jueves, 19 de mayo de 2016

El castillo de Montuenga


Después de visitar Medinaceli, Somaén y Arcos del Jalón, nos quedaba, antes de abandonar la provincia de Soria el castillo de Montuenga. La fortaleza, bastante arruinada, se eleva sobre la villa ocupando la totalidad de teso al que se acomoda y, siguiendo a Carlos M. Martín Jiménez, en sus rutas para ir descubriendo los castillos de Soria- "a pesar de su arruinamiento, la fortaleza conserva un aire de singular belleza que hace recomendable su visita. No espere, empero, el visitante encontrar mucho más que una bella estampa".



Coincide con el resto de textos que he consultado en la escasa información que existe sobre este castillo, "poco se conoce de su historia, salvo su condición de integrante de cordón de fortificaciones medievales que protegía el valle del río Jalón", alineándose con las fortificaciones vecinas que ya habíamos visitado, a las que el autor añade la de Jubera de cuya fortaleza sólo quedan restos. La estructura del castillo de Montuenga es sencilla: edificio alargado, construido en mampostería con las esquinas reforzadas con sillería. Consta de dos torres, una en cada uno de sus extremos, una pentagonal en forma de proa y la otra cuadrada, unidas ambas por dos muros que cerraban el recinto formando el patio de armas; la puerta de acceso se abría hacia el suroeste. De su construcción llama "la atención la presencia de escorias de hierro en las llagas entre los mampuesto. Las torres conservan restos de la planta baja abovedada y de estrechas aspilleras" -según indica el cartel informativo que hay al pie de una de las torres-. La fortaleza confiaba su defensa al desnivel vertical rocoso sobre el que se asienta.


Según Cooper la estructura como el aparejo y emplazamiento del castillo de Montuenga recuerda a la de Somaen, al igual que el deterioro que han sufrido a través de los siglos, -este último sufrió el derrumbe de una de sus torres en 1982- . Ambos castillos, aclara, formaban parte de "la avanzadilla de la resistencia de María de Molina a la dominación del alto Duero por las guarniciones de Alfonso de la Cerda". Recordando que el De la Cerda contaba con el apoyo a sus pretensiones al trono de Castilla del rey de Aragón, Jaime II, Cooper  hace referencia a un documento de 1301 por el que la reina despoja "a un tal Martín López de Peña" de sus heredades en Medinaceli por ser partidario de los De la Cerda; a la vez que el rey aragonés le compensará con otras en Monreal de Ariza (Calatayud) confiscadas a su vez "a Gil Rodríguez de Montuenga, partidario de Castilla".

Retomando el cartel informativo, se destaca la doble función estratégica del castillo; primero controlar el paso por este lado del río Jalón entre la Meseta y el valle del Ebro; y en segundo lugar la defensa de la frontera entre el reino de Castilla y el reino de Aragón. El castillo debió tener algún protagonismo durante la guerra civil que enfrentó a Pedro I con su hermanastro Enrique II, tanto Montuenga, junto a Somaen, siguió suerte paralela a Medinaceli, al que pertenecían ambas aldeas -según narra Cobos Guerra y Castro Fernández en su Castillos y Fortalezas de Castilla y León-. Medinaceli fue entregada a Bernal de Bearne en 1368, un año antes de la muerte de Pedro I, y con ella Montuenga. quedando a partir de 1374 bajo el dominio de los duques de Medinaceli.


Para esta entrada he consultado los siguientes libros:
Castillos y fortalezas de Castilla y LeónMartín Jiménez, Carlos M., Ambito Ed., Valladolid, 2003.
Castilla y León. Castillos y fortalezasCobos Guerra, F. y Castro Fernández, J.J. de, Ed. Edilesa, León, 1998.
La fortificación de España en los siglos XIII y XIV, Cooper, Edward, Ministerio de Defensa-Marcial Pons, Madrid 2014.