granadino Manuel Gómez Moreno, que es quien la descubre por casualidad en 1903 y la cataloga como visigoda, es edificio, concluye, "construido en el siglo VII, como iglesia de un monasterio durante la monarquía goda de Toledo". Será el propio Gómez Moreno quien dirija su traslado. La iglesia se desmonta piedra a piedra para trasladarla al cercano pueblo de El Campillo donde, entre 1930 y 1932, se vuelve a montar, siendo desde entonces"el edificio que más destaca del humilde caserío que lo circunda".


"Su primera traza respondió a una planta de cruz griega, aunque luego se trazaron las dos naves laterales que le confieren el aspecto final, híbrido entre la planta basilical y la cruciforme. Posee dos estancias, una a cada lado del presbiterio, que debieron de servir de celdas eremíticas. Las cubiertas son abovedadas en medio cañón, pero mientras las del cabecero y la de los recintos laterales se conservan en su original estructura pétrea, las de los tramos occidentales de las naves son de ladrillo volteado. Los arcos son de herradura, al modo visigótico. Destacan los capiteles historiados de "Daniel en el foso de los leones" y "El sacrificio de Isaac".


No obstante, tras esta escueta descripción que nos proporciona el catálogo turístico, vale la pena detenerse para leer la descripción más pormenorizada que se hace en Arteguías. En esta página se comentan otras posible fechas de construcción, adelantando ésta al siglo X, al Reino de Asturias; si se construyó en una o dos fases o la utilidad que pudo darse a las estancias laterales además de celdas para monjes eremitas, se pueden considerar "auténticas sacristías o cámaras para la custodia del tesoro sagrado (libros y utensilios para la liturgia, objetos de valor donados al monasterio, etc.)", y la interpretación de las imágenes esculpidas en los capiteles historiados. Respecto a la datación del edificio y su estilo visigodo, Gómez Moreno escribe: "Y si ahora, visto dos veces y estudiado el edificio, logro cierta fijeza de criterio, es para desmentir la tradición erudita... (que la consideraba del siglo X) Para mí es obra de finales del VII ó principios del VIII".


Llama la atención que la iglesia no tenga adosado el campanario, sino que la espadaña con sus campanas se encuentra "en el muro que rodea este monumento que a nadie deja de sorprender por su belleza". Hoy día esta pequeña población de escasos habitantes, tiene el privilegio de celebrar en tan singular edificio sus liturgias, aunque, como dice un vecino, no todos. Y desde aquí, tras hacer un pequeño gasto en el bar, volvimos a Zamora para terminar el día visitando la iglesia de Santiago de los Caballeros, donde cuenta la tradición, fue armado caballero El Cid Campeador.


Para esta entrada he consultado las siguientes fuentes de información:

Zamora. Desconocida perfecta. Patronato de Turismo. Diputación de Zamora. 2014
San Pedro de la NaveArteguías.com
Vida y trabajo de Manuel Gómez-Moreno con la arquitectura altomedieval como temaLuis Caballero Zoreda, CSIC, Madrid 2010.





domingo, 4 de diciembre de 2016

Torre de Lomana


Después de visitar Frías, el castillo y el impresionante puente medieval sobre el Ebro, tomando dirección a Trespaderne nos desviamos escasos kilómetros para detenernos en Lomana con el único fin de recrearnos en su casa-fuerte, robusta e impresionante. El edificio es también conocido como Torre de los Bonifaz, que, como nos recuerda José Manuel Gutiérrez en su Castillos de Castilla y León, fue mandada construir por Alfonso de Bonifaz en el siglo XV, Este Bonifaz era o decía ser "descendiente del legendario Ramón Bonifaz, brillante marino que acompañó al rey Fernando III en la conquista de Sevilla", además de ser el primer Almirante de Castilla y creador de la Marina Real de Castilla en el siglo XIII.


La construcción de un edifico defensivo dentro del señorío de los Velasco sin pertenecer a ellos, está aparejada a la relación de servidumbre que los Bonifaz debían a éstos; una relación que debió iniciarse con la cesión que Juan II hace en 1446 de la ciudad de Frías al conde de Haro, Pedro Fernández de Velasco. Cabe recordar que esta cesión fue problemática toda vez que el antecesor en el trono, Enrique III, había otorgado un privilegio por el cual ningún rey podía donar o enajenar Frías. La ciudad se resistió a aceptar a su nuevo señor, por lo que éste, cuatro años más tarde, tuvo que sitiarla hasta someterla por sed y hambre tras dos meses de cerco. Según Pedro M. Vargas, en su espléndida entrada en Castillos del Olvido, los Bonifaz en esas fechas habían sido alcaides de Frías por nombramiento real y se mantendrían al mando de la fortaleza por el apoyo que Alonso Bonifaz debió dar al conde de Haro en la toma de la ciudad. Quizá sea esta la razón por la que los Bonifaz no tendrían muchos problemas para edificar la casa fuerte dentro de su señorío, servicios que mantendrían en el tiempo puesto que en el Catastro del conde de la Ensenada, de mediados del siglo XVIII, refiriéndose al castillo de Medina de Pomar, centro de los estados señoriales de los Velasco, se anota que "dichas torres se hallan al cuidado de don Marcos Bonifaz, su alcaide".


La casa fuerte está construida en mampostería y sillería en los vanos, todo en piedra arenisca; su planta es rectangular y presenta cubos redondos en las esquinas siendo el que está junto a la puerta de acceso de mayor grosor, habiendo perdido todo el edificio su almenado. La puerta de acceso, en la fachada sur, es una puerta en arco apuntado sobre la que destaca una ladronera y "varias ventanas fusileras.. que hay que considerarlas posteriores, posiblemente de las guerras carlistas" según indica Pedro M. Vargas. Tiene tres plantas y sus muros escasamente superan el metro de grosor; cuenta con varios ajimeces tanto en la primera planta, lugar donde solían habitar los dueños, como en la segunda, abriéndose una tronera bajo el parteluz de cada ajimez; tiene además varias saeteras; en las fachadas del oeste, norte y este la vegetación cubre parcialmente los muros y hace difícil su visión.


En conjunto, concluye J.M. Gutiérrez, la torre "muestra un gran empaque y ofrece una imagen de construcción sólida... (que) permite controlar en lontananza un amplio espacio del valle del río Ebro". De propiedad particular, sólo puede visitarse desde el exterior sin tener acceso al interior donde, según cuentan en el lugar existe un pozo que comunica con el castillo de Frías.


Para elaborar esta entrada he consultado los siguientes libros:
Castillos de Castilla y LeónGutiérrezJosé Manuel , Ed. Edical, Valladolid, 2007.
Castilla y León. Castillos y fortalezasCobos Guerra, F. y Castro Fernández, J.J. de, Ed. Edilesa, León, 1998
Torre de LomanaVargas, Pedro M, en http://castillosdelolvido.com/torre-de-lomana/